Inquisidor Zaer Vincent
Edad: 350 años estándar (edad estimada)
Rango: Inquisidor veterano
Nombre completo, alias: Zaer Vincent M'llern, "Vincent".
Código: 4/120C
Ordo: Xenos
Actividad principal: Investigación
Especialidad: Xenoarqueología
Facción: Amalatiano
Última localización registrada: Citadel Primaris, Karlack
La reunión tuvo lugar en las cámaras de audiencia en lo alto de la Torre del Bronce de la Fortaleza de Erioch. Allí, bajo la atenta mirada de los héroes de eras pasadas, ahora inmortales de estatuas de mármol negro y tras las puertas reforzadas y selladas con citas sagradas, la inquisidora Quist (Adrielle Quist, para ser más exactos, del Ordo Xenos) formuló su petición formal:
"Seré concisa —comenzó—, pues a veces el tiempo lo es todo y demasiado se ha desperdiciado ya. Dudo que conozcáis a mi compañero de fatigas, el Inquisidor Zaer Vincent. Él era... —dudó un instante—... es... un buen hombre, escrupuloso, decidido y con un instinto para los secretos... y eso puede haber sido su ruina. Se encontraba investigando una oleada creciente de incidentes y rumores de presencia Xenos en el hemisferio sur de Karlack (el menos conocido y controlado, como saben). No he de dar explicaciones de lo que esto supondría, tratándose de un mundo fortaleza clave —hace claro hincapié en esta palabra— en el mantenimiento de la Cruzada. Llevaba meses sin saber de él... (eso nunca me preocupa)... Hasta ahora..."
Acompañó sus palabras con un movimiento, y una carta lacrada con el símbolo del Ordo Xenos se deslizó por la mesa.
"Es de su puño y letra... escrita hace un año, en el 816.M41... y la he recibido hace apenas unas horas. La ineficiencia de la Cruzada y las complicaciones en un mundo fronterizo me han impedido recibirla antes. Sé de memoria lo que dice, la he leído no sé cuántas veces, pero leedla y sabréis por qué estoy aquí"
Y la carta paso de mano en mano, del Inquisidor de la Cámara de Bronce a las del Capitán de la Guardia de la Muerte, y de éstas a las vuestras.
Cuando acabásteis de leer, la inquisidora finalizó:
"Las fuerzas malignas e impuras que protegen estos secretos, sean las que sean, pueden haber asesinado a uno de mi Orden. No tengo intención de ser su siguiente víctima. Es por ello que solicito una escuadra de Guardianes de la Muerte para desmantelar y purgar cualquier mancha Xenos de Karlack"
"Solicito". Meras formalidades. Nada puede oponerse a la voluntad de un inquisidor, y menos con esas pruebas fehacientes. El Capitán de los Guardianes de la Muerte aceptó la petición y fuísteis asignados a ella por orden directa. Y es por ello que estáis aquí, ahora, a bordo de la nave inquisitorial "Ángel Invicto", una nave de tamaño moderado pero que, por lo que parece, lleva en posesión de la inquisidora largo tiempo, pues está adaptada a sus necesidades. Es más, posee una serie de compartimentos de un tamaño muy similar a las celdas de Erioch, adaptadas perfectamente al transporte de Marines Espaciales. Habéis permanecido en ellas, casi aislados del resto de la tripulación, la mayor parte del viaje. No obstante sabéis que parte de los acólitos de Quist, así como un número indeterminado de miembros de la tripulación, os acompañan en el viaje.