No hizo falta que llegase a salvar a Scarlett porque esta reaccionó con rapidez, rodando para evitar la camioneta, mientras esta se adentraba en la iglesia profanando literalmente todo el lugar, como si de una violación se tratara. El símil me hizo sonreír ligeramente, una vez me di cuenta de que Scarlett estaba fuera de peligro.
Sin perder tiempo, al ver el tremendo choque contra las vigas, corrí para alejarme de la furgoneta, sintiendo el calor de una explosión y una llamarada inesperada que pasó por encima de la cabeza. En cuanto pude, me volví justo a tiempo para ver a Royce bajando, con las manos ardiendo.
Vaya, alguien no tiene sentido del humor.
Estaba claro que su furia le había hecho más poderoso y que iba a intentar acabar con todos, una vez había llegado hasta allí, como fuese. Los glifos de la iglesia brillaron y Royce comenzó a acercarse hacia nosotros, sediento de muerte.
Oh-oh. Ese hechizo protector va a crearnos problemas.
Miré a Scarlett y a Jim y después a Nate, mientras el tipo al que le había cogido el revolver protestaba sin saber de lo que estaba hablando. Entonces sonreí... y le di una patada para empujarlo con fuerza hacia Royce y que entrase en su círculo mágico.
Ahí tienes, para que empieces a comer.
¡MECAGO'N TU MADRE! - el hombre sale despedido por la patada de Dexter y acaba a los pies de Royce. Las llamas infernales lo envuelven con gula calcinándolo hasta matarlo. El falso vagabundo parece encontrarlo divertido.
¿A ti también te gusta sacrificar peones? - muestra una sonrisa llena de crueldad - ¿Por qué no te unes a mí? Te divertirás más que con ese idiota resplandeciente - dice señalando a Nate...
No he querido pisar el post de Scarlett, pero la acción de Dexter interrumpe lo que Royce iba a hacer.
Además, me he reído muchísimo XDDD
El choque con la furgoneta me dejó bastante mareada y despistada. Prácticamente me movía a cuatro patas por el suelo, sin poder centrar la vista en condiciones. Las vueltas que dí tras el impacto, me dejaron medio K.O. De golpe sentí que alguien tiraba de mí y me puse en pie. Me entregó con su otra mano las talabardas con las katanas y sentí su voz en mi oído.
Mi corazón se puso a mil por hora al escuchar su voz.
Aún bastante desequilibrada, logré ponerme la talabarda y girarme hacia la furgoneta, pero tuve que apoyarme en Jim para mantener aún en pie.
Pude ver como los glifos de la Iglesia respondían ante Royce y eso me dejó claro que aquel cura era los nuestros. No dejarían una Iglesia como esta a cargo de cualquiera. Esquivar la puerta del vehículo cuando aquel psicópata la hizo saltar, fue tarea fácil para mí, pues mi peso esta aún cargado sobre Jim. Así pues cuando él se movió para esquivarla yo hice lo mismo por inercia y la vi pasar demasiado cerca de mi cabeza para mi gusto.
- Cabrón. Este va a ser jodido de vencer. - Le susurro a Jim y en ese momento veo a Dexter lanzar a uno de los estúpidos ladrones hacia Royce y como su cuerpo arde y se consume al contacto de las llamas. - Muy jodido de vencer... - Le aclaro por si dudaba y le miro con preocupación.
- Vamos a necesitar mucha agua bendita para vencerle. - Le susurro a Jim ahora que aquel maníaco está entretenido con Dexter. - El cuerpo a cuerpo no vale... y le he visto hacer de lanzallamas. Deberías entrar en la iglesia y si llevas tu rifle en la pick up, que el pastor lo bendiga. Quizás las balas benditas le debiliten algo mientras conseguimos esa ducha... Nate puede trasportar al padre a la fuente para que Royce no le alcance y... luego te necesitaré seguramente... porque dudo que tengamos demasiado tiempo desde que se apague hasta que se encienda y quiero meterle en la Iglesia, trinchado como un pavo con las dos katanas... Ya estoy mejor... y ahora parece que le interesa negociar con Dexter... creo que es el mejor momento para que te muevas, Jim.
