Historias de una maldición
La actualidad
No siempre las pesadillas acaban al despertarse, a veces no hay ningún despertar, como bien sabía Ismael Covenant, mientras pasea por los pasillos de la mansión con la única compañía humana de alguno de los criados más fieles o desesperados por el dinero que pagaba cada mes. Aunque sus hermanos no le abandonaban, los podía sentir, siguiéndole, palpando sus defensas y su entereza mientras la enfermedad se lleva sus fuerzas, de ser un poderoso guerrero, a ser un anciano decrepito a los 35. Fue a la biblioteca de su padre donde todo había comenzado, los libros se esparcían en hileras por la mesa y aun así, no había llegado ni a la mitad de la biblioteca, todos los libros tenían nombres extraños y están escritos en lenguas que ningún humano podría pronunciar. Pero como su padre era un erudito, pero no encontraba el párrafo, la frase, la palabra que pudiera hacer terminar su suplicio, solo una modulación en el aire le recordaba su fallo, sus hermanos estaban cerca, pues aunque muertos jamás se habían marchado:- Nuestra maldición es culpa tuya querido hermano...- De un fuerte empeñan tiro los libros que tenía a su lado, pero poco podía hacer pues era verdad...
Mil años antes...
La letanía de canticos despertó al durmiente, entre las rendijas de su mascara podía ver el cielo tapado por la sempiterna niebla, suspiro pues seguía vivo un día más... entonces intento moverse. Sus brazos están atados a una especie de tiras con cuchillas a los lados, y la sangre broto ante el movimiento espasmódico de terror ante su situación. Entonces vio a los monjes, ataviados con sus sotanas oscuras seguían la letanía a pesar de su suplicio y empujan la plataforma hacia un destino desconocido, hasta finalmente ver pararse y con unas cuerdas bajarlo hacia un agujero profundo. Intento chillar pero su lengua había sido cercenada hace bastante tiempo, como en aquel dicho, si no quieres pecar, no mires, no oigas, no hables. Pero le habían dejado por fin ver el mundo exterior, aunque viendo su situación de poco serviría... sus ojos se movieron locamente, pues el raciocinio se escapa con cada metro que baja la plataforma, mientras visiones oscuras, se devanan en su cerebro al ritmo de la terrible letanía que los monjes siguen cantando una y otra vez. Cuando llega al fondo, un único rostro reconocible se muestra, sonriente ante su desgracia, y se aleja mientras las paladas de tierra cubren el cuerpo del hombre en la muerte coronado, como el Rey Durmiente, cuyos únicos sirvientes ahora serian los gusanos y las ratas. Pero el mal nunca termina, y mil años solo es un tiempo corto de espera...
15 años antes...
El pequeño bote se movía con el ligero vaivén de las olas, era lo más parecido a un día soleado en la isla de Derceto, donde la familia Covenant había llegado hace 4 generaciones, construyendo su mansión y financiando el pueblo al otro lado del lago. Josep Covenant el cabeza de familia tuvo 5 hijos con su querida esposa, con la última de ellas su cuerpo no pudo más y fue enterrado en el panteón familiar. En se bote están los 5 hermanos, convenientemente arropados mientras el mayor Ismael remaba con energía junto con Aaron, el gemelo de la hermana mayor Evelyn. Ismael esgrimía una ligera sonrisa, pensando en lo que lleva en su mochila, y en pensar en lo que va a ocurrir dentro de nada cuando lleguen a la isla.
Lucy la más pequeña y más tranquila de todos los hermanos dormía plácidamente en el regazo de su hermana, que discutía con Ismael, porque tenían que ir todos a la isla, sobre todo la pequeña niña, que debería estar descansando y que no le gustaban las sorpresas ni las emociones fuertes…
6 meses antes…
Roderick de la orden del señor del alba, avanza con dificultad por sus heridas, mientras las oscuras formas le cercan corriendo a través de los riscos. Sus formas canidas y atléticas, se escabullen y vigilan, para atacar rápidamente y volver a escabullirse entre las grietas, a pesar de todo Roderick ha matado a varias de ellas. Pero la cantidad es ingente y saben que al final van a ganar y tomar el cadáver del clérigo como un trofeo, solo es cuestión de tiempo. Eso sí ha conseguido ocultar una caja en una de los riscos antes de que se dieran cuenta con hechizos desorientadores alrededor… Reza al señor del alba por que caiga en buenas manos.
