Partida Rol por web

Las estrellas se alargan dando paso a los remolinos azules y grises del Hiperespacio. A tiempo, justo cuando el estridente pitido que indicaba que el Lekkuan había sido fijado como objetivo comenzaba a sonar. Lo siguiente hubieran sido unos torpedos de protones que probablemente el carguero no hubiera podido soportar.

El salto, un microsalto, no dura más de un minuto, reapareciendo en medio del vacío total del espacio. Nada más salir, la computadora realiza las comprobaciones y los cálculos necesarios para ejecutar un segundo salto preprogramado. De nuevo, la nave acelera y salta al Hiperespacio. Esta vez, el salto dura varios minutos más, regresando al espacio real cerca de un planeta acuático.

El Ala-X de Luke Skywalker se sitúa a la vista junto a la cabina del Lekkuan, quien os saluda con la mano. Su nave, más rápida, os esperaba.

- Saltad en cuando las nuevas coordenadas estén en la computadora - dice iniciando otra transmisión. En cuanto acaba, su caza desaparece al iniciar él mismo el trayecto.

El viaje en esta ocasión es más largo. Tras horas, la computadora anuncia el regreso al espacio real. Delante, flota en el vacío un planeta que reconocéis de inmediato. No hace mucho que iniciasteis una aventura desde allí.

- Dantooine - es Lucien quien da voz a los pensamientos de todos.

Suta, de nuevo a los mandos, hace descender el carguero. Los sistemas detectan sin problema la baliza del Ala-X de Luke, en las cercanías del Enclave.

- Bienvenidos - saluda Luke, con una sonrisa, casco en mano, sentado al pie de una de las estatuas de la entrada.

Baker solto un suspiro de alivio al terminar el segundo microsalto -la verdad, me parece que nos ha ido de un pelo- dice a traves del intercomunicador -dadle las gracias al general Skywalker por aparecer de una manera tan oportuna- añade mientras va a comprobar como esta los invitadoa de la nave.

Nun sentía una enorme satisfacción cuando el Lekkuan se posó sobre el planeta, satisfacción y por supuesto tranquilidad. La escaramuza le había hecho fluir la adrenalina pero logró calmarse durante el viaje de vuelta. Había dejado su pasado atrás para abrazar la aventura y por fin sentía que había logrado hacer algo importante.

Se alegraba de contar con unos compañeros como aquellos, sin duda formaban un buen equipo.

Ahora estaban en Dantoonie, esperaba tener tiempo de conocer mejor a Luke Skywalker, aquel hombre era una leyenda y su presencia transmitía una satisfactoria sensación de paz. Quien sabe, quizá les encomendara otra misión viendo que esta había salido bien.

El camino me había permitido relajarme, por un instante incluso temí que nos iban a seguir de alguna manera pero sabía que era imposible, ninguna tecnología conocida era capaz de seguir la pista a través del hiperespacio.

Una vez dimos el último salto solté los mandos, me relajé en la cabina y busqué la mirada cómplice de Suta, —¡Tripas de Rancor! Había sufrido como un jawa en el desierto —asentí con la cabeza y salí hacia dentro de la nave a buscar a mis compañeros y ver como estaba el viejo cascarrabias.

Al aterrizar salí afuera con mis compañeros, —general —saludé con un gesto marcial, abrí hueco para que pudiera ver a Lucién. —Esta es la persona que nos mandó a buscar —señalé hacia Lucien —ha sido una dura misión y a punto estuvo de salir mal si no hubiese sido por su intervención, le debemos la vida... —me giré hacia mis compañeros y sonreí —supongo que podremos agradecérselo buscando a alguien más... —.

- Un trabajo magnífico, amigos míos - celebra Luke sonriente, ignorando las alusiones a su intervención -. Maestro Val - Luke saluda al tabernero con una ligera reverencia, al estilo Jedi.

b- aclara Lucien -. Val Darudan, antiguo Caballero Jedi de la desaparecida Orden - se presenta formalmente, devolviendo la reverencia a Skywalker. La expresión de permanente enfado de Lucien ha desparecido, aunque sustituida por otra de estoica seriedad.

Durante minutos charlan. Luke le explica su proyecto, su intención de reunir al resto de los Jedi dispersos, encontrar nuevos miembros y fundar una Nueva Orden.

Pasáis unos días en Dantooine, dedicados a recuperar fuerzas tras la aventura y reparar el Lekkuan. Aunque no son daños de gravedad, sí son numerosos y lleva su tiempo corregirlos.

Luke y Lucien hacen planes y ponen algo de orden en parte de las deshechas instalaciones del Enclave. La energía vuelve a fluir en el Enclave, alimentando el centro de control, los archivos y otras dependencias. Algunos de los alojamientos, de los más cercanos al centro de control y en mejor estado, se acondicionan. Lucien, al igual que Luke, termina por establecerse en el Enclave, aunque él, de manera más permanente.

Por su parte, la joven Val decide quedarse en Dantooine. Ni ella ni el anciano Taalan tienen nada que les ate a Kaavarad. Y aunque así fuera, por lo pronto el regreso resultaría demasiado peligroso. Se establece en uno de los alojamientos del Enclave, cercano al de Lucien, cuidando al anciano demente.

En las ruinas del Enclave, un lugar con milenios de historia, la luz y la actividad vuelven a aparecer. La semilla de una nueva era. de la Nueva Orden de Jedi.

*** FIN ***