-P...p...¿pero qué cojones?...
Gabriele se apartaba hasta situarse junto a Sergei, sorprendido por la repentina aparición de aquél extraño hombre.
A pesar de no quitarle ojo de encima, era incapaz de distinguir sus rasgos, pues su cuerpo era totalmente oscuro, como si estuviese a contraluz...y eso era inquietante.
-¿Le conoces? - dijo dirigiéndose a Bernard-
Nisiquiera esperó a que el viejo respondiese, para declarar que no pensaba moverse de allí acompañando al primer desconocido que le ofrecía un dulce caramelo.
-Debes estar loco si piensas que voy a ir contigo a ninguna parte.
Era todo muy confuso, en un primer momento creyó que se tratarba de una emboscada por parte del viejo...pero aquella figura a la que las balas no dañaban parecía tener intenciones totalmente opuestas y desconcertantes...necesitaba explicaciones...y muchas...
Claro que le conozco - respondió prontamente el viejo aproximándose al ruso y colocando una mano sobre el arma, que Sergei aún empuñaba en dirección a Drumlak, obligándole suavemente a bajarla.
Este puso algo de resistencia a bajar aquello que le hacía sentir realmente seguro, y que ahora, por primera vez en su vida, le había fallado, dejándole tan desvalido como un niño.
Finalmente bajó el brazo, pero sus labios se encontraban sellados por la sorpresa, por lo que sólo podía mirar fíjamente a aquel ser que parecía inmune a las balas.
Es un amigo que ha estado junto a Leonard desde hace tiempo, ayudándome a tenerle controlado dentro de los posible y pasándome información de vez en cuando - explicó Bernard colocándose junto a Drumlak, demostrando así que no sentía miedo de él.
Los ojos del viejo Roster recorrieron aquel que había sido su despacho hacía tiempo, como si evaluara los cambios producidos en él....y por la forma en que torció los labios, no parecieron gustarle demasiado las diferencias.
Pero fué sólo unos segundos, pues enseguida giró el rostro hacia unas puertas metálicas que se encontraban a su izquierda, y que a todas luces pertenecían a un ascensor.
Drumlak nos ha facilitado el acceso, y bajando en ese ascensor podrás enfrentarte por fin a aquel que ha convertido tu vida en una pesadilla - le dijo a Muti mirándole fijamente - ¿acaso no es lo que querías?
¿Un infiltrado?...bien jugado viejo...pero...ese tipo no parecía precisamente humano...al menos no como el resto de humanos que Gabriele había conocido hasta hacía bien poco, aquellos a los que si disparabas sentían dolor, pero todo eso daba igual, no merecía la pena perder el tiempo buscando explicaciones a una vida que ya carecía de sentido, y menos ahora que se le estaba dando la oportunidad de vengarse.
¿Que no quería vengarse? ¡Claro que quería hacerlo!, con más ganas que nunca...sin embargo no hubiese imaginado que el momento de la venganza llegase tan rápido, y ahora, ante las puertas metálicas de ese ascensor se sentía indeciso, como un niño que duda sobre la certeza de las cosas.
-Si...claro que quiero...pero...esto no iba a ser así...el plan y todo...
¿El plan?, ¿y qué importaba ahora el plan?, ¿qué importaban los demás y sus venganzas si el elegido para llevar a cabo la venganza colectiva era él?.
-Dadme un arma.
El italiano, con rostro serio y decidido ocultaba un interior lleno de indecisión y falta de seguridad, sin embargo siempre había actuado mediante impulsos y decisiones repentinas, y esta parecía que iba a ser una de ellas. Ya no importaban Kane y Nadine, ni Janika y su incierto final, tampoco importaban Eban, Fred y John ni el desconcierto que sentirían en estos momentos...ahora sólo tenía importancia Gabriele y su objetivo...Leonard.
El movimiento fue practicamente imperceptible, pero un segundo más tarde, Drumlak se encontraba junto a Sergei y con la pistola de este entre sus manos, mirándola con la curiosidad de aquel que no suele tener un objeto así entre sus manos.
Se adelantó unos pasos hasta acercarse lo suficiente a Muti como para poder tenderle el arma - Aquí la tienes - le dijo - pero cuando bajemos no dispares de forma irreflexiba, porque no podrías dañarle con este tipo de ataque.....a menos que yo te ayude a conseguirlo, por lo que tendrás que espera a mi señal para poder herirle ¿entendido?
En realidad no esperaba respuesta, pues sin quedarse a escucharla se dió la vuelta y se encaminó hacia las puertas del ascensor, donde pulsó el botón de llamada.
Las puertas no se abrieron, pero sí se encendió la luz que indicaba que el medio de transporte, que llevaría a Gabriele hasta su venganza, ascendía rápidamente desde los pisos inferiores.
