Partida Rol por web

Trolls en la Carroca

Escena 0- Sombras y ruidos en el Bosque

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23/01/2014, 16:03
Director

Un sonido llama tu atención. Algo se mueve a bastante distancia, pero a gran velocidad. Uno de los guardias a tu lado coloca la flecha en el arco. Estás encima de un árbol denso y tupido, y habéis divisado aves saliendo de sus nidos hace muy poco. Temiendo un ataque o incursión por parte de las arañas, tu grupo de asalto y tú habéis avanzado rápidamente, buscando el origen de la perturbación. Ahora lo oyes claramente. Avanza hacia vosotros tan rápido como una araña, pero por el suelo; más no pueden ser trasgos, ni huargos; no a esa velocidad, al menos.

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24/01/2014, 17:45
Alassannë

Cuando aquel sonido llama mi atención todo mi cuerpo se pone en alerta, mis músculos entran en tensión esperando el momento adecuado para actuar, mis sentidos se agudizan buscando cualquier indicio de aquello que nos acecha y mi respiración se ralentiza mientras me concentro en el combate que se aproxima.

Con sumo cuidado y tratando de no perturbar el entorno, llevo mi mano derecha hacia el extremo del carcaj y saco de él una de las flechas con mis dedos índice y corazón. Con un grácil movimiento llevo la flecha hacia el arco tensándolo a la vez, esperando el momento en el que deba dispararla.

A penas han pasado décimas de segundos cuando soy consciente de la velocidad de mi enemigo. Mi cabeza analiza rápidamente los posibles puntos de ataque de aquella veloz criatura, así como la posición y puntos vulnerables de mis compañeros, por si fuese necesario cubrirlos. El combate está próximo y no me pillará desprevenida. 

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25/01/2014, 14:04
Director

De pronto, cerca de vosotros, pero aún no a la vista, el sonido se detiene. Escuchas voces roncas hablando en una lengua extraña; no es orco, las voces no son tan ásperas ni la lengua es tan cruel; y sin embargo, no reconoces la lengua. Escuchas como se acercan a vuestra posición algo más y aparece en un hueco entre los árboles un caballo pardo. Pero no es un caballo como los que acostumbras a ver. Es muy grande y tiene un aspecto hermoso, como si hubiese venido directamente de los días antiguos. Un Hombre de cabellos rubios está sentado sobre el animal. Parece un guerrero, pues porta una lanza y un escudo a la espalda y una espada en el cinto. No te cuesta mucho ver un corte en su mejilla, reciente al parecer. Poco después, aparece otro caballo como el anterior, no tan grande, pero igualmente bello. Montado sobre la bestia, ves a un muchacho con aspecto asustado, de cabellos rubio y largo que sujeta como puede a un hombre más grande que él; el adulto sujetado por el chico tiene aspecto horrible, pues su armadura se encuentra horadada en varios sitios y la sangre le corre por el vientre. Su rostro está totalmente pálido y convulsiona levemente. El chico también porta una espada, pero es el que menos herido parece. El hombre vuelve a hablar en su extraña lengua y el chico le responde de la misma forma. Ambos parecen agitados y nerviosos. El elfo a tu lado baja el arco, y te mira.

- ¿Qué hacemos? No parecen una amenza... - pregunta en un susurro.

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04/02/2014, 22:34
Alassannë

Oteo la zona en busca de una posible emboscada. No parece haber razón de alarma, sin embargo la presencia de estos hombres en el bosque, y más aún en su estado, deja numerosas cuestiones sin resolver. ¿Qué hacen aquí?, ¿de dónde vienen?, ¿qué les atacó? y, sobre todo, ¿qué peligros traen con ellos?

Resgistradles. Les llevaremos ante Thranduin. 

