Me vuelvo a medias para ver la luz que hay detrás de mi, pero no me muevo.
- Quien ocultó el holocrón en este templo nos ha encomendado a mis compañeras y a mí el recuperarlo - insisto -. Sus hermanos han desaparecido y es posible que estén en manos de los sith.
Suspiro aliviada al saber que finalmente no voy a morir aplastada. Desde niña siempre he convivido con la posibilidad de una muerte violenta (apaleada por Mardoc, devorada por un gundark, devorada por un dianoga...) y hace tiempo que llegué a la conclusión de que si mi vida había de acabarse antes de su tiempo, mejor que fuera de forma rápida y no poco a poco.
La voz de Skawn me saca de mis pensamientos - ¿Maestro? - digo con la voz más aguda de lo que querría. Me pongo en pie rápidamente y me aliso las ropas, intentando disimular el aspecto de zorrona que me puse para el gusano - ¿Maestro? - vuelvo a preguntar - ¿Eres tú de verdad? - pongo una mano en su pecho, palpando su solidez. Mientras que me pregunto cómo es eso posible él me aparta suavemente la mano.
¿Por qué estoy aquí, Nawara? - vuelve a preguntar.
Me quedo mirándole a los ojos. Quisiera abrazarlo, que me reconfortase diciéndome que todo va a salir bien y después nos sacase de apuros con un truco de su infinito arsenal. Pero ya no soy una niña, así que me obligo a tragarme las lágrimas y le explico lo sucedido desde que llegamos a los dominios de esa babosa.
Y así es como llegamos aquí - concluyo - Tenías razón, maestro. Me dijiste que surgirían el miedo y la duda. Tengo miedo por mí, pero también por Galen y Hamma. Por más vueltas que le doy no consigo entender qué fue lo que hizo que Gongar descubriese el engaño. Tomé una decisión precipitada y son ellos los que están sufriendo las consecuencias - suspiro - En cuanto a por qué estás tú aquí, no lo sé. Hace un momento estaba arrodillada junto a un altar con Galen y Hamma, luego desaparecieron y parecía que me iba a convertir en relleno de tubo de comida y ahora... bueno... de alguna manera has aparecido. La verdad es que estaba pensando en ti y...
Me detengo al ver la forma que mira mi cuerpo y las ceñidas ropas que lo cubren - ¡Eh! - cruzo los brazos sobre el pecho. No es que tenga un escote muy grande pero a esta blusa no le vendría mal un par de botones de botones más. O veinte - No me mires así. Te recuerdo que nos hemos disfrazado de cosas peores ¿O ya se te ha olvidado lo que hicimos en aquella luna de Duros? Sí, aquella vez que estábamos siguiendo a uno de los socios de Cad Bane y para subir a su nave...
Quería descargar un poco tanto drama, que me está saliendo esta más llorona de la cuenta. La idea es que Skawn interrumpa a Nawara y haga alguna broma o vuelva a centrar su atención en lo que estamos ;)
- Más razón entonces para que el holocrón permanezca aquí. -
Los dos guerreros permanecían imperturbables.
- Nombra a quien te envío - Dijo uno de los dos guerreros, cambiando ahora si su postura a una más ofensiva, colocando su espada en posición de ataque. El otro inmediatamente hizo lo mismo, teniendo ahora a los dos guerreros frente a ti listos para atacar.
- Tu debilidad -
Dijo con dureza Skawn ante la pregunta de que fue lo que hizo que Gongar descubriera el engaño.
- Y si no fue así entonces es que no podías controlarlo. Y si no podías controlarlo es que eres débil. Así que de nuevo volvemos al primer punto -
Skawn hizo caso omiso a tus bromas, a tus comentarios del pasado. Sacó su sable láser y lo encendió.
- Me avergüenzo de ti Nawara. Siempre que estás en problemas recurres a mí. Ya eres caballero jedi, y no eres capaz de arreglar tus nimios problemas. -
Se colocó en postura ofensiva, una que conocías perfectamente; pues ya habías visto en los entrenamiento con él. Sin embargo, sus ojos... brillaban de una forma diferente.
- Este será, tu último entrenamiento -
La reacción de los dos guardianes me sorprende sólo en parte. Es evidente que están aquí para proteger el holocrón y era de esperar la hostilidad en caso de ver amenazada su misión. Mi sable sigue en mi mano pero, aunque el entrenamiento me impulsa a activar mi arma, no lo hago. Estoy tenso y preparado para la acción pero trato de no mostrar esas sensaciones y permanecer sereno.
- El maestro Yoda de Jedi nos envía - digo con la firmeza de la verdad. Aún así, mi pulgar acaricia suavemente el activador del sable.
Aún sabiendo el lugar en el que me encontraba, sintiendo que todo era parte de una prueba, las palabras y la mirada del Maestro Yoda calaron fuerte dentro de mi... Sólo un momento, antes de darme cuenta que su forma de hablar no correspondía al Maestro que yo conocía.
