¿Haces caso a las voces? ¿Sales del escondite?
Os puedo confirmar que, efectivamente, el pergamino se lo quedó Charles de Lupo.
No, me quedo a la verita de mis compañeros y espero que ellos actúen. Roderigo está demasiado asustado, cree que le quieren llevar por sus múltiples pecados.
Depende de lo que hagan los demás. Por iniciativa propia desde luego que no ;P
PNJOTIZADO*
El caballero don Álvaro avanzó hacia delante, saliendo del bosque. Algo le decía que debía mover las suyas piernas, y adentrarse en aquel claro donde aquellas personalidades aguardaban. No supo porqué lo hizo realmente, ni qué esperaba encontrar. Mientras tanto, Nadir, Jaume y Roderigo andábanse quietos estupefactos, aguardando a ver qué les acontecía a sus vidas como si ellos no hubieran sido vistos (que lo habían sido). El infanzón de Ulloa avanzó hasta el tipo que tenía el medallón en el cuello. Lo hizo sin miedo, como si aquellas personas se lo hiciesen sentir así. Ninguno de las otras personalidades hizo algún gesto de sorpresa cuando éste avanzó, pues estaban "a sus cosas"; tan sólo el tipo de la armadura oxidada, el del medallón, se le quedó mirando impávidamente.
¿Quiénes sois... los que aquí habitáis...? -preguntó Álvaro justo cuando había caminado hasta estar delante de él, cara a cara-.
*Ya que ayer no pudo postear Álvaro (y actualizo hoy sábado excepcionalmente porque quise darle algo más de tiempo). Además, avanzo acontecimientos, puesto que todos habéis decido esperar a ver qué hace el resto y eso "bloquea" un poco la situación. Asique pa'lante.
Fue entonces cuando, temiendo que le ocurriera algo a don Álvaro o quizás por pura curiosidad, salísteis de detrás de los árboles y os internásteis en el claro de hierba verda. El cielo seguía aún sin nubes, ni sol, ni luna, ni nada. Parecía ser de día, y tampoco los otros hombres y mujeres allí ubicados hacía nada tras contemplaros. Seguían con la mirada vacía. El caballero de las armaduras nada dijo, y no se inmutó siquiera ante las palabras de don Álvaro. Aquel tipo lo único que hizo fue descolgarse el medallón y entregárselo al de Ulloa, y luego húbolo de tener en sus manos. El resto os acercásteis a él, y contemplásteis la belleza de aquel objeto. Nadir reafirmó lo que sus ojos habían visto antes, desde la lejanía:
El medallón estaba cuajado de signos que os resultaban familiares: no eran sino los mismos signos (o al menos de la misma grafía) que los que estaban dibujados en el pergamino que encontrásteis en la cripta del monasterio de Monreal, donde los muertos se alzaron y de donde lográsteis escapar.
Mirásteis durante unos instantes el objeto encriptado, su forma y su color; y cuando alzásteis la vista no había nada: ni páramo, ni claro, ni personas allí aguardando: de nuevo estábais en aquel desértico paraje cuyo único horizonte era una línea que separaba la tierra del cielo... excepto en un punto.
En unas cuantas leguas alzábase una tosca cabaña de troncos, rodeada de cierta vegetación. No había nada más en derredor. Fuísteis pues allí, y vuestros pies aún experimentaban las grandes zancadas que antes os permitieron llegar hasta donde estábais en pocos segundos. Cuando alcanzásteis la cabaña pudísteis comprobar que en su umbral se encontraba sentada una mujer joven, casi niña, y muy hermosa.
Bienvenidos -dijo levantándose grácilmente-. Entonces la puerta se abrió tras ella, sin que siquiera llegara a empujarla con sus manos. Pasad, hay comida, bebida y respuestas aquí dentro -la joven hizo una pausa, extendió el brazo como invitándoos a entrar y ella misma accedió en primer lugar-. Intentar vislumbrar el interior de la cabaña sin entrar era imposible: pese a que había una ventana, la luz no parecía llegar e iluminar dentro de ella.
Podéis hacer si queréis una tirada de CUL x4.
