Partida Rol por web

Como tiende a decirse,cada cual va a lo suyo. Un par de caballeros de peleas amorosas (cuyo resultado no parece ser el esperado), alguno que otro bebiéndose fluidos corporales, otros omitiendo toda norma de ortografía o coherencia... Una noche normal en una taberna de postín como en la que os encontráis. Con todo, la gran mayoría ha solicitado o se ha referido de una manera u otra a las bebidas espirituosas. Es un efecto maravilloso que tiene eso de decir que la gente no haga una cosa. Como borregos a hacerla. Pero soy un Máster compasivo. Una buena persona en el fondo. Y si la gente tiene sed... Habrá que traer bebidas.

Cuando dije que los problemas atraviesan las paredes, no iba de coña. El golem de KOOL AIDS ^TM atraviesa la pared con propósito de calmar vuestra sed. Y lo acompaña nada menos que una horda de 100 goblins, pasando así al estilo marabunta. ¿Que tantos goblins no caben en una taberna? ¿Y que os hace suponer que quede taberna a vuestro alrededor? Demolido por la entrada de LA HORDA, el edificio se derrumba a vuestro alrededor. Casualmente, los cascotes golpean a los tres encapuchados misteriosos. Que cosas. Si hubiesen posteado seguro que no estaban en el sitio donde caían los cascotes. A su vez, Huracano parece encontrarse casualmente en el punto en el que el golem de KOOL AIDS ^TM atraviesa la pared. Pobrecillo, que hostia se debe haber llevado. 

Por otro lado, el grupo no parece poder resistirse a la sed. Ese golem parece tan... Refrescante. Da un palo atacar con tanta sed...

Puto bicho estaba yo ahi sera hijo de perra peinso mientras me levanto cogiendo una botella de cristal con cada mano y lanzándosela a los goblins con todas mi fuerzas al frito de:

-Morir pequeños hijos de puta, dame mi cerveza y dadmé mi bebida o me bebere vuestra sangre poco a poco mientras la vida se escapa de vuestras perras manos-solo una botella da a un goblin pero le hace 5 puntos de herida por lo que veo que cae sangrando al suelo.

Un enano rompebuches siempre esta listo para la batalla ( y más si son apstosos orcos). Sin tener miedo a nada y acostumbrado a ser el primero en lanzarse a la batalla, hace que los instintivos reflejos de Ulfgar de forma automática, coja su hacha de 2 manos y se lanza cargando y girándola contra el golem que estaba cerca de el y orcos de alrededor.

Y mientras su afilada hacha destroza y trocea orcos, grita con su voz grave "ARRR, MORIR BESTIAS INMUNDAS!!!", y sumido en el trance de la batalla tararea una antigua y milenaria canción enana transmitida de generación en generación desde los primeros enanos hasta hoy. "mmmm mm mmmm m mmm  mmmmmm mmmm mmm mmm mm mm"

La cara de Ulfgar se muestra llena de placer con cada gota orca derramada en el suelo.
 

-¿Es que vuestras madres nunca os enseñaron modales? Mi madre siempre me decía: "Hela, eres una inútil y una decepción para la familia. Nunca te quise." ¡Maldito trauma infantil!

Usa sus poderes para lanzar al gordo, pero le sale el tiro por la culata y sólo consigue cubrirle de líquido que parece lubricante de fresa, lo que le hace extremadamente resbaladizo.

"... FUCK"

Como la magia le ha fallado, usa su bastón para golpear a los goblins.

El Buey, en su infinita sabiduría sobre el mundo y sus habitantes, identificó rápidamente a la bestia que acababa de atravesar la puerta. Rápidamente(antes de que los críticos me fulminen por repetir dos palabras en dos renglones) Como un rayo advirtió a los parroquianos con su voz tenebrosa y cascada.