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04/02/2014, 22:48
Director

Los guardias elfos bajan rápidamente de los árboles, con los arcos en las manos. El hombre en el caballo grande lo hace retroceder un paso, asustado, intentando no ser rodeado, y saca su espada. Os mira con gesto adusto. Habla en su ininteligible idioma, de la cual no entiendes ni una palabra. Al ver que no se hace entender, habla en la lengua del Oeste. De pronto, parece hacerse más alto y hermoso cuando, alzando su espada, os mira grave, con poder en todas las palabras.

- ¡Atrás, seres del bosque! ¡He aquí a Eodred, hijo de Eofor! ¡Deteneos, u os atravesaré con mi acero! ¡Retroceded!

- ¡Padre!- Exclama el muchacho.- Creo, padre que no nos quieren hacer daño.- Y a continuación vuelve a hablar en su idioma. Eodred baja su espada, pero os sigue mirando con desconfianza. Uno de los elfos te hace un gesto con la cabeza. "Habla tú, que eres la que está al mando", parece decir.

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17/02/2014, 23:02
Alassannë

La amenaza del humano no me hace vacilar lo más mínimo, es cierto que no parecen peligrosos pero las apariencias tienden a ser engañosas en estos tiempos de oscuridad.

Andas muy lejos de tus tierras, humano. - Digo dando un paso al frente y sin retirar en ningún momento mi arco de su posición. - ¿Qué asuntos os traen hasta aquí?

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19/02/2014, 00:00
Director

Eodred guarda su espada, pero no abandona su posición altanera.

- Lejos, sí. Mucho más de lo que tu o cualquiera de vosotros haya siquiera imaginado. No obstante, no venimos a buscar problemas, sino que buscamos una audencia con el rey Thranduil, de los Elfos del Bosque Negro. Nunca vi un elfo, pero vosotros os adecuáis a la descripción que me fue dada. El asunto a tratar con vuestro monarca es cosa nuestra.- El hombre grande en el caballo del muchacho tose, esputando algo de sangre. El chico lo sujeta a duras penas. Durante un segundo, a Eodred le palidece el rostro, pero ese momento de debilidad pasa rápido. Aún así, parece abandonar su arrogancia para dirigirse a vosotros una vez más.- Ruego que ayudéis a mi buen camarada, Erathen, pues muere mientras hablamos. Contestaremos y os ayudaremos con lo que podamos más tarde. ¡Ahora, por favor, os imploramos auxilio!- Y en verdad parece preocupado.

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20/02/2014, 01:04
Alassannë

Nuestros caminos se han cruzado por una razón, humano. - Mantengo la guardia alta mientras me acerco al herido y lo examino. - La hospitalidad élfica recae sobre vosotros. Sanaremos a vuestro compañero y tendréis audiencia con Thranduil.

Hago una señal a mis compañeros para que les ayuden, aún así no bajo ni destenso mi arco del todo. - Disculpad nuestra desconfianza, pero son tiempos oscuros y muchos los enemigos. La hospitalidad de Thranduil es tan grandiosa como su ira con los que le traicionan.

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21/02/2014, 21:47
Director

Dejáis que un par de tus guardias se llevan al herido y a los dos caballos hacia el puesto más cercano, para prestarle algo de ayuda y curación de inmediato: has visto esas heridas provocadas por arañas cientos de veces.

Os dirigís a la no demasiado lejana entrada a los Salones del Bosque Negro. Por el camino, vuestros invitados-cautivos se presentan como viajeros y emisarios de un lejano país al sur: Rohan, del que no has oído hablar en tu vida.

- Venimos a negociar con el Rey de los Elfos y con el Rey Bardo de Valle, nuestro pariente lejano.- dice Eodred.

El muchacho es el hijo de Eodred, tiene quince años y su padre le ha dado el nombre de Eomund. Os cuentan que en el camino hasta el norte, fueron recibidos por el Mago Pardo, el cual les indico el camino para llegar hasta el territorio élfico; sin embargo, se desviaron del camino, y fueron asaltados por arañas.