Como es puente para muchos, deciros que el siguiente turno (EL MARTES) no contará obligatoriamente (por si alguien se ha ido de puente /vacaciones) y no es obligatorio postear hasta el viernes. No obstante, yo actualizaré el MARTES para no rezagarnos mucho.
Motivo: CUL
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 98 (Fracaso)
Pasado el susto de las voces Roderigo se maldijo para sus adentros cuando vió el colgante que le habían dado al de Ulloa, de haber tenido más reaños a lo mejor se lo habían dado a él...claro que también se habían podido llevar a su alma inmortal de modo que lo uno por lo otro.
Cuando llegan a la cabaña y ven a la joven Roderigo se apoyó en la puerta, se echó el pelo para atrás y con su mejor sonrisa dijo-O que fai unha rapaza como está facendo nun lugar como este?- Parecía que ya se le habían olvidado todos los males y ya pasaba a su habitual "aprovecha el momento".
¿Qué hace una chica como tú en un lugar como este?
¡nos han dado el medallón así como así! ¿pero porqué?
Caminaba cariacontecido sin creer lo que ocurría. Efectivamente el medallón cuando lo vio de cerca contenía aquellos caracteres... habían de llevarlo de nuevo a Charles. Cuando llegó a la cabaña se fijó en la joven, en su atuendo, en sus formas, pero de nuevo, no pudo descubrir nada anormal, fuera de lo que viene siendo cambiar de presencia de un lugar a otro. Finalmente sacudió la cabeza y se encogió de hombros, si allí había respuestas habían de cruzar el umbral y encontrarlas. Eso fue lo que efectivamente, hizo.
Motivo: cul x 4
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 96 (Fracaso)
Nada, en cuantos años había pasado en mis tierras natales, lugar de brujas y encantos, leyendas y espantos, podía compararse a cuanto mis ojos veían en aquel bosque extraño y de naturaleza inexplicable. Aquellas apariciones, seres etéreos cuya expresión se había borrado del mundo en tanto habían acometido la tarea de entregarnos aquel medallón, no parecían ser el único prodigio que nuestros ojos habrían de contemplar en aquel viaje. ¡Tantos interrogantes! No teníamos el pergamino, pero las inscripciones de aquel medallón parecían las mismas. No era yo hombre de letras, apenas conocía unas pocas, y no era capaz de juntarlas seguidas, ni entender nada que hallara escrito. Y sin embargo, aquellos caracteres resultaban ante mis ojos tan nítidos como si se hallaran escritos en la lengua de Babel.
- Comida, bebida, e repostas... - murmuré.
Tentador, sin lugar a dudas, como lo había resultado acercarse a hablar con aquellas gentes. Que la diosa Fortuna apareciese en ese momento y guiase mis pasos, si había una decisión buena que tomar en aquel lugar ignoto.
- Respuestas, e non mais preguntas. Eso es o que nos necesitamos...
¿Podíamos acaso negarnos? ¿Qué quedaba por descubrir en aquel lugar perdido? No había camino de vuelta, ni huida posible. Todo lo que nuestros ojos nos mostraban era cuanto podíamos ver. Con cierto pesar, me dispuse a seguir a la niña.
Tirada oculta
Motivo: CULx4
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 46 (Exito)
Comento como en el resto de partidas: estoy a ver huecos para ir poniendo esto al día. Con el puente, no sé si voy a tener muchos más huecos, así que haré lo que pueda. SI tienes que PNJtizar de nuevo, ya sabes que no tengo problema ;).
Antes de llegar al páramo verdoso de la cabaña, cuando estábais frente al tipo del medallón, fuiste el único en darte cuenta que sus prendas asemejaban bastante a las de un caballero templario de Tierra Santa.
El interior de la morada, era sencillo, pues otra cosa no había de ser una toscaba cabaña hecha de troncos. Una pequeña chimenea al fondo y algún asiento tosco y hecho de maderos cortados era la única decoración, junto con una mesa cuadrada bastante vieja. En la lumbre parecía haber cosas cocinadas, y os ofreció sentaros y colocó en unos cuencos pan recién horneado, miel silvestre y vasos con cremosa leche. Todo olía excepcionalmente bien. La chica no respondió a la pregunta del pobre Roderigo, sino que tan sólo se limitó a relatar palabras por su boca, como indiferentemente, mientras os servía y mientras ella también almorzaba.
