Partida Rol por web

La mañana transcurría normal, las palabras del padre Olav Fykse Tveit dando final a la última misa del año en la mañana del treinta de diciembre. Afuera no hacia tanto frio como hacia pocos días, la temperatura había subido a nueve grados, pero empezaba a a caer una llovizna.

Aquel día no habían tareas asignadas aun a los chicos huérfanos del "Korsvoll akuttinstitusjon for barn" en las afueras de Oslo, Noruega. Todos se había vistos arreglados para la última misa del año con sus mejores prendas de vestir, peinados y arreglados.

La iglesia queda a unas pequeñas 4 cuadras largas del Orfanato, y era la encargada junto con la ayuda del estado de administrar los recursos y el cuidado de los chicos. Su estructura daba la noción de una arquitectura antigua notando las vigas de madera del techo que ampliaban el lugar buscando mejorar la acustica a pesar de sus ángulos marcados sostenidas por pilares de piedra tallados a mano; donde destacaban sus amplias ventanas, algunas con vitro, que alimentaban la iluminación del lugar y eran acompañadas por arañas de hierro a las cuales se les había adaptado el sistema eléctrico.

- Amén y que todos tengan un feliz inicio de año - Con estas palabras se despedía el reverendo desde la zona un poco más elevada donde se encontraba el altar, ornamentado con aquellas ropas eclesiásticas de blanco y verde, colores de la pureza y el jubilo de la vida nuevo.

Habían empezado la salida, y poco a poco salían de a grupos todos ellos encabezados por un encargado. - Ivar y Bastic, vengan un momento por favor - Agregó poco después mientras se acercaba al extremo de la alfombra opuesto a la salida mientras el resto del grupo de adolecentes salían de forma ordenada y respetuosa. . ¿Qué le esperaría el día a Bastric?

El tiempo ha pasado… desde aquel frio invierno… pasó tan rápido ante mis ojos… tan rápido. Los copos de nieve cayendo lentamente cubrían la suave hierba y los altos árboles centenarios como un manto blanco el cual era suave al pisar pero frio al tacto. Los animales se refugiaban en sus guaridas para protegerse del frio y terminaban de almacenar su alimento; algunos preparándose para entrar en un sueño profundo; otros, cubiertos de un gran pelaje al lado de su familia, van en busca de hierba y frutos que aún se mantenían intactos a pesar de las bajas temperaturas; mientras tanto los depredadores siguen la cadena alimenticia, manteniendo su posición superior. Todo sigue su curso natural… los fuertes sobreviven y los débiles mueren… Todo en equilibrio, ese invierno no duró como los demás. Fue fugaz, se fue y con él lo que más amaba… Ya ha transcurrido el tiempo, las agujas del reloj suenan en mi cabeza como un pájaro carpintero construyendo su hogar en un gran roble; pero es más lento, a un ritmo pausado. He tratado de ser fuerte… La ausencia de mi familia dejó un gran vacío en mi corazón. En las noches, antes de dormir, miro al cielo suplicando que nos reúnan en mis sueños. Y ahí los encuentro, sonriendo ante mis ojos. Veo la imagen de mi padre junto con mi madre abrazados mientras ella toma una taza de chocolate, me veo a mi misma saliendo con mi hermano haciendo esas largas caminatas. Me hace sentir tan cerca de casa al inicio… luego eso se convierte en una dolorosa escena donde escucho las últimas palabras de mi hermano Andy y de mi padre. Donde mi padre sostiene el cuerpo sin vida de mi madre entre sus brazos. Me levanto sudorosa y agitada de mi cama… Todas las noches me demuestran que aún falta un largo trecho para poder superar lo ocurrido o tal vez nunca lo llegue a superar. Recuerdo la cálida sonrisa de mi madre, a pesar de la muerte de Andy. Nunca me dejó de brindar amor, y fue muy comprensiva con la fase de duelo por la que pasaba mi padre. Ella nos amaba y estaba dispuesta en convertirse en el pilar de la familia… nos mantenía fuertes. Ella dormía conmigo y me decía que Andy estaba en un lugar mejor… ahora solo espero que mi padre y mi madre se encuentren junto a él. Aunque no pude escuchar las últimas palabras de mi madre, sé que ella perdona a mi madre, sé que ellos ahora están felices. Aunque a veces tenga el deseo de estar junto a ellos, sé que tengo que cumplir la voluntad de mi padre. Han pasado los días aquí en el orfanato, me siento sola… A veces siento que hacerme la fuerte es mi problema. Quiero comenzar de nuevo y hacer amigos en el camino siguiendo siempre las reglas del orfanato al pie de la letra. Existe un lugar donde logro encontrar la paz conmigo misma. Es un lugar donde suenan ecos angelicales, esos ecos envuelven mi cuerpo de vibraciones y me llenan de energía de la buena. Me siento más cerca de mi familia. Me los imagino en un paraíso rodeado de nieve flora y fauna silvestre donde los cálidos rayos de sol caen sobre todos los seres vivientes dándole una sensación de confort, un hermoso lugar donde hay un equilibrio total y me siento a salvo. Las misas están a cargo del padre Olav quien habla con sabiduría, trato de asistir siempre. Llegó el día especial donde todos los huérfanos debían asistir con vestimenta muy formal, estoy entusiasmada. Escuché las palabras del padre Olav. Siempre me gustó escuchar a los mayores y aprender de ellos, son una gran fuente de sabiduría. Al terminar la misa me dirigía a la salida junto con otro huérfano llamado Ivar quien parecía ser alguien agradable. En ese momento el padre Olav nos llamó, empecé a sentirme ansiosa. ¿Qué tendría que decirme el padre? Me dirigí presurosa hacía el padre junto a Ivar, expectante de las cosas que nos vaya a decir.

