Partida Rol por web

Te encuentras en la ciudad de Mittelweg, no es muy grande, pero es mejor que Basdahl, de donde vienes...

Allí no estaban tus padres, te lo dijo ese cantinero que decía ser amigo de tu padre, sin embargo, no pudo decirte a donde se habían ido...

El viaje fue corto y sin altercados, aunque habías escuchado que los caminos no son muy seguros últimamente, por lo menos los que lindan con el gran bosque...

Ahora mismo, estás en una taberna local, un grupo de campesinos alegres, y con demasiada bebida en su cuerpo, tocan una interminable melodía popular, que ya se está volviendo algo irritante...

Estás sentada en una mesa sola con un vaso y la botella de buen vino, según lo que te dijo el tabernero, que invitaba la casa, o más bien el dueño, que no deja de mirarte cada vez que tiene ocasión... Estás segura que le puedes sacar la cena y el alojamiento por una sonrisa, después de todo, no hizo más que invitarte la bebida una vez entraste al establecimiento...

Pero hay algo más importante rondando por tu mente en estos momentos, siempre hay alguien que te observa, incluso te has acostumbrado a ello, pero sientes la presencia de alguien que te observa desde que llegaste a la ciudad... Cuando entraste en el antro, creíste identificar quién es...estás bastante segura de ello...

Es un hombre sentado en una esquina de la sala, aunque está a tus espaldas, por lo que no puedes examinarlo a fondo, tiene un barba recortada en candado, una mirada seria y el cabello oscuro...Hubieras querido observar más, pero ese vistazo no fue suficiente...

Intentando encontrar el paradero de sus padres, Casandra intenta reponer fuerzas en un taberna en la cual el dueño decía ser amigo de su padre. Casandra, mientras se calienta junto a la chimenea que ilumina el lugar, advierte la presencia de alguien que la está observando, tenía esa sensación desde que llegó a la ciudad. Con un vistazo rápido, consigue ver a un hombre que está sentado en una esquina intentando pasar desapercibido.

Después de mirar rápidamente hacia atrás, Casandra, mirando en la taza llena de té que sostenía entre sus manos empieza a pensar.

Quien será, quizás debería salir de aquí y seguirlo o tal vez debería hablar con él. Al menos aquí estoy rodeada de gente.

Casandra, segundos después se dirige hacia el hombre misterioso y estando a su lado le pregunta.

Buenas noches, me puedo sentar?

Caminas hacia él y no te dirige la mirada, una vez cerca haces tu pregunta y levanta sus ojos hacia tí...

Eh?...Ah sí, claro - dice el hombre que se mantiene serio y no te mira directamente hacia los ojos... -

Pasan unos segundos un poco incómodos y se muestra inquieto...

Este...ehem...¿Puedo ayudarla en algo? - ni él se debe creer a sí mismo, su expresión seria no cambia, pero su inseguridad es patente en su voz, sin duda oculta algo, aunque qué es está más allá de lo que puedas deducir -

La taberna empieza a vaciarse un poco, la noche se avecina y los campesinos que deben levantarse al alba no pueden quedarse todo el tiempo que gustarían...

La música se detiene y el ambiente pasa a ser uno apacible y tranquilo...Pocas personas quedan presentes, sin embargo, el hombre pide otra pinta de cerveza y no parece que vaya a retirarse...

Tras sentarse, Casandra observa más detenidamente al hombre. Tras la pregunta del hombre sobre si la podía ayudar, ella le contesta.

Claro que me puedes ayudar, la verdad es que me gustaría saber porque me sigues. Llevas siguiéndome desde que llegué aquí y querría que me lo explicaras.

Dice Casandra mientras sigue manteniendo una sonrisa picarona.

El hombre emite un suspiro prolongado y finalmente te mira a los ojos...