- ¡Cuidado! Es el Kool AIDS, acquired immunodeficiency syndrome*.- Dijo en palabras incomprensibles para aquellos arraigados aun a la carne y los huesos. Lo tradujo al pueblo llano.- Esa bestia tiene el síndrome de inmunodeficiendia adquirida, tremendamente contagioso. No os lo folléis sin protección. - El Buey solía usar una tripa de cerdo atada en un extremo con cuero, para poder meterla sin preocupaciones. Como ya había comentado , le gustaba probar cosas, en todos los aspectos , y más si tenía que ver con fluidos,mmm lubrificantes fluidos. - ¡Ni lo toquéis!.- La maga, sin saberlo, había impregnado a la bestia con un lubricante de fresa, lo cual podía ser de ayuda. Pero esta vez no veía solo el bicho, sino con 100 horrendos amigos verdosos. Esos seres inmundos debían morir y alimentar con sus cuerpos putrefactos a los gusanos antes de ir a por el golem. Su sangre regaría el piso, para que los espíritus salvajes pudieran beber de ella, absorber su fuerza y poder manifestarse. Él ayudaría a que eso pasase. Sacó el frasquito con la esencia vital del gordo grasiento. Abrió el vial y lo lanzó en medio de la taberna, ahora al aire libre. Mucho mejor, en los sitios cerrados los espíritus salvajes tenían menos influencia.

- Oh Espíritus de la Madre Naturalezaaaaa, que germinen las semillas como germinan cuando llega la primavera en las fértiles praderas.- Acabó los salmos con un golpe de su bastón y, del sitio donde había golpeado, surgieron dos espermatozoides guerreros. Eran como renacuajos, pero del tamaño de un hombre. Flotaban en el aire y tenían cara de pocos amigos.- No os cortéis pequeñines, acabad con todo lo que sea verde.- Los espermatozoides guerreros salieron disparados a las órdenes de El Buey, y se metían por todos los orificios abiertos de los goblins, destrozándolos por dentro. Otros cayeron estrangulados por las largas colas o despellejados a latigazos. ¡Tremendo espectáculo!

- Sisisisisisi, estupendo.- Dieron cuenta de seis de los verdosos enemigos antes de desaparecer, en un humo blanco y fino.

Vaya, tras la exhibición del mantecoso aparecen estos, justo lo que faltaba, al menos han venido antes de tener que pagar la cuenta. Hoskitar coge en cada una de sus manos un taburete, lanzándose contra los goblins, moviendo sus brazos cual aspas de molino, soltando hostias como panes, a derecha e izquierda, siempre con un ojo puesto sobre los extraños personajes que hay en la taberna, ya que ninguno parece digno de confianza y mucho menos de ofrecerle la espalda.

Ama sintió un quemazón en lo más profundo de su ser. Eso sólo podía significar 2 cosas: que se había acabado la crema Chily en la farmacia del pueblo, o que algo malo iba a suceder. Eso es lo que las amazonas llamaban "el ángel del chirly", porque era una especie de ángel de la guarda que había salvado a alguna que otra guerrera de una muerte segura.

Rápida como una gacela, consiguió esquivar una viga que se desplomó a su lado cuando esos monstruos destrozaron la tasca. Una pena, en un par de milenios podrían haberla declarado Patrimonio de la Humanidad.

-Piensa, Ama, piensa-se dijo a sí misma mientras los orcos entraban.

De un salto se lanzó detrás de la barra, mientras aquel extraño chamán invocaba a unos seres que extrañamente se parecían a Belén Esteban, un antigua sacerdotisa del rito Andreíta-Pollo.

-No había alcohol, pero seguro que queda algo que lanzar...-

Agarró un sifón pringoso y se lanzó contra la horda que llegaba, enarbolando el bote delante de ella... Y empezó a rociar a esos apestosos monstruos, acorralándolos contra el pozo que había al lado de la antigua puerta de la taberna, lanzándolos al fondo y oyendo como sus cuerpos caían y sus huesos se rompían contra la dura roca del fondo del pozo.

Maravillándose ante la repentina aparición de unos zapatitos rojos de charol y un morral con contenidos que en breves detallaremos, Terrón asistió a la desaparición de las cuatro paredes. Como si una caja de cartón se hubiera abierto, cansada y esperando su muerte, aquella taberna había decidido darse por vencida. Lo curioso era que el techo se había quedado suspendido, seguramente hubiera algunos cables invisibles, de esos que hace que la gente vuele en las obras de teatro. Tras ese breve pensamiento, vio como el techo se convertía en 4 cascotes ¡y una viga que esquivó una ágil amazona! que cayeron específicamente sobre cuatro de los extraños que había en la taberna. Jo, si tuviera rótulos a mano, le daría al narrador un 10 en tiro al blanco, murmuró Terrón.

Tranquilo ante la troupe de actores errantes que acababa de llegar, ¡100 nada menos! con un cabezilla algo curioso, ¿Aunque quien era nuestro Terrón para hablar de lo rara que era la gente? nuestro joven actor siguió a la amazona detrás de la barra. Mientras ella se hizo con el sifón, Terrón se dedicó a quitarle las roscas a todas las botellas.

