????????
El tiempo y el espacio dejaron de tener importancia y sentido en cuanto Elim perdió la consciencia en aquel Ayuntamiento. Después de aquello se ha debatido entre la vida y la muerte constantemente, sufriendo pesadillas y delirios en el proceso que pueden haber hecho en su mente antes de que, finalmente, llegara la auténtica paz tranquilizadora.
Cuando al fin consigue abrir los ojos y observar a su alrededor todavía se siente dolorido. Su pecho y estómago están cubiertos por vendajes limpios que alguien se ha tenido que encargar de ir renovando cada cierto tiempo. Además de eso la cama en la que se encuentra descansando es bastante confortable pero no reconocer el sitio resulta confuso. Parece una habitación en buen estado de alguna casa bastante grande y bien cuidada. Si no fuera porque la ventana está tapiada con varios tablones de madera parecería que está soñando con la vida de antaño.
En la mesita de noche, a su derecha, hay una botella de agua de plástico junto a un vaso, su fiel linterna y algunas flores acumuladas en una lata previamente vaciada y limpiada.
Mantengo la mirada fija en el techo, recordando. Y la sensación de dolor regresa. No por el dolor actual, que está ahí pero es...sordo, presente pero no ardiente. No como aquel de antes de desmayarme, fuego líquido...suerte que en aquel momento no lo sintiese.
Al final caí, me vencieron. Y esa...loca...¿Se habrá librado?
Por un momento barajo la posibilidad de que se me haya curado para poder torturarme mejor...pero no tiene sentido. Y menos en una cama limpia, con flores en la mesilla.
Es hora de moverme. ¿Dónde estaré?
Trato de incorporarme, en silencio. Y sin forzar la zona herida.
Elim consigue incorporarse aunque le cuesta más esfuerzo de lo esperado y tiene que ayudarse con una mano mientras con la otra se sujeta los vendajes. Se toma unos segundos para recomponerse porque en un primer momento se siente mareado pero después consigue girarse y levantarse lentamente. Sus piernas se tambalean un poco pero también se adaptan rápidamente a su propio peso para permitirle caminar, aunque sea despacio.
En el pasillo de lo que claramente es una segunda planta todo está en el mismo buen estado que la habitación excepto por dos puertas que permanecen tapiadas, al igual que sucedía con la ventana. Abajo se escucha a alguien moviéndose y trasteando con algunos bártulos, el olor que sube hasta allí deja patente que se trata de alguien cocinando venado.
Caminar despacio tiene sus ventajas, a veces. Cojo fuerzas respirando varias veces y mentalizándome. Aunque no me fío del todo sobre si podré distribuir mi peso adecuadamente...pero igualmente lo intento, bajar las escaleras en total silencio. Ver a quien me ha salvado antes de que me vea a mi.
Huele bien, eso desde luego. ¿Seguiremos en la ciudad? En la condición en que estaba...bueno, en la que creo que estaba porque en realidad no sé como de malo era, supongo que moverme mucho no habría sido bueno. Pero...eso es poco probable ¿No?
Motivo: sigilo
Dificultad: 0
Habilidad: 13
Tirada: 3 3 6
Total: 3 +13 = 16 Éxito
Elim desciende despacio. Las heridas bajo los vendajes se resienten un poco, nota como si su piel quisiera tirar de él, pero eso es buena señal pues significa que ha empezado a cicatrizar. Una vez abajo se siente algo más cansado de lo que sería normal pero no tanto como para perder las fuerzas así que se asoma con cuidado a la cocina.
Ahí puede ver a Valk, con la cara surcada por varias cicatrices lo suficientemente recientes como para conservar un aspecto rosado. Su cabello sigue estando muy corto y uno de sus ojos permanece cerrado pero por lo demás parece estar bien, lo suficiente como para seguir cortando un par de verduras que acto seguido añade a una cacerola que hay hirviendo en los fogones, aparentemente de una cocina de leña.
Por un momento esa imagen le recuerda a aquel momento en el que cocinó un conejo recién cazado en aquella casa amarilla que compartieron con Tara. Recordar a la pelirroja quizá le altere pero el aroma de la comida también le abre el apetito.
Así que ella me ha salvado ¿Eh? Me alegra haberla encontrado viva y que no la atrapasen después esos...locos. Lamento mucho haber pensado mal de ella. Pero durante un tiempo...mi enemigo era el mundo. Y ahora...¿Ahora qué? ¿Qué me queda? Sara...ojalá pudiese haberme cambiado por ti.
La observo unos instantes más, antes de entrar a la cocina, coincidiendo con el momento en que se gira para echar la siguiente verdura cortada.
-Eso huele tan bien que podría levantar a un muerto, Valk. ¿Es lo que pretendías? Si es así espero que hayas hecho bastante...
Sonrío a medias cuando me mira.