No desesperes. Debía encontrar a mis compañeros, pues me necesitaban. Pero debía confiar también en que ellos eran fuertes en contra de sus propios demonios. Si desesperaba intentando hallarlos, me perdería en mi misma. Volví a arrodillarme en el suelo, envuelta en aquella oscuridad, y traté de sentir la presencia de mis compañeros, un poco más en Nawi, pero sin olvidar que Galen también debía estar cerca.
-No hay emoción, hay paz.- Repetí algo más alto, concentrándome en intentar escuchar y enviar mis pensamientos a mis compañeros. -Nawi, Galen, ¿me escuchan?- Murmuré suave.
Motivo: Conexión Mental
Tirada
1 pto. del lado oscuro
¡Perdona! Se me pasó que debía aquí u.u
Tengo la impresión de recordar que los Jedi pueden comunicarse "mentalmente" a cierta distancia, aunque puede que me equivoque n.nU En caso de ser cierto, ¿debo tirar algo? Dejo tirada de Fuerza por si acaso.
Retrocedo como si Skawn me hubiera dado una bofetada. Lo miro con incredulidad y mi mano aferra con fuerza el sable de luz.
Tú... tú no eres Skawn - digo con rabia - Él es alegre, sarcástico, un poco cínico y a veces algo descuidado. Pero nunca ha sido cruel como tú - por un momento siento la tentación de activar el sable de luz y hacer pedazos a esa aparición, pero entonces la visión de Elrood empieza a repetirse en mi cabeza ¿Acaso no he aprendido nada? Relajo el agarre del arma y aprieto el botón, poniendo la hoja verde en guardia - Y sí, es cierto que recurro a Skawn cuando me asaltan las dudas, incluso por delante del consejo Jedi. Porque Skawn es más que un maestro: es mi padre. Por más que tengas su aspecto sólo eres una burda imitación - retrocedo lentamente probando distintas posiciones del arma. Termino por decidirme por la que he conseguido perfeccionar hasta ser la más peligrosa de mi repertorio: semiagachada, con la hoja apuntando hacia atrás y abajo junto a la cadera derecha. Desde esta posición puedo segar las piernas de mi adversario o lanzar un tajo devastador hacia arriba. Algo que sólo el verdadero Skawn sabría - Vamos, fantasma, no me hagas perder más tiempo. Tengo a unos compañeros que me echarán de menos si no me doy prisa en volver...
Nawara en Ruruoni Kenshin mode XDDD. Esperaré que este Skawn haga el primer movimiento.
- Demuéstralo - Dijeron los dos guerreros a la par, iniciando una carrera hacia tu posición, listos para golpearte con sus pesadas espadas.
Motivo: Iniciativa (Frialdad)
Tirada
3 éxitos (3 éxitos)
1 ventaja (1 ventaja)
Tirada de iniciativa por favor. Si sacas más que ellos puedes hacer en el mismo mensaje tu turno.
- Guerreros* - 3 éxitos 1 ventaja
Tus susurros recorrieron la inmesa oscuridad e hicieron desvanecerse al maestro Yoda. Pronto escuchaste una voz.
- Morid - Era débil, pero la pudiste reconocer claramente. Era la voz de Nawara. - Todos, pagaréis por lo que me hicisteis -
La seguiste, buscaste de donde venía... y la encontraste. Nawara estaba luchando contra varias personas. Otro buen número yacía en el suelo rodeados de sangre y miembros cortados. Los ojos de tu compañera brillaban rojos carmesí. Su espada temblaba con cada movimiento, un nuevo enemigo cayó, esta vez partido por la mitad.
- Hamma... vete de aquí. encuentra el holocrón. Yo me encargo de esta escoria. Trabajan para el Hutt-
Nawi sonreía, estaba disfrutando sin duda de aquel momento.
No existe esa posibilidad de comunicación telepática al uso. Aunque en ciertos momentos puede funcionar. Misterios de la fuerza.
- Así sea entonces - Mientras Skawn pronunciaba esas palabras su sable de luz y su cuerpo se iban transformando, hasta un extraño guerrero apareció ante ti. Enseguida un segundo salió de detrás del primero. Vestían con armaduras completas, antiguas; pero relucientes y brillantes. Entre sus manos portaban sendos mandobles que hicieron resonar al golpear con la punta un inexistente suelo.
- Lo que has venido a buscar, no te está permitido llevarte. Hay mucho odio en ti, demasiado. Vete... o quédate aquí para la eternidad -
Una pequeña luz blanca lejana y brillante apareció detrás de tí...
Una sensación de alivio me recorre el cuerpo cuando Skawn se desvanece. Pensar que él podría llegar a decirme eso me hace estremecer de dolor. Mientras observo a los guerreros sin relajar la posición me veo a mí misma como más temo llegar a verme: exactamente como los verdugos que hicieron de mi vida un infierno.