Miro a ver si hay una boca de incendios en la calle. Siempre las hay... - ¡Vamos a necesitar a los bomberos y al Pastor! - Le grito a Dexter y a Nate. - ¡Pero primero los bomberos! ¡Que alguien les llame! - Exclamo al tiempo que sigo buscando una maldita boca de incendios. De dar con ella, solo tendría que abrirla y duchar a aquel cabrón con ella, al tiempo que el Pastor la bendice... eso debería apagar sus llamas y debilitarle.
La expresión del hombre no fue tan divertido como verle incinerado casi al instante, en medio de gritos de dolor que apenas duraron unos pocos segundos, pero que me aseguraría en recordar durante algún tiempo para apaciguar a mi pasajero oscuro.
Al final sí que ha servido para algo.
Por supuesto, Royce no iba a sentir ninguna lástima por él, aunque no de la misma manera que yo. En mi caso era una cuestión de falta de capacidad para sentir algo por cualquier persona... o casi cualquiera, porque había descubierto que la ausencia de mi prima me inquietaba y había sido testigo de como intentaba salvar a Scarlett cuando vi que la furgoneta se le echaba encima. Pero para Royce... todos éramos prescindibles, puras herramientas. En él la maldad era algo mucho más profundo y terrible de lo que cualquiera podría ver en mí, incluido yo mismo.
Al referirse a Nate miré en su dirección, siguiendo su indicación. Era cierto que Nate era bastante aburrido y que su comportamiento se había vuelto algo caprichoso, decidiéndose a veces por acciones que no terminaba de comprender. Los ángeles ya no eran lo que solían ser.
Bueno, no estoy con él porque sea divertido, sino porque puede que me divierta acabando contigo, pensé.
Y estaba claro que íbamos a necesitarle para acabar con Royce, porque la protección que tenía era capaz de arrastrarnos a todos al mismo lugar que lo había hecho su... peón.
Mientras tanto, vi como Scarlett hablaba con Jim y establecía un plan de acción. A pesar de no poder escucharla, la conocía lo suficiente como para saber que ya tenía algo en mente y que lo único que necesitaba era algo de tiempo. Definitivamente, eso era algo que le podía entregar... aunque no sería nada fácil.
-Eso depende. ¿Qué me puedes ofrecer a cambio y qué tendría que hacer? Quiero decir aparte de no intentar matarte, por supuesto -le dije, siguiéndole el juego y sonriéndole.
De acuerdo - Jim sale corriendo para rodear la iglesia en busca de su fusil. Royce chasquea la lengua y pone una expresión divertida.
Cazadores. Lo único que sabéis hacer es preguntar qué es y cómo lo matáis. Aburrido. - chasquea la lengua y se dirige a Dexter - Muy sencillo: empieza pegándole un tiro a esa mujer y después acompáñame. Podrás matar con total impunidad ¿No es eso lo que ansías? ¿Satisfacer tu sed de sangre? Olvídate de pactos y todas esas chorradas. Un ser oscuro como tú irá al Infierno al morir de todas formas así que ¿Por qué no te diviertes al tiempo que haces méritos para la Reina del Infierno?
Durante el discurso de Royce la mirada de Scarlett se fija en un hidrante rojo cerca de la carretera. Necesitará apañar alguna herramienta para abrirla.
El sacerdote aparece en el umbral de la puerta junto a Dexter.
¡Atrás, demonio!
Royce sonríe mostrando una vez más sus dientes picados - Pastor Holloway, encantado de conocerle.
Abandona tu propósito y márchate de aquí - replica el pastor.
