Motivo: Bo
Tirada: 4d6
Dificultad: 3+
Resultado: 6, 6, 2, 5 (Suma: 19)
Exitos: 3
Motivo: Borrachera de Willy
Tirada: 4d6
Dificultad: 3+
Resultado: 5, 5, 6, 4 (Suma: 20)
Exitos: 4
Bah, me he hecho un lío con las reglas (tengo cognición 4, debería haber tirado 4 dados, ¿no?) y luego con la interfaz. Pero bueno, tienes nuevos resultados si hacen falta :-)
No hay problema. Te doy por valida la segunda tirada, aunque no se porque te sumo 19, el resultado correcto seria 7
Robert y Sophia no creían que Willy estuviese borracho esta vez.
Pero el Sheriff miró a Willy con desdén.
-No pienso tocar esa mugrosa revista. Ya me la mostraste mil veces, esa y la porno que es igual de vieja pero al menos tiene fotos de mujeres desnudas. Mira, mejor vuelve a tu casa y deja de molestar.
Luego se dirige a Robert, quien había sugerido ir al bosque a investigar.
-Oye, yo ya estoy viejo para andar entre el fango y la maleza por un desvarío de un borracho. Ve tú si quieres. Yo te espero aquí.
El reto de cognicion revela que willy no esta borracho. Tomo por valido el dialogo donde robert sugiere ir a investigar.
El bosque esta en las afueras del pueblo pasando las granjas. Se puede ir caminando. Luego pongo un mapa.
Ante la incredulidad del sheriff, Willy comienza a desesperarse.
-No! No! Sherif, tienen que creerme!
Luego, al escuchar la respuesta de Robert, lo sujeta de un brazo.
-Si, por favor oficial, investigue. Nos están invadiendo! Tienen que hacer algo ya! Antes que sea tarde!
Motivo: accion - sujetar a robert
Tirada: 1d6
Resultado: 6
Robert puede hacer un conflicto de accion para intentar soltarse o someter a willy. La dificultad seria 6 (lo que saco willy en su tirada)
Un poco sorprendido por la actitud de Robert.-Calma Willy ya te dije que voy. le doy unas palmadas en la espalda y trato de soltarme amablemente.
Señalando a Joey.-Ya que te la das de alvorotador tu vienes conmigo.
Y la que hace que no escucha se quien esta en mi pueblo, si quieres te vienes.
Me dirigo a la mesa y tomo lo que me queda del cafe y todo mi equipo de la mesa
Las palabras de Robert parecían estar tranquilizando a Willy, quien poco a poco comenzó a soltarlo.Pero cuando finalmente se calma, algo extraño sucede. De pronto Willy mira a todos con cara de loco y les dice:
-A ellos les gusta la carne.
En medio de la confusión, suena un celular. Es el de Sophia.
El nivel de amenaza sube a 1
De pronto tu celular suena. Es tu asistente de la veterinaria.
-Doctora, tiene que venir aquí. Jamás había visto algo así.
El teléfono de Sophie suena. Responde sonriente: ¿Qué hay, Mary? ¿Ha venido algún cliente? Todavía estoy esperando... El semblante le cambia al oír a la interlocutora, a la que responde con voz extrañada y curiosa: ¿Qué? ¿Qué ha pasado?
Sophie intenta hacer contacto visual con Lily y hace un gesto de preguntar por la comida mientras empieza a recoger sus cosas para levantarse. Tiene la sensación de que se la tendrá que comer por el camino...
-Willy amigo, te acompaño, no tengo mucho trabajo en el taller, y así verás que todo son alucinaciones tuyas. Prómeteme que si no hay nada irás a Alcohólicos Anónimos, vale?
No sabía qué esperaba de la conversación, pero nunca que el entusiasmo del hombre fuera causa de “un platillo volador”, provocando que alzara una ceja incrédula y mirara con asombro la posición de Willy con ojos entrecerrados, intentando captar si había alguna sustancia ilegal de por medio que le causara aquella ilusión.- Este pueblo es demasiado divertido.
Alargó la comisura de sus labios en un intento de sonrisa al escuchar cómo el resto reprochaba al eufórico hombre, dejando por fin el móvil tras guardarlo en el bolsillo del pantalón, cruzar los brazos y girar el rostro para mirar de nuevo por la ventana.
Cuando escuchó sobre ir a investigar una bombilla se encendió. Estaba claro que la ufología no era su campo, ni su punto fuerte.- A quién quiero engañar, ni siquiera creo en bichos verdes montados en bicicletas.- pero puede que fuera el comienzo de un interesante artículo. “Los desvaríos de un loco”, “el platillo perdido”. Ese tipo de historias de serie B que todos fingían que no le interesaban pero acababan leyendo de una manera u otra, solo necesitaba un par de fotos, un poco de información y tendría el gancho para un buen artículo. Además, era poco de innovar un poco en su carrera.