Casandra, ¿Verdad? - inquiere el hombre y mira un poco incómodo a su alrededor - Sí, te he estado siguiendo y admito que no soy muy bueno en ello - dice ahora y hace un gesto de disgusto al admtir su falta de habilidad... -

Quizás tengas algunas dudas hasta que lleguemos a destino... - el hombre habla en un tono cómplice y no demasiado alto - Tranquila, serás bien remunerada y tenemos tiempo para hablar...por lo menos hasta mañana - dice ahora y da una mirada por la ventana - Debemos esperar, pero esperemos que se apuren un poco - esto último lo dice en tono muy bajo y apenas audible, como si estuviera pensando en voz alta -

Tras escuchar al hombre misterioso, Casandra se muestra desconcertada y no demasiado tranquila. De momento no conocía de nada a aquel hombre y el hecho de que la hubiera seguido no lo hacía más fácil. Casandra comenzó a preguntar en voz baja al hombre intentando ser lo más discreta posible.

Para empezar como te llamas, tú sabes mi nombre así que creo que es justo que yo tambien lo sepa no?

Además de que estás hablando de que podemos hablar solo hasta mañana, que pasa mañana? a quién tenemos que esperar?

Pregunta, tras pregunta, el semblante de Casandra iba cambiando, desapareciendo aquella sonrisa picarona, por un rostro más serio.

El hombre sigue con su actitud seria y suspira de manera prolongada antes de contestar...

Mi nombre es Ninther si es de tanta importancia que lo sepas - dice y su tono es ahora más bajo que antes -

¿Qué pasa mañana?¿Quién llega mañana?...él llega mañana, tu compañero, creo recordar que llegarían al amanecer, deberían saber que estaremos en esta taberna... - el hombre habla como si sus palabras tuvieran mucho sentido para tí y eso empieza a molestarte - Escucha no puedo decirte demasiado, pero una vez llegue debemos partir hacia nuestro destino...

Cada vez más desconcertada por lo que aquel hombre estaba contando, Casandra empieza a pensar que lo más probable es alguien que le está gastando una broma, alguien que está loco o ... alguien hechizado.

Antes de contestar quería comprobar si había algun tipo de conjuro sobre él. Sin hablar y sin moverse lo más mínimo empieza a pensar en conjuro que le ayude a revelar las auras mágicas del entorno.

Con un poco de concentración, examinas al hombre en busca de auras mágicas, sin, ya sean buenos o malos, resultados...

El hombre sigue mirándote fíjamente y no parece agradarle demasiado el hecho de que no hables...

Puedes preguntarme cosas pero no podré responderte a todas - dice el hombre con seriedad - ¿Tienes alguna duda?

Aquel hombre seguía en sus trece de que Casandra sabía de que iba el tema y ciertamente era desesperante. No había ningún conjuro en él, así que se disponía a preguntarle a Ninther si es que ese era su nombre algo sobre lo que iba a suceder.

-Qué sabes de mi compañero?

Tu compañero... - repite más para sí mismo que para tí, como intentando hacer memoria -

Sí - asiente con la cabeza - Creo recordar que era un arquero...no espera - el hombre sigue serio, aunque parece indeciso - No, un hombre diestro con las espadas y con el arco...¿Cómo le dicen? - nuevemante, el hombre se pregunta a sí mismo como intentando recordar -

La situación era desesperante, pero parecía que no iva a seguir hablando, ya que se toma el menton con la mano derecha y permanece pensativo...

Ninther, estaba claro que estaba confundido y ya no sabía ni describir al "compañero de Casandra".

Tenía algún problema mental o era un gran actor? quizás era algo de nacimiento o le habían manipulado el cerebro recientemente?

Un explorador puede ser? Has dicho que viene alguien más, quién es?

Mmm...sí, creo que así le llaman - dice el hombre pero no parece demasiado convencido -

¿Otro compañero?  - Ninther repite tus palabras interrogativamente - No...no, mañana te encontrarás con él...y con su guía claro - esa manera de dar por obvias las cosas resultaba cada vez más molesta, en especial porque él mismo no parecía muy lúcido -

Al hablar del guía, esboza una pequeña media sonrisa...

Sí, Jhon... - musita para sí mismo -

Luego, borra la sonrisa y vuelve a clavar su mirada seria en tu rostro

Casandra ya había tenido suficiente, y no iba a seguir aguantando más historias de este hombre desconocido y loco. Tras las últimas palabras pronunciadas por Ninther, Casandra decide poner fin a esta farsa huyendo.

