Patxi acude a un encuentro de Bilbainos cerca del Monasterio de Montserrat
Barnacity, el futuro Alejo Primero, un librero demente, amo y señor de la voluntad y el espíritu de Philip K. Dick conquistó Europa implantando su propia religión a Dick. Todo el entretenimiento fue prohibido: No se permite leer manga, no se permite leer comics, no se permite jugar a rol, no se permite ver películas de acción, no se permite escuchar música dance.
Después de subyugar a la población con sus tropas de elite denominadas Fanhunters y sus tropas de asalto conocidas como Tintín Macutes, multitud de fans pidieron a gritos que se luchara contra la tiranía. Ahora vosotros sois nuestra última linea de defensa.
Bienvenido al reino de Alejo.
Bienvenido a Barnacity.
Baila o muere.
Sábado 23 de Junio del año 2012 de la era de Dick.
El día amaneció soleado. El frescor matutino de un esplendoroso día veraniego daba los buenos días a los ciudadanos que comenzaban a salir a la calle a hacer sus tareas diarias: comprar el pan, tomar un café, robar un banco o sencillamente dedicar la mañana a tirotearse con los Macutes en NeoBarris. Un día, en definitiva, como cualquier otro en Barnacity.
En las afueras, sin embargo sucedía un evento algo mas extraño. Algo que ocurría una vez al mes y que reunía a hombres y mujeres en torno a un evento clandestino para recordar sus raices: cerca del monasterio de Montserrat un grupo de Bilbainos se juntaba para pasar un día entero comiendo Talo con Txistorra, bebiendo sidra, apostando en las idi probas y jugando a pelota-mano. No era raro el día en el que las fuerzas Macutes se presentaban allí a fastidiar la fiesta, pero al contrario de agüarla, terminaban animándola, ya que los aguérridos vasquitos (y vasquitas) gustaban de tocar la Txalaparta usando sus costillas tras la carnicería previa.
Y allí se encontraba Patxi, vasco como el que mas, comiendo talo y txistorra y bebiendo sidra antes del partido de pelota mientras hablaba con su amigo Iñaki, Rebelde como el y escuchaba la trikitixa que amenizaba el lugar.
Patxi alzó la botella de sidra haciendo que el dorado liquido golpease el borde de los vasos. Le paso su vaso a Iñaki.
-Dioss, me encanta Maixa ta Ixiar- dijo el enorme vasquito mientras daba un trago a su sidra y un gran mordisco a su talo de txistorra.- Y esta txistorra... ¡es como estar en el baserri de la amona Inaxi! ¿Has traído los dirus para las apuestas de pelota? Por mis cojones que hoy gana Titín XXI
-¡Aiba pues! -respondió algo indignado Iñaki- Pues claro que he traido los dirus, pocas ocasiones tenemos de poder apostar a nuestro pelotari favorito, no podía olvidarme de traer algo con lo que sacarnos unos cuartos. Iñaki le dió un trago a su vaso y se quedó callado un rato, mientras escuchaba la música.
- Vamos a probar ese queso de allí, que me han dicho que es Idiazabal de Markina auténtico. A! y mira lo que he traido para el partido dijo mientras metía una mano en un bolsillo de la camisa un par de puritos Malborono, de los que fuman en las llanuras de Gernika, para amenizar el partido.
-Cagüen zotz, Markina... ¡Que recuerdos! Todavía me acuerdo de cuando íbamos a las Idi probak- Parxi dio un trago largo a la sidra y se terminó el vaso. Luego de un bocado se comió lo que le quedaba de talo.
-Bueno mutiko... aurrera, que va a empezar el partido.- dijo comenzando a subir por las gradas del frontón portátil que habían montado para la ocasión.
Tras coger un par de buenos trozos de queso y algo de pan para acompañarlo, ambos subieron a ocupar sus asientos, se acomodaron y comenzaron a llamar a los encargados de las apuestas para dejar el tema zanjado antes de que diera comienzo el partido.
