Partida Rol por web

Aunque no fuera una casa muy grande, el hogar del Maestro Shio disponia de una buena cantidad de terreno en los alrededores, terreno ocupado por diversos campos de entrenamiento ahora ocupados. Se pueden ver dos parejas, una de chicos, realizando un combate amistoso, y una de chicas, siendo una practicante de magia preparando un conjuro y la otra viendo a los chicos competir, animando al que va perdiendo, independientemente de quien sea en ese momento.

En ese momento, otra mujer entra en el area. A los presentes les puede sonar de haberla visto en la reunion despues del meteorito, pero aquellos que llevan tiempo en la ciudad reconocen los galones que la marcan como una Capitan de la Guardia

Con el regreso de Aleatha, decidí que no era momento para discutir esos temas, por lo que realice un gesto con la cabeza a la chica antes de mirar a Joshua.

-Podemos seguir la conversación luego -le comenté antes de volver mi atención a la chica y seguirla apresuradamente para alcanzarla e ir con ella.

Apenas instantes despues, aparece otro chico, esta vez desconocido del todo. La escena sigue mas o menos igual, los dos chicos entrenando, uno subido a un arbol y el otro golpeando unos troncos; la joven peliazul preparando sus conjuros y la Damiah jugando con los chicos en el campo de entrenamiento.

A diferencia de la primera mujer, no muestra galones de ningun tipo, asi que era un civil.

Una vez terminados los trámites en el gremio de magos me toca llegar al gremio de combate para buscar alguna misión más digna de mi estilo y del resto de mis alumnos. Puede que así aprovechemos un poco más el tiempo y, además, al no retrasarme demasiado con la búsqueda de libros en la biblioteca de los hechiceros ni tener que hablar personalmente con MM, pues como que me sobra algo del tiempo que había estimado para nuestra marcha, así que voy bastante bien de tiempo

Una vez en el gremio de hechiceros hago exactamente lo mismo que en el gremio anterior, pero esta vez saludando a todo el mundo con una sonrisa en la cara. Mi nivel dentro de este gremio es bastante algo y la gente me conoce bien, aunque pocos aceptan venir conmigo a misiones porque saben que o bien son una real tontería porque me viene a cuento o porque es demasiado peligrosa y arriesgada para los que se suele cobrar por ellas. Es lo bueno de tener un segundo empleo como investigador y profesor, que tengo un sueldillo a mayores que puedo utilizar para mi gusto y no me guío tanto por las recompensas como por lo que hay que hacer en las misiones

- Buenos días.- Saludo a la persona encargada en estos momentos.-  Me dirijo a Dafne, en el continente de Eurakia, en un viaje teoricamente de placer y acompañar a una de mis estudiantes en una misión mágica. Vengo a ver si tenéis alguna misión decente por la zona. No me importa desviarme unos cuantos cientos de kilómetros siempre y cuando den el tiempo oportuno, así que... Que me dices? Tienes algo que merezca la pena coger y así un par de estudiantes de artes marciales aprendan lo que es trabaja para el gremio?- Pregunto sonriente, esperando que me muestre alguna misión que merezca la pena coger y así tanto Kalirath como Sora puedan aprender algo al respecto.- Ten en cuenta que llevo conmigo a una hechicera, así que nadie que odie la magia o incluso misiones que en las que se puedan necesitar habilidades mágicas para hacerlo.- Termino, sonriente.

Aparentemente apoyado en la copa de un árbol, con los pies apenas metidos entre las ramas y hojas más altas, observaba a Kalirath que había venido a entrenar en uno de los campos de Ykki, en el cual había un montón de troncos con armaduras y periódicamente volaban rocas contra Kalirath si se había metido allí a entrenar finalmente.

Selvis también pululaba por ese campo, dado que si le hubiese visto intención de trepar hacia mi árbol hubiese cambiado a otro antes de que llegase.

