Partida Rol por web

- T-tío. - Dice el chico, al que Brokk le ha robado la moto, con tono nervioso. - Yo que se, antes funcionaba. 

Cuando el chico ve que alguien esta forcejeando con la entrada de la trampilla (por la que ha salido el grupo) sale corriendo aterrorizado hacía fuera del callejón. Con la fuerza que está haciendo, Hielo no tardará en abrir la trampilla. 

- GILIPOLLAS! - grita Brokk al que corre.

En ese momento, Matrika da un golpe con su pierna derecha en la moto, y el motor comienza a rugir con normalidad.

Brokk se gira un instante hacia Matrika y dice: "Wow".

Y esta vez definitivamente arranca, y sale a toda velocidad hasta la carretera (o el equivalente de los suburbios) más cercana.

Cuando Brokk consigue poner en marcha la moto es cuando William activa su gancho y se impulsa hacía uno de los tejados más próximos al lugar. Antes de continuar con su marcha pueden ver que Hielo acaba de romper la trampilla y grita con rabia toda serie de insultos. 

El avance a través de los callejones es frenético pero sin incidencias. Si bien se cruzan con gente por el camino, a la mayoría la pillan por sorpresa o no les dan tiempo de actuar. Además de ello, Brokk no tarda en darse cuenta de que la moto que ha robado esta trucada para alcanzar una velocidad superior a la que debería, por lo que se puede aprovechar de este hecho. Por su parte William intenta seguirle el ritmo a Brokk, enganchándose en los tejados más cercanos a su trayectoria. Desde las alturas puede ver que en los lugares que dejan atrás se está comenzando a movilizar la gente. 

Así continúan la marcha, temerosos por lo que queda atrás, huyendo de un perseguidor invisible. Si bien no tienen un rumbo fijo que seguir, solo está claro que tienen que escapar de ese lugar, y que la salida estará dirección al desierto. 

Una vez abandonan por fin el territorio de Sweet Lust, pueden respirar tranquilos, aunque no abandonan la marcha. La moto que ha robado Brokk no tiene la capacidad para circular por la arena, por lo que rapidamente tiene que dejarla tirada. Tras un largo camino, y cuando por fin creen que están fuera de las garras de esa mujer, se detienen en lo que parece ser una grieta natural de roca entre las dunas. No tiene mucha profundidad, pero sirve lo justo para resguardarse de la arena y descansar. Todos están exhaustos. 

Brokk le pega una patada a la piedra mientras grita: "Mierda".

No para de dar vueltas mientras parece que busca algo en su chupa. Finalmente, saca un único cigarro que enciende con temblores. Sin pensar mucho en lo que dice, le tiene el cigarro a Matrika:

- ¿Quieres compartirlo? Creo que no me queda otro - dice Brokk mientras con la otra mano vuelve a palparse la chupa -.

Era la única manera que se le ocurría a Brokk de calmarse. Fumar.

Matrika le arranca el cigarillo de la manos a Brokk, lo estruja en su mano y después lo tira al suelo, con rabia. 

- No es momento para esto. - Se sienta en el suelo, apoyada en la pared de roca. - Nunca tuvimos que ir a ver a esa loca... Solo ha empeorado las cosas. - Flexiona las piernas contra el pecho y se las abraza. - Solo ha provocado más muertes... Richard, Maria, Nirameth y encima... Seguro que Domino no saldrá de esta. Incluso hemos perjudicado a aquellos que no estaban implicados. 

Brokk se sienta al lado de Matrika, a distancia prudencial.

Su pose no era tan traumática como la de Matrika, pero también parecía afectado. Por el momento, Brokk no dice palabra.

William se mantiene de pie donde esta, sin lograr articular palabra, pensando en todo lo ocurrido, sin verse capaz de abrir la boca, ni siquiera mirar a sus compañeros.

El tiempo pasa dentro de este silencio incomodo. El único sonido que se escucha es el del viento, pero a pesar de la sombra el ambiente se nota caluroso y cargado. Los tres están comenzando a sudar y el hambre no tardará en llegar. Después de echar una ojeada a las caras de Brokk y William, Matrika es la primera en hablar de nuevo: 

- Si Richard, Maria y Nirameth hubieran conseguido huir... - Dice pensativa. - ¿Tenéis idea de hacía donde irían? Yo... Yo creo que distraje a la mayor parte de sus perseguidores pero no los llegue a ver salir... 

- A saber... - dice Brokk, dando vueltas sin rumbo, con la cabeza gacha, como llevaba desde un rato - ¿Quizá hayan vuelto al taller de Ben?

