Partida Rol por web

William apunta como un profesional a la cabeza de la  gorda, a pesar de estar asustado tuvo su momento de claridad. La  bala, impacto preciso en la cabeza de la mujer  gorda que sin acercarse a ustedes  explota.

Fue muy rápido, el sonido y la explosión hacen que todos retrocedan para luego sentir las salpicaduras de las entrañas de la mujer. La sensación no es muy agradable, no reciben daño físico, pero si  una sensación de asco, pues al explotar se destapa un olor a podrido que podría hacer vomitar a cualquiera.

Luego de la explosión la cafetería queda en silencio.

Ya fuera por la cercanía del otro muerto o el impacto crítico que reventó a la gorda, después del estruendo Tabitha notó en su cabello y piel un leve tacto cálido y húmedo, girando el rostro para ver unos restos de sangre y órganos que prefería no saber qué era en su cuerpo.

Ahogó un estremecimiento mientras cerraba los ojos para apartar el nauseabundo olor metálico, pasando una mano por su brazo y tirando al suelo lo que fuera que tuviera en el. Mejor no mires.- Era un tacto grumoso y áspero, totalmente asqueroso que la obligó a no respirar durante unos segundos antes de sacudirse. Definitivamente una única ducha no quitaría todo ese olor.

- Sigamos.- Abrió los ojos para buscar el conducto, apartándose rápidamente de los cuerpos aunque vigilando que no volvieran a levantarse.

William asintió a Tabitha aunque no se movió. Al explotar la cocinera con problemas estomacales había redecorado la cocina como si fuera un cuadro de los malos de Picasso. Dio un paso finalmente mientras sentía el suelo resbaladizo bajo sus pies...

Necesitaban salir de allí, había dos aulas llena de cadáveres andante con una agresividad inusitada..desde luego no estaban descansando en paz. Tal vez por la cocina encontraran ese hueco o esa salida:

-Ve tu por ese lado...-señaló a Tabitha una parte de la cocina mientras el fue a buscar por el otro lado- ¿nos cubres Rick? No vaya a ser que salga por sorpresa otro ..otro..como ese -señaló algunos trozos más grandes.

El joven buscó a conciencia que podía ser ese conducto que daba a otro sitio.

Y entonces vi caer a aquel cabrón después de que me volviese a herir. Esto me gustaba cada vez menos y más aún sabiendo que era un virus y no estaba seguro de como se transmitía, pero la herida era el primer paso. Sonreí triunfante al verlo en el suelo, pero la sonrisa de mi rostro se borró de inmediato al ver a aquel nuevo ser saliendo de la cocina.

Su tamaño daba miedo y al ver el volumen de su vientre entendí porque no había nadie más en la cafetería: se los había comido a todos menos a aquellos dos. Apunté con mi arma a aquella nueva cosa, pero el chaval se me adelantó en la ejecución del disparo y aquel ¿zombi? voló en mil pedazos. Literalmente. Fue como si de una bomba se tratase. Debía de estar lleno de gas, porque al impactar la bala contra su cuerpo redondo, este detonó con violencia, manchando paredes, suelo, techo e incluso salpicándonos a nosotros con parte de su cuerpo.

Asqueroso.

Pero estaba muerto. O muerta. - Buen tiro. - Felicité al chico. No iba a estar todo el tiempo dándole pescozones, solo cuando lo requiriese. El 90% de las veces. - Os cubro. - Le respondí, observando toda la sala y ayudando a buscar a la par que controlaba los movimientos ajenos. Algo que estaba acostumbrado a hacer desde hacía años.

Tras una puerta, de la cual salió la gorda estaba la cocina. Había alimentos empacados, enlatados y algunos cocinados. Un olor a quemado sale del horno  del cual sale  humo, se nota que los detectores  de incendios habian  funcionado y los aspersores  habian hecho su trabajo pues  habia pequeños charcos por toda la cocina. Sin embargo a pesar de que el posible incendio no se habia solucionado (nadie ha apagado el horno), los aspersores ya no funcionan, hay un leve goteo,  sin que sea significativo.

Los cientificos no pueden dejar de pensar que algo de eso posible  afectó a que la cocinera tuviera una mutación bastante distinta a los demás.

Una rejilla de ventilación, justo al lado de la nevera mostraba haber sido manipulada, eso quiere decir que efectivamente alguien entró por ahí.

Al quitarla  evidentemente  se podía pasar arrastrandose. Uno a uno, en el orden que  deseen entra por el conducto.

El temor de todos era que tras ese conducto hubiera un zombie esperando, afortunadamente no era verdad, pero el ambiente era menos alagador.  Tras salir  del conducto de  ventilación  se encuentran con un cuarto con muebles desordenados y salpicaduras de sangre. Una gran repisa  esta en el piso, y al fondo esta el cuerpo del hombre de seguridad quien estaba acostado en un sofá. La cara del hombre estaba arañada, y con marcas de pequeños mosdiscos, le faltaban varios dedos de las manos, los cuales se encontraban regados por el sector, tambien tenía un disparo en la cien derecha, y la pistola de dotación en su mano.

