-Increíble- se limitó a decir con voz neutra sin dejar claro si se refería a la capacidad de Sic para ser irritante y pesado o si le sorprendía la poca confianza que tenía la doctora en Sic aunque por la situación y experiencia de Haruhi bien podía interpretarse de forma sarcástica.
-Creo que llego un poco pronto-comprobó la hora en el dispositivo y, efectivamente, quedaban un par de minutos o minuto y medio para cumplirse los 15 minutos para la cita- puedo esperar-dijo con firmeza haciendo gala del carácter militar con el que se había criado.
-Nunca se llega pronto -indicó la doctora haciendo un gesto para que la chica pasase- entra y siéntate, que te haré unas preguntas antes de empezar, ¿vale?
Esperó a que la chica obedeciera mientras tecleaba algo con esa velocidad tan característica.
-Tu familia era militar, ¿cierto?
-Pusiste que no te importaría el ser mejorada genéticamente. Necesito que me expliques por qué, con pelos y señales.
-Estas sesiones se mantendrán en secreto, ya que ninguno sabrá qué habilidades tiene hasta que hagáis gala de ellas, y para eso necesitamos tiempo -se reclinó en la silla- ¿Sic te contó algo?
-Hm, Sic contó muchas cosas pero pocas de importancia. Dijo que no sabría si había otros como yo que quisieran o aceptasen ser modificados, también me preguntó por qué quería y le dije que echarle a patadas de mi cuarto era un motivo tan válido como cualquier otro, si quiere puede añadirlo a los motivos oficiales.
-Mis padres murieron cumpliendo con su deber-empezó a explica entrelazando los dedos sobre el regazo- por ello me aceptaron en el programa de educación privada... una compensación, supongo, por las pérdidas.-Miró directamente a los ojos a la doctora- mis padres no eran lo suficientemente buenos y por ello murieron. A mí no me pasará eso. He trabajado duro y mucho más duro tendré que trabajar ahora que estoy en Ominus-aunque su expresión no se alteró las manos se contrajeron un instante en un gesto de crispación- confío en mis habilidades y por ello soy consciente de que las mejoras nunca sobran si así se optimiza la labor de uno.
Estuvo mirando cómo la mujer movía los dedos sobre la superficie, apenas fue un segundo lo que estuvo sin hacer contacto visual con la doctora.
-¿Es suficiente o necesita más datos, doctora?
-Es suficiente; pero te voy a aclarar unas cosas -terminaba de teclear, como si hubiera copiado cada letra que la chica había pronunciado.
-En la Academia Ominus no creemos en las compensaciones. Que tus padres murieran en combate, cosa que lamento, no es motivo para que estés aquí. Si estás aquí es porque creemos que puedes aportar algo a la Academia, al escuadrón o a la humanidad, así de simple -terminó de escribir y se giró para mirar a la chica.
-Cualquiera que se enfrente a los Khastari debe de ser buen luchador o soldado. He visto a los mejores pilotos morir por querer salvar a otros, y no por eso no eran buenos, solo que se arriesgaron más para salvar a los que no dieron tanto la talla. También he visto sobrevivir a los cobardes que habían huído -alzó un dedo- no todos los que sobreviven son siempre los mejores.
Asintió convencida y se puso de pie.
-Veamos, las mejoras u optimizaciones que te ofrezco son una obra de arte. Verás -se acuclilló junto a la chica y abrió una pantalla con su dispositivo en la que se veía el cuerpo de una persona a través de un tipo de visión que permitía ver su sistema sanguineo y como le inyectaban algo que hacía que todo se volviera poco a poco azul antes de retomar el color rojo- hemos desarrollado un anticuerpo mecánico y un virus mecánico. Tranquila, no son malos -dijo sonriente- el virus detecta las imperfecciones de nuestra genética y las ataca para mejorarlas y alterarlas mientras que el anticuerpo hace de vigilante para que no altere lo básico y pueda hacernos algo demasiado daño. Es como el trabajador y el supervisor, ¿vale?. Dependiendo de la persona, estos trabajan de una forma u otra; pero lo importante es que lo mejoran de una forma que no podemos ni imaginar.
Con un gesto hizo que la pantalla se quedara ante la chica y ella se puso en pie de nuevo. La cual mostró varios chicos que habían sido mejorados.
-Uno de los primeros mejorados simplemente aumentó sus sentidos unas diez veces, llegando casi a la precognición. El problema es que el pobre debe ir con un casco que le amortigua algo para que el aleteo de una mosca no le de dolor de cabeza -esbozó una sonrisa- una de nuestras chicas es capaz de realizar tareas a toda velocidad, así como de moverse muy rápido. Tuvo que alterar su ACE para que pudiera seguirla el ritmo -soltó una risilla- estos son ejemplos comunes, que tienen uno o quizás dos habilidades superiores; pero luego -cambió la imagen y salió Sic, tumbado en una cama desnudo y con una toalla tapándole sus partes- él es mi obra maestra -la misma visión mostró que el joven ahora tenía dos corazones, el sistema circulatorio era de un color azul intenso- él, de momento, ha desarrollado siete capacidades y es capaz de controlarlas. La que nos tiene más sorprendidos es su capacidad para controlar el tiempo -se cruzó de brazos, lo que hizo que ese exuberante pecho amenazara con salirse- la verdad es que aún no sabemos como puede hacer que los que tiene cerca también entren en su burbuja temporal. Eso, controlar el fuego y teleportarse son tres de sus cualidades -se inclinó y esbozó una gran sonrisa- ¿Qué te parece? No sabemos qué te pasará a ti; pero siempre hacemos un juego. ¿Cuantos crees que desarrollarás en un mes? ¿Y cuales te gustarían que fueran?