Royce suelta una carcajada - Lo siento, pastor, pero no cuela. Usted es un Guardián, no un Cazador. Sabe perfectamente dónde termina su territorio y empieza el mío, por eso no ha cruzado el umbral - Vuelve a dirigirse a Dexter - ¿Por qué no repites lo de antes? Sé que te ha gustado. No tienes por qué reprimirlo. Déjalo...
Un móvil empieza a sonar en el bolsillo de Royce - Ah, disculpadme - Se lo pone en la oreja y sonríe.
Bien, todo está listo.
Jim regresa con el fusil de asalto en las manos y apuntando a Royce.
¿Qué piensas hacer con ese juguete? - pregunta el demonio...
Jim salió a toda velocidad de la iglesia mientras ese tal Royce parecía concentrarse en mí. Me sorprendió su comentario acerca de que matar era aburrido. Seguramente era debido a que lo que más le interesaba era el poder en sí; eso lo convertía en alguien peligroso, porque no le importaría hacer lo que fuese necesario para conseguir su objetivo.
Lo que dijo sobre mí a continuación me dejó más que perplejo. Nadie lo sabía, o nadie que estuviese vivo al menos. ¿Cómo lo había averiguado él?
-Ansío muchas cosas y me gusta matar demonios y gente como tú. Es lo que más me motiva -le dije, sin alterar el gesto. Sin embargo, él estaba al tanto de todo y sabía bien de lo que estaba hablando. Por mucho que intentase quitarle importancia, no hablaba solo por hablar. Intentaba con bastante eficacia que cambiase de bando. Pero si algo me había mantenido cuerdo y seguramente con vida hasta ese momento era saber escoger mis víctimas y no dejarme arrastrar por mis ansias. Sentía con mi pasajero se removía en mi interior, suplicándome que aceptase aquel trato, pero no había sitio para él en la Tierra, no mientras yo viviese. Ese era el código que me había impuesto y no lo cambiaría nunca.
Sí, seguro que iré al infierno, aunque estoy intentando retrasarlo lo máximo posible.
-No sabía que hubiese una Reina del Infierno. Un rey sí, pero ¿una reina? Es curioso.
En ese momento apareció el sacerdote a mi lado, aunque dudaba que solo con pedirlo Royce se deshiciera como la mantequilla fundida y desapareciese de allí.
Royce le prestó atención pero solo un momento, lo justo para volver a hablar conmigo.
Sí, pero antes ganamos todos.
-Me gustaría hacerlo, pero contigo. ¿Podrías... no sé, incinerarte a ti mismo, para ver así lo que se siente? ¿No tienes curiosidad?
Y en ese momento, sonó el teléfono de Royce. Parecía estar pasándolo en grande. Ni siquiera la aparición de Jim hizo mella en su confianza.
-Eeeh... padre, creo que será mejor que permanezca detrás de mí -le dije, alejándome ligeramente de Royce, mientras pensaba que aquel hechizo protector tendría su resistencia. No podría aguantar todo el tiempo que quisiera, así que si lo forzábamos, aparte de atraer su atención... quizás lograse debilitarlo.
Saqué entonces mi arma y disparé contra él, y seguí disparando mientras quedaron balas en el cargador.
Puede que no mueras por una de mis balas pero con un poco de suerte, será la última vez que sonríes gracias al plan de Scarlett.
Al demonio le gustaba hablar mucho, demasiado para mi gusto. Se veía que estaba solito en su mundo de llamas y más cuando reclamaba de esa manera el tener amigos.
Jim llegó con el rifle. - Espero que te diese tiempo a que el pastor bendijese las balas o el arma, porque de lo contrario no servirá de mucho, solo para distraerle... - A veces una mirada era más que suficiente. - Mira que te dije que lo bendijese...
Y el demonio se fijó en el rifle y yo en la boca de incendios.
De nuevo sobraron las palabras entre Jim y yo, que salí despedida como alma que lleva al diablo. Mis manos sostuvieron el enorme tapón de metal y lo giré con fuerza desde detrás del mismo. No era yo la que debía mojarse, sino aquel demonio. Una vez retirado, el agua comenzó a salir.
