Partida Rol por web

— Un momento ¿Donde está Goodnight?— Ramona preguntó por el tarao. No es que le cayera bien, de hecho a ella nadie le caía bien pero mantenía con él una especie de juego psicológico. Un insano toma y daca de "¿A ver quien muere antes?" Había apuestas y cambalaches en el underground de Night City. Unos apostaban por Goodnight, otros, los mas listos, por Ramona. Incluso hubo un pringado que intentó liquidar a Ramona para ganar su apuesta. ¡Ja! Por supuesto el insensato acabó muerto, despellejado, con su polla amputadada y sus ojos en un frasco. Así es como se las gastaba Ramona cuando alguien se la intentaba jugar.  

— Un momento ¿Donde está Goodnight?— 

Detrás de Ramona la gente se iba apartando, por si a la chica de ojos azul eléctrico le daba por aplastarles el cráneo.

Con Mona ya se sabía. Cuando hacía ¡Pop!, ya no había Stop.

Según se apartó la peña, quedó en pie un tipo con pinta de motero, chaqueta de motero y casco de motero. Sólo que no era, exactamente hablando, un motero.

Era el puto Mr. Goodnights.

-...-. De su casco emergió una especie de murmullo gutural. Como si fuera una especie de jodido Darth Vader venido de la carretera al Infierno.

Guardaba sus manos enguantadas en los bolsillos de la chaqueta, su habitual gesto silente. Ni rastro de su pistola. Era como si el jodido lunático no estuviera por allí hasta ese momento en concreto. Una presencia espectral e inquietante que acechaba y parecía insinuar "¿Me llamabas?".

Nights tenía activada su cámara del casco y sus fans empezaron a fliparlo muy fuerte al ver a Mona. Había muchos suscriptores de su canal de Twitch que rogaban a Nights por hacer un vídeo en Tag Team matando pandilleros, pero a Nights le gustaba jugar en Solo Mode. Además, aquella zorra era la antítesis de él, una puta cuchilla viviente. Él era un artesano de la muerte a distancia.

Quizás, un día de estos, podría complacer a sus fans... Quizás.

Jax quedó como un tonto, con el arma en la mano. No por mucho, pues devolvió la tonfa a su cinturón con un movimiento practicado. En honor a la verdad, había preferido quedarse viendo como mandaban a esos idiotas al hospital de forma profesional. Él se consideraba un aficionado, y los aficionados siempre estaban a la labor de romperse unos cuantos huesos si se metían en peleas cuerpo a cuerpo, o de llevarse un tiro de meterse en un tiroteo. Gente como Ramona o Goodvergas no sufrían de aquellos males... o eso esperaba, porque si le pasaba a ellos, ¿qué quedaría para el pobre Jax?

Se le acercó a Ramona y a Heraclio.

— Hey, el jefe me mandó a perderme la fiesta con ustedes —dijo, con una sonrisa— ¿Vamos en carro o algo así?

Con una buena motivación y los nervios calmados (o a flor de piel) tras una corta  y cuasi ridícula pelea, os montáis en el coche de la banda. La dirección está algo lejos, fuera de vuestro territorio posiblemente para jugar al despiste con Drew y probar si tenéis huevos a salir de vuestra zona de confort hasta territorio enemigo. Pero nadie os molesta. Hoy parece que todos están de juerga, como vosotros deberíais estarlo envuestro garaje, aunque alguno no opine lo mismo y parezca un puto yonki de la acción y la metadrenalina.

De camino a la dirección del Larson se pone a llover. El cielo rojizo iluminado por la luz de la metroplex se condensa en gotas de agua ácida. El legado de las corporaciones y su guerra.

Continuara....