Partida Rol por web

Suspiré angustiado, mi peor temor se hacía realidad: mis hermanas estaban en peligro por mi culpa.

- No puedo consentir que les pase nada... pero tus palabras no hacen más que generar nuevos desconciertos... hablas de mi profeta pero realmente no tengo memoria sobre sus pasos, sobre sus logros... sobre sus advenimientos... ¿qué sabes de él?¿qué conexión tiene con la joya, contigo o con todo lo que me está sucediendo? - la palabra masacre venía de nuevo a mi memoria.

- ¿Y qué ocurrió exactamente en esa masacre? Necesito saberlo, mi alma necesita la verdad -

Julia miró desesperada a su compañero, él no era un asesino, su corazón se lo decía... de la misma manera que se negaba a pensar que Judith hubiera dicho tal cosa.

- No puedo confesar lo que no he visto... LIBERALO- reunió fuerzas para suplicar por la vida de su compañero, si aquella mujer quería matarla bajo la falsa promesa de liberarla, moriría sin pronunciar mentira y defendiendo la inocencia de Jaqueb- Si Jaqueb hubiera sido un asesino habría ejecutado al mercenario que nos atacó y no lo hizo, lo dejamos durmiendo en el Oásis gracias a los polvos de Judith. Quieres confundirme, pero no lo vas a conseguir... si vas a matarme hazlo, pero liberla a Jaqueb, es inocente.

La mujer responde enfurecida ante tus nuevas preguntas -No necesitas la verdad, solo necesitas redención. Si no quieres expiar tus pecados el desierto se alimentará con tus huesos -sus últimas palabras, una clara amenaza, son acompañadas por graznidos desde los cielos. 

Incapaz de moverte al estar enterrado y sin poder mirar hacia arriba por la fuerza del sol tus acciones son más que limitadas. Sientes un tremendo golpe en la nuca, acompañado por un desgarrón en la oreja derecha. Después de la herida ves a dos águilas sobrevolar tu cabeza en dirección al lago, ascendiendo conforme se mueven. Un nuevo impacto desvía tu mirada y hace que tu cuello cruja con fuerza. Una tercera ave te ha golpeado y comienza a ascender con sus hermanas, que ya empiezan a perderse de tu vista aunque sus graznidos no se alejan de ti.

Aturdido y sangrando, te parece ver al niño en el reflejo del lago...

Tu amigo está condenado, al igual que tú. Observa como muere, serás la siguiente -concluye la voz, despojándose de toda su amabilidad.

Las águilas que vuelan sobre Jaqueb se abalanzan sobre su cabeza, haciéndoles varias heridas con sus garras cuando pasan a su lado. Las aves vuelan hacia el lago frente a Jaqueb, tratando de ascender para volver a atacar nuevamente. Puedes ver que tu compañero sangra por un lado del rostro aunque el viento del desierto te impide oír otra cosa que los graznidos de las aves.

En el lago que sobrevuelan las águilas te parece ver algo extraño, un niño buceando bajo las aguas.

Todo tiene una explicación, todo debía de tenerla. Yo era inocente, pero me quieren hacer ver lo contrario.

Aguanto el dolor como buenamente puedo, pero no sé cuanto tardaré en perder la consciencia... puedo sentir la sangre correr sobre mi piel... ¿estoy recibiendo mi justo castigo?

Cerré los ojos durante un instante hasta que decidí abrirlos de nuevo... y ahí estaba él, ese niño, el enigma, quien tenía a la vez respuestas e incógnitas...

Cerré los ojos de nuevo con fuerza, creyendo que todo esto era una ilusión. Pasados unos segundos los volví a abrir ¿seguiría el niño allí?

Julia sintió como si fuera suyo el dolor de su compañero, estaba desesperada... aquella horrible mujer los había condenado a la muerte sin más juicio que el suyo propio, sin más pruebas que su propio odio y resentimiento.

- NOOOOO...- grito de impotencia, entonces su grito quedó ahogado cuando vio lo que parecía un niño buceando en el agua- el niño...- balbuceó recordando que a Jaqueb le había parecido ver a un crio corriendo en el desierto, ¿que podía significar todo aquello?

El niño emerge lentamente de las aguas, totalmente seco, sin que las aguas y su humedad impregnen sus ropas. Poco a poco se va alzando sobre el lago y comienza a caminar sobre él. Su voz os llega con fuerza directamente a vuestra mente.

Despierta.

Abrí los ojos mientras contemplaba totalmente absorto como aquel niño seguía ahí, moviéndose como un Mesías sobre las aguas, permaneciendo totalmente seco ante la humedad.

- ¿Dios? - casi susurré, ya empezaba a tener mis dudas ¿a caso aquel niño era nuestro Señor? ¿Era nuestro salvador?¿Por qué estaba en todas partes? ¿Venía a salvarnos o a castigarnos?

La respiración de Julia estaba muy agitada, sentía la voca seca y contemplaba al niño con los ojos desencajados, al posar la mirada en el chico terminó por pestañear varias veces, sus ropas estaban secas y se encontraba caminando sobre las aguas ¿Qué estaba pasando?

Entonces le pareció escuchar a Jaqueb... ¿Estaba a su lado? pero... no entendía nada, sintió angustia, sintió miedo y confusión.

- ¿Qué?- fue lo único que consiguió decir

Una vez más las palabras del niño resuenan en vuestra mente, repitiéndose como un eco eterno. Con cada repetición el mundo que os rodea se desquebraja, tendiendo al caos. Las arenas se alzan en el aire o se hunden en el suelo formando torbellinos mortales mientras el agua del lago comienza a burbujear y a cambiar de color. Las aves que sobrevuelan la zona se dividen y mutan frente a vuestros ojos, quedando convertidas en grisáceas nubes abstractas. Todo a vuestro alrededor se quiebra y transforma, con excepción del niño, cuya figura se alza frente a vuestros ojos, imperturbable. Lo último que perciben vuestros oídos es un grito femenino lleno de furia.

Julia seguía sin comprender que pasaba... la voz de la terrible mujer sonaba realmente aterradora mientras que la imagen del niño parecía transmitirle serenidad... ¿Sería acaso...? Quería despertar... aquello era una pesadilla... debía de serlo, se dijo a sí misma mientras se fundía con la oscuridad de la inconsciencia.