Partida Rol por web

Gracías a su visión infrarroja William podía ver el estado de la estación a la perfección. A la izquierda una pared donde se podía ver que en el pasado había habido pantallas o mostradores de información. A la derecha, rocas que habían enterrado por completo lo que antes era una pared de cristal. Por el suelo había asientos estropeados e incluso alguna papelera. William juraría incluso que había algún hueso entre los escombros. El lugar por donde habían entrado era la salida de uno de los trenes, por lo que tuvieron que saltar un escalón para posicionarse en la vía. Más adelante el otro grupo avanzaba lentamente, pegado a la pared y siguiendo a Owl de cerca. Se dirigían hacía un pasillo, al cabo de un rato el pasillo daba una curva, y entonces los perderían de vista.

A cada paso que daba, las voces se acentuaban en su cabeza. Ahora podía discernir bien el tono, eran lamentos, eran suplicas. Parecía el susurro de los muertos. Nirameth le dio la mano, con miedo reflejado en sus ojos, y se la apretó.

Maria, cada vez más nerviosa a cada pasó que daban, se tornó hacia Nirameth.

-¿Tú también lo notas? ¿Las oyes?

No debe ser nada bueno... no deberíamos estar aquí.- Dijo Maria alzando la voz para asegurarse que todo el mundo la oía.

William se muestra algo inquieto, y trata de guiar al grupo a través de la estación desmoronada.

- Démonos prisa o perderemos a Matrika y los demás, esto está muy oscuro. Manteneos cerca mio.

- Las oigo. - Dijo Nirameth, sería. - Pero siento que tenemos que avanzar.

Al rato alcanzaron al grupo de Matrika. Parecía que era más fácil guiarse a partir de William que de Owl. Cuando estuvieron cerca pudieron ver que Matrika se había hecho un corte en la pierna, aunque no parecía importarle que sangrara, por ello estaban avanzando lento.

- No es nada, en serio. - Dijo Matrika con una sonrisa forzada antes de que nadie pudiera intervenir.

Cuando giraron en el pasillo se encontraron en línea recta con otro. La oscuridad era mucho más intensa en este, pero al menos podían ir pegados a la pared para seguirlo. Durante el camino Nirameth se tropezó con algo, pero se levantó deprisa, ignorando que podría haber sido. Otro giro en el pasillo y por fin vieron algo de luz, al fondo, había una grieta a la derecha. Desde esa distancia parecía bastante grande como para colarse por ella.

Cuando llegaron adelante vieron que a luz provenía de una zona situada unos niveles por debajo de aquel lugar. Lo que vieron allí los dejó de piedra. Ante ellos se expandía una gran ciudad, con grandes edificios derrumbados, antiguas esculturas y una cúpula enorme que impedía que el resto de la ciudad fuera aplastado por las rocas. La luz de la ciudad provenía del centro en la misma, lejos de donde estaban. Había un edificio que llegaba hasta lo alto de la cúpula, con paredes de cristal de cuyo interior salía una luz intensa. En la base del edificio había algo que se movía, aunque a aquella distancia no podían captar bien que era, pero parecía un ser vivo.

Al bajar un poco más pudieron apreciar con más detalle de que se trataba. Seres con forma humanoide de largas extremidades y piel blanca estaban golpeando las paredes del edificio, parecía que con la intención de entrar. Emitían extraños aullidos de dolor con cada golpe que daban a los cristales. No parecía que ninguna hubiese captado la presencia del grupo, pero por su estado parecían agresivos y famélicos.

Las voces se acentuaron de forma repentina en la cabeza de Maria. Ahora podía oír los lamentos más claramente, y podía notar que venían de los seres en la base del edificio.

- Ayuda...!
- Socorro...!
- Apagad la luz...!
- Duele...!
- Basta...!
- Salid de aquí...!
- No escapareis...!
- Venganza...!

Un remolino de voces se mezclaban en la cabeza de Maria, que estaba comenzando a notar un fuerte mareo.

Brokk se acerca lentamente a la parte delantera, donde están Matrika, Rat y Owl, y sin dejar de mirar a esas criaturas, dice en voz baja y con toda la calma que puede:

- ¿Para llegar a la otra salida tenemos que cruzar por aquí?

William sigue a Brokk y se une al grupo, diciendo entre susurros:

- Cambio de planes: Salir de aquí cagando ostias. Creo que ninguno de nosotros quiere acercarse a conocer a nuestros nuevos amigos.

- Creo que tienes razón. - Dijo Frank mirando a William. - Buscaremos algún otro camino.

El grupo parecía dispuesto a dar la vuelta pero algo se lo impidió.

- Esperad. - Soltó Nirameth de pronto. Se adelantó y miró hacía el edificio. - Puedo sentirlo, en el interior de aquel lugar hay otras mentes, mentes humanas. - La expresión de inocencia se le había acabado por completo en ese momento, ahora se veía seria.