Hablaron de alguna cosa trivial durante unos 15 minutos, tras lo cual salieron los dos contendientes al frontón: Tintin XXI y Olaizola XV. Unas palabras de presentacion y unos aplausos despues, el partido dió comienzo y la tensión de la confrontación inundó el frontón.
Patxi disfrutaba del partido y del Malborono que le había dado Iñaki. Daba gracias a la Amatxu de Begoña que permitía que cada mes se celebraran esas reuniones clandestinas en la diáspora.
Tu dirás :D
La confrontación entre los dos pelotaris se estaba haciendo intensa y todo el mundo seguía expectante los movimientos de los contendientes, era difícil adivinar cual sería el resultado ya que ambos iban muy empatados. En un momento de descanso Iñaki habló:
-La ostia, esto se está poniendo duro para tintin. Espero que se espabile, porque se le ve en baja forma. Por cierto Patxi, me he enterado hace poco que la Resistencia esta buscando un chicarrón del norte para un trabajito, yo quería apuntarme, pero el negocio de contrabando de Marmitako me tiene muy liado ultimamente, así que me han pedido a ver si podía encontrarles a alguien interesado en ello y el otro día pensé en ti.
Patxi estaba mordisqueando la txapela despues de que Titin fallara otro tanto cuando Iñaki le dijo el asunto de la Resistencia
-¡Aiba la ostia! ¡Pues yo soy un chicarrón del norte pues! ¡Y por San Mamés que si Patxi Aguirregomezkortajarena puede hacer algo para que el tikiteo y las sidrerias vuelvan a ser legales lo hará! Noski baietz! ¿Donde hay que apuntarse?- respondió el fornido joven Bilbaino.
-¡A! Estaba seguro de que podían contar contigo,pues. No se muy bien que es lo que quieren hacer esta vez, pero debe de ser algo gordo, la ostia. Tomó aire y continuó hablando en el momento en el que el público vitoreaba y aplaudía a los pelotaris que volvían a salir al frontón- Se van a reunir mañana en un piso del Suburbio, en la calle del Estofado numero 13 piso 3B a las 11 de la noche, tu date un paseo por allí a esa hora y diles que vas de mi parte, que ya les daré yo el aviso hoy mismo pues.
Iñaki se acomodó en el asiento para disfrutar de lo que quedaba del partido mientras esperaba a que su amigo memorizara la dirección.
Patxi repitió mentalmente la dirección un par de veces, como si fuera un mantra, para que no se le olvidara. El estruendo del frontón volvió a traerle de vuelta a la tierra.
-Caguen sos Titín, ¡Arrima! ¡Arrima!- gritó Patxi mientras veía como sus duros estaban a punto de esfumarse.
Después se giro de nuevo a Iñaki.
-Tu tranquilo Inaxio, que ya les voy a enseñar yo a esos de la Resistencia de que estamos hechos los vascos. ¡Aiba la ostia!
-¡Así se habla, la ostia! Le respondió Iñaki al tiempo que le daba un golpecito de colegueo en el hombro. Y ya me contarás como te ha ido cuando todo termine pues.
Una vez dicho aquello se centró en el partido, al igual que Patxi, empezaba a temer que el dinero le volará de las manos aquella mañana.
El partido terminó bien para Tintin, que remontó en el último momento haciendose con la victoria, lo que provocó que Patxi e Iñaki se sacaran unos cuartos bastante majos que inmediatamente procedieron a gastar en mas Txakoli, Talo y Txistorra.
Una mañana agradable en la que Patxi se limitaba a disfrutar del día sin saber en que lio se acababa de meter al aceptar la oferta de Iñaki, ni en las mil y una aventuras en las que se vería envuelto a partir del día siguiente, puesto que Patxi estaba destinado a llegar allí donde ningun vasco había llegado antes. (Tiruuuuriruliruruuuuu, música onomatopéyica envolvente de la intro de Star Trek).
Y chinpúm! En cuanto estemos todos en activo, abro la siguiente escena ;)