Partida Rol por web

El impacto contra Thomas me sobresalta, pero tal es el pánico que le tengo en éstos momentos que no soy capaz de gritar ni emitir sonido. Quedo con la boca abierta y la mirada perdida al roce de la locura mientras mi cuerpo tiembla y se encoje por momentos con la frente al suelo. La sangre me salpica a cada golpe contra el cráneo abatido de Thomas, hasta que no queda más que un charco. 

La consternación y la impotencia me dejan en el suelo con las manos en mi cabeza, esperando mi turno. Pero Negan camina y se acerca a Rebecca. Y luego se marcha.

Los vehículos levantan una enorme polvareda mientras atónitos las personas que reguardan el enorme portón de la entrada a Hilltop vuelven a asegurar la comunidad. La gente empieza a acercarse. 

No entiendo que está pasando, no sé como ha podido encontrarnos tan rápido, no sé para qué ha servido escapar si nos iba a matar de todas formas. Me da más miedo que me haya dejado ahí. Miro el cadáver de Thomas... intento agarrarlo estirando el brazo, pero tampoco puedo, me tiembla todo demasiado. Y entonces empiezan a salir lágrimas y más lágrimas de mis ojos, hasta que empiezo a gemir, soltar sonidos de agonía, que acaban en un grito cada vez más fuerte que sale de mis entrañas, un grito de agonía dolor y odio, un grito desesperado y gutural que sigue y sigue haciéndose eterno, hasta que me quedo rendida y sin fuerzas, con la frente y los brazos sobre el cuerpo del enfermero...

...que jamás volverá a levantarse.

De pronto Negan alzó a Lucille y golpeó la cabeza del enfermero, aquella acción no tomó por sopresa a la pelirroja pues había sido ella misma quien sentenciara al rubio. Con el primer crujir del cráneo sintió que se le revolvía el estómago más por la culpa que por el cruel espectáculo, cerró los ojos, pero ella supo que no podía dejarse llevar por los sentimientos, no, había tomado su decisión y ahora viviría con eso y justamente no debía dejar que los remordimientos se pusieran de por medio ya que eso no la dejaría vivir.

Abrió los ojos ante el sonido del segundo impacto, miró la aberrante escena y acto seguido levantó una coraza en su mente que le impidiera sentir. Sí, ahora ella era una de ellos y como tal se comportaría...o a lo menos lucharía por hacerlo.

En ese jodido mundo no quedaba otra más que adaptarse para sobrevivir y ella ya se había cansado justamente de eso, de siempre estar sobreviviendo, necesitaba vivir y para ello era necesario ubicarse junto a los fuertes. Dejar de ser la presa para ser el depredador.

Siguió observando hasta que la cabeza del chico era solo una masa sanguinolienta. Se sorprendió a sí misma al darse cuenta que en verdad no sentía nada en ese momento, aunque no estaba segura que fuera a ser así siempre.

La voz de Negan la sacó de sus pensamientos, sin mirar a los que fueran sus compañeros se dirigió a la camioneta para subirse.

Por un momento me quedo pensativo, luego reviso el abastecedor de la Glock.

-En eso tienes toda la razón Roland, acabamos de iniciar una guerra... en cuanto se den cuenta que vulneramos su territorio y logramos sacarte de allí, arrasarán con todos y todo a su paso, no es momento de abandonar... - Enfundo la pistola y le extiendo una botella con agua a Roland, luego saco el maletín de primeros auxilios mientras comienzo a revisarlo, al parecer lo torturaron bastante tiempo, no se en que estado se encuentre mentalmente esas cicatrices son las que tardan más en sanar. -Físicamente te encuentras bien, trata de descansar, saldremos para Hilltop en dos horas.- Observo que Jesus le alcanza a Roland una mantas mientras prepara algún brebaje parecido a café. Me incorporo guardando los utensilios médicos en el maletín. -Mike hará la primera guardia en una hora lo revelaré, traten de descansar, buenas noches...- me dirijo al pórtico, tengo muchas cosas que pensar.

Luego de que la caravana de los Salvadores se retirara Gregory comienza a manotear asustado y molesto, se dirige a Rebecca enfurecido.