Ver a la hermosa profesora hace que por un momento me quede pasmado, luego me ponga rojísimo, y finalmente, como desestabilizándome, me hunda unos metros quedando totalmente oculto por las ramas y hojas, aunque si hubiese sido una caída "normal" probablemente hubiese terminado cayendo sin control hasta el suelo. Me retiro las ramas que se me han enganchado en los cabellos y los recoloco, centrando mi energía para que se mantengan rígidos en esa posición, y luego con timidez me asomo por un lateral del árbol, viendo que otro chico llega, pero escondiéndome veloz antes de que Aleatha me mire, con lo que difícilmente será capaz de verme, pero sí de ver los efectos de que me esconda rápido, pues las ramas se han meneado con la fuerza del movimiento.

Al observar la entrada de la mujer y del chico, me entra curiosidad por saber quiénes eran. Dejo de golpear los troncos, esquivando a la vez algunas de las piedras que venían hacía mi de un salto, y me acerco con paso ligero hacia los dos desconocidos.

La mujer me sonaba ligeramente por la corta reunión que tuvimos antes de que el infiltrado se presentase en la zona, pero desconocía quién era, aunque podía intuir que podía ser una persona importante por sus galones. Por otra parte, el chico era un completo desconocido para mí. De este modo, voy directamente a presentarme:

- Buenos días. Bienvenidos a la residencia del maestro Shio. Me llamo Kalirath Gail y soy la última incorporación de su equipo. ¿En qué puedo ayudaros?- pregunto mientras me cruzo de brazos, esperando su respuesta.

Apenas soy consciente de la presencia de Lok caminando escasos pasos detrás de mí mientras atravieso los inmensos campos de entrenamiento que rodean la casa de Shio. Miro a los chicos que están entrenando, esperando ver al otro profesor sin éxito.

Por el rabillo del ojo veo unas ramas moviéndose y giro ligeramente la cabeza con un gesto de curiosidad, pero uno de los chicos ha parado de entrenar y ya se acerca hacia nosotros. Me suena de algo, pero no sé de qué. Quizás de la reunión, aunque de la que sí me acuerdo es de la pequeña de pelo azul que está preparando cosas chungas.

Escucho con una sonrisa amable la presentación del muchacho de pelo blanco y doy un par de pasos al frente. Al ver que se cruza de brazos hago un gesto tranquilo observando su lenguaje corporal y luego sonrío.

-Buenos días, Kalirath.- Mi tono de voz es mesurado y sensato, mis ojos se desvían ligeramente hacia la practicante de  magia y vuelvo a sonreír mientras me fijo en el chico de nuevo.- Me llamo Aleatha Grimm, y mi acompañante es Lok.- Hago un gesto suave con la mano hacia el muchacho que está conmigo, girando levemente el cuerpo para que se sienta incluido en la conversación.- Estamos buscando a tu maestro, ¿Sabes dónde está?.

-De acuerdo. Nos vemos en un rato aqui respondio a ambos con un asentimiento Voy a ver que puedo recabar.

El pistolero se apoyo contra un arbol cercano a la puerta y se bajo el sombrero para cubrirse la cara, tratando de poner en orden sus pensamientos. La razon por la que no habia ido con Aleatha (ademas de la obvia de que ella sabia cuidarse sola, y en caso de necesitarlo ya se lo habria saber) era porque necesitaba despejar la cabeza y pensar con claridad, recapitular lo que habia pasado y lograr encontrar que habia pasado por alto.

La coronel Montblanc estaba segura (tan segura como podia estar ese crio del demonio) de Ykki era el responsable del envenenamiento de una docena de civiles en la misma noche cuando habian la Academia. El, Joshia, sin embargo, estaba completamente seguro de que Shio no era responsable, y que alguien lo estaba usando como cabeza de turco... Pero por que? La coronel nunca habia ocultado su profundo disgusto por el tao, y era entendible ya que era un buscapleitos con total desinteres por la autoridad, lo cual hacia que Joshua, a su pesar, le cayera bien el tipo. Pero dudaba que la coronel lo acusara de algo tan grave sin pruebas solidas: La chiquilla era una pesada, pero hacia bien su trabajo. Alguien estaba manipulando a la coronel y sus prejuicios contra Shio para desviar la atencion de los asesinatos. Debia ser alguien que la conocia lo suficientemente bien o (mas peligroso aun), que tuviera gente plantada en la Guardia y pasara informacion sobre su lider.