Robert: Y la que hace que no escucha se quien esta en mi pueblo, si quieres te vienes.
Al escuchar al hombre con traje de policía no pudo evitar soltar una débil risa, más por el hecho de haber sido descubierta que de lo estúpido de haberse escondido como una cría que acaba de cometer una travesura.
Sin ninguna prisa se desplazó en el asiento para levantarse de manera grácil, cogiendo la bolsa con el equipo y colgándosela al hombro. Después camino hasta la posición donde se encontraba Willy y Robert, haciendo sonar en el restaurante los tacones que llevaba y sonriendo a Robert cuando sus miradas se cruzaran.
Al llegar se colocó entre ambos, pero dio un lento giro dando la espalda a Robert para ponerse frente a Willy.
Te creo.- Sentenció nada más comenzar, sacando de su bolso su cartera y abriéndola, cogiendo con dos dedos una tarjeta.- Sabemos que la policía no presta demasiada atención a este tipo de… “casos”.- giró la cabeza para mirar a Roberts y guiñarle un ojo.- Sin ofender.- Volvió a la posición, centrándose en aquél extraño hombre.- Pero estoy interesada en investigar el platillo.- Le dio la tarjeta, donde podía verse su nombre y su teléfono.- Llámame si tienes cualquier tipo de información, ¿de acuerdo?- Terminó de hablar sonriendo dulcemente y apartándose un par de pasos. Después miró a Robert.- ¿Vamos, agente?
Un poco sorprendido por la despampanante pelirroja. Ofendes querida y creo que deberias cambiarte esos tacones si vamos al bosque. Ademas de que hiciste mal, cuando Willy se emborrache puede terminarte llamando y mucho.
No esperaba que aceptaras tan rapido, es bueno saber que puede ayudar aunque sea por interes.
Mirando a Pat un poco despcionado-Sheriff tu no eras asi, que te paso.
Agarrando a Joey por el hombro-Gracias por aceptar, disculpa que te meta en esto.
Mirando a Lily, casi rogandole ayuda.- Dale un calmante a Willy.
Coguiendo la Revista de Willy- Prestame esto, me hara falta
Mary se oía confusa y nerviosa.
-Yo... es que... esto es algo que no me enseñaron en la universidad y... Papá, cálmate, por favor! Lo siento, es que mi padre esta aquí y se ve muy alterado. Si no hago algo para que se tranquilice le dará otro infarto. Debo colgar ahora, venga pronto, por favor.
Y diciendo esto, cuelga el teléfono.
Lily miró a Sophia preocupada. No había podido entender lo que decía Mary al teléfono, pero por el tono de su voz parecía que algo había pasado.
-Oye, esta todo bien? Es que me parece muy raro. Primero Willy y ahora una emergencia en la veterinaria. Nunca pasan tantas cosas interesantes en un mismo día en este pueblo...
Sí que es raro... Mira a Tiffany a ver si reacciona de alguna manera. Lo siento, Lily, tengo que volver a la consulta.
Sophia sale de la hamburguesería y vuelve a la consulta.
Tengo aquí mi coche, puedo cambiarme el calzado.- Buscó con la mirada su coche en el aparcamiento a través de la ventana, pensando donde lo había colocado. Por suerte había aprendido hace mucho a llevar en el maletero unos zapatos cómodos, para aquellos momentos que tuviera que caminar en lugares empantanados para una simple fotografía, a pesar de que adoraba sus estupendos tacones.
Cogió las llaves del coche, haciendo tintinear con los numerosos llaveros que pendían de él, y sin sentirse aludida por las palabras o las continuas miradas de la veterinaria.
Willy.- Llamó su atención para después hacer un gesto del teléfono con la mano, acercándosela a la oreja a modo de que la llamara con cualquier información tal y como le había dicho anteriormente.- Cancela mi pedido, por favor.- Dijo a la camarera antes de mirar a Robert.- Le sigo con el coche, agente.
Tras esto salió del restaurante, caminando hasta su coche.
Mientras todos se van el sheriff aprovecha para pagar la cuenta y dirigirse a la comisaria a echarse una siestita en su escritorio.
De pronto, Lily se había quedado sola en la hamburguesería. Eso la ponía triste.
Vaya, tan tranquilo y animado que había empezado el dia... y de pronto se van todos y uno me cancela un pedido... que mala suerte.