-¡¡¡ESTO HA SIDO LO ÚLTIMO DE USTEDES Y TODO AQUEL QUE A INGRESADO A LA COLINA SIN MI PLENO CONSENTIMIENTO!!!, ¡¡TOMEN SUS COSAS Y LÁRGUENSE!!, ¡¡¡LES DOY HASTA EL AMANECER Y NI UN MINUTO MÁS!!!-

Trastabillando y sudando casi tropieza con el cuerpo inerte de Thomas, horrorizado empuja a uno de los habitantes para que lo dejen pasar directo hacia su oficina dentro de la gran casona, algunos de los habitantes comienzan a limpiar y retirar los cuerpos.

Con los nervios a flor de pie resoplo para no salir en pos de Gregory y partirle la cabeza. Lo fulmino con la mirada.

—Pedazo de majadero —mascullo. Paso mi brazo por el hombro de Jeanine y trato de separarla del cuerpo de Thomas, —pobre muchacho —.

—Será mejor que descanses algo Jeanine —tiro de ella para incorporarla, —ayúdame Rebecca, llevémosla a la caravana. Luego volveré a darle sepultura —ando de camino de vuelta. —¿Sabes hacia donde han ido Matt y los demás? —.

No me sorprende la reacción de Gregory, desde un inicio no le pareció el tenernos en su comunidad y después de lo ocurrido ahora somos como la peste para él.  Pero no podemos irnos de aquí sin que Matt y el resto hayan regresado –“Si es que regresan”- Me enojo por haber pensado eso, él debe regresar.

La voz de Jafreese trae mi atención hacia Jeanine. Asiento con la cabeza y tomo a la chica del brazo para llevarla a una de las casas rodantes.

-Matt y los otros fueron a rescatar a Roland y Alexandra, pero no se hacia dónde se dirigieron con exactitud, sería difícil dar con ellos e iríamos a ciegas si abandonamos Hilltop tratando de encontrarlos- le respondo a Jafreese -Gregory maneja éste lugar pero no nos iremos hasta que el grupo esté completo- lo cual me hace recordar a Amandah y Alana, espero hayan encontrado un escondite seguro y ahora que los Salvadores se han ido salgan.

-Lo difícil es permanecer en la cima, ¿no crees Fuego?...- Negan rompe el silencio que ya se estaba percibiendo bastante incómodo, más aún después del desagradable y violento asesinato de Thomas. Las puertas del Santuario se abren de par en par para que el vehículo del líder de los Salvadores ingrese casi majestuoso ante toda su corte de rufianes que lucen más preocupados y temerosos que de costumbre.

Negan le hace una mueca interrogante a la pelirroja y enseguida desciende de la camioneta, rápidamente uno de los subordinados corre y comienza a informarle en voz baja, a medida que avanza la información el lenguaje corporal de Negan va cambiando hasta que su puño de guante negro se estrella en el cofre de la camioneta.

Enfurecido regresa a la cabina sin dejar que Alexandra se baje. -¡TÚ ESTUPIDO ENAMORADO SE HA ESCAPADO!...- Antes de cerrar la portezuela hace un ademán con el brazo y de un agudo chiflido les da indicaciones a sus seguidores que se retornen por donde apenas entraban.

-Inicia la cacería...- A pesar de todo Negan sonríe emocionado, sus ojos destellan como brasas mientras las llantas de la camioneta arrojan piedras y tierra al momento de arrancar violentamente acelerando el motor abriéndose paso entre su ejército de enajenados.

Después de subir a la camioneta Alexandra había decidido no pensar más en la muerte del enfermero, sí, ella había tomado la decisión de quien moriría pero si no hubiera sido él hubiera sido cualquier otro, de cualquier manera alguien iba a morir sin importar el qué. Pero no era totalmente su culpa, si el enfermerito estaba muerto era culpa de él y no de ella por haber sido siempre tan débil y patético. Sí, era eso lo que ella se repetía.
El camino había sido bastante silencioso hasta que Negan habló, era típico de él, no podía nunca quedarse callado. La pelirroja tan solo lo miró sin responderle, por un momento se preguntó si realmente en algún momento Negan la vería como su igual, sabía bien la respuesta. Él siempre la vería como una de sus mujerzuelas, tal vez la favorita pero una más al final de cuentas, aún cuando ella se convirtiera en una hija de perra tal como el líder de los Salvadores lo era él nunca la consideraría como algo más que su esposa trofeo.