Justo al lado de Muti, una fina corriente indicó que alguien acababa de pasar a su lado, y se dirigía tambien hacia el ascensor, aunque manteniendo algo de distancia con respecto a Drumlak.....el ruso parecía querer bajar tambien, quizá para solucionar alguna cuenta pendiente que no tenía nada que ver con los objetivos de Muti.
Por último, fue Bernard quien comenzó a moverse, pero se mantuvo cerca del italiano en vez de avanzar - ¿Vamos?
Asintió a las palabras de Drumlak a pesar de no haberlas llegado a comprender del todo. Si lo que había entendido era cierto, habría de esperar alguna señal por su parte para poder disparar al asesino de su familia y que el tiro causase el daño deseado...no importaba demasiado...teniendo el arma de Sergei entre sus manos...ese trozo de metal que le proporcionaba la seguridad que necesitaba, y si erraba en su misión, al menos no se iría sin hacer mucho ruido.
Las puertas se abrieron, pero ya no eran sólo Muti y aquél extraño hombre quienes permanecía ante ellas, sino que por un motivo u otro, Sergei y Bernard parecían haberse apuntado a descender hasta los infiernos...sus motivos tendrían, desde luego que él no iba a pedirles explicaciones, como tampoco nadie se las había pedido a él, simplemente quienes estaban en esto tenían claro lo que querían conseguir.
-Vamos.
El italiano entró en el ascensor y puso las manos en la espalda con la pistola entre ellas mientras esperaba a que el resto entrase y Drumlak pulsase el botón que les llevaría hasta Leonard.
Estaba nervioso, tremendamente nervioso, la adrenalina le hacía agarrotar los músculos y causar temblor en sus piernas, temblor que se afanaba por controlar para que nadie pensase que tenía miedo...aunque en el fondo lo tenía, pero sin duda la rabia y el odio eran mayores que él, y lo relegaban a un segundo plano casi imperceptible para los demás.
Había llegado la hora.
Sin embargo, fué Bernard el que se acercó hasta donde se encontraban los botones que indicaban los pisos a los que podían ir, los cuales eran diferentes a todos aquellos que había visto Muti en cualquier ascensor al que había subido a lo largo de su vida.....estos parecían lectores de huellas dactilares.
El viejo Roster dudó durante un instante, pero puso de todos modos su dedo sobre el botón que indicaba S1, colocado en la parte inferior de aquel que les llevaría a la planta baja.
Nada ocurrió. Las puertas se habían cerrado pero el ascensor no se movía ni un centímetro.
Suponía que pasaría algo así. - indicó con una media sonrisa - Leonard me habría defraudado si no hubiese cambiado los permisos de acceso a este ascensor.
Se apartó del tablero de control del ascensor para dejarle sitio a Drumlak, el cual se acercó y pasó la mano por delante del botón elegido, aunque sin tocarlo.
Al instante el ascensor se puso en movimiento.
El descenso hasta los pisos inferiores fue extraordinariamente rápido. Más aún porque apenas se sintió la deceleración, que sin duda tenía que ser bastante fuerte para detener a aquella cabina repleta ahora de personas.
De hecho, sólo en una ocasión, poco antes, habían utilizado tantas personas a la vez aquel medio de desplazamiento, pues era de uso particular del presidente de Roster.
Las puertas de los ascensores se abrieron y dejaron a la vista un pasillo fuertemente iluminado, pero en el cual, debido al lugar donde se encontraba, no podía saberse la hora del día, amenazando con hacer perder la percepción del tiempo.
Bastante opresivo si se tenía en cuenta que acababan de llegar desde una habitación con grandes ventanales.
A ambos lados del pasillo había diseminadas distintas puertas, las cuales parecían dar paso a pequeños laboratorios o habitaciones.
Tampoco parecía haber ningún tipo de seguridad en aquel lugar, lo que les facilitaría un poco las cosas.
Al fondo del pasillo se encontraba una puerta con un lector de tarjetas que les cerraba el paso.
Con una rapidez de ensueño el ascensor les había trasladado varias docenas de pisos abajo...casi daba la sensación de que no se habían movido de sitio, sino que simplemente el ascensor había cerrado sus puertas y a continuación las había abierto mostrando una nueva escena...eso sí, mucho menos agradable que la anterior.
Un pasillo repleto de habitaciones se encontraba ahora ante ellos, desierto, sin vigilancia humana presente, o al menos a la vista.
Muti tardó unos segundos en asimilar la cantidad de nueva información que sus ojos le mostraban en un intenso rastreo del lugar, pero sabía que Leonard no andaría muy lejos de allí, si se descuidaba, quizá hasta lo tuviese más cerca de lo que pensaba, en cualquiera de aquellas habitaciones laterales, no convenía bajar la guardia ni olvidarse del nuevo arma que llevaba bajo la chaqueta, sujeto con el pantalón a la altura de la cintura,por la espalda.
Miró a Drumlak y a Bernard:
-¿Por donde?.
