Partida Rol por web

La caida de escombros y el grito, cogieron a Garel por sorpresa, estaba totalmente concentrado en sus posibles blancos. De repente, alguien tiro de su manga y por el rabillo del ojo, pudo ver que se trataba de Suerte. La invitacion del caliban a la retirada, parecia lo mas acertado, por lo que sin dejar de apuntar para cubrir a sus compañeros, comenzo la retirada.

Alek permanecía de pie. Vio por el rabillo del ojo las intenciones de Garel y suerte, quizás lo mejor era que todos corrieran. Pero por mucho que no soportara la presencia de Lucy, su misión a la larga era la de salvarla si era posible.

Esperó a que sus compañeros corrieran, invitándoles a que asi lo hicieran. Cogió la estatuilla y se la tendió hacia Timón o Lomión, desde su punto de vista eran los que quizás más supieran sobre ella. El hechicero ya la estudiaría más adelante, cuando tuviera algo más de tiempo.

Su intención era clara, tenían lo que necesitaban y su misión requería que siguieran avanzando. No iba a pelear, y mucho menos por Lucy, pero al menos quizás podría hacerle ganar algo de tiempo a ella, y ya de paso también a ellos mismos.

Poco a poco la pierna trasera se fue echando hacia atrás mientras el punto de gravedad central de su cuerpo bajaba y el hechicero ganaba cierta estabilidad.

Cierto era que no les debían ninguna amistad y que posiblemente no podían aportar demasiado a la lucha, pero salir corriendo así era algo patético. Lómion agarró la estatuilla y la echó en un saquillo. Era el momento de moverse rápido y así lo hizo, demostrando de nuevo la potencia de sus piernas pues no era habitual que alguien tan acorazado como él pudiera seguir el ritmo.

- Vayamos al siguiente pasillo, no podemos volver atrás.

Comenta por si acaso, aunque cree que Suerte ya lo ha tenido en cuenta. Lómion da un tirón a Timón y a Scarlet, que parecían un poco abstraídos, para que reaccionan y corran.

-!Oh dioses, lavoyapalmarlavamosapalmareselfindelmundonosvanaviolarportodoslosagujero¡

Corro detras de Lomion, abrumado por la recien llegada de un invitado que todos conociamos, y de tener oportunidad, nos aniquilaria antes de siquiera poder coger la guadaña, en cuanto se libre de Lucy y sus sabuesos.