Partida Rol por web

Finalmente tras un aterrizaje bastante tranquilo pareció que llegó la hora de ponerse manos a la obra con la misión. En la nave todos os organizasteis con profesionalidad, ahora tocaba pasar a la acción. Una vez la nave descendió en uno de los espaciopuertos actuasteis como si no os conocierais, cada uno tomó el rumbo que se había acordado y la misión era bastante sencilla, localizar y desvincular al Sol Negro en Taris.

¿Próximo destino? Complejo Residencial

Finalmente tras un aterrizaje bastante tranquilo pareció que llegó la hora de ponerse manos a la obra con la misión. En la nave todos os organizasteis con profesionalidad, ahora tocaba pasar a la acción. Una vez la nave descendió en uno de los espaciopuertos actuasteis como si no os conocierais, cada uno tomó el rumbo que se había acordado y la misión era bastante sencilla, localizar y desvincular al Sol Negro en Taris.

¿Próximo destino? Suburbios

Finalmente tras un aterrizaje bastante tranquilo pareció que llegó la hora de ponerse manos a la obra con la misión. En la nave todos os organizasteis con profesionalidad, ahora tocaba pasar a la acción. Una vez la nave descendió en uno de los espaciopuertos actuasteis como si no os conocierais, cada uno tomó el rumbo que se había acordado y la misión era bastante sencilla, localizar y desvincular al Sol Negro en Taris.

¿Próximo destino? Zona de Ocio

Los dos compañeros del joven jedi humano actuaron con profesionalidad, le daba vergüenza admitirlo, pero estaba orgulloso. Nada más bajar y montar en el transporte más cercano, se puso la capucha, ampliando más aun su aspecto más barriobajero. La verdad es que siempre la había tenido... sus ropas no era elegantes ni mucho menos. Eran prácticas, cómodas...

El transporte le llevaría hasta los suburbios de Taris, no sería un sitio bonito, contrabando, armas, drogas, prostitución con diferentes razas alienígenas... eso último le atraía, las hembras Twi'Leks eran realmente atractivas, pero no podía tomarse el gusto, debía continuar con su misión. 

Una vez salió del transporte, los suburbios se alzaban frente a él. Tan imponentes como el propio planeta... era hora de investigar.

Tras un breve viaje llegaste hasta la zona de los suburbios. Todo era tal y como te lo habías imaginado, calles repletas de personas donde la extrema pobreza se veía realzada por caras tristes, suciedad y contrabando. El lugar no era demasiado amplio pero sí lo suficientemente llamativo para que fuese un lugar candidato para acoger al Sol Negro.

Observaste que pasaste totalmente desapercibido, nadie se fijaba en ti ni te echaba en cuenta, parecía que las personas estaban demasiado "entretenidas" en sus quehaceres.

El lugar era como lo había imaginado Kael y pasaba totalmente desapercibido gracias a que los demás estaban enfrascados en sus negocios. Era cuestión de dar unas vueltas, examinar el lugar viendo que hacían los pobladores de los suburbios, buscando algo que le llamase la atención y le indicara que eran de Sol Negro.

Gracias a que estabas atento a todo lo que había a tu alrededor, te percataste de algo que no te gustó nada. Desde hace varios metros había un tipo que te estaba siguiendo, intentaba ser disimulado pero no logró ante tu atenta vigilancia, el momento crucial llegó cuando notaste que estiró la mano con intenciones claras de robarte algo que llevaras en el cinturón, situación bastante peliaguda porque allí es donde guardas tu sable...

Norssk se levantó poco a poco del suelo donde se sentó a meditar. Con una actitud indiferente, se alejó de sus compañeros y comenzó a adentrarse en las calles bien urbanizadas de Taris. A cada pocos metros intentaba buscar con la vista sin torcer la cabeza dos cosas: personas que parecieran vigilarle e indicadores para llegar a la Zona de Ocio. Consideró por unos momentos la idea de preguntar a algún transeúnte, pero la rechazó. Aún no sabía qué opinión tenían en ese planeta de los forasteros en general, y de los trandoshanos en particular.

No te costó demasiado llegar a la zona destinada a todos los locales de ocio, sin lugar a dudas las señales estaban bien orientadas para que cualquier pudiera verlas sin importar su posición. Estabas en unas calles muy abarrotadas de gente con lo cual pasar desapercibido era muy sencillo incluso para alguien de tu especie. 

De entre todos los edificios tan solo uno parecía el más llamativo del resto, era como un casino de grandes puertas de donde entraban y salían muchas personas...

Norssk paseaba la mirada por los alrededores tranquilamente cuando dio con aquel gran edificio. Sin duda era un buen lugar para empezar, pues dentro cabrían innumerables seres, reduciendo gran parte de la búsqueda a un único edificio.

Con paso tranquilo y despreocupado, Norssk llegó a las puertas y las abrió decidido a entrar.

Entraste en el lugar y estaba abarrotado de personas, muchísimas de ellas seguían saliendo y entrando. Había en el centro del lugar una gran barra donde servían bebidas. Las personas allí parecían felices, todas ellas sonrientes y disfrutando de la velada. Había varias mesas de juego donde los visitantes se jugaban sus créditos sin importarle demasiado el éxito o el fracaso. Seguías pasando desapercibido como en el primer momento.

Yo una vez llego, bajo de la nave me pongo a investigar un poco el planeta me dirijo a la Zona de Ocio y busco algún sitio donde descansar por las noches.

Sorprendido por la actuación de ese hombre, recordé las enseñanzas del maestro Skywalker, me giré y le di un pequeño empujón, lo suficiente para apartarlo de mi. ¡Eh! ¿Que tratas de hacer? la capucha cubría parte del rostro de Kael y no denotaba exactamente como era, aunque se sabía que pertenecía a la raza humana.