Partida Rol por web

Te encuentras en la esplendorosa ciudad de Altdorf, capital imperial y fortaleza inexpugnable según algunos...

Estás paseando por una vereda un poco derruida alejada del centro de la ciudad... Parece que esta parte de la ciudad no está muy bien mantenida, aunque la infraestructura sí destaca por su calidad que, aunque antigua, aún conserva su "encanto"...

Las calles están bastante vacías ya que la noche ya se cierne sobre tu cabeza... Durante el día, has estado repartiendo la noticia por aquí y por allá de que buscas una banda de aventureros...Los interesados tendrían que encontrarse contigo o dejarte un mensaje en La vela Muerta una taberna en la que te hospedas, el tabernero ha accedido ha decirte quiénes se han interesado cuando llegues si no has estado...primero ha estado un poco reacio a aceptar, pero finalmente ha aceptado de buena gana, tuyo es el buen ejemplo de las apariencias engañan...

Luego de hacer esta "tarea", has pasado un tiempo intentando conectarte con esa fuerza desconocida, que te brinda un extraño poder cuando te encuentras en apuros...

Miras hacia el cielo...es tiempo de volver a la posada...Te sientes desanimado, la muerte Tron te ha afectado sin lugar a dudas y te preocupa que ésto pueda afectarte en la batalla...

Caminas lentamente en dirección al establecimiento y en el camino observas el templo a Pelor, bañado por la luz de la luna, el templo aloja a los seguidores del Dios, aunque estás casi seguro de que no se trata de él...

Llegas a la taberna y te derrumbas sobre una de las mesas, tienes hambre y nadie ha respondido a tu solicitud...

   Me levanto de la mesa en la que me encuentro, el cansancio no me había permitido llegar a la barra inicialmente, ahora que tengo un poco de fuerzas camino lentamente hacia allí, sentándome en uno de los bancos.

   Ahora más cerca del tabernero, le digo: Hola de nuevo, agua y algo sustancioso para comer en cuanto puedas, las tripas me rugen.

   Permanezco allí esperando que me dirija la palabra para poder continuar la conversación, pues no me gusta ser demasiado oneroso.

   "En realidad lo que realmente me interesa es tu nombre".