Partida Rol por web

El combate en el interior parece ir decantandose a favor de los vengadores y de los dos heroes diminutos, pero aun así se prolonga demasiado mientras hay una crisis en el pentagono

-Jarvis por favor, enviame toda la información que obtengas sobre la crisis del pentagono-

Revisar los datos que me envia Jarvis así como visionar varios canales de noticias no me resta ninguna eficacia en el combate, en el que atravieso intangible una de las armaduras para dispararle con la gema de la mente por la espalda

El combate seguía. Avispa había caído pero pudísteis ver crecer también al hombre-hormiga, a tiempo para sujetar su cuerpo e impedir el golpe contra el suelo.

Aún quedaban varias armaduras, pero su estado era bastante peor que el vuestro y era cuestión de tiempo que cayeran.

La voz de JARVIS se escuchó en vuestros comunicadores.

- El pentágono advierte de un enfrentamiento a su alrededor en el que varias armaduras Warmachine están protegiéndolo. Incluyen en la descripción una armadura de diseño desconocido. Nos interrogan acerca de si es Iron Man, pues según sus datos, Warmachine está de misión en el extranjero.

Aquello era cierto. Vuestro compañero estaba fuera, en teoría.

El campo de fuerza azulado comenzó a dar señales de "fatiga" y prácticamente era transparente en varios puntos, evidenciando que ya no tenía apenas energía para mantenerse.

La voz del desconocido resonó de nuevo en los comunicadores, dispuesto a soltar otro montón de frases difíciles de comprender.

- ¡Creo que me ha descubierto! ¡Necesito refuerzos!

No teníais ni idea de porqué se quejaba de haber sido descubierto, pero las armaduras Warmachine contra las que peleábais encendieron sus repulsores y salieron disparadas hacia arriba, a una velocidad vertiginosa.

- ¡Reforcé la seguridad informática del Pentágono, eso les retendrá un tiempo! Podría incluso haber vencido a La Presencia... Ahora escuchad lo que tenéis que hacer si me pasa algo. Hay que impedir que tomen el control del pentágono y de los datos de los experimentos de Banner. ¿Roger? La Presencia se hará invencible si lo logra.

Sí, se atrevió a deciros lo que teníais que hacer.

- La Presencia dominará el mundo y...

Iba a decir algo más, pero se escuchó una explosión y se cortó el enlace momentáneamente, pero después volvió.

- ¡Necesitamos un ejército... 

Seguía intentando hablar, pero la comunicación se cortó definitivamente. Se hizo el silencio y ya no hubo más monólogos de ese desconocido. Las antenas seguían tratando de generar el escudo azulado a vuestro alrededor, pero su avance se había detenido, antes de completarse. Y en el suelo seguía la Avispa, inconsciente.

El silencio fue roto, esta vez por JARVIS.

- Vengadores, el pentágono ha lanzado una alerta de intrusión. Sus instalaciones están siendo asaltadas. Alerta de asalto informático. Alerta de asalto químico.

La IA trataba de obtener información, pero había llegado un aluvión de datos.

- Se ha cortado la comunicación con el pentágono.

Clint todavía estaba apuntando a una de las armaduras cuando esta alzó el vuelo. Se la quedó mirando y apuntando por si acaso.

Vaya. Parece ser que sí que se van. No sé si sentirme aliviado o insultado.

Pero la situación no estaba para bromas, y lo sabía. Por lo que miró al Capitán Ámerica esperando instrucciones. No dudaba que les diría de ir al Pentagono, pero desde luego no podían ignorar lo que había pasado con el tipo misterioso que les había atacado.

Tenemos que descubrir quién es el bocazas ese. Y sobretodo proteger mejor las comunicaciones. Es obvio que nos ha estado monitorizando.

Tú mandas Capi. ¿Voy preparando el Quinjet?

El combate se interrumpió de forma abrupta cuando las armaduras se marcharon sin terminar el encuentro. Era obvio que habían recibido una orden de la persona o entidad que las controlara. Sin embargo allí había más frentes de los que en un principio podía parecer y algunos intereses que le eran desconocidos. Sin embargo no tenía tiempo para reflexiones había que comenzar a actuar en ese mismo instante.