"O podria ser" dijo esa pequeña vocecilla molesta en su cabeza que intentaba con todo su poder ignorar desde que llego a la Academia, la voz de aquel hombre que habia sido y que odiaba "Que Shio realmente cometiera los asesinatos y tu simpatia por el no te permita verlo, no?"

Joshua apreto los dientes, negando levemente por la cabeza. Pero esa vocecilla volvio a hablar con tono socarron.

"Eso nunca te detuvo antes, a que no? Solo necesitabas un par de pistolas para resolver un crimen, no toda esta burocracia absurda"

Al llegar al lugar, me mantuve en silenció mientras observaba a los presentes. Aparte del chico que nos llego a recibir y la chica que practicaba, parecía que alguien se ocultaba tras un árbol, pero no podía decir quien o que era; los que ya estaban allí seguramente lo hubiesen visto ya, y si no lo habían detenido seguramente era por algo... tal vez era otro chico o chica entrenando.

-Van Helmont -añadí formalmente a la presentación de Aleatha, ofreciendo mi mano al chico para estrecharla formalmente.

Posteriormente, continúe en silencio para que Aleatha pudiese continuar con la conversación sin interrupciones. Mientras tanto, continuaba observando el resto del lugar desde donde estaba.

Tras escuchar la pregunta de Aleatha  y estrecharle la mano cordialmente a Lok, miro otra vez al campo de entrenamiento y al sitio donde la chica aún seguía trabajando con su magia. - El maestro Shio aún no ha llegado. La última vez que lo vi fue hoy en el Castillo durante unos pocos segundos...- digo, pensando en nuestra conversación en la puerta de su despacho. - Me comentó que viniese aquí a su casa después de prepararme las cosas para el viaje, pero supongo que no tardará mucho en venir.-

- E-el maestro estuvo aquí antes de ir al castillo. -digo con un poco de timidez desde mi escondite, aunque probablemente solo aquellos con mejor oído podrán escucharlo*.

Sonrío y asiento.

-Bien, entonces esperaremos aquí hasta que regrese, si no es mucha molestia.

Seguía manteniendo el silencio. Aleatha ya había dicho lo que haríamos, así que no tenía nada que comentar. Igualmente, seguí observando el lugar para distraerme un poco y ver que tal era el lugar donde entrenaban.

Finalmente termine de hacer el segundo hechizo, había tomado su tiempo peor al menos este no había fracasado como el primero. Al levantar la mirada vi que los chicos ya no estaban en el campo de entrenamiento. Mi mirada se dirigió hacia la entrada donde había dos personas nuevas pero... donde estaban Sora y Selvis? Mi mirada los busco hasta ver como Selvis estaba colocada bajo un árbol mirado hacia la copa. Un movimiento de hojas me hizo comprender. Y pensaba que yo era tímida cuando llegue a la academia...

Me levante del lugar en el que estaba ayudándome usando el tronco del árbol bajo el que estaba y me dirigí hacia los nuevos que estaban allí. Cuando llegue aun pude escuchar retazos de su conversación.- El maestro Ykki ha ido al castillo a hablar con la directora.- Informe tranquila mientras terminaba de acercarme mientras observaba a ambas personas. A la mujer rubia la conocía. Sabia que era parte de la guardia y la había visto hablar con el maestro. Por otro lado al joven no recordaba haberlo visto.- Si... tienen prisa en contactar con el... También comento que quería ver si había alguna misión para el próximo viaje, así que quizá vaya al gremio de combate antes de volver aqui.