- Quizás... - Responde no muy segura Matrika. - En todo caso... - Ahora a alcanzando un tono mayor de decisión. - Tenemos que movernos, si seguimos aquí solo conseguiremos morir deshidratados. Podemos probar en el taller de Ben, no se me ocurre otro lugar en el que pudiéramos estar seguros ahora mismo... Teníamos detrás de nosotros a las tropas de Cele y a los soldados de Coenn, ahora tenemos a la banda de Sweet Lust y dentro de nada nos tocará huir del Informador. No me gusta abusar de la hospitalidad de la gente, pero pronto ya no tendremos lugar en el estar. - Se levanta. - ¿Nos ponemos en marcha?

Tras plantearse su situación a William y Brokk no les parece mala idea el comenzar a moverse. Al menos el cansancio se ha disipado levemente con la parada. 

Por tal de pasar inadvertidos se ven obligados a cruzar pleno desierto para llegar hasta el taller de Ben de nuevo. Parece que la actividad en los suburbios se ha tranquilizado y los incendios ya se están extinguiendo. A su vez, ya no se ven tantos robots patrullando y hay pocas naves entrando y saliendo de Cele. Tras este cansando paseo se nota que los efectos del atardecer comienzan a afectar al desierto, y la calor se hace menos sofocante. A pesar de ello cuando llegan al pueblo donde está situado el taller de Ben están agotados. 

Una vez entran dentro del taller, tras llamar a la puerta y que Shiro les abra, consiguen plantarse en la silla más cercana antes de que Ben comience con las preguntas. 

- ¿Que ha ocurrido? - Dice nervioso. - ¿Donde están los demás? 

Ben hace un gesto con la cabeza y Kuro corre a buscar un jarrón de agua y tres vasos. 

- Alguien creyó que hacerse el héroe frente a todos los amiguitos de Sweet Lust sería divertido - dice Brokk con ironía - y aquí estamos los 3 más sensatos. Viejo, te quedan cigarros?

Matrika fulmina con la mirada a Brokk cuando menciona los cigarros, pero después vuelve a centrarse en el descanso de su espalda en la silla. 

- Yo ya no meto en el cuerpo esa basura, prefiero no morir tan rápido. - Es casi imperceptible, pero se nota que Ben le echa una ojeada a Kuro tras estas palabras. - Así que los más sensatos, eh. - Dice como si le pareciera gracioso, pero después endurece el rostro. - Lo más sensato sería que no os hubieseis acertado ni a 1 km de esa loca, pero quien soy yo para deteneros... Al fin y al cabo creo que ya habéis aprendido la lección. Entonces, ¿Que es lo que ha pasado? 

William siente una vibración en el bolsillo, la vibración típica de una llamada entrante en el transmisor. 

William se aparta un poco del grupo, más por educación que por evitar que le escuchen, saca su transmisor y responde a Jake:

- Espero que tengas buenas noticias - dice con voz preocupada.

A Ben le pilla por sorpresa lo que esta haciendo William, así que se para a observarlo en vez de continuar insistiendo en la conversación. Por su mirada se nota de que espera una explicación. 

- Lamento decir que no, señor. - Dice Jake a través del transmisor con tono de preocupación. - Temo que alguno de los supuestos aliados que tenía en los suburbios me ha traicionado y ha revelado mi ubicación... - Pequeña pausa. - Digo esto porque ha llegado una tarjeta de G. Smith. Creo que debería escucharla... Voy a transmitir el mensaje de la tarjeta a través del comunicador:

"Saludos D, te has vuelto muy escurridizo desde la última vez que hablé contigo, pero creo que tenemos asuntos pendientes que tratar. Seamos sinceros, ninguno tiene ganas de ver al otro y no discutiremos quien traicionó a quien, pero ha llegado hasta mi que has estado muy ocupado y yo podría ayudarte. Te invito cordialmente a que tengas una reunión conmigo para que podamos poner nuestras ideas en acuerdo, y no olvides de traer a tus amigos. No creo que haga falta que te recuerde de que habrá consecuencias si no aceptas la invitación. Hasta pronto." 

Jake tarda un poco en hablar. 

- Yo... - Dice con tono triste. - ¿Que va a hacer, señor? 

El rostro de William sería un poema si alguien pudiera verlo en esos momentos. Blanco como la cera, necesita de unos momentos para recomponerse, y de unos momentos más para meditar sobre la situación. Finalmente, dice:

- Voy a reunirme con El Informador. Ya va siendo hora de aclarar este asunto tan turbio.

[FIN DE CAPITULO]