Y en una esquina y aplastado por los muebles parecia haber una criatura rara, pues solo pueden ver una pequeña garra con dedos que sobresale entre el cumulo de cosas que le cubren. A primera vista no tienen claro que es.

Rick revisa el cuerpo y por su experiencia puede concluir que el hombre se suicidó.

Evidentemente el hombre tiene la llave

Si alguno revisa  la puerta de salida, la encuentra bloqueada, imposible salir de ahí. Algo la bloquea al otro lado.

La cocina, como era habitual, estaba repleta de comida. Olía a quemado y se veían claramente charcos de agua en el suelo. - Al menos el sistema contra incendios si parece funcionar correctamente... o parecía. - Dije viendo el agua gotear por alguno de los aspersores. En cambio el horno, que parecía ser la fuente de todo aquello, continuaba soltando humo. Me acerqué y lo apagué antes de seguir. No me apetecía acabar en una ratonera donde el fuego sería nuestro peor enemigo.

Los chicos dieron con la trampilla y me acerqué a ella. - Yo iré primero. - Tenía grabado a fuego aquello de servir y proteger y, a pesar que ya no era sheriff ni pertencía al cuerpo de policía, lo llevaba demasiado dentro como para dejar que se expusieran ellos. Además, no sabíamos que nos aguardaba al otro lado.

A cruzar, me encontré con el cuerpo de vigilante tendido en el suelo. Inicialmente temí lo peor: piel gris, aspecto demacrado... y que se levantase, pero bajé mi arma y la guardé cuando descubrí que - Se ha suicidado. - Indiqué a todos al ver sus heridas y que su piel se mantenía normal. Él no era un problema, pero no estaba seguro de si no lo sería la criatura que parecía estar sepultada bajo aquel montón de cosas.

- Y tiene la llave. Será mejor salir de aquí. No quiero ver que es eso... - Dije señalando aquella fea garra, dispuesto a regresar por donde habíamos venido, no sin antes echar un vistazo rápido a toda la sala antes de irnos y guardarme la llave en el bolsillo.

La cocina todavía estaba más limpia que la antigua cocina del piso de estudiantes donde Will vivía antes de acceder a Umbrella Academy. No obstante, la concentración de humo se estaba volviendo peligrosa por el horno..cuando Rick lo apagó Will lo felicitó:

-Bien hecho. - dijo sin mucha efusividad.

Tras encontrar la trampilla Will volvió a mirar alrededor y pensó que había afectado a la cocinera para verse así de crecida y encontró una explicación:

-Creo que la levadura afectó al patógeno de la cocinera e hizo que se hinchara de esa manera.. - bueno, todos sabían el uso de la levadura de cocina, era tan evidente que era demasiado bueno para ser cierto.

Cruzó por la trampilla cuando Rick avisó que no había peligro para ver al suicidado:

-Quizás se escondió aquí y del pavor decidió quitarse la vida... pobre... no parecía infectado. ¿no?* -dijo Will

Nunca había estado en esa parte del comedor, imaginándose que un lugar tras prestigioso y con tanto renombre como la Academia tendría todos los papeles al día y pasaría las revisiones higiénicas pertinentes, nunca dudó sobre ello. Ahora que entraba, evidentemente tenía que descartar la situación de una especie de apocalipsis vírico para no echar a cuentas el estado de la cocina.

Esperó a que todos cruzaran la trampilla para ir la última. No era que confiara en defender la retaguardia, pero al haber adquirido la escopeta necesitaba espacio suficiente para maniobrar y no llevarse a nadie consigo, así que su lugar era en primera o última posición, nunca en medio. Igualmente poco le importaba, pues esos pocos segundos de soledad mientras esperaba a que cruzaran aprovechaba para otear lo que una vez fue “casi” su hogar, ahora destrozado por el humo, agua, sangre y vísceras de las personas con las que, al menos una vez, mantuvo conversación.

- El virus afecta a cada uno de distinta manera.- No sabía si la aclaración de Will era una broma para terminar la tensión o realmente era su idea. En cualquier caso, Tabitha no mostró signo de diversión alguna.- Cada vez que experimentas con algo, ya sea un fármaco o un producto de belleza, tienes que atestiguar los resultados con varios especímenes para ver los distintos efectos que puede ocasionar.- Por supuesto, para ella, ese dato era de lógica absoluta, mostrando una vez más esa pequeña dispuesta de conocimiento a la que estaba tan acostumbrada en su promoción aunque sonara rimbombante.

Oteó por encima la nueva sala comprobando que, también ahí, el virus parecía haber llegado. ¿Hay alguna zona descontaminada? – Si ese fuera claro tenía por seguro que sería justamente los accesos donde ella no tenía permiso, puede que la directora y Pretelt estuvieran encerrados en una especie de cápsula hermética con trajes biométricos. A saber.