Todos habían recibido tareas para preparar la cena de fin de año, pero por cosa del destino aquellos dos jóvenes habína logrado evitar responsabilidades. Pero para su mala suerte, pero equidad dentro del orfanato, el padre recordaba aquella situación por lo que esbozó su voz a los jóvenes. - Bien, resulta que su tarea no fue olvidada. Simplemente había que esperar la confirmación de la panadería - les informaba a los chicos mientras empezaba a buscar debajo de su túnica, para luego sacar una billetera. De allí, saco un gran fajo de dinero y un papel con anotaciones, no eran difícil creer que la compra sería para el consumo de la noche para todo el orfanato.

- En la lista, está claramente marcado lo que deben comprar – El hombre sonrió con amabilidad. Por lo general su forma de interactuar con los jóvenes huérfanos era muy amable, incluso cuando los chicos cometían alguna picardía o se portaban mal, siempre les hablaba con mucha educación y tranquilidad – Con el cambio pueden comprarse algunos dulces si gustan, pero, que sea un secreto entre nosotros – Les dedicó una mirada cómplice.

Aquel muchacho siempre se había comportado bien con Bastic, revoloteando de un lado a otro a su alrededor desde que la chica había llegado. Incluso le había comentado su sueño de ser futbolista cuando fuese grande. Dentro del orfanato, Ivar tenía fama de travieso, siempre bromeando o causando problemas. A pesar de ello, todos le apreciaban y sabían que él había quedado solo en un accidente de tránsito, donde él fue el único sobreviviente. De alguna manera, Bastic podía sentir que el chico siempre trataba de llamar la atención de ella ¿Tal vez le gustase?

Con velocidad, la mano del muchacho se estiró y tomó el dinero dando una leve sonrisa aprobatoria al párroco y a la muchacha. - Como usted diga señor - respondió Ivar mientras guardaba el dinero en su bolsillo. El joven de pelos rubios miro de forma cómplice a su nueva compañera de tareas, a la cual le había ganado de mano una de las principales responsabilidades.

Cuando llegué al orfanato aquel día, todo era gris  ante mis  ojos, sabía que estaba entrando en una fase de duelo,  donde sería difícil salir y aunque trataba de fingir fortaleza ante los demás niños y adultos del lugar, aveces se me hacía difícil, durante clases me perdía por horas  mirando a las afueras de la ventana, preguntando me donde estaría mi familia. Me sumergía  entre olas de recuerdos en las noches, mi apetito es casi nulo, mi mirada estaba perdida, trataba de ocupar mi mente en compartir con los demás, pero mientras mi mente estaba tratando de distraerse mi alma estaba destrozada, escuchaba por horas y horas a los demás niños acerca de sus travesuras e historias. Mis oídos escuchaban claramente pero al pasar los minutos, todos los sonidos del exterior se distorsionaban y solo escuchaban mis voces internas. Creo que los que estaban alrededor lograban notar una sombra alrededor de mí, notaban mi sonrisa fingida, y mi mirada perdida...

