Tanto Sotod como Obe entraron a al estancia, pudiendo ver que la Doctora, Yumi, está sobre la mesa, encima de un charco de sangre gigante que gotea hasta el suelo. Por otro lado, tumbado boca arriba se encuentra Osbaldo Osas, con marcas en su pecho de haber sufrido un ataque de una pistola eléctrica.
La voz robótica de I.B.M. volvió a sonar en toda la nave, en esta ocasión, no solo repitió, con voz entrecortada el mensaje que ya había dado anteriormente y que inició con la muerte del Capitán de la nave, el primero de todos; sino que quizás propiciara la paranoia acerca de todo lo que había ocurrido después.
Utilitarismo: Una Vida o Todas
SACRIFICAD O MORIRÉIS TODOS
Tras esto, unas interferencias se escucharon y un nuevo mensaje apareció, continuando este mensaje.
Sé que no ha sido fácil sacrificar a Eren Ignio, pero habéis hecho lo correcto.
Era un Monstruo con piel de cordero y que le importaba nada la vida de los demás.
Sé que lo que hicimos, estuvo mal, pero era la única forma de conseguir justicia por lo que pasó.
Y ahora que se ha cumplido, nos entregamos, aunque mi hermana no quiera.
Erika y Tatsumaki Johnson lo planeamos todos para traer justicia al Espacio.
Lo siento hermana, pero ahora nos toca pagar a nosotras por pedirles el sacrifico de Eren.
Tras esto, unas interferencias se escucharon y un nuevo mensaje apareció, continuando este mensaje... mensaje sin interferencia alguna... que decía el mensaje... que al parecer, era el verdadero todo este tiempo:
Util y Bueno El Tarismo: El Motor que no solo se llevó Una Vida sino que arruinó Todas.
SACRIFICADLE O MORIRÉIS TODOS
Obe ya estaba empezando a tener espasmos por el nerviosismo que le generaba la situación. No solo se habían encontrado con un charco de sangre perteneciente a un absorbido Octavio a la salida de Ingeniería Superior; sino que además Eren había enloquecido más de lo habitual y había atacado a Morgan. Matando a Lynette en el proceso, en lo que fue un golpe muy duro para el ingeniero que hubiera deseado romperle la cabeza al maldito de no haber sido porque Sotod lo sacó de allí. Otro maldito al que le daban ganas de darle un golpe por abandonar a Lyn a su suerte.
De hecho, Obe no se quedó con las ganas. Al llegar al Salón y estando a salvo de la ira asesina de Eren (el cual aparentemente murió poco después, según el aviso), Obe le propinó un buen golpe en la cara al asistente administrativo.
- Uff... uff... ¡Idiota! ¡Maldito pedazo de imbécil! Uff... ¡No debimos dejar sola a Lynette! ¡Mira lo que ha pasado! Uff... uff... mi corazón...
Habríamos muerto, Obe. Eren era una persona muy peligrosa y fuerte, el causante de todo esto. Lynette lo sabía y estaba dispuesta a sacrificarse. Su muerte acabó con Eren. Recuerda que la sangre de Lyn era tóxica al salir de su cuerpo. Se sacrificó por nosotros y gracias a ella estamos vivos. - suspiró. Le costaba hablar, pues había muerto una de las únicas dos personas que le importaban en esa nave. - Si nos hubiésemos quedado, habríamos muerto, bien fuera por el poder de Eren o por la sangre de Lyn, no podíamos quedarnos a ayudar.
Puso la mano en el hombro de Obe y habló de forma pausada. - Debemos coger armas e ir al Despacho. Nadie sabe esto, solo lo sabía Lyn, pero allí tengo un artefacto capaz de generar dinero, sinlo conseguimos y huímos de esta nave, podremos empezar de cero Obe. Porque seguir aquí no es una opción, no sé si te has dado cuenta pero mientras estabamos encerrados con Eren ha muerto mucha gente. Hay más peligros latentes aquí y no pienso quedarme a descubrirlos. - miró a los ojos a su compañero. - Por Lyn.
Procesar todo lo que le decía su amigo era realmente difícil. Escuchar que tanta gente estaba muerta y que había infiltrados y asesinos en la nave. Realmente difícil de aceptar. Pero Obe tenía que recomponerse si no quería ser uno más en la lista de muertos de aquel lugar. Por más que le pesase, debía avanzar.
- Entonces... Ayana también esta... muerta. Dios... ¿qué mierda está pasando? Esté tenía que ser un día común y corriente. Está bien... está bien, larguémonos de aquí.
El ingeniero se incorporó. Luego de propinarle el puñetazo a su compañero (que se lo dio, y bien duro) se había caído por el éxtasis. Acto seguido acompaño a Sotod a la Armería.
Ambos marcharon hacia la Armería.
Supongo que continuais el viaje...
Obviamente, estabamos esperando un meneito por tu parte xD
H. Menudi entro a al estancia, pudiendo ver que la Doctora, Yumi, está sobre la mesa, encima de un charco de sangre gigante que gotea hasta el suelo. Por otro lado, tumbado boca arriba se encuentra Osbaldo Osas, con marcas en su pecho de haber sufrido un ataque de una pistola eléctrica.
Pasando del tema como quien pasa de una pizza con piña, Menudi se dirigió hacia el Ala Médica.
-Cuatro palabras: No es mi problema.