- ¡Nate, necesito bendecir esto! - Exclamé, esperando a que me trajese al pastor. Yo misma giraría el chorro hacia aquel cabrón psicópata retorciendo la boca de incendios si era necesario.
Motivo: Sin Límites
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 2(+1)=3 (Fracaso) [1, 1]
Gasto 1 punto de suerte (que ya va siendo hora) y cambio la tirada a 12.
He ido y vuelto de la pickup a toda prisa - responde Jim - Pero si necesitas una distracción te la doy.
Mientras Scarlett corre hacia la boca de incendios Royce sigue hablando con Dexter - ¿No la conoces? Pues Rowena sí que te conoce a ti, y te está esperando.
Scarlett arranca una de las tapas de una patada y con la fuerza de sus manos gira la llave de paso hasta crear un potente chorro de agua. Royce levanta una mano para disparar una bola de fuego contra Scarlett pero es interrumpido por una ráfaga del fusil de Jim.
¡No molestes! - el demonio lanza las llamas contra Jim. El ex-soldado rueda por el suelo para apagarlas. Nate aparece junto a Scarlett y con las manos rutilando de energía sagrada bendice el agua de la boca de incendios. El chorro golpea el muro de llamas de Royce y le golpea de lleno. Royce grita y se retuerce como está haciendo Jim ahora y de repente desaparece dejando tras de sí un círculo de hierba quemada.
¿Ha muerto? - pregunta el pastor Holloway.
Muerto no - replica Nate - Sólo expulsado de este lugar.
Joder, huelo a barbacoa - dice Jim levantándose - ¿Y dónde ha ido?
De vuelta a su origen - dice Nate - La piedra de los Barrett.
Las sirenas de policía aúllan en algún lugar no muy lejano...
Motivo: Usar magia (Nate)
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 9(+1)=10 (Exito) [6, 3]
Motivo: Actuar bajo presión (Jim)
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 7(+1)=8 (Exito) [1, 6]
Scarlett gana 1-experiencia (aunque haya gastado Suerte para cambiar su tirada se sigue dando el punto por el fracaso)
Jim recibe 1-daño y gana 1-Fuego
Jim reapareció antes de que pudiéramos actuar contra Royce y fue lo que necesitó Scarlett para aprovecharse de mi pequeño entretenimiento y correr hacia la boca de incendios.
Royce, por su parte, parecía estar disfrutando con la charla, e incluso me dijo el nombre de la supuesta Reina del Infierno.
Rowena, Reina del Infierno. Sonaba bien, pero no era como si me interesara, ni tampoco que estuviera esperándome.
-Me temo que tendrá que seguir haciéndolo porque no tengo tanta prisa en llegar. Pero puedes ir a decírselo en persona y quedarte allí. Seguro que agradece la compañía.
Y mientras hablábamos, Scarlett puso en marcha el hidrante que había en la calle, frente a la iglesia, creando un chorro de agua que se dirigió hacia Royce. Este intentó atacar a Scarlett pero Jim fue lo suficientemente rápido como para en primer lugar, distraerle y después, esquivar su ataque.
En el mismo espacio de tiempo, Nate bendijo el agua y para cuando llegó hasta Royce, ya era un arma mortífera, haciendo que desapareciera en medio de un grito de dolor, y dejando el ambiente completamente en silencio.
-Bueno, expulsado nos vale por el momento -comenté, sacudiéndome un poco la ropa, que estaba ligeramente mojada. Mientras, Nate explicó a dónde había ido y yo me volví hacia el padre -. Padre, necesitamos el cáliz. Sin duda alguna, de no lograr acabar con él ahora, vendrá a buscarnos porque necesita el cáliz, y entonces le estaremos esperando.
Después me volví hacia Nate.