Valk da un pequeño respingo al girarse y encontrarse con la imagen de Elim inesperadamente pero enseguida le sonríe -Pues parece que lo he conseguido, si lo llego a saber lo hubiera preparado antes -aparta una de las sillas situada en una mesa cercana, haciéndole gestos para que tome asiento -No deberías haber bajado las escaleras pero debí haber supuesto que no podrías quedarte quieto si te despertabas -niega con la cabeza antes de volver hasta el estofado para mantenerlo bajo control unos segundos, después toma asiento justo en frente de Elim.
-¿Como te sientes? Supongo que no demasiado bien pero ya sabes, a parte de eso... -observa los vendajes de reojo pero todavía aguantan bien las heridas que sujetan debajo y eso la tranquiliza.
Me siento donde indica y, para que mentir, es un alivio no tener que sostener mi peso. Me duele bastante, pero es soportable.
-Bueno...no me siento peor que la pinta que tienes tú...- bromeo, sin duda he estado bastante peor si he estado en cama al menos varios días -te dieron duro los cabrones...pero se te ve mucho mejor que en esa celda. ¿Cuánto hace de eso?
¿Cómo me siento?
-Físicamente...he estado mejor. Y peor, una vez comí unos tacos que...no se lo recomiendo a nadie. Pero el dolor es manejable por ahora. Supongo que si no hago esfuerzos y no se abren las heridas estaré bien. ¿Cómo de graves eran? Mentalmente...bueno...no me gusta perder, y acabé en el suelo, así que perdí.
La miro, más serio.
-¿Escapó?
Sin duda, sabe a quien me refiero.
-Cuéntame que pasó desde que me fui de tu celda.
Valk entorna un poco los ojos, o mejor dicho el único que mantiene abierto, cuando Elim le responde con esa especie de broma -Cuando me digas algo bonito sabré que sin duda alguna tienes fiebre -le sonríe con complicidad, luego se queda un poco pensativa -Llevas en cama más o menos dos semanas. Al principio creí que no lo conseguirías pero por suerte tuve ayuda para extraerte las balas, coserte las heridas y trasladarte. Después ya empecé a apañarme sola -explica sin entrar demasiado en detalles, asintiendo un par de veces a lo dicho por él.
-Tus heridas ya empiezan a cicatrizar pero intenta no hacer locuras durante un tiempo, no quiero tener que atarte a la cama -le sonríe momentánemante, después suspira -Perdiste mucha sangre y la poca que te quedaba se infectó parcialmente pero conseguimos frenar la septicemia de milagro con algunas medicinas. Ahora les deberemos algunos favores a la gente de esa ciudad pero no me arrepiento -le mira de manera significativa pero finalmente niega con la cabeza -Tienes que dejar de pensar de esa forma. Nadie perdió y a la vez lo hicimos todos pero respondiendo a tu pregunta... No, no escapó. Estaba casi tan grave como tú y me aseguré de darle un final más digno y rápido que el que ella le concedió a mi hermano. No se lo merecía pero no quería convertirme en ella, ¿sabes a lo que me refiero? -suspira de nuevo y apoya la barbilla en su mano para desviar la mirada hacia un lado. Se nota que no le apetece demasiado seguir dando tantas explicaciones pero a la vez entiende todas las dudas de Elim así que tampoco se lo puede negar.
-Tardé un rato en armarme de la fuerza necesaria para salir de ahí. Creo que fue una de las veces que más miedo he tenido en mi vida porque sabía que si alguien me atacaba no sería capaz de defenderme, apenas podía enfocar lo que tenía delante -arruga un poco el ceño mientras le mira de reojo. No le echa nada en cara verbalmente pero con eso lo dice todo, hubiera preferido que no la dejara sola en aquel momento -La ventaja es que ya no tenía mucho que perder además de mi propia vida, por eso conseguí arrastrarme y avanzar a ciegas. Me encontré con un par de personas pero no fui capaz de dispararles, por una vez el destino o lo que coño sea estuvo de mi parte porque no eran esos soldados pirados si no unos ciudadanos de Cleveland. Uno de ellos era médico y se ve que estaban en plena revolución civil o algo así. Más o menos puedes calcular el resto, fue una suerte que siguieran conservando su piedad intacta -entonces se levanta de la silla calmadamente para volver a los fogones -¿Te sientes mejor ahora? -aunque la pregunta puede ser relevante no llega a mirarle mientras la formula.
Sonrío a medias cuando me mira con ese reproche.
-Eh, te dejé con agua, la puerta abierta y un arma. Mucho mejor que lo que estabas antes...no podía llevarte conmigo, francamente no pensaba sobrevivir. Y casi acierto. Me siento...no mejor, pero sí más tranquilo. Más...relajado. Mi hija...mi Sara murió por mi culpa. Si no hubiese llevado a Tara allí...tenía que hacer algo. Algo que...que le mostrara a ella, esté donde esté, que esa gente no estaba conmigo. Que no la...maté.- suspiro.