El Cáliz adorado en Valencia no es más que el reflejo de algo más certero, de una idea más profunda -comenzó-. Del mismo modo que nuestros cuerpos reflejan sombras contra el suelo, algunos símbolos dejan un representante veraz en el mundo. Pero al igual que las sombras, dichos objetos no son la verdadera esencia de su ser... Yo soy la Guardiana del Cáliz, y he de entregarlo a quien a quien sea digno de aceptarlo... pues así debe hacerse.
La mujer apuró finalmente el vaso con la leche, le relamió los labios y os miró, finalmente.
Mi casa, este páramo, éste desierto... se trata de "El Jardín". Algunos lo han contemplado antes que vosotros. ¿Recordáis esos hombres y mujeres? Dios cerró las puertas al Paraíso y los seres vivos que mantenían en él una existencia idílica se fueron a otro lugar. Los árboles de la Ciencia y de la Vida se secaron y murieron, pero pese a todo siempre ha habido "héroes" que lo han sacrificado todo para intentar llegar hasta ellos., ya sea buscando el conocimiento absoluto, o bien buscando la vida eterna... Llegar hasta aquí les cuesta todo lo que poseen, incluida su razón... ¿Vísteis su ojos? ¿Su mirada? Por ello estaban así: incapaces de moverse o reaccionar con soltura al ver que aquello por lo que lo han sacrificado todo era solamente un espejismo...
Todas aquellas retahílas os zumbaban en los oídos, o tal vez no.
Haced un último post de capítulo. Si queréis preguntarle más cosas, aprovechad en este último post.
- Entonces estáis diciendo que el lugar en el que nos encontramos... este jardín... ¿es realmente el Paraíso que mencionan las escrituras? ¿el lugar en el que Adán y Eva fueron creados y confinados hasta que la Mujer traicionó la confianza de ... ? bueno ya sabes.- hablando muy despacio como pensando en cada una de las palabras que pronuncio -vimos un medallón en uno de los héroes. Esa escritura... ¿qué es? ¿de dónde viene? es la misma que encontramos en un pergamino en la tumba de un caballero del Templo. ¿Acaso esos caballeros han estado aquí? ¿os han pedido el cáliz que guardáis? ¿cómo hemos podido llegar nosotros aquí? ¿es de suponer que perderemos también la razón? -la poca que nos queda después de lo que hemos visto -pienso para mí.
Me atuso la perilla mientras espero lo que al fin y al cabo hemos venido a buscar. Respuestas.
- Y lo que es más importante. ¿Quien sois vos, dulce y hermosa joven?. - Pregunté, fascinado por nuestra misteriosa anfitriona, de la misma manera que un entusiasta del arte lo estaría ante una obra maestra.En mi caso, como médico, admiraba la belleza de Dios reflejada en el cuerpo humano, y no podía más que admitir la hermosura que nuestro señor había dotado a este dulce ángel - Decís ser la Guardiana del Cáliz, pero no sabemos vuestro nombre...
Roderigo se sintió ninguneado por la muchacha, pero viendo las viandas se le pasasron las calabazas y comió abundantemente mientras escuchaba el relato de la muchacha y las preguntas de sus compañeros. En un arrebato de gallardía y codicia se levantó de la mesa y todavía con la boca llena dijo-Eu creo que eu debería dar para min, eu estou mantendo o mellor material e eu estaba vinculado a min coa mentira. Polo tanto a copa debe ser de ata min.-Y se quedó tan pancho el de Lorca, sorprendido a su vez de que pudiese ser tan "fácil" conseguir el grial. Que si no se lo daban bien dispuesto que estaba a buscarlo y si supiera como hacerlo a torturar a la muchacha. No, no era muy digno el de Lorca.
Creo que me lo deberíais dar a mí, soy el mejor guardando cosas y apunto estuve de hacerme con el de mentira. Por lo tanto el cáliz me debería corresponder a mí.
Era increíble como aquel judío sabía de los relatos cristianos acerca de la creación, para él una taja de mentiras y mitos más allá de la verdadera maestría de Alláh.