Así que decidí darme la oportunidad de escuchar con atención esos pensamientos irracionales, pero me negaba expresar mi sentir.

A los días, un muchacho de cabello rubio,  llamado Ivar,trataba de acercarse a mí, lograba sentir su interés por mí, era uno de los más bromistas en el grupo,  hacía reír a todos, llenaba de buen humor  a cualquiera que estuviera a su lado, escuchandolo.

Pero no lograba captar mi atención, trate de ser amable, y todos los días empezamos a entablar conversación. Ese jóven parecía que siempre me seguía a todos lados, con el pasar del tiempo logró ganar mi simpatía hasta el momento. Recuerdo aquella vez que le pregunte acerca de su historia y cómo termino ahí, me contó que él no se dió cuenta de que pasó, fue un accidente de transito, perdió a toda su familia en esa ocasión, sin embargo su mirada siempre estaba encendida de alegría.Su sueño es convertirse en un futbolista famoso. Ese niño siempre se metía en problemas, hacía muchas travesuras. Él tiene un sueño, yo perdí de vista los míos...

Una noche de tantas, llegue a preguntarme cómo ese niño podría sentir alegría después de lo que pasó. Me  dí cuenta de que no soy la única que pasa por ésto, todos aquí somos luchadores, que siguen en pie a pesar de las adversidades, y que no importa cuál sea nuestra historia o de donde vengamos, todos llevamos una carga, que debemos aligerar, el tiempo todo lo curará. Supongo que éste niño ya sanó sus heridas. Soy afortunada de haber escuchado las últimas palabras de mi padre y de mi hermano, hay personas que nunca las llegaron a escuchar, y al despertar todo lo habían perdido. Se que tengo que dejar todo ir, o si no voy a enfermar y nunca podré tener una visión multicolor de la vida, si sigo así enfermaré y no podré vivir mi propia vida.

La presencia de Ivar siempre me ha dado fuerzas para seguir, lo aprecio mucho...él con sólo su existir me ha hecho recapacitar...

Al día siguiente decidí  sonreirle a la vida, Ivar dijo una broma muy tonta, todos se callaron esa vez, yo fui la única que reía como una loca, que más bien parecía una risa nerviosa..

Ivar sólo me veía, era la primera vez que me hizo reír...

Mi objetivo principal, era hacer amigos, creo que éste es un nuevo comienzo, quiero retomarlo  llegarlo a cumplir algún día.

Esa misma noche en mi cuarto, decidí soltar todo mi sentir...

Esa noche...lloré cómo una bebé toda la  noche...

Al despertar, mis ojos estaban hinchados, mi almohada estaba húmeda y tenía un fuerte dolor de cabeza.

Pero  tenía una sensación de ligereza en mi alma, ahí me di cuenta que llorar no es símbolo de debilidad....

A partir de ese momento yo era otra, ahora tenía un amigo y mis ojos podía ver con claridad.

Ese día decidí disfrutar los  pequeños momentos que me repara la vida.

Ivar cambió mi vida sin darse cuenta...

Aveces en nuestro camino nos encontramos con ángeles que nos ayudan a cambiar y nos dan alivio, Ivar  lo  es para mí...

-Nos dirigimos hacía el padre,  con la sorpresa de que  nos encomendó una tarea, tenemos que comprar con el dinero  que nos dió, los insumos  de la panadería que se iban a compartir con los  niños del orfanato. Acabo de notar  en Ivar una mirada de complicidad, algo me dice que, mi  querido amigo,  nos va a meter en problemas...

En parte sentirme cómplice de algo, me hace sentir feliz...

El viaje en bus era toda una aventura para los chicos que permanecían todos los días en el orfanato, así que rara vez hablaban y solo se limitaban a observar el paisaje de la ciudad. Si bien hacía frío aquella mañana, no era tanto como en otras ocasiones donde la nieve ni dejaba salir a la calle a los transeúntes. La gente iba de un lado a otro comprando regalos o últimos detalles para la noche, por lo que las calles estaban más activas en aquellas fechas que de costumbre. Las tiendas rebosadas de colores y luces se veían en todos lados.

