Partida Rol por web

Bueno, vamos a ver si se oculta algo en la estancia.

Empiezo a examinar las paredes. Me tomo mi tiempo, dado que de momento no tengo prisa. Me centro en buscar oquedades y corrientes de aire que puedan dar pie a que haya algun pasadizo, aunque no descarto cualquier otra cosilla que pueda llamarme la atención. 

Corres y rodeas el peñón, dándote cuenta de una abertura en su interior. Sin pensarlo dos veces accedes a la oquedad y tras adentrarte unos pasos en la oscuridad oyes un ruido de rocas moverse. Te giras y te encuentras en la más absoluta oscuridad. Los rayos de sol que entraban por la abertura no pueden atravesar el muro de piedra que se ha movido bloqueando la entrada.

Parece se que la única salida existente ha desparecido. Por un lado es bueno, puesto que igual que no puedes salir, ellos no pueden entrar. PEro por otro lado, a oscuras y sin salida, que será de tí...

Observas las paredes minuciosamente, pero exceptuando unos posibles boquetes de algún desesperado que intentó abrirse hueco sin éxito, obviamente, a través las paredes, no encuentras nada más.

¿ Cómo me he metido en este jaleo y he llegado hasta aqui? Ahora que se ha terminado la persecución y me paro unos segundos a reflexionar me encuentro algo desorientada y sola.

Creo que tenía una antorcha en la mochila si no recuerdo mal. Saco de la mochila mi antorcha siempreardiente.

Si puedo vislumbrar algún camino para continuar lo sigo, ya que no me voy a quedar parada.

Y ahora que lo pienso ¿ qué habrá sido esa voz en mi cabeza? Esos pensamientos que me han traido hasta aqui no provenían de mi incosciente, eso seguro!

¡Vaya! No hay nada interesante. En fin, era de esperar que no resultara fácil. Al acabar con las paredes, me dedico a buscar en el suelo, apartando la paja y demás, pero procurando no hacer esfuerzos excesivos que me puedan reabrir mis heridas.

Tampoco encuentras nada en el suelo.

El techo lo tendrás a unos 4 metros del suelo. Y el ventanuco a unos 3.

En cuanto a puntos de golpe, andas recuperado con 8 puntos de vida.

A tientas sacas de tu mochila una antorcha e iluminas el interior. Sin embargo dicho interior ha agrandado su espacio. Anteriormente parecía la entrada a una grieta. Pero ahora parece que te encontrases en una enorme sala, de cuyos extremos no puedes observar.

Giras la cabeza de un lado a otro, intentando orientarte. Miras a la dercha, a la izquierda, al techo, al suelo y finalmente de nuevo al frente. Al fondo puedes intuir una sombra a lo lejos. Quieta, parada e inmovil.

¿ Pero donde estoy? Me pregunto e intento orientarme escudriñando la sala. De repente veo algo al final.

Mi primer impulso es esconderme donde puedo. Me ha tenido que ver con la antorcha asique es una tontería esconderme..

Algo vacilante pregunto en alta voz. Hola, ¿hay alguien ahi? Saco un poco la cabeza de mi escondite para ver si esa sombra hace algún movimiento.

Intento fijar mi vista lo más posible en la extraña figura por si consigo descifrar qué puede ser.

Es obvia mi presencia Iriel. La voz te suena a aquella que retumbaba en tu cabeza. ¿esperas que hablemos a distancia? Puedes observar que la sombra sigue inmovil. Ni un sólo movimiento en toda la sala.

¿ Como sabes mi nombre? ¿Quién esres? No me tomes por una maleduca pero eso de acercarme a desconocidos que hablan en mi cabeza y me evitan problemas, no sé muy bien porqué, pero no me da confianza en principio.

Después de esto me armo de valor y me acerco muy poco a poco hasta quedarme a cierta distancia del desconocido, lo suficiente como para no tener que hablar a voces pero con posibilidades de correr si hace falta (aunque no sé hacia donde huiria).

Por favor, quieres explicarme lo que ha pasado y de qué me conoces. No sé qué pensar de todo esto......

¿Acaso mi muestra de buena voluntad no es suficiente para ganarme tu confianza? ¿Preferías morir a manos de aquellos soldados? Tu hermano no ha corrido con un fin tan afortunado. La figura se levanta lentamente de dónde se encuentra sentado mientras continua hablando:

¿Y todo por qué?...Por seguir los pasos de unos padres de dudosa confianza...mi querida Iriel...¿Acaso darías la vida por tus padres? ¿Por unos padres que os abandonaron hace años, os enviaron lejos de sus brazos y obviaron su responsabilidad?