No - la voz me tiembla todavía por la emoción, pero no tengo tiempo para avergonzarme por ello - Es cierto que tengo toda esa ira reprimida en mi interior y que cada día es una lucha para evitar que me domine. Es mi defecto - intento atisbar los ojos que se esconden tras la visera metálica - ¿Sabes cuál es el tuyo? La crueldad. Me has atacado de la forma más ruin, rastrera y miserable que podías emplear y me has causado un dolor atroz. Por eso sé que no puedes juzgar si soy digna o no de rescatar el holocrón - no dejo de vigilar al otro guerrero, lista para responder si se abalanza sobre mí - Pero no responderé con odio a tu crueldad. Si quieres que me vaya tendrás que echarme. Y si he de permanecer aquí el resto de mi vida al menos tendré tiempo para reflexionar...
Motivo: Frialdad (Iniciativa)
Tirada
1 éxito (1 éxito)
2 ventajas (2 ventajas)
En medio de la oscuridad, me guié por la voz débil de Nawi, aunque sus palabras no me daban buena espina. Llegué entonces para ver una escena que me detuvo en mis pasos. Los cuerpos y la sangre, la expresión de Nawara en su rostro lograron finalmente conmoverme. Es una prueba... Es una prueba... Mantén la calma...
¿Y si no lo era?
No, no podía dudar ahora. -Nawara, detente. La venganza no es el camino. Por favor, debes detenerte.- Extendí mi mano hacia ella. Aún cuando estaba luchando contra mis sentimientos, podía reconocer dentro de mi la tristeza por ver a mi compañera, mi amiga, dejándose llevar por el dolor y la sed de venganza. También reconocí los aguijones de la culpa, por no haberla podido salvar...
Sálvala ahora. Hazla entender. -Nawi, óyeme. Sus muertes no cambiarán lo que te hicieron. Eres mejor que esto, eres una Jedi.- Dije, acercándome tentativamente.
Los guerreros guardaron silencio largo rato. O al menos le pareció largo rato a Nawara. Cuando estaba a punto de decir algo, o quizá moverse para lo que fuera hablo uno de ellos.
- ¿Que uso planeas darle al objeto? Que harías con él, ¿Si nos derrotaras? ¿Porque lo deseas? -
Su actitud no era agresiva, tampoco calmada. Eran lo que se esperaba de dos estatuas de piedra. Tan solo emitían aquella voz de forma inexpresiva y fría.
Lograste esquivar el primero de sus ataques con facilidad, pero oculto en el primero venía el segundo. Trataste de detenerlo con tu sable, pero para cuando ibas a levantarlo sentiste el potente golpe en tus costillas, desplazándote hacia atrás unos metros.
- Ríndete. O muere -
Motivo: Ataque
Tirada
1 éxito (1 éxito)
2 ventajas (3 ventajas - 1 amenaza)
Acción: Ataque con su espada. Daño: 2 del arma + 3 de fuerza + 1 éxito = 6 de daño - 2 de protección = 4 heridas (actualiza la ficha por favor)
Movimiento: No hace nada.
2 ventajas = 1 dado azul en su próxima tirada.
El golpe del guardián me coge desprevenido y hace que mi contraataque no llegue a su destino. No es una buena situación para mi así que alzo mi arma preparando la defensa.
- No deseo pelear pero tengo una misión que cumplir - digo con firmeza -. No hay pasión, hay serenidad - recito en voz alta, aunque es algo dirigido a mantener mi propia calma -. No hay muerte, existe la fuerza.
Y espero el ataque de los guardianes.
Motivo: Ataque sable luz
Tirada
1 fallo (2 éxitos - 3 fallos)
0 ventaja (1 ventaja - 1 amenaza)
Acción: Ataque Sable Luz -> 0 éxitos. Fallo.
Maniobra: En guardia -> +1 a defensa y 1 dado negro en la siguiente.
Lo siento, me despisté por completo.
No lo quiero para mí, guardián, fantasma o lo que seas - Ya me imaginaba yo que recuperar el Holocrón no sería tan sencillo como ser una chica de los recados, pero no me esperaba esto - El Maestro Yoda, que lo ocultó aquí hace años, ha decidido que debemos recuperarlo. Forma parte de un conjunto de cuatro, uno de los cuales ya ha sido robado de Elrood - ahora que lo pienso, me empiezan a surgir dudas de si realmente el Holocrón estará más seguro aquí que en manos del Consejo. Se me ocurre que quizá pueda utilizarse para encontrar el Holocrón robado ¿Hasta dónde estoy dispuesta a llegar por cumplir una tarea que no entiendo del todo? Por suerte, el guardián me da la respuesta - No soy una ladrona - Relajo la postura, apago el sable de luz y me lo cuelgo del cinturón - Y tampoco una asesina - más bien no quiero serlo - Ya sabéis el motivo que me ha traído aquí. Si consideráis que no es suficiente espero que os guste mi compañía porque no pienso irme de aquí sin el Holocrón...