A diferencia del resto, cuando Rick cogió la llave ella se adueñó de la pistola, comprobando el cargador para verificar cuántas balas tenía*. Ensimismada en el cargador, apenas se percató de la garra si no fuera por el comentario del guardia.

El cuerpo no estaba infectado en apariencia, tenía buen color, sin embargo tambien era cierto que las heridas eran bastante feas, en la cara le habia afectado un ojo,la mano izquierda  casi sin dedos y mucha sangre. No sabran exactamente que pasó, pero puede concluirse que el hombre de repente  se desesperó y acabó con su vida.

Tabitha y Rick notan que debajo  se ve una  bolsa. Al   mirar en ella, encuentran  (3) Riñoneras

Que aumentan 3 espacios al inventario.

Ninguno se detuvo a mirar a la criatura que estaba aplastada,  siendo así salen por el conducto de la cocina con la  consciencia de que por fin abririan la pruerta para el sector B.

Negué con la cabeza ante las palabras de William. - Estaba bien, salvo por la pérdida de los dedos y esa fea herida en el ojo. Seguramente lo hubiese perdido. - Miré hacia donde estaba la garra. - Quizás fuese su mascota y considerando que todas las películas de zombis dicen que un simple mordisco hace que te conviertas en uno de ellos... - No había mucho más que sumar. Se pegó un tiro. A saber que le pasó por la cabeza en aquel momento. Pero la verdad era que nos había hecho un favor al hacerlo, puesto que si se contagiaba así, quizás nos hubiese tocado enfrentarnos a él.

Sin decir nada más, me colé de nuevo por aquel conducto para salir de nuevo a la cocina. Arma en mano y pendiente de todo, esperé a que los dos chicos apareciesen tras de mí. - Vamos, debemos cruzar al otro lado y salir de aquí cuanto antes. - Les indiqué tras asegurarme de que la riñonera estaba bien puesta.

Tras esto salí a la zona de control, donde estaban los ascensores y la puerta cerrada, atento con mi automática entre las manos, por si alguien se había movido de su sitio. Comprobado todo y viendo que estaba en calma, coloqué la segunda llave en su sitio...

 La joven estudiante buscó una superficie para dejar la escopeta unos preciados segundos, los que tomó para terminar de comprobar el cargador y guardar la pistola, con el seguro echado, a su espalda oculta tras los pliegues de su camisa y sujeta por la cintura de la falda.

Apoyó una mano sobre su escopeta notando la seguridad que un arma de tal calibre le proporcionaba mientras miraba al resto. Nick pareció encontrar una riñonera, un par de ellas, acercándose con un seco “gracias” para colocarse la suya propia. Evidentemente no pegaba para nada con el look preepy que llevaba, pero sin apocalipsis tampoco es que siguiera las normas básicas de moda.

Cuando Rick cogió la llave Tabitha volvía a tener entre sus manos la escopeta, lista para volver por donde habían venido y, como la anterior vez, yendo la última en la fila aunque en esta ocasión no le quitara ojo de encima tanto al muerto como a la criatura. Hay veces que preferías no saber qué tenías delante con tal de creer que no existía.

Al llegar al otro lado caminaron hacia la puerta de seguridad y esperó a que colocaran ambas llaves, quedándose un par de pasos rezagada vigilando, sobre todo, las puertas que habían cruzado y los conductos, tanto del techo como de las paredes, pendiente de cualquier tipo de sorpresa.

Sí, salir de allí era la mejor de las opciones.. William que solía ir impecable estaba lleno de suciedad ahora...desde sangre propia por heridas ya cerradas hasta trozos de la cocinera que simplemente detonó. Y también suciedad normal de arrastrarse por el conducto. Así que cuando se puso la riñonera no desentonó demasiado: ya estaba hecho un adefesio.

Le resultó curioso que sin estar infectado se hubiera suicidado es guardia:

-Tal vez se vio acorralado ...desde la cocina debió escucharse a la cocinera, el sistema anti incendios..y bueno, tal vez el humo del horno se coló continuamente por esta rejilla hasta que se hizo insufrible. - no entendía que alguien pudiera suicidarse, le ocurría a muchos ateos como Will. Morir era la última opción porque simplemente no había nada.

No dijo nada más en el camino de vuelta pero si caminó con precaución hasta que colocaron las llaves.

Un silencio nervioso se hizo en la sala. Los golpes de los zombies encerrados en el salón se hicieron cada vez más leves. La pregunta es si la barrera soportaría, pero era hora se pasar de zona.

Usando las dos llaves al mismo tiempo se sintió un clack que desatranco la puerta.

Muchos podían pensar que esa medida de seguridad era estúpida e innecesaria, pero en Umbrella corps , nada parecía tener un especial sentido. Realmente este ridículo circulo a través de una llave era un poco lo que a los de Umbrella les gustaba, solo que posible no conocían muy bien las mañas de la corporación.

Es así como la puerta se abrió, y dió paso al sector B.

Algo de ustedes les hace sentir algo de fuerza, como si hubieran ganado algo con eso.