Tras sus palabras, se tocó la cabeza, dolorida, y tuvo que sujetarla Frank para que no se cayera, se había desmayado. Frank le cedió Nirameth a Maria. Matrika miró al grupo y después miró al edificio.

- Como ella... - Fue lo primero que dijo Matrika. Pero después volvió a mirar al edificio. - Las voces, podrían ser ellos, las personas que están dentro del edificio... Podrían ser ellos. - Miró a Frank, suplicante.

- Matrika. - Dijo Frank, serio. - Es demasiado peligroso. - Tu padre y los otros... ¿Como podrían haber llegado hasta ahí dentro? No, sea lo que sea que este pasando, no creo que sea de nuestra incumbencia.

Matrika bajó la cabeza, deprimida.

- ¿Y que opción nos queda? - Miró a Owl. - ¿Recordáis como se llega a la base desde aquí?

- Si pero... - Owl miró a los seres, preocupada. - Cuando vinimos no vimos a ninguno de esos... monstruos. El camino pasa por la ciudad.

-Ahora estoy segura! Son voces humanas!- Dijo Maria mientras apuntaba con el dedo índice hacia la edificación donde se encontraban las extrañas criaturas.

-Hay alguien que está pidiendo ayuda, esoy segurísima. Deberíamos ayudarlos. Cabe una posibilidad de que sean vuestros amigos.

- ¿Estás convencida de ello, Maria? - dice Brokk, pero sin esperar respuesta: - Porque en ese caso, no me pienso quedar aquí lamentándome.

Brokk saca su peinavaja, se retoca el pelo y mientras comienza a moverse hacia delante, con un valor (o petaera) típica de los macarras de los suburbios, comienza a caminar encorvado con las manos en los bolsillos hacia el centro. Entonces se gira hacia el grupo, y en un tono que ya no pretende ocultarse en las sombras, como hasta el momento, dice a todos:

- Si os quedáis ahí pasmaos voy a ir yo solo y me llevaré la gloria y riquezas que pueda haber en la vieja Cele. Así que ya sabéis - y hace un gesto de adiós con la mano -.

Tras las palabras de Brokk se formó un silencio de pronto en el lugar. Los seres habían dejado de golpear los cristales de pronto y en ese momento buscaban con la vista la fuente del sonido. Varios de ellos no tardaron en detectar a Brokk en medio de la calle y comenzaron a correr hacía él.
En cuanto al grupo, todos se habían quedado pasmados, Rat y Owl se habían escondido detrás de Matrika, con miedo de lo que pudiera pasar, Frank y Matrika miraban a Brokk incrédulos.
Al cabo de un rato, cuando varios de los seres se dirigían a Brokk, Matrika fue la primera en reaccionar. Cogió a Rat y Owl de las manos y los condujo hacía una zona alejada y resguardada. Tras esto, se quedó esperando en una esquina, dispuesta a atacar si alguno de los seres se acercaba.

Cuando los seres se detuvieron, las voces dejaron de sonar en la cabeza de Maria. Y los lamentos fueron sustituidos por palabras como:

- ¿Donde esta...?
- ¿Quien es...?
- ¿Que es lo que quiere...?
- Viene a hacernos daños...
- Daño...
- Daño...

Y cuando los seres comenzaron a correr hacía Brokk, Maria los escuchaba cada vez de forma más clara.

- ¡Debe ser eliminado...!
- ¡No más dolor...!
- ¡Muere...!
- ¡Muere...!
- ¡Muere...!

Maria podría jurar que las voces provenían de los seres. Nirameth seguía desmayada en su regazo.

William, aún incrédulo, se frota los ojos ante la inconsciencia de Brokk, y tras unos instantes se acerca hasta donde él estaba, situándose a su lado.

- No te vas a llevar toda la fama, si es lo que pretendes. Estás avisado.

Parecía que Brokk solo inclinaría la cabeza hacia un lado como respuesta a William, pero sin mirarle aún dice:

- Bueno, no me importa compartirla contigo - dice Brokk sacando la peinavaja de nuevo, puesto que se acercaban esas cosas - ¡pero me tienes que invitar a una copa a la vuelta!

Maria se queda contemplando la torre que se avecina ante ellos, como esperando a que esta les mande alguna señal o haga un intento de comunicarse. De pronto, se encara hacia Brokk al grito de espera.

-Espera! Son inocentes, no les hagas daño!

Las voces no son de tus amigos, son de esta pobre gente!

Cuando Maria intervino una de las criaturas detuvo su carrera y la miró. Se quedo mirándola largo rato, sus enormes ojos parecían reflejar sorpresa. Las otras criaturas se pararon también cuando vieron detenerse a la otra. Cuando parecía que iban a ir hacía la posición de Maria de pronto el sonido de unos altavoces alertó a todo el mundo. Las criaturas dejaron de prestar atención al grupo y volvieron a centrarse en la torre. Al cabo de un rato una voz habló.

[CAMBIO DE TEMA]