Tengo que salir de aquí, quizás yendo al baño y después con ayuda de algun conjuro pueda conseguirlo.

Ninther, me disculpas? enseguida vuelvo. Casandra intento decirlo de la manera más amable posible, se levantó y se dirigió hacia el baño. Allí, empezó a pronunciar unas palabras y momentos después  desapareció a la vista del resto de gente. Seguidamente esperó a que los últimos campesinos abrieran la puerta de salida para terminar de escapar de aquella posada de la manera más discreta posible.

Sí, claro - musita el tal Ninther mientras hace un gesto con la mano -

El hombre te sigue con la mirada hasta que entras en el baño, una vez sales, invisible claro, puedes verlo con su mirada clavada en tí, por un momento pensaste que realmente te veía, pero luego descartarste la idea, cuando te moviste, notaste que su mirada estaba fija en la puerta....

Sales sin problemas de la taberna en cuando un par de parroquianos abren la puerta, es de noche hace ya un tiempo y las calles están vacías, necesitas un lugar donde pasar la noche y no conoces esta ciudad lo suficiente como para saber a donde ir...eso no sería un problema claro si hubiera alguien a quien preguntarle...

Casandra, tras haber escapado de aquel loco de la posada donde se encontraba, cae en la cuenta que necesitaba algun sitio donde cobijarse durante la noche,invisible, sigue a los últimos clientes que habían salido, hasta un par de minutos alejada, Entonces, manteniendo la distancia para que no se sobresaltaran se acerca a ellos y les pregunta:

-Buenas noches caballeros, sabrían decirme otra posada que haya en Mittelweg para poder pasar la noche aparte de aquella? dice señalando la posada que dejan atras.

Eh!? - grita sobresaltado uno de los parroquianos - Ah, pero mira que tenemos aquí - dice ahora el hombre, que parece estar ebrio y despide un olor nauseabundo por la boca - Dime princesita, - dice y extiende una mano intentando tocarte el brazo - ¿Por qué no vienes a dormir a mi casa?...no te cobraré nada y estarás mucho más comoda que en una sucia posada - al hombe se le traba la lengua mientras habla -

El otro hombre te mira sin interés y parece distraído con sus propios pensamientos, hasta que, de repente, pone una expresión de alarma y sale apurado, casi corriendo, en dirección contraria a la posada.

Volteas y ves la figura de Ninther acercarse despacio y con expresión extremadamente seria.

¿Qué pasa? - interroga el ebrio al aire con gesto confundido - Bah - dice y hace un gesto, antes de intentar volver a tocarte -

Mierda, no puede ser. Dice Casandra entre dientes mientras observa a Ninther como se acerca.

No me toques, pervertido! sino quieres acabar criando malvas! Dice indignada y con una mirada de odio, al parroquiano que intenta tocarla en todo momento.

Ahora que hago? Este tío no para de seguirme, solo quedan dos opciones, o lo hago mi aliado o hago que su vida acabe aquí mismo.

Casandra estaba cada vez más nerviosa, el tal Ninther, era un loco que además de que se inventaba historias, no dejaba de seguirla a todos lados. Parecía no vivir en esta realidad y eso lo hacía peligroso.

El parroquiano te mira furibundo y, súbitamente, se calma y esboza una estúpida sonrisa, se da vuelta y camina tambaleante por la calle.

Ninther se acerca a tí y su expresión se muestra diferente...

Escucha - te dice y suspira - Sé que es extraño pero tú compañero llegará mañana en la mañana o, en el mejor de los casos, antes, junto con su "guía". Sí, guía, así como yo soy tu guía...o al menos se supone que lo sea...- susurra con gesto enfadado - el asunto es que se requiere tu presencia en Delberz y me han enviado a buscarte. Serás bien remunerada una vez lleguemos a destino, pero primero debemos esperar.

Quizás una vez llegue Jhon él pueda explicarte un poco más, tengo entendido que él está mejor informado...Jhon es el guía - dice como si fuera obvio haciendo un gesto con su mano -

Me harías un favor si esperaras hasta mañana...