Partida Rol por web

El tiempo pasa y después de haber tenido toda la mañana y parte de la tarde las hojas de Árbol Deku hirviendo, éstas se vuelven de color blanco y el agua pasa a tener un tono verdoso brillante, como el de las hojas... la poción ya está lista para ir tomándola cuando Falare se sienta sin fuerzas fuera del bosque...

De todas formas, la noche está cayendo y no sería muy inteligente emprender el camino hacia la Ciudad de Hyrule con los peligros que podrían acechar de noche en los caminos.

Observo con cierta mezcla de alegría y nostalgia (sí, a pesar de no haberme ido aún de mi hogar) cómo la infusión toma finalmente forma tras varias horas de ebullición.
Hace un rato que tuve que prender las velas de casa pues cayó la noche y, a pesar de que no quiero alargar más mi aciago destino, sé que lo más sensato es descansar antes de partir y, además, no hacer esto último de noche.

Acomodo por toda la casa cojines y saco sábanas para todos aunque sé que algunos tendrán que dormir en el suelo, pero al menos me alegro de que mi hogar siempre haya sido un lugar calentito en invierno y fresco en verano, así que no debería haber problema.
- Bueno... esto ya está... - digo señalando con toda la mano al cazo con la infusión antes de llenar una pequeña botella con ella con todo el cuidado del mundo. Hecho esto y tras colocar los cojinesy sábanas añado-: Creo que lo mejor es que descansemos y partamos con el amanecer. Si el Bosque está lleno de peligros por la noche no quiero pesar qué habrá de camino a Hyrule en esos prados de allá afuera. He sacado todo esto, supongo que alguien tendrá que conformarse con dormir en el suelo pero no dispongo de habitación para invitados, jeje.

- Tranquila Falare, podrás volver a tu hogar muy pronto - dice Yard intentando tranquilizarla, aunque poco convencido -. Además, es una oportunidad para conocer el mundo fuera del bosque. Hay cosas preciosas y maravillosas. Y cuando vuelvas... ¡¡serás la envidia de todos y tendrás muchas historias que contar!! - exclama, trasmitiendo emoción con su voz.

Mientras tanto, se ha ido poniendo cómodo en el suelo. Le gustaba lo natural, y prefería el suelo a dormir en una casa, a pesar de que sabía que si había casas naturales en Hyrule, esas eran las de los kokiri.

Linnet hace un breve ofrecimiento a Falare por si quiere que le ayude con todo lo que tiene que hacer... ya que esa noche la pasaran en la casa de la pequeña kokiri y esta estaba yendo y viniendo, pero con un mero gesto de Falare desiste. Intenta suponer que Falare prefiere estar haciendo cosas y no pensar mucho...cosa en parte logica, los hylians le dan conversacion pero en parte son una molestia.. y la casa no es muy grande (para ellos claro) pero se basta y se sobra. Los hylians parlotean entre si, por haer algo

Antes de irse a domir,  la chica le vuelve a preguntar algo, bueno mas bien comentarle algo:

-Falare, ¿seguro que no somos una molestia? Podemos dormir al raso... no nos pasara nada...

Le costaba concebir la idea de que una casi extraña les dejara entrar en su casa porque si. Fuera cual fuera la respuesta, se despediria de ella y desearia buenas noches.Tambien agradecia el gesto a Yard, desde luego no se parecia en nada al infame Kukuru:

-Gracias, Yard, es todo un gesto...

Miro al jóven muchacho con una amplia sonrisa al escuchar sus palabras de ánimo y me siento afortunada porque es cierto, tal como él bien ha dicho, si algún día regreso aquí tendré muchas historias que contar, especialmente teniendo en cuenta qué soy y que mis hermanos nunca han estado fuera del Bosque, como yo hasta ahora.

Cuando estoy a punto de irme a dormir a mi pequeña cama la chica habladora me confiesa que no le importaría dormir al raso pero, sinceramente, tras las palabras de Padre sobre el mal que acecha nuestro mundo, preferiría que eso solo lo hiciéramos de ser necesario. Teniendo mi casa y pudiedo dormir en ella todos calentitos no veía por qué habría de ser de otro modo.
- Oh, no, no, no sois molestia alguna. Además yo prefiero que estemos todos juntos, a menos que os incomode a alguno tener que dormir en el suelo, claro, pero aquí estaremos mucho mejor que ahí fuera y no habrá posibilidad de que mis hermanos os molesten con sus juegos en mitad de la noche. Creedme, lo harían. Al fin y al cabo, algunos aún son pequeños...

- Muchas gracias, damas - dice Yard, haciendo una reverencia exagerada y graciosa -. Entremos entonces, ya habrá tiempo para dormir al raso más adelante...

Aunque al joven Yard le gustaba la naturaleza, consideraba que en aquel momento era más importante permanecer juntos y conocerse, crear complicidad. Seguro que la necesitarían durante su aventura. Ya acamparían al raso cuando empezase su expedición.

La noche cae en el pueblo Kokiri, aunque las luciérnagas brillan como pequeñas estrellitas en la tierra... sin ninguna duda, ese lugar es una tierra mágica encantada...

El sonido de los grillos los acompaña los mece hasta quedarse dormidos en la cálida casita de madera de Farale...

Mañana será otro día...