-Si pudiésemos encontrar esa piedra tampoco estaría nada mal. Quizás fuésemos capaces de dejarle allí dentro, encerrado durante un milenio o así, y terminar con esto.
Con Royce fuera de nuestro alcancé me acerqué a los demás maldiciendo por lo bajo. - ¡Mierda! Contaba con debilitarle y meterle en la Iglesia para su gran final, no que huyese allí. - Estaba fustrada porque el ataque en sí, la idea era buena, solo que no conté conque estuviese atado en aquel lugar de aquella manera.
Mi mayor problema era que siendo una Van Helsing, me consideraba que estaba por encima de todo y de todos y subestimaba a mis enemigos. Por eso perdí a mi familia, recuerdo que hizo que mi corazón se retorciese en mi pecho de nuevo al venir aquellas horribles imágenes a mi cabeza.
Y ese dolor era el que me hacía recordar que debía ser más precavida con todo.
- Padre, la katana que lleva Jim lleva un sello sagrado contra demonios, así que a Royce le pasará factura un corte de ese arma o de las mías. Pero necesitaré que o bien bendiga la munición de las armas de mis compañeros o las sumerja en agua bendita, lo que mejor funcione.
Mis ojos quedaron fijos en Jim, dudaba que fuese una buena idea llevarle con nosotros pero era el único que podía guiarnos hasta la Piedra de los Barret. - Bonnie, usted se quedará aquí. La Iglesia es un buen sitio donde estar protegida. - Las sirenas sonaban acercándose al lugar.
- Tenemos que irnos, vamos a tener que volver a la tienda de Hunt y comprar globos de agua o en su defecto preservativos. - Mis ojos quedaron fijos en Nate. - Te tocará bendecirlos. Serán una buena arma contra él si vuelve a sacar llamitas infernales y si no las saca también. En cuanto al Cáliz, la idea es buena Dexter. Creo que Nate es quien debe protegerlo, puede viajar y traerlo de vuelta si todo se tuerce. Ojo con el fuego cruzado y recordad que acabaré cuerpo a cuerpo con él... así que procurad no darme un tiro. Si hay que ajustar algo más, lo haremos en la tienda de Hunt, marchémonos antes de que llegue la policía y la prensa.
Miré al cura. - No esperaba encontrarme a un Guardián aquí. Esto si que ha sido una sorpresa. - La de Jim no había quedado atrás, pero era algo distinto, una llamarada que se encendió el primer día y el segundo murió. - Espero que podamos volver todos para despedirnos de usted antes de marcharnos del pueblo. - Le dije a modo de despedida.
Y por inercia corrí hacia la pick up de Jim y dudé por un momento si subir o no, porque aquello no funcionaba y quizás era mejor ir con Dexter. Pero las sirenas sonaban cada vez más cercanas y no tuve opción. De todas maneras, iba a mantener la misma conversación en la furgoneta de Dexter que junto a Jim... y al menos con el segundo tendría buenas vistas.
Las sirenas de policía se dirigen al bosque - comenta Jim - Ellos no están preparados para enfrentarse a Royce.
Venid conmigo - dice el sacerdote - No puedo abandonar mi iglesia pero sí puedo ayudaros.
El Guardián conduce a los Cazadores al interior de la iglesia. Allí utiliza el cáliz codiciado por Royce para realizar un breve ritual que termina derramando agua bendita sobre las armas de Dexter y Jim - Debería durar lo suficiente para que acabéis con ese demonio.
No tuerce el gesto cuando Jim rellena un par de botellas de agua en la pila de agua, cuyo nivel no desciende lo más mínimo. Bonnie lo observa todo con mirada atónita. Por supuesto, no tiene inconveniente en quedarse a salvo en la iglesia.
Gracias, pastor - dice Jim - Parada en la tienda de Morgan y rumbo a la piedra de los Barrett...
Hasta el final de la partida vuestras armas tienen la etiqueta [Sagrada] y pueden acabar definitivamente con Royce.