Mientras los demás se apuntaban a la fiesta a bailar con aquellos pequeñajos verdosos, Terrón rebuscó en su morral y sacó: algo de mecha que se dedicó a cortar en pequeños trozos, una bolsita con unos polvos morados de permanganato de potasio y un mechero. Vio como dos enormes bichos cabezones también se unían a la fiesta, ¿los gigolos? Menos mal que mamá no sabe que he estado en muchas fiestas, sino no me deja salir de casa, respiró con tranquilidad.

Sin ninguna prisa, Terrón se arrancó un dedo (esperaba volver a tenerlo para el siguiente capítulo) y tras convertirlo en polvo, lo mezcló con el potasio y con algo de saliva azucarada, rellenó cada tapón de botella añadiendo sus correspondientes mechas.

Con un salto, cual Indiana Jones, se plantó encima de la barra y lanzó sus explosivos caseros. Las bombas explotaron de color violeta, llevándose por delante algunos de los goblins. Purpurina, purpurina, gritaba mientras zapateaba sobre la barra.

-Me cago en tó lo ze menea! Et-ta mimma mañana que zargo der Llonguera pá que me deje er pelo zuave, zedozo y brillante...y me vieneng et-to casho mierda de goblin ha joderme er peinao! Ya te vale, Sole...

Había muchas cosas que sacaran de quicio al caballero "amariconao", y una de ellas era conseguir ensuciar la sedosa cabellera de Armando Jaleo. Sus lacios cabellos rubios eran como un tesoro para él, al contrario del resto de vello del cuerpo, que se rasuraba en cuanto presenciaba su llegada, con su afilada cuchilla de plata. "No hay coza peó que uno catapline peluo! Ló güebo, fino como el culillo un bebé", no se cansaba de decir Armando.

Pero vayamos al grano...

Armando estaba enfadado y eso era peligroso. Una loca afeminada con ganas de matar a alguien, no era un escenario digno de presenciar...y menos participar.

El caballero antes de nada, tenia que estar "presentable" para el combate. "Ante muerta que zenzilla!" era su lema. De su macuto, un enorme bolso de charol de color rojo pasión, sacó uno de aquellos kits de viaje, perfectos para darse los retoques necesarios para estar bella. En nuestro caso: bello.

Consistía en una bolsa en un líquido limpiador con aromas marinos, un suavizante a base de babas de caracol, unos rulos para mantener las ondulaciones perfectas para la melena de Armando, un secador de viaje de 15 kg de peso, unas cremas para limpiar el cutis, unos pepinos, unas pinzas para los pezones...ah, sí: y un peine.

-Ahora zi que estoy lista! Por donde íbamo...

Y realizando ataques de aquí para allí, moviéndose en una mezcla entre embestidas, ataque melé y baile sinuoso, Armando lanzaba bolsazos, entregando a un grupo considerable de goblins, una manta de sopapos digna de respetar. Todo eso, bajo el canto de guerra de un Armando decidio, entonando la canción de una famoso bardo bigotudo por nombre Pantoja.

-Como una ola...reaparto hot-tia, como una ola. Como una ooooooooolaaaaaaaa!!!

Puto vicho estaba yo hay hijo de perra pienso mientras me lebanto y cojiendo una botella de cristal con cada mano y lanzándosela a los goblins con todas mis fuerzas al grito de:

-Morrir pekeños hijos de puta, dadme mi cerveza y dadme mi bebida o me beveré vuestra sangre poco a poco mientras la vida se escapa de vuestras perras manos-solo una botella da a un goblin pero le hace 5 puntos de herida por lo que veo que cae sangrando al suelo.

Me acerco a él y le pateo al grito de:

-Me kitaste mi cerbeza, me kitaste mi pollo y lo peor lo peor de todo es que mi kitaste mi chocho-eso ultimo lo grito con lágrimas en los ojos.

-pero e de darte las gracias puto goblim, por que ya no beo al puto gordo askeroso por aki y aora o me das mi cerbeza o kemare tu aldea, tu muger, tus hijos y toda tu puñetera casta, los restos se los daré a tu perro que kemare y enterrare donde enterraron a tu puta bisavuela-tras esto sonrió de nuevo y digo:

-chicos los otros 99 son  todos buestros-mientras salgo a esconderme detrás de un árbol.

desde el arbol grito amis cvompañeros:

-Animo chicos los que sobrevibais me invitais a putas drogas y mujeres si ya se que estas ultimas son igual que las primeras pero no cobran seran tontas-luego me quedo escondido.