Estaba por bajar cuando Negan había regresado a la camioneta gritando que Roland había logrado escapar.
No supo cómo tomarlo, pensó que era algo bueno para el cocinero pero no así para ella, así que no, esa noticia no le alegraba del todo pues si no llegaban a encontrarlo tal vez ella pagaría los platos rotos. "Estúpido Roland, más vale que esto no me cueste caro".
 

Resoplé —si andan tras Alexandra... estarán cerca —respondí mientras chasqueaba la lengua con gesto de desprecio.

—Jeanine y Thomas han sufrido lo indecible, y parece que ella adoptó una solución mejor. Si no puedes con tu enemigo únete a él —continué mientras ayudaba a andar a Jeanine.

—Reunámonos en una de las caravanas, quizá en la tuya, que es donde acudirá Matt. Y así si alguno tiene malas intenciones podremos repelerlos. Por favor, acompaña a Jeanine, voy a dar sepultura a Thomas —.

La actitud de Jeanine era completamente errática después de que el líder de los Salvadores acabara con la vida de Thomas, Jeanine no pudo dejar de observar aquella tragedia, no emitió ninguna palabra y su mirada se notaba trastornada, ni siquiera escucha a Jafreese ni a Rebeca cuando esta última la toma por un brazo y casi la empuja para que avance a su caravana.

Algunos habitantes temerosos se apartan ante el enorme boxeador quién imponente y sin decir palabra alguna toma una de las mantas que los habitantes llevaran para retirar los restos, coloca lo que quedó del enfermero cuidadosamente con la ayuda de dos hombres quiénes lo acompañan hasta el lugar que utilizan como cementerio dentro de Hilltop.

Uno de los acompañantes le extiende una pala sin emitir ninguna palabra y comienzan a cavar.

Asiento con la cabeza hacia el que me tiende la pala, —aun queda gente buena en este sitio —pienso mientras voy cavando. Empieza a acumularse la tierra y seguimos en ello hasta que el agujero es suficientemente profundo.

—Coge de ahí —le indico a uno de los que me ayuda mientras metemos dentro los restos de Thomas. —Gregory es un idiota, va a condenar este sitio —.

Una vez enterrado devuelvo la pala y me limpio las manos con un trapo. Sin decir nada emprendo el camino de vuelta a la caravana. No puedo dejar de pensar en la cantidad de compañeros que hemos perdido en este tiempo, los que hemos perdido aunque sigan aquí de cuerpo presente y los que perderemos.

Golpeo en la puerta al llegar a la caravana para avisar que estoy al otro lado y espero a que me den permiso para entrar.

El olor a café parece que vuelve a la vida a los sobrevivientes después de los violento hechos que acaban de sufrir, Brianna Taylor prepara tazas con la aromática bebida mientras que Rebecca regresa de la casa del doctor quién atiende a Jeanine por una fuerte crisis nerviosa después de observar como Negan acabó con la vida de Thomas. La puerta se abre permitiendo al entrada de Jafreese Carter quien es el primero en llegar a la reunión.

-Bebe algo Jafreese...- le alcanza una taza metálica al boxeador. -¡Dios! no quiero regresar allá afuera...- La mujer está a punto de quebrarse cuando ingresa Milky y Alana para la reunión que convocaron y su posible salida de la Colina. Brianna rápidamente tose y oculta una lágrima que casi se le escapa rodando por una mejilla, da media vuelta y finge servirse más café.

Detrás de los chicos ingresa Rebecca quién se da cuenta de la situación en la que se encuentra Brianna pero no comenta nada y se dirige hacia la misma cafetera para servirse.

—Gracias —respondo sobriamente a Brianna. He tenido mis más y mis menos con esta mujer pero el verla a punto de venirse abajo me da hasta algo de lástima. Incluso yo mismo tenía esperanzas que pudiéramos acabar aquí formando parte de una comunidad, pero entramos con mentiras y hemos pagado por ello. Va a ser más doloroso de lo que pensaba, intuía una especie de futuro con Jeanine y ahora ella ya no parece estar entre nosotros. Apreté el puño fuerte, tenía ganas de descargarlo encima de ese ser llamado Negan.

Fueron llegando el resto de participantes, me apoyé en una de las encimeras y comenté en voz alta —no hay nada que hacer, lo habéis visto, vamos a tener que salir afuera de nuevo. El jefe de esta colonia es un mequetrefe, lo dijo Matt tras reunirse con él. Vamos a tratar de alargar la estancia aquí para ver si vuelven Stan y Matt, y sino nos invitarán a marcharnos —.