Así es, vos referís al Jardín del Edén, y aquí estáis -Nadir se quedó anonanado. Decir desde entonces que un judío había estado en el Jardín de Dios no sería sino la mayor ofensa hablada de cuantas pudiera haber-. Y la mujer tampoco respondió a todas las preguntas del muccadim, que la avasalló a cuestiones. Ese medallón es un lenguaje militar..., templario. Habladle de aquesto a quien tanto quisísteis y luego os traicionó... Él podrá revelaros su contenido.
Y con éste pequeño misterio miró a Jaume, y sonrió con tristeza.
Vos contaré una pequeña historia. Conocido es, aunque más entre los hebreos que entre los cristianos -decía como recordando historias cargadas de temporalidad-, que Dios creó en un principio a un ser único, un ente de dos cabezas, cuatro brazos y cuatro piernas, y también dos sexos de macho y hembra y dos cuerpos (ambos unidos por la espalda). Luego decidió separarlos, y al macho lo llamó Hombre y a la hembra Mujer. Y al Hombre lo llamó Adán, y a la Mujer... Lilith. Pero habiendo sido una vez uno, ansiaban desesperadamente volverse a unir, y se buscaron, se encontraron y yacieron uno dentro del otro. Y se ha dicho más de una vez cómo se pelearon, y cómo Lilith abandonó a su marido para buscarse amantes más ardientes y comprensivos. Entonces Adán quedó muy solo y triste, pues habiendo conocido mujer la echaba de menos. Entonces Dios, en su infinita Misericordia, se apiadó de él, y le dijo que le haría otra compañera. Adán batió palmas de alegría, y pidio estar presente, por curiosidad, mientras Dios creaba a su nueva mujer. Y la creó de la nada, de fuera a dentro: huesos, carne, músculo, cartílago, grasa , sangre, bilis, piel, pelo y aliento. Pero Adán se horrorizó al verla. No quería tocarla, pues no veía una mujer, sino un cuerpo lleno de secrecciones y sangre. Por ello Dios dispuso que el hombre nunca entendiese a la mujer, ni lo supiera todo sobre ella.
Luego Adán durmió, y mientras dormía, de una costilla suya hizo Dios en secreto a Eva... Pero esa parte de la historia ya es más conocida. Lo que no todos saben es que tras la muerte de Adán, Eva se retiró a una cueva, anciana y sola, pues la Parca se niega a ir a buscarla por ser culpable del pecado del mundo...
Desde entonces -parecía estar finalizando-, los textos sagrados no se ponen de acuerdo sobre qué le sucedio a la segunda mujer de Adán. Algunos dicen que simplemente fue destruida, tan pronto como había sido creada. Otros aseguran que fue expulsada del Paraíso y marchó sola a vivir la eternidad del Limbo. Pero algunos insinúan que se le permitió quedarse en el Paraíso, en el Jardín del Edén, que pronto quedó abandonado y seco...
Tras la retahíla que os había contado, se detuvo un momento, dejando que sacáseis vuestras propias conclusiones mientras seguíais comiendo y bebiendo. Finalmente miró a Roderigo con algo de desdén por sus inoportunas palabras hacia al Cáliz. Por eso, la mujer lo miró fijamente antes de reprocharle algo:
El Cáliz... ¿¡Es que no sois capaces de verlo!? -entonces apartó su mirada hacia Jaume, dirigiendo todo el peso de sus ojos hacia él-. Jaume estaba bebiendo de la leche del cueco, y en realidad la joven dama no miraba al médico, ¡sino al mismo cuenco del que bebía! Y el resto de vuestros recipientes, cuando os quisísteis dar cuenta, habían desparecido, no estaban allí: ni el de Nadir ni el de don Álvaro ni el de Roderigo (como si nunca hubiera existido).
Jaume se quedó perplejo unos instantes, con los labios manchados entonces por la leche. Apartó el cuenco de su boca y lo miró fijamente, y todos también lo hicísteis al unísono: supísteis entonces que aquel sencillo cuenco de barro no era sino el objeto que estábais persiguiendo.
LA PRIMERA PARTE DE VUESTRA BÚSQUEDA HABÍA CONCLUIDO.
Fin de la escena. Continuamos en el penúltimo capítulo.