Por primera vez en mucho tiempo noto las lágrimas cerca de caer. En más de un mes no he dejado que esa realidad...que mi Sara está muerta...cale de verdad en mi. Me agarré al primer objetivo que vi y me centré en él. Pero ahora...
-Era buena, Susan. Estaba salvando a Luke. Podría haber hablado con ella más tiempo. Haberla...abrazado de nuevo. Yo...- suspiro de nuevo, tembloroso, pero me callo dejando ahí la cosa.
-Así...así que les debemos favores a esa gente. ¿Que empezaran su revuelta gracias a mi no cuenta de nada? Ingratos...- bromeo de nuevo. -Me parece que me llevará un tiempo poder pagar nada.
-No sabías lo que Tara pretendía y yo tampoco, de ser así nunca habríamos dejado que se acercara a ellos -suspira con cierto abatimiento, mirando a través de las ventanas cercanas a su posición mientras se cruza de brazos. En ese momento ambos se dan unos largos segundos para pensar y recordar a sus respectivos seres queridos perdidos.
-Lo sé, ambos lo eran. No merecían morir pero la vida nunca ha sido justa -frunce el ceño y entonces empieza a llenar un par de platos con el resultado del estofado, dejándolos encima de la mesa junto a los respectivos cubiertos y unos vasos por el agua. Parece extraño disponer de tantos utensilios para comer como gente civilizada.
-La verdad es que no me pidieron nada directamente pero yo soy así, me siento en deuda con ellos. Ya se nos ocurrirá algo -se encoge de hombros mientras vuelve a tomar asiento, observando el contenido de su plato antes de volver la vista hasta Elim -¿Ya sabes lo que harás a partir de ahora?
-Ultimamente no he estado haciendo demasiados planes de futuro. Tampoco los hacía antes de conocerte...supongo que podría volver a eso. Aunque no hacer nada y fingir ser un borracho es más difícil de lo que parece.
Comienzo a comer, con calma. Estoy hambriento pero no quiero forzarme después de dos semanas en cama.
-Aunque igual debería quedarme cerca tuya, este estofado merece la pena.
No he tenido tiempo ni ánimos de pensar en que hacer. En realidad, no pensaba que sobreviviría. Creí que encontraría a Tara, la mataría, y moriría a manos de sus compañeros...tras llevarme a alguno más por delante.
-¿Qué tienes tú en mente?
Arruga la nariz con cierto desagrado cuando menciona lo de volver a hacerse pasar por el borracho del pueblo, después prueba el primer bocado -Si sólo es por la comida olvídalo -le da un suave golpe con el pie en el tobillo a modo de reprimenda, después niega con la cabeza.
-Yo tampoco estoy muy segura. Hasta ahora me había limitado a cuidar de mi hermano y tenerle como compañía era suficiente para mí. Quizá soy más conformista de lo que creía -entrecierra momentáneamente la vista, después come en silencio durante unos segundos, pensativa -No creo que pueda prescindir de ello así que, bueno... si no te molesta demasiado tal vez podríamos hacernos compañía, aunque solo sea temporalmente -mira un momento su plato, resulta un poco ridículo que ese tipo de conversaciones le resulten más difíciles que disparar a un Infectado pero al menos está segura de no ser la única de la cocina que se siente así -Si conseguimos llegar hasta Nebraska juntos y sin matarnos creo que podemos seguir juntos. ¿Tú qué dices...? -da unos golpecitos con el tenedor en su plato, impaciente, pero al darse cuenta del gesto se detiene inmediatamente.
Finjo meditarlo profundamente, como si me costase decidir. Algo que no es cierto...prefiero quedarme con ella que volver a Boston. De largo. solo por la rareza de verla nerviosa.
-No creo que sea capaz de sobrevivir si no estás cerca para frenar mis ideas. Nos irá bien juntos.- sonrío -podemos ir a la biblioteca o por allí cerca. O...podemos quedarnos aquí. Esta gente...necesitarán ayuda. Personas que sean capaces de mancharse las manos y sobrevivir ahí fuera. Incluso podríamos presentarte a alcaldesa.
Valk asiente distraídamente mientras se lleva algunos bocados más -Podríamos probar como se nos da lo de vivir en grupo. Quizá es lo que necesitamos para encontrar nuestro lugar y decidirnos a quedarnos quietos, quién sabe. De momento tampoco tenemos muchas alternativas -ambos están demasiado lesionados como para emprender un viaje demasiado largo así que la opción de quedarse parece ser la más convincente para los dos -¿Alcaldesa? Anda, cállate -arruga el trapo que sirve de servilleta para lanzárselo a la cara, después sigue comiendo y ambos hablan sobre todo lo ocurrido durante el periodo que estuvieron desaparecidos e incluso antes de conocerse.
Quedan muchas cosas por saber el uno del otro pero ahora tienen mucho tiempo para ello ya que sus caminos seguirán unidos hasta quién sabe cuando.