A decir verdad estaba más nervioso de lo que le gustaría...¿y si les descubrían?, ¿qué excusa iban a poner para explicar la presencia de un grupo de cuatro hombres armados y con el ex-presidente de la empresa?...estaba claro que las palabras no servirían de nada allí abajo...había que incidir frontalmente hacia el objetivo con la mayor rapidez posible, lo que aconteciese después poco importaría ya.
Es por aquí - indicó Drumlak adelantándose en dirección a la puerta que necesitaba de tarjeta para acceder a lo que fuese que guardase en el interior.
Pero cuando llegó hasta allí se quedó parado mirando a los tres hombres que no le habían acompañado en su caminar - Tranquilos, estas salas se encuentras vacías en este momento, y no existe más seguridad que la que veis, pues Leonard consideró que era suficiente con la tecnología para impedir el acceso a este lugar.
Tal y como había hecho con anterioridad en el ascensor, aquel extraño ser pasó la mano frente al lector, provocando que las puertas se abrieran como si se hubiese utilizado la identificación necesaria para hacerlo....desde luego nunca le faltaría trabajo a Drumlak, con semejantes habilidades.
Cuando la doble hoja metálica permitió observar lo que había al otro lado, sus acompañantes pudieron ver que se trataba de otro tramo de pasillo muy similar al que se encontraban en esos momentos. Y al final del todo otra puerta como la que acababa de ser abierta.
Sin dudarlo un instante, Drumlak se internó en el nuevo pasillo hasta repetir la misma operación con el lector de la segunda puerta, que también se abrió al instante para dejar pasar al cuarteto que se internaba en las profundidades del edificio Roster.
Aquí, sin embargo, la vista cambiaba considerablemente, pues las paredes de ambos lados ya no mostraban otras puertas que dieran acceso a nuevos laboratorios o salas de descanso, sino que eran completamente lisas y sin interrupción hasta una puerta más.
Este nuevo obstáculo no era metálico como los anteriores, sino que la puerta estaba formada por gruesas hojas de madera, seguramente con algún tipo de blindaje en el interior.
Una última medida electrónica se encontraba situada junto a la puerta.
Una vez recorridos los múltiples pasillos y abiertas sus correspondientes puertas gracias a la impagable ayuda de aquél extraño ser que les ayudaba por motivos que el italiano desconocía, llegaron hasta una sala distinta a las anteriores.
Difería respecto a las otras tanto por sus paredes libres de habitáculos laterales, como por el imponente portón de madera que permanecía ante ellos.Era una madera con un tratamiento sublime, saltaba a la vista que se había cuidado hasta el más mínimo detalle y por supuesto que no se había reparado en gastos en ningún momento...cosa que enfurecía aún más a Muti, que observaba asqueado aquél lugar lleno de lujos y detalles, visión que chocaba de frente con los recuerdos de miseria que poblaban su historia.
Avanzó hasta la puerta de madera y echó mano a la pistola de su espalda, sin llegar a sacarla del pantalón...algo le decía que tras aquella puerta tenía que hayarse sin duda el nuevo presidente de Roster...el asesino de su familia...
Giró su cabeza hacia Drumlak:
-Ábrela.
Con un único gesto de asentimiento, Drumlak repitió el mismo ritual que había realizado en las puertas anteriores, y con un leve siseo las puertas comenzaron a abrirse hacia el interior.
Poco a poco, el espacio que se iba abriendo entre las dos hojas de madera, permitió ver una sala que se encontraba iluminada por una extraña luz procedente de cinco objetos prácticamente iguales que se encontraban al fondo de la siguiente estancia.
Si había que buscarles alguna similitud, podría decirse que eran espejos de gran tamaño, rodeados por un marco finamente ornamentado....sin embargo, ahí acababa todo el parecido, pues su superficie, lejos de reflejar lo que les rodeaba, se mostraba como si de una superficie acuosa se tratara, donde podían apreciarse una especie de ondas y una bruma que hacía ver que no era algo sólido.
Entre aquellos espejos y la puerta que comenzaba a abrirse, se encontraban el resto de sus compañeros perdidos....Nadine, Kane y Janika...junto con un hombre joven que Muti sólo había visto alguna vez en la televisión....Leonard Roster.
¿Ya no vigilas los ordenadores? - preguntó sarcásticamente Bernard desde una posición a la espalda de Muti - ¿Hijo mío?
Ahora postearé en la otra escena que la puerta se abre y que tú y los que te acompañan aparecéis, pero tendrás que tener algo de paciencia, porque ya has podido ver el problema que tiene alguno que otro para postear.
En cuanto respondan te lo diré y cambiarás de escena.
Uy,uy,uy, esto promete...acabo de leer el mensaje de Leonard ante nuestra llegada y ya se me está haciendo la boca agua XD.
Imagino que no tiene mucho sentido postear en esta escena asi que aguardo a tu señal para postear en la otra...como aguardaré la señal de Drumlak jeje.
Ya puedes pasar a la otra escena: "Puerta a la fantasía".