Partida Rol por web

-Veras Jonas, sali de caza hace unos dias, pero no he conseguido encontrar nada. No se como, pero creo que me he perdido y he estado deambulando por estas montañas unos dias. Cuando esta noche vi la luz de vuestra casa, no pude evitar venir a ella. Os estoy ampliamente agradecido, Jonas. No necesito mas que me dejeis un sitio caliente donde descansar y a la mañana me habre marchado.

Metiendo la mano en el bolsillo y sacando unas monedas, saco unas diez de oro -Por favor, acepta esto como pago a tu hospitalidad, eres un buen hombre y entiendo la dificil situacion que te planteo. Sin embargo, como te he dicho, solo quiero un lugar donde calentar mis huesos, hace una noche terrible y no querria estar ahi fuera.- termino señalando con la cabeza.

El golpe con la mano desnuda deja al hombre tirado al suelo, haciendo que él ultimo quede completamente conmocionado por el fuerte impacto. Por un momento, crees que lo has matado, pero vuelve  a moverse quejoso, y te mira con cara obtusa, sin comprender y después con resentimiento, y dice mientras se sujeta el pomulo:- Ya es bastante estar encerrados aqui, a esperar a que nos maten y nos devoren, como para que me pegues...-

Jonas asiente ante tu historia y parece creerla, recoge las monedas y se las pasa a su esposa, que se las guarda en la mano, para luego alejarse a una parte que no ves de la casa, para esconderlas seguramente. Te creen, pero son tiempos duros, y nunca puedes confiar completamente en alguien.

Jonas devora la comida en silencio, no parece querer comenzar nínguna conversación, y bebe con fruicción de su vaso, sin mirarte, su madre y su hijo tambien están igual, aunque alguna vez la madre te mira con curiosidad, y con algo que te dice que esa mujer quiere algo más que tu amistad en algún lugar de la cabaña. Sonries pensando en el tiempo que has pasado sin una mujer, pero tambien te planteas el hacha del fuerte leñador, y la noche fria si te expulsan de la cabaña...

Como tranquila y lentamente, disfrutando del calor del refugio.

Aunque la idea de estar con una mujer me parece muy tentadora, la de que me echen de la cabaña, no me atrae lo más mínimo, por lo que mantendré la compostura. No trato tampoco de iniciar conversación, solo busco descanso y refugio, por lo que lo dejaré en sus manos.

Tras la cena y tal, trato de convencerles de que con que me dejen en una silla junto al fuego es suficiente y me mantengo todo lo en guardia que pueda.

"Mañana renovaré los hechizos y trataré de preparar alguno que me ayude a soportar los elementos, no sea que no pueda encontrar refugio"

-Disculpa amigo, pero parecías algo fuera de ti, me has asustado-

Ayudo al caballero a reincorporarse.

-Al menos te veo más tranquilo. Me llamo Suerte, y quizás con un poco de ella podamos salir de aquí. ¿Que dices?-

Trás la comida que está realmente buena y del reconfortante vino, te sientes a gusto, aunque quizás con mucho sueño... demasiado. El hombre te mira sombriamente, mientrás que empiezas a dar cabezadas, y la mujer y el chico retiran la mirada.

El hombre ante tu respuesta exclama cinico:- Claro si conozco una salida, pero tambien es la entrada, y me temo que la única forma de que lo habran es para venir a matarnos a uno de nosotros para comerselo..., ese demonio baja una vez al dia, mata a uno de nosotros y vuelve arriba.- El hombre se estremece de solo recordarlo:- Aunque algunos tenemos "suerte" y estamos meses aquí, viviendo de los restos que nos deja de nuestros compañeros. Pero puede que un tipo tan fuerte como tú, nos sirva para enfrentarnos a ese monstruo y escapar, venga conmigo, le enseñare la entrada y después... le haremos una emboscada a ese bastardo- Y el hombre viejo sonrie adelantandose a los acontecimientos.

Garel cabezea un poco, pero cuando su cabeza cae demasiado rapido sobre su pecho se despierta. Con ojos somnolientos mira a su alrededor, sonriendo mientras parece que todo esta en orden.

Alguna legaña le hace ver de manera un tanto borrosa, por lo que se frota primero un ojo y luego el otro. Se incorpora un poco en la silla y bosteza sonoramente, algo se enciende en su cabeza y rapidamente se pone en guardia, tal vez haya algo que ha pasado por alto...

Me encojo de hombros y miro alrededor. Como sea se que al menos ese monstruo tiene mis armas y yo no tengo ni la puñetera hora del dia para darle.

-Eh, eh, no nos precipitemos, ¿hay alguien más aquí? necesitaremos algo más que fuerza para poder salir de aquí, amigo.-

El hombre sentado en frente tuya se levanta y refunfuña:- Extranjero, nosotros nos vamos pronto a dormir, no queremos gastar demasiada leña, por lo que ahora mi mujer recogera la mesa, y en tanto yo le mostrare su habitación- Y espera a tu lado para que le acompañes, sin parecer ofendido por tu forma de ponerte en guardia. La mujer y el niño recogen los platos rapidamente y los meten en una pequeña pila con agua más o menos limpia. En tanto en el exterior, se oyen gruñidos y aullidos lejanos...

Cuando comentas si hay alguien más notas como los pasos lejanos se acercan. El anciano exclama:- Venir, hemos encontrado ayuda- y ya hablando para tí:- Somos muchos... unos 15 o por hay, de vez en cuando baja esa bestia y se lleva a uno de nosotros, pero muchos sobrevivimos... bueno más bien malvivimos aqui- Pronto te encuentras con un grupo de gente flaca y harapienta llena de costras y con más parecido a cadaveres andantes que los propios muertos vivientes.

A Garel se le eriza el bello de la espalda al oir los aullidos.

-Si, si, creo que lo mejor sera que me retire a descansar. Mañana temprano me habre ido y aqui todo volvera a la normalidad...

Avanza hacia el hombre y juntos van abandonan la sala.

"Hay algo aqui que no me termina de convencer... espero que esa señora no venga a hacerme una visita durante la noche"

-Buenas noches...-Se despide Garel de la mujer y el hijo mientras sale de la habitacion.

Observo a mi inesperado grupo de reclutas. Ojalá fuese un líder, alguien capaz de inspirar a esta gente para lucar como lo aría Ismael. Pero soy todo lo que tienen, por leve que sea esa esperanza debo hacerla vivir, o de otro modo no tendremos ningúna oportunidad.

-¿Que me puedes decir de nuestro anfitrión? ¿Viene armado? ¿coge a uno de nosotros y se marcha sin más?-