Ya tiempo ha pasado, al menos eso le parece a Maximus. Sorpresivamente siente un tirón.
Hay, dios, creo que me rompí. Piensa.
Mueve la cabeza lentamente para mirar su braso, no se da cuanta de lo que acaba de hacer, su reacción fué un acto reflejo. Después de unos segundos le invade una gran emoción.
Me puedo mover, me puedo mover, me puedo mover!!!. Dice conmocionado.
¡Y puedo hablar!... esto... ayuda, ayuda!!!
Empieza a mover su mano y sacudirse para tratar de safarse del gran metal que lo aprisiona.
Maximus puede ver sombras más allá de la cama, y cree distinguir murmullos lejanos. Sin embargo, es imposible saber si le han oído.
Además, su visión está empañada por capas y capas de polvo.
Oh, por no hablar de los dolores... no cree que vaya a poder transformarse correctamente después de esta experiencia, por lo menos durante un tiempo.
Buf, te has precipitado mucho, pero bueno, doy por válido tu mensaje por no borrartelo y hacerte un feo :(
Spiderman llega al origen del sonido, preguntándose si su retraso habrá sido fatal para quien sea que halla gritado con aquella voz artificial. Tal vez sea un nuevo compañero en su lucha contra el crimen, o una dama que salvar y besuquear... ¡o un villano!
Parece que su objetivo está atrapado entre las rojas y polvorientas barras que sostienen la cama plegable.
- ¡Eh! - dice Spiderman, buscando con la mirada, y muy atento a su sentido arácnido, por si le alerta de algún tipo de peligro - ¿Hay alguien ahí?
Spiderman avanza, acercándose a las barras de la cama plegable para ver mejor.
- ¿Hola? - dice Spiderman, escuchando tan solo su propio eco.
El comandante observaba contrariado buscando el foco de los lamentos angustiados...
- ¿Puedes ver algo amigo?
Nada; todo está demasiado oscuro, y ya no hay gemidos artificiales que les guíen.
Sin embargo, una chispa azulada ilumina brevemente lo que parece una especie de máquina. Los irregulares destellos que lo siguen empiezan a definir el anguloso contorno en las retinas juguetiles... parece que un brazo se le ha quedó pillado entre las barras que sostienen la cama plegable.
El juguete no debió haber durado mucho antes de quedar atrapado, porque ninguno de ellos recuerda haber jugado con él.
De pronto un espasmo electrónico dispara el brazo libre, y sus dedos se extienden como si trataran de alcanzar una puerta imaginaria.
- No veo absolutamente nada... - responde.
Spiderman se acerca hacia él, esperando poder ayudarle. Cabe la posibilidad de que represente algún peligro, pero Spidey confía mucho en su sentido arácnido.