-...-miró a otro lado con claro desagrado cuando la imagen de la chica dio lugar a la foto de Sic desnudo. Definitivamente el nombre le iba que ni pintado, sólo imaginarle era suficiente como para hacer que se sintiese indispuesta.
Miró a la mujer y pestañeó. Parecía más emocionada que ella por poder implantar sus cosillas mecánicas en el cuerpo de Haruhi que la propia Haruhi.
-¿Quiere hacer una porra sobre mí?-preguntó muy despacio- no me gustan los juegos ni aventurar cosas, doctora, quien hace eso luego puede decepcionarse y la misma decepción es la que limita el desarrollo de otras cualidades- cruzó las piernas- cuando era pequeña sí que esperaba cosas, pero no me puedo permitir ese lujo nunca más porque cuesta recuperarse del golpe... pero si quiere jugar adelante, digamos que desarrollo uno y es la telequinesis-la desgana era notable, para ella la emoción no vendría hasta que viese resultados de su trabajo y de su esfuerzo- agradezco su trabajo y el que intente hacerlo más ameno-completó intentando suavizar el ambiente pero no por ello podía cambiar su forma de ser sólo para complacer a otro que, sin duda, ya tenía quien le dorara la píldora.
Desde luego era digna hija de sus padres.
-Es un punto de vista -dijo sonriente la doctora- pero, en este caso, nunca hay decepciones -sonrió divertida y abrió la bata para sacar una pequeña caja en la que había un tubo con un líquido de color azul.
-Necesito que te arremangues -de un cajón sacó una jeringuilla- te pincharé en el hombro, que no se nota mucho.
Esperó a que la chica hiciera lo que se le decía y, sin más dilación inyectó el contenido. El pinchazo desapareció rápidamente, y una sensación de frío recorrió un instante el brazo de la joven.
-Puede que sientas algún mareo o náuseas, es normal; pero si en algún momento algo va a más avísame sin dudarlo. Me da igual la hora o lugar. Hazlo. Dentro de unos días -miró el calendario- el lunes, vendrás aquí a primera hora y veremos si algo se manifiesta, ¿de acuerdo?
Se desabrochó la camisa con un sentimiento bastante humillante al comprar sin poder evitarlo su propia fisonomía con la de la doctora; tiró de la tela hasta dejar al descubierto el hombro e inclinó la cabeza sobre el hombro contrario para facilitar la visibilidad.
-Ay-todo el brazo sufrió un breve tic cuando la aguja atravesó la piel. Abrió y cerró la mano mientras el frío hormigueo se extendía por el brazo y con la mano sana volvía a colocarse la ropa- el frío es normal, imagino-se miró la mano del brazo donde estaba la sensación gélida como si esperase ver el color azul como en el holograma fusionarse con su propia sangre-¿le aviso por el dispositivo?-preguntó abrochándose de nuevo la camisa-imagino que aquí no estará todo el día- Se detuvo un instante mientras calaba la hora de la cita con la doctora-¿su primera hora es antes del desayuno, después o durante la primera clase, doctora? Por concretar.
Volvería al cuarto en cuanto terminase allí y estaría muy pendiente de cómo se sentía para alertar si realmente las cosas se ponían difíciles. ¿Era posible que su cuerpo rechazara las mejoras?
-Suelo estar bastante tiempo aquí; pero sí, avísame por el dispositivo. Y me refería a la misma hora como si fueses a clase, ¿de acuerdo? -la mujer parecía bastante alegre- no te preocupes, no suele haber problemas; pero por si acaso -soltó una risilla y se volvió a sentar y a enredar con su tablet- hasta el lunes.
-Bien, hasta el lunes a primera hora-se dirigió hacia la puerta, la abrió y salió de espaldas al exterior, dando un paso hacia atrás y hacer una pequeña reverencia mientras cerraba la puerta.
Hm.... a la habitación.
Mientras caminaba sentía la tentación de tocarse en el punto en que había sido "inyectada" pero su yo responsable le decía que no debía hacerlo para no levantar sospechas. Todo eso de la mejora biotecnológica era un poco extraño y secreto para ser parte de la instrucción (una parte opcional pero ahí estaba).
¿No había dicho Brungilda algo de vernos después?... Se referiría a la cena o algo, ahora estará ocupada o recuperándose de que haya hecho equipo con un chico....y Katherine también parecía tonta con Shin... ni que fuesen tan especiales, pché.