La cosa se ponía chunga, y la seta había perdido su gorra pirata, por lo que parecía menos agresiva, a pesar de que aún conservaba los colmillos. Sin embargo, las reglas decían que los participantes debían parecer personajes de D&D, y una seta insulsa no daba el pego. Por suerte o por desgracia, más de lo segundo que de lo primero, los de atrezzo pensaban en todo.

Sí, vale, tampoco se lo habían currado mucho, un simple gorro con pica de lanza no era gran cosa, pero la crisis había llegado al dragones y mazmorras.

Sin embargo, el sombrero envalentonó a la seta que iba a atacar a los orcos a lo loco.

-Esperasus coño, que hay que explicarlo todo- una voz apareció de golpe y porrazo, y una persona que no estaba allí aparece de repente, con un foco iluminándolo. 

Se trataba de Korsakoff, el creador de Motel Gore, que al parecer tenía algo que decir entre trago y trago del licor mágico que le ayudó a tener la idea que ha ido degenerando cada vez más.

-No te molestes, Seta, la idea de que haya 100 orcos ahora es para que muráis los sosos, no se puede acabar con todos, así que la mayoría obtendréis una herida para que la cosa no dure mucho.

La seta, sin embargo, no se dejaba amilanar. Se lanza corriendo a por Korsakoff y le inserta la punta de lanza en el horto, más conocido como ano, y se lanza primero contra el golem de KOOL AIDS TM y después contra varios goblins, embistiendo como si fuera un toro, mientras el violentamente violado analmente Korsakoff se defendía a manotazos, ayudando a matar algún goblin que otro.

Cuando la Seta terminó miró al antiguo director, con una leve sonrisa en el rostro.

-Ahora vas y lo tuiteas- dijo el hongo, aunque temeroso a que sus palabras vulneren algún copyright cambia de frase- ala, jódete, que me he cargado unos cuantos.

cuando veo la burra de ataque de la  seta de mario llamando a alguien que no es bouser solo puedo decir unas palabras y ahi en medio de todo invoco a :

Bang Pirox seguía mirando la jarra de cerveza que tenía a su lado, cuando decidió echar mano de la Revista que había en la taberna. ¿Los críticos le habían comparado con el brillante y mariconazo de Cullen? ¡Ese era una deshonra para los de su raza! Luego volvió a su silla mientras terminaba de hojear la revista y mientras se reía con las críticas que hacían a los demás.

Pero de pronto un estallido en la pared le hizo, ahora sí que sí, caer de su silla para atrás, golpeando su fría cabeza y llena de gomina contra el suelo. Cuando logró ponerse en pie se dio cuenta que uno de los miles de cascotes que habían herido a los encapuchados, había caído sobre la silla en la que había estado hacía apenas unos segundos.

Por los pelos... susurró Civera, quiero decir, Pirox.

Bang sabía que su permanencia allí no solo dependía de los goblins, sino de las altas esferas que les estaban vigilando. Tenía unos cuantos planes pensados para hacerles felices, quizá pedirle alguna petición en sus próximos números, o quizá cantar... ¡Sí, cantar!, cuando era humano había conquistado miles de corazones y la crítica siempre parecía alagarle. Ahora que estaba muerto, y que nadie se había preguntado por él, había decidido llevar una vida secreta, bebiendo sangre de orco y matando sin contemplación, pero parecía que lo hubieran descubierto.

Luego lo pensó mejor, cantar ahora no era el mejor momento, con el estómago vacío de sangre y con tanto ruido a su alrededor. Si en algún momento cantaba su nuevo single del verano, sería para que todos le escucharan. Y para eso necesitaba que todo el mundo estuviese callado. Lo tenía decidido, cuando no quedase nadie a su alrededor, cuando los encapuchados hubiesen muerto, sus compañeros eliminados y ya no quedase ni un solo orco, entonces cantaría. ¡Cantaría tan alto que en la vida real volverían a escuchar de nuevo sus increíbles singles!