- Logramos acabar con algunas antes de que aparecieran las más grandes.- Explica Eodred.- Cabalgamos rápido, tratando de escapar del peligro, mas el caballo de Erathen fue atrapado y sepultado bajo una marabunta de seres repugnantes. Le sacamos antes de que se lo comieran y cabalgamos rápidamente. De eso hace ya una jornada entera. No hemos descansado desde entonces.

Al fin, llegáis a la entrada de los Salones. Bajáis, hasta las puertas que guardan la entrada del Rey Thranduil. Un emisario sale.

- El rey os espera.

Cuando entráis, veis el enorme y opulento trono del Rey de los Elfos, el más antiguo de los Reyes de antaño, en toda su majestad. Os hace un gesto con la mano, como indicándote hablar a ti primero.

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20/03/2014, 20:13
Alassannë
Sólo para el director

- Señor - digo tras hacer una honrosa reverencia - estos hombres dicen llegar desde Rohan, al sur. He aquí a Eodred, hijo de Eofor, y a su hijo Eomund. Erathen, camarada de ambos, está siendo atendido en la enfermería. Vienen a pedir audiencia al Señor de los Salones del Bosque y han atravesado peligros para llegar hasta aquí. Parece que han sido recibidos por el Mago Pardo el cual les aconsejó como llegar hasta aquí. Han sido atacados por arañas aunque pudieron huir a tiempo de hacer frente a las más peligrosas. Sin embargo uno de sus compañeros, Erathen, fue atacado y permanece malherido.

Me retiro unos pasos, esperando que el Rey dé las indicaciones pertinentes para que los Hombres empiezen a hablar.

 

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21/03/2014, 13:56
Director

El rey sonríe y te hace un gesto, invitándote a abandonar el Salón y a dejarle a solas con sus invitados sureños.

Apenas cruzas el umbral, Cindräthil, el capitán de todos los guardias del Ejército elfo, aparece por un pasillo y se acerca hacia ti. Te saluda y te habla en voz baja en élfico.

- Bienhallada, Alassannë. He venido a informarte de tu próxima misión. Cederás el mando de tu guardia a otro mientras realizas un viaje a Valle, en compañía del rey, pues este ha sido invitado a una reunión diplomática a la que no puede faltar. Tú y otros guardias serviréis de escolta. ¿Alguna pregunta?

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21/03/2014, 18:26
Alassannë
Sólo para el director

- De acuerdo, Cindräthil. ¿Cuándo debo partir? Espero poder hablar con quien me suceda en el mando de mi guardia para ponerle sobre aviso de lo que hemos ido encontrando las últimas semanas así como presentarle a mis guardias. Acompañar al Rey Thranduil será un honor.

Con un sencillo saludo, me despido del capitán y me dispongo a preparar mi equipaje en mi habitación. Espero poder conocer a quien me suceda en las próximas horas. No soy desconfiada, podría decir, soy suspicaz. Y prefiero conocer a quien tome el control en mi ausencia.

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23/03/2014, 22:06
Director

Cindräthil, seco, dice:

- Yo dirigiré en tu ausencia a tu escuadrón. Esperamos lo mejor de ti, Alassannë. Un saludo. Que la gracia del Valar te acompañe.

 

Al alba del día siguiente, te pones en camino con algunos otros guardias, escoltando al Rey Thranduil; su hijo Legolas se hará cargo de los asuntos de los elfos mientras llegáis a Valle y volvéis.

Tardáis poco más de una jornada en alcanzar la ciudad del Rey Bardo. Una corte de guardias os guían hasta las afueras de la ciudad, donde una enorme carpa deja entrever una mesa. Algunos de los elfos han traído instrumentos y se unen a los músicos del Rey Bardo, el cual aún no está sentado a la mesa. Thranduil sienta a algunos elfos consejeros suyos, mientras que a otros guardias os manda montar guardia y colaborar con los soldados de Valle en el exterior de la carpa, más como una guardia ceremonial que esperando un peligro real.

Notas de juego

Y aquí vamos a terminar la introducción. Ha sido corta, pero es que no puedo gastar más tiempo.