Partida Rol por web

El chico os conduce entre callejuelas estrechas y atajos hasta la Sala de la Justicia y, sin perder ni un segundo, os dirige hasta el despacho de Lucius. - Algo horrible ha sucedido relacionado con vuestra investigación y temo que todavía no seáis conscientes de lo ocurrido - dice bruscamente el Alto Inquisidor. Su cara denota preocupación y frustración a partes iguales. El hombre, que estaba sentado, se pone en pie y comienza a andar por el despacho - Anoche se produjo el asesinato de Erarcles, un sacerdote de Vulcano, en su propia mansión en la Vía Sagrada. Erarcles estaba ganándose últimamente una fuerte reputación como firme detractor del Culto, y ya había protagonizado varios incidentes con algunos de sus miembros. El último ocurrió ayer por la tarde. Pensamos que el Culto puede estar detrás de este asesinato, por eso os pedimos que investiguéis el lugar del crimen... -  el hombre se queda mirandoos y parece que por fin se da cuenta de algo - Perdón por haberos soltado todo de golpe, pero es un asunto de vital importancia... en otro orden de cosas, ¿no sois cinco? ¿Hijo, dónde están el resto de tus compañeros? - pregunta directamente a Edward.

No había mucho más que decir a esta altura respecto a lo que me relacionaba con el Alto Inquisidor y si quería tener éxito lo mejor era confiar en mis compañeros, los que me quedaban.

-No te enteraste?- pregunté a mi padre - hoy a la mañana se velaron los restos del sacerdote Numendil, cayó en combate ayer por la tarde. Mientras que Rion, el bardo, fue asesinado en los barrios bajos, aparentemente investigando el culto por su cuenta y tras haber protagonizado un altercado con algunos miembros del mismo, por lo que teniendo en cuenta la nueva información que nos estás brindando creo que es bastante claro que el culto no es nada bueno, además perdimos a nuestro sanador y no tenemos ningún mago...la situación cada vez es más complicada-

Claramente confundida ante la intempestiva del Alto Inquisidor, no puedo más que intervenir en relación a lo que hemos averiguado con Athan.

- Disculpe Alto Inquisidor, pero ¿qué pruebas hay de que haya sido el culto el responsable? Con Athan hemos investigado y hablado con personas dentro de su propio edificio, nos han abierto las puertas y hemos podido ver y apreciar que es lo que tienen y que ofrecen, y francamente, no hemos encontrado nada que resulte incriminatorio.

-Eso es cierto-dije dando un paso al frente-. Aunque si se les puede acusar de omitir ciertas verdades. Se les olvida comentar en sus discursos que eso de estar en alma es muy doloroso. Verídico y confirmado por las propias almas. No pregunteis, creo que intentar hablar con almas encerradas en tarros ha sido lo mas raro que he hecho en mi vida-dije mirando al inquisidor-. Por lo demás no creo que haya habido nada especial. No vimos rastros de nada fuera de lo normal. Bueno, aunque esos perros guardianes eran algo tetricos. Aun así, cada cual protege su casa como puede, así que para mi este caso esta cerrado. Aunque, si me hacen un favorcito, no tengo ningún problema en seguir con la investigación-dicho esto saqué el martillo que cogí prestado de la logia-. Es una pequeña herencia de un amigo que falleció hace poco. No por mi, por su puesto. Pero sin duda tiene algo de magia, y yo no tengo mucha idea, pero seguro que usted conoce a alguien muy capaz de ello. Si me hace el favor de decirme que tipo de magia tiene, y cuanto puede valer, le ayudaré con los asesinatos-dije con una sonrisa.

Lucius va escuchando vuestras respuestas una por una.

- No sabía nada de la muerte de vuestros compañeros. Mis condolencias - responde a Edward - Ciertamente la situación se va complicando y nos movemos en un terreno peligroso. Ahora más que nunca debemos hallar la relación entre estas muertes y la secta para poder pararles los pies antes de que sea demasiado tarde. Si necesitáis ayuda extra, las tabernas y posadas de la ciudad están llenas de aventureros como vosotros. Podéis aumentar vuestro grupo si queréis pero sed cuidadosos con quién compartís la información.

- Os han mostrado su cara más amable - comenta en relación a lo expuesto por Lureene - Su intención siempre es la de captar adeptos, así que es normal que guarden las apariencias. 

Pero no es hasta que Athan interviene que el Alto Inquisidor pone el grito en el cielo - ¿¡Almas encerradas en tarros!? ¿Pero qué clase de herejía es esa? Sabíamos que practicaban artes oscuras, hasta tengo entendido que su líder se jacta de ser un nigromante... pero condenar las almas de los ciudadanos a permanecer atadas a unos tarros... es una ofensa muy grave a los dioses y a la vida misma.

Lucius se queda pensativo durante unos instantes mientras asimila la información que le habéis ofrecido.
- Presentaré esta información a mis compañeros del Consejo. Ocultar la verdad a sus seguidores es una buena baza que podemos jugar en contra de la secta, pero no es determinante para echarlos de la ciudad, ya que la decisión final de unirse a ellos radica en los ciudadanos. No obstante os pido por favor que paséis por la mansión de Erarcles e investiguéis la escena del crimen. 

- En cuanto a ese martillo - le comenta a Athan después de la proposición - yo no estoy versado en las artes arcanas, pero conozco a alguien que podrá responder a tus preguntas. -  Lucius escribe rápidamente una nota y la firma con un sello que porta en uno de sus dedos - Se trata de un experto encantador llamado Alatar. Entrégale esta nota e identificará la magia que porta ese martillo gratis.