Ahora debía centrarse. A sus pies estaban los restos de uno de los cascotes, la silla destrozada y en frente de él, un revoltijo de sangre, orcos o goblins, lo que fuese, un extraño golem y sobre todo, extraños seres tratando de derrotarle. El objetivo era claro, coger un par de estacas en cada mano y lanzarse a la contienda. Con estaca en la derecha y estaca en la izquierda, se sentía como la propia Buffy esperando a los vampiros e incluso al mísmisimo Blade si la audiencia decidía que apareciese.

Así que, el increíble Bang Pirox, al que todo el mundo ya había reconocido como el Difunto David Civera y confundido con el odiado Edward Cullen, decidió ponerse a dar saltos entre cascote y cascote, mesa y mesa o incluso moviéndose entre sus compañeros mientras iba clavando, estaca tras estaca, a todos los orcos (o goblins) que se le cruzaban en su camino.

Cuando creyó que habían sido suficientes, al último le hincó sus dientes y comenzó a succionar su deliciosa sangre y así poder calmar su sed.

Valiente capitán de mil y una batallas, azote de vagos y delincuentes en todos los rincones del Imperio. Terror de orcos, goblins y huestes del Caos... recordaba una vez en la que iba por el monte al mando de un par de pelotones de guardias imperiales cuando atravesando una ancha vereda en la que apenas había árboles y los imperiales iban relajados cantando mientras daban palmas cuando de la nada apareció un grupo de mendigos.

Von Paulus, se estira y mira desafiante a los pocos goblins que quedan en pie, lanza un grito de desafío

- ¡ARGHHHHHHHHHHHHHHHHH!

Se da la vuelta y se baja los pantalones y los calzones, dejando a la vista uno de los espectáculos más dantescos de todos los tiempos:

Un culo redondo con una cantidad de pelo o vello culil inimaginable con unos pelos cada uno del grosor de troncos de palmera datilera de la costa levantina de la ruta del bakalao de antaño, que ya pocos recuerdan pero muchos sufrieron.

Además del grosor capilar, estaba el asunto del color. Eran de un negro noche cerrada, agujero negro y culo de grillo que llamaba la atención. Los pelos se mecían con el viento - que no había - campo de trigo en primavera o quizás fuesen más bien tentáculos cthuloides, el caso es que los goblins se detuvieron por un momento, miraron embobados durante unos pocos segundos aquel.... aquel... aquel culo y uno a uno empezaron a vomitar pero al contrario de lo que pudiera pensarse, no vomitaron como una horda de quinceañeras tras un "osea mini" de "caliguay" en un concierto de Justin Biever (o como cohones se escriba) , sino que fueron sumamente comedidos y tras potar como "niños bien", esto era, a trocitos pequeños cada vez, se limpiaron con un pañuelo blanco en el cada goblin llevaba sus iniciales grabadas y después del vomitamiento se miraron unos a otros como avergonzados mientras Asier movía el culito y daba palmas mientras silbaba aquella canción que silbó en aquella ocasión en la que fueron ... por un grupo de mendigos.

Cuando Ante disfrutaba de su subidón de pegamento, le fueron a interrumpir con jaleo y ruido de cosas rompiendose. Abrió sus ojos quejicoso y vio de pronto una botella gigante de jugoso jarabe verde de absurdo sabor, ya no veia ni goblins, ni moñas con bolso de charol ( de un chino todo plastico, se ve que es de mala calidad, por mucho que quiera aparentar)ini tampoco a cantantes de otros mundos venidos a menos...Solo tenia ojos para la burbujeante sensación de placer que tendría al beberse a ese extraño cántaro con patas.Cogió una jarra que encontró por ahì suelta con un extraño olor fuerte pero fresco a la vez con aromas a romero y zarzaparrilla, de una añada enana probablemente, lo vació y como loco se dirigió a tan enorme masa de bebedizo, cuando este se disponia a caer porque otro vil bebedor se le había adelantado y estaba hartándose de tal lupanar.

Por el camino unos bichos verdes a los que no echo mucha cuenta se le acercaban, por lo que se los quito de encima a base de manporros con su mochila de piel ultimo modelo de KK, recien robada apenas dos dias...

cuando llego al bicho yacia caido y se estaba vaciando, por lo que con la jarra no seria suficiente si no queria perder tal ambrosia por las tablas del suelo, así que se agencio uno de los barriles vacios del lugar (muchos, dado la excases de material) y a uno de los brazos inertes le corto un dedo y empezó a chupar con lascivia. 

Uhhhmmm exquisito, dijo para si.

Y mientras chupaba iba llenando un barril para despues, y chupaba, y chupaba, y chupaba.....