En alta estima tienes, pues, a aquellas personas que se negaron a cumplir con su obligación. La figura rodea el lugar que ocupaba y se pone tras el mismo, apoyando las manos sobre lo que intuyes una especie de mesa. A pesar de la luz de la antorcha aún estás lejos para distibguir si quiera los colores de su ropaje. Por lo que únicamente intuyes sombras.

¿Sorprendida?...¿Muchas preguntas sobre tu cabeza?...¿Quizá pueda liberar tu mente de alguna de ellas? Sin embargo, al igual que yo hago algo por tí. Sería justo que hicieses algo tú por mí. ¿Aún desconfías de mí para perder la oportunidad de dar respuestas a tus dudas?...

Tampoco hay nada por aqui... Después de un momento pensativo, alzo la mirada al techo. Demasiado alejado para hacer una búsqueda minuciosa. Ahí solo podré echar un vistazo rápido.

¿Pero como sabe todo eso? Esto es muy raro....

Y decidme, extraño desconocido. Comento mientras me armo de valor y comienzo a dar unos pasos hacia la silueta. ¿A caso no tengo más remedio que confiar en vos? Me salvasteis de la persecución de los soldados y parece que conoceis mi vida incluso mejor que yo misma. Respecto a la estima que le tenga yo a mis padres, creo que eso solo es cosa mia, porque aunque para vos obviaran su responsabilidad, yo les estoy agradecida, aunque sea únicamente por darme la vida.

Y si, tengo muchas preguntas en mi cabeza, pero ahora mismo solo me importa una ¿qué le ha pasado a mi hermano y dónde está?

Las preguntas de porqué sabeis tanto de mi pueden esperar.

Me voy acercando a él, ya que me intriga descubrir qué extraño personaje es el que sabe tanto de mí y el que me ha salvado la vida, sin duda.

Puedes distinguir unoa túnica azul oscura que cubre el cuerpo del desconocido. Sin embargo una capucha sobre su cabeza te impide verle la cara. Dudas que con lo grande que es la capucha, pueda ver claramente de frente.

Ante tus palabras puede notar una ligera risilla amable bajo la túnica.

¿Tu hermano? ¿no lo viste tendido en el suelo? Imagina las razones por la que alguien puede caer al suelo durante un combate.

Es mi obligación conocer vuestra situación. Por lo que no es de extrañar que pueda conocer incluso más que tú, sobre vuestra propia vida. Mi tiempo y esfuerzo me ha costado.

En cuanto a la confianza en mi persona, tu decidirás. Si quieres que ambos obtengamos lo que queremos, no tendrás más remedio que confiar en mí. Sin embargo puedes irte cuando quieras. Te dice levantando un brazo y señalando hacia la izquierda. Concentrándote en la dirección señalada, puedes intuir en la pared una especie de abertura.

Miro la salida y pienso durante un segundo el irme a buscar a mi hermano, pero pronto se va esa idea de mi cabeza.

Me dirijo a el. Sé que a mi hermano le han herido, pero quiero saber si..... está vivo, y dónde está. 

Respecto a la confianza, confiaré, y por eso debes decirme algo: tú sabes qué es lo que yo quiero, tu ayuda para encontrar a mi hermano; pero ¿en qué te puedo hacer yo falta para que reclames mi confianza? Y para qué quieres saber tanto de nuestra vida?.

Espero una respuesta convincente porque me despierta la curiosidad los motivos del desconocido de haberme salvado.

Imagino que habrá muerto en el combate. Ningún hombre que yo conozca ha sobrevivido a un combate y quedando a merced de su enemigo ha conservado la vida. Malas noticias para todos. Te dice en tono triste.

Tras unos segundos en silencio continúa. Por tu hermano poco puedo hacer. Sin embargo si tengo información sobre tus padres. Esperaba que ambos me ayudáseis a conseguir lo que necesito, pero no dudo de tu valía. Si me ayudas a conseguir una piedra muy valiosa, posiblemente comparta la información que conozco de tus padres contigo. A ambos nos interesa una colaboración. Siento tener que ponerte condiciones para suministrarte dicha información. Pero no tengo más remedio.

Que me dices ¿pequeña?

¿que qué te digo? Pues algo muy simple, si no me das información sobre mis padres no te ayudaré a encontrar esa valiosa piedra.

Digo esto casi por instinto, ya que fue mi hermano el que me enseñó a ocultar mis emociones para no dar signos de debilidad, aunque la verdad es que el solo pensar que realmente mi hermano está muerto me produce un dolor casi insoportable.