Entonces de un salto una hermosa muchacha de piel exquisitamente blanca, cabellera color trigueño, ojos como esmeraldas y de un físico que harían morir de envidia las súcubos de los 666 infiernos, aparece enfrente de él, con una mortaja que apena si cubre la desnudez de su cuerpo. –Ahí mi querido párroco me vas a dar la extremaunción, ha sido muy tonto por tu parte venir a mis dominios- se acerca a él, mientras que el clérigo saca su porra bendecida dispuesta a acabar con el no-muerto, pero las criaturas a su servicio se lanzan, al poco tiempo a pesar de haber dado muerte a gran parte de ellas, termina en el suelo frágil ante la hermosa muchacha. Apoyando sus muslos con picardía, noto como el clérigo a pesar del horror, era llevado por sus bajas pasiones, el aura que destila provoca esto en los hombres y mujeres y lamiendo una de sus orejas con sensualidad le dice al oído:- Tengo mucha hambre de dos cosas y te aseguro que me vas a saciar de ambas, y llevando una mano la coraza de los pantalones del clérigo, arrancándosela, le muerde la oreja y se la arranca haciendo que el hombre pegue un horrible chillido, el cual no sería el único en la media hora siguiente…
El bote pego un pequeño salto cuando una pequeña ola rebelde levanto el morro un momento. Evelyn esta crispada de los nervios, nunca comprenderá, el porqué del ánimo repentino de su hermano mayor para llevarles a allí, no es precisamente el sitio para una excursión, aunque podía refunfuñar, terminaba cediendo, era de carácter débil… una mano se poso en su hombro, Konrad el hermano pequeño y más débil de los demás le sonrió para animarla:- Tranquila Ismael, sabe lo que hace, además yo cuidare para que Lucy no se pierda- Evelyn no pudo más que sonreír a sus 7 años Aarón era todo un caballero…
3 años antes
Es una garganta profunda, sin duda, las olas al fondo golpeando frente a las rocas, una salida para suicidas y locos, una oportunidad de emular a los pájaros seguida de un golpe seca entre las rocas o una caída en el agua a disposición de las corrientes, pero aquí había terminado su huida. Con el pelo desaliñado, las marcas de uñas en su ropa y sangre en su perfecta chaqueta, Aarón Comentan espera su destino, pero con una sonrisa complaciente en sus labios, esa nunca había cambiado. Los siervos al no tener nadie al mando, se habían convertido en una turba y están dispuestos a buscar su sangre. A pesar del ruido batiente de las olas podía oír como los perros ladran con fuerza y como los hombres aúllan aun más que ellos. Había cogido una pistola y seguía manteniendo el arma del crimen… Nunca se daría por satisfecho.
Cuando el primer hombre salió de entre la maleza, fue el sonido de la pólvora en ebullición el que le acompaño, la sangre pronto mancho las piedras del risco. Los perros se lanzaron a su garganta, las clases de esgrima sirvieron bien, pero poco a poco retrocedía, un perro murió empalado con el arma del crimen y otros magullados por los golpes romos con la pistola de pólvora. Los criados forman un círculo mientras dejan a los perros que cacen al “monstruo”, solo de pensarlo Aarón solo pudo de reír ante su situación… hasta que finalmente decidió no luchar y dejar vuelo a su destino… Nadie encontró el cadáver en los días siguientes…
Fragmento de la investigación de campo de Oswald FishtGerald
Oneiros la ciudad maldita mil veces por los dioses, la que llamaron los antiguos la de las mil puertas, cometieron el crimen de atacar la realidad, el porqué se perdió con el tiempo, y quien me iba a decir que sería esta leyenda, la oportunidad que espero para escapar de la niebla, y quien me iba a decir que alguien de la familia de mis más odiado enemigo el que me abriría esta salida. El destino es muy caprichoso, y su poder pronto será mío, pues en este caso el destino se llama El Rey Durmiente…
15 años antes
Aaron es el segundo hermano chico en edad, alguien entusiasmado por la ciencia, que siempre anda quejándose a su padre por tener tantos libros de esoterismo en vez de avanzar hacía el futuro y conseguir libros más doctos, era un ratoncillo de biblioteca, con sus gafas pequeñas y su pelo siempre bien peinado, con la raya en medio y siempre vestido con modelitos serios que le hacían parecer un comerciante a su edad de 10 años, su hermano Ismael de 5 años muchas veces se burlaba llamándolo “chupatintas” por tener siempre las manos llenas de la tinta de escribir, siempre metido en algún calculo extraño para el siempre nervioso Ismael, el que a sus 15 años nunca podía centrarse el que nunca se tomaba nada en serio. Eveline sonrió cuando Aaron le hizo un guiño, era con su hermana melliza con quien se lleva mejor, no podría pensar su vida sin ella a su lado...
2 años antes
Aarónse despertó de la inconciencia en la que el dolor le había llevado, recordaba una última discusión con su hermana y una seca amenaza de incriminarla ante Ismael cuando volviera del servicio... Pero su hermana no se dejo amedrentar, un golpe en la cabeza suficientemente potente hizo el resto, junto algunos hechizos paralizadores, solo pudo mirar mientras que cogia algo afilado de la mesa y se lo acercaba a la cara...
Abrió los ojos para verse en la oscuridad de una cabaña. No había objetos en ella, y solo la luz que provenía de unas rendijas, la que le permitía ver donde esta... De pronto oyó los chillidos, agudos penetrantes, que taladraban sus oídos del bullicio, y pronto las vio como una negra manada, dispuestas a cobrarse su tributo de muerte. Intento moverse pero noto que estaba anclado firmemente al suelo, su hermana se quería asegurar, oyó como ella decía algo al otro lado de la habitación pero los chillidos de las ratas lo silenciaban, pronto se lanzaran a la carga. Su cerebro desconecto cuando una de ellas se lanzó a por la lengua que le cuelga sin orden ni concierto...
Al otro lado de la habitación esta Evelyn tranquilamente tomándose una taza de café de proveniente de uno de los viajes de Ismael. Su hermano era un bocazas que tenía que escarmentar y no podía sobrevivir para hablar de a quien había llamado y que habían hecho, supuesto esto último lo había arreglado, cerca en los pantanos había muchas ratas y no necesitaban demasiado para ser convencidas a probar la carne humana. En cuanto a lo primero aunque sobreviviera no podría hablar más. Después de pegar un tranquilo y largo trago, le pregunta a su hermano:-¿Estás bien?, solo tienes que pedir ayuda y vendré a socorrerte como en los viejos tiempos...- Los aullidos de dolor y los gritos de las ratas fueron la única contestación, y ella siguió tomándose su café sin prisa, mientras que a su lado estaba la quijada cercenada de su hermano.