- ¿Estáis todos enteros? - Fue la primera pregunta que lanzó el soldado por su comunicador a los compañeros que allí estaban. Había que evaluar los daños, juraría que salvo la chica que se hacía diminuta nadie había sufrido ningún daño serio.

- Sí, prepara el Quinjet, tenemos que salir de forma inmediata. - Dijo en respuesta a Ojo de Halcón para que se pusiera en marcha. - El resto, vamos con él. Todos al Quinjet, esto no ha acabado aún y tenemos mucho que hacer. - Estaba siendo un día realmente largo y tenían que enfrentarse a demasiadas cosas, el mundo les necesitaba.

- ¿Lang era tu apellido verdad? Has demostrado ser útil, si lo deseas, tendríamos un hueco en el Quinjet para ti. - En un momento como ese en el que los enemigos aparecían de todos lados, los pocos aliados que eran capaces de reunir, no debían ser despreciados. - Los civiles y tu compañera estarán seguros aquí. -

Y las máquinas comenzaron a retroceder cuando ya casi las tenían en sus manos. 

-¡Qué cobardes! ¡Justo cuando empezábamos a divertirnos! -no pudo evitar decir Tony; pero era cierto, el deber los llamaba, la cosa aún no había terminado- Capi, ¿quieres que os haga de avanzadilla?

En realidad Iron Man ya había comenzado a elevarse, pero se detuvo un instante en el aire y se volvió hacia Rogers. No es que fuera a quedarse esperando en el Quinjet cuando podía volar, pero prefería que le dieran el visto bueno, si lo iba a hacer igualmente. 

- Gracias por la ayuda. - Dije sentándome en el suelo cuando el combate acabó. Ellos parecía que no se habían ni despeinado, pero yo estaba cuando menos magullada y aún tratando de recuperar un poco el aire.

Momentos después escuchamos aquella voz de nuevo. La iba a empezar a bautizar como " la voz fantasma " porque era como algo que sólo sonaba cuando tenía ganas de jorobarte. Siempre que hablaba, subía el pan.

- Yo que estaba a punto de pedirle al Capitán unas vacaciones... Tengo ganas de ir a un sitio con sol y una hamaca. - La verdad es que últimamente teníamos demasiado trabajo y bueno, la verdad es que después de lo de Banner que aunque pareciera que no me había importado demasiado, sí que lo había hecho ahora que escuchaba su nombre, me apetecía perderme durante un mes en una isla, con uno de esos tragos con alcohol y frutas de colores con sombrillita, un bikini y ala, a tomar el sol todo el santo día, sin tener que preocuparme de nada.

- Supongo que tendré que posponerlas... - Puse voz de resignación, aunque ninguno de los que me rodeaban habría podido dudar de que iba a ir con ellos al pentágono y les iba a ayudar con el problema.

Me acerqué automáticamente a Clint, para ir con él incluso antes de que Rogers nos dijera dónde íbamos a ir y cómo.

- De verdad... no sé, voy a tener que buscar una isla remota, sin malos, ni chatarras que se muevan, ni teléfonos... Igual hasta me anime a surfear...

Mientras se subían todos y yo seguía desvariando con las playas paradisíacas volví a colocar las mochilas con los paracaídas que habíamos movido antes. Una nunca sabía cuándo iban a hacer falta.

- Paracaídas en su sitio de nuevo! - Dije como si aquello fuera super importante.

Si, Capitan, me llamo Scott Lang, a su servicio. Estaré encantado de ir con vosotros. Le contesto dandole la mano en señal de que aceptaba mi rol de vengador.

Hope y yo no estamos acostumbrados a enfrentarnos con rivales tan duros. Ella ha caído, pero me quiero vengar. No podría soportar perder a otro ser querido. Pero estará bien con su padre en la torre de los Vengadores. Vayamos a por esos malnacidos.

Una vez tienen preparados el quinjet, me subo a bordo para ir al pentágono y seguir la accion. Yo habia tenido mas suerte que mi compañera, pero ahora no estaba solo y formaba parte de un gran equipo. Era cuestion de darle un nuevo rumbo a mi vida.