Tranquila Iriel, Eldrinn es fuerte y no caería tan fácilmente en un combate. Él es muy fuerte y ha salido de lios peores. Me digo, intentando convencerme a mi misma de estos pensamientos.

Siento tener que ponerte estas condiciónes, pero no creas que voy a "trabajar" para ti a cambio de nada, o de una promesa que puede esfumarse en cuanto acabe de ayudarte. Ya sabes lo que se suele decir, las palabras se las lleva el viento. Lo siento, pero es mi última oferta, si no aceptas, yo me iré y te encargas tú solo de la búsqueda, aunque no creo que lo hagas, porque si pudieras hacerlo tu solo no habrías pedido mi ayuda, asique, ¿lo tomas o lo dejas?

Estas palabras no las digo como farol, sino con toda la conviccion y la entereza que mi estado de ánimo me permite. No tengo ninguna intención de cambiar de opinión y no daré mi brazo a torcer.

Ohh...jojojó. La pequeña me impone condiciones.jojojó. El hombre parecía estar realmente impresionado y entretenido. Bien, bien, parece que tienes el caracter de tu padre.

Pero mi querida Iriel, creo que no estás en condiciones de negociar. Yo te necesito, eso es cierto. Pero igual que puedo recurrir a tí, puedo recurrir a cualquiera de los demás. Sin embargo, tú estás perdida, en no sabes dónde. Pues permíteme que te diga que estás a millas del bosque. Sin ninguna idea de dónde están tus padres ni tu hermano. Y con cientos de dudas que yo puedo resolver y ayudarte. Quizá mi ayuda te permita una venganza sobre aquellos que han secuestrado a tus padres. Permíteme decirte que se encuentran bien. Y que a partir de ahora muchas nuevas sensaciones y situaciones se te presentarán que te cambiarán la vida.

Por el momento es todo lo que puedo decirte. Pues como bien dices, ¿qué te retendrá y me asegurará que me ayudarás tras la información?. Creo que por el momento el único que ha dado muestras de confianza y buenas intenciones he sido yo, pequeña. Tienes mi palabra de que te suministraré la información que deseas.

¿ Su palabra? Y como sé yo qué clase de persona es para confiar en su palabra. No parece que vaya a ceder para otro tipo de acuerdo asique.......... qué hago.

Tras meditar durante un moménto qué debo hacer, decido que lo mejor por el momento es seguir al desconocido y ver en qué acaba todo, total... no tengo nada que perder. Mis padres secuestrados y mi hermano...... prefiero no pensar mucho en ello o romperé a llorar en cualquier momento.

Está bien, acepto el trato. Digo con un cierto tono de resignación y de derrota. Pero al menos decidme cómo os llamais. Creo que por lo menos esa información sí podreis dármela, ¿o no?

Bien, bien, bien. Por el momento puedes llamarme Arthur. Me alegra ver que eres consciente y se puede tratar contigo. No esperaba menos. Te dice tranquilamente y contento por la resolución de la charla. Vuelve de la parte posterior del asiento y se acerca algo más a tí. Aunque mantiene la distancia, puedes notar su respiración.

Te diré algo de suma importancia que puede salvarte durante el préstamo de tu inestimable ayuda. Siempre, escúchame bien, siempre existe una solución alternativa. Incluso más fácil de lo que puede parecer, sin embargo es dificil encontrarla si no se piensa con la cabeza. Piensa antes de actuar, ten claro tu objetivo final, no te distraigas y saldrás victoriosa.

Espera unos segundos que aquellas palabras calen hondo en tu mente y tras unos segundos que parecen horas continúa hablando.

Existe un lugar, antiguamente habitado, donde el tiempo es diferente al mundo real. Un lugar que oculta un tremendo poder. Un lugar en el que reyes de todo el mundo matarían por descubrir y apoderarse de lo que oculta. Un lugar que es mejor mantener oculto, pero al cual es necesario acceder para mantener el equilibrio. Es nuestro objetivo obtener el tesoro oculto y alejarlo de aquellos que lo ansían, pues el hombre es demasiado codicioso para obtenerlo y saber usarlo con cabeza.

¿Conoces la Joya de las Almas? suspira durante unos segundos, seguro que no. No importa, lo importante es que puedas conseguirla y traérmela. Se encuentra en la tercera torre de Parcesstar. Una vez que la veas, sabrás que es ella.

¿Alguna pregunta? Te dice mirándote. No dudo de que lo conseguirás.