Los chicos bajaron y caminaron velozmente, principalmente porque Ivar iba apurado casi corriendo emocionado, hasta llegar a la calle Karl Johnas Gate. Allí al fin paró, giró y sonrió a Bastic.

- ¡Gané! – Rio a carcajada – Sin dudas sigo siendo el más rápido, jeje – Haciendo alusión a una inexistente carrera – Vaya si que esta movida hoy la ciudad, me alegra que nos hayan elegido para hacer esta tarea, me gusta estar contigo- Se sonrojó - ¡No-no-no digo que sea co-como una cita! – Se sonrojó aun más e incluso tartamudeaba un poco y le dio la espalda a la chica – Simplemente me divierto mucho a tu lado.

El muchacho empezó a caminar despacio rumbo a las tiendas  - Desde el accidente, siempre sentí que debía continuar con la alegría de antes, así le hubiese gustado a mi madre ella era muy buena y tierna, aunque trabajaba mucho y yo me metía en problemas para llamar su atención – Se rascó la cabeza – Mi padre era un despreocupado total, pero compartíamos la pasión por el futbol, le prometí que jugaría en la selección de Noruega y ganaríamos el mundial, jeje, por ellos sigo siendo yo, para que estén donde estén se sientan orgullosos – Su tono era un poco más serio – Sabes, algún día seré un futbolista famoso y… te llevaré conmigo a viajar por el mundo.

Emprendimos al fin nuestra misión,  que nos encomendó  el padre, estoy sumamente emocionada, vamos a salir de orfanato a la ciudad,  en compañía de mi amigo Ivar,eso quiere decir que  nos tiene confianza, mi buen comportamiento no ha sido en vano...

Al salir de las grandes puertas de la institución, mis ojos se maravillan al  ver   el resplandor del sol filtrarse através  de la nubes y distribuirse en toda la región,  escuchar el ruido de la gran ciudad, autos pasar,  personas hablando o  riendo, el sonido de las aves es ejemplar, la suave brisa me rodea como una fina caricia, este sentimiento de libertad  me hace sentirme como en casa.

Nos montamos en un bus, fui directamente a la ventana, no quería perderme ni un solo instante de apreciar la ciudad, pocas veces en el pasado tuve la oportunidad de  visitar la ciudad con mi padre. Ivar luce tan feliz como yo, al bajar del bus sale corriendo a prisa, pareciera que lo ve como una competencia, trato de seguir su  el ritmo, esta sensación de libertad, me hace tener un deseo intrínseco  de salir corriendo y emprender una aventura. Al llegar al destino Ivar me sonríe y  y alardea de un triunfo  de  una carrera que no existió,  me hace reír...

Ivar es mi mejor amigo del orfanato, aveces me pregunto que hubiera sido sin él  en mi  estadía en el orfanato...

Dice comentarios aveces muy extraños,aveces siento que él  se siente atraído por mi, pero prefiero no hacer suposiciones, acaba de mencionar  en el trayecto que quiere   participar en el mundial  representando a Noruega  y que quiere llevarme con él... se bien que lo va a lograr, él es muy bueno, lo aprecio mucho,  si mi deseo se llega a cumplir, emprendería una gran aventura me gustaría que él estuviera a mi lado.

Bueno, es hora de empezar la interacción. Es importante en el rol que tu personaje hable, haga cosas, no solo sentimientos y sensaciones. Tu personaje debe hablar e interactuar con lo que le rodea, los PNJ y los PJ.

Para hablar, se marca por lo general una barra que indica el inicio del dialogo y se pone en negrita.

- Hola Bastic ¿Cómo estás?

Para susurrar se usa lo mismo pero en cursiva.

- ¿¿Escuchas ese ruido??

Pensamientos, solo en cursiva, sin negrita y con comillas.

“- Uhm… creo que tengo hambre”

Gritar negrita y mayúscula.

- MALDITOOOOOOO

Prueba darle más acción a tu personaje, imita un poco más los post que te hacemos con Ivar.

Entendido