Partida Rol por web

Escena para crear historia común entre los personajes y así enriquecer el trasfondo.

Basicamente la parte de la historia en común será algo así:

Era un trabajo para el Sol Negro, no iba a ser sencillo, como todo lo que requería el Sol Negro, pero no era el primero. Y de todas formas, no tenía ningun otro encargo en donde poder elegir así que Lowbyyhn aceptó. Hay que tener en cuenta que el Sol Negro pagaba bien, muy bien.

Tenía que sacar el cargamento de armas de Coruscant sin ser detectado, y además llevarlo a otro sistema no demasiado lejano, pero también dentro a la influencia del Imperio. 

Todo se torcío en la salida del hiperespacio, los sistemas de navegación daban señales de influencia externa, y Lowbyyhn sabía que algo no iba bien. Rápidamente se puso en contacto con la escolta para informar, en vano, porque las interferencias no permitían la comunicación entre la flota.

Todas las alarmas de la nave comenzaron a avisar de peligro inminente, estaba siendo escaneado, fijado, sufría interferencias, poca posibilidad de escapatoria parecía haber.

No veía nada delante, por lo que la amenaza debía estar detras, debajo o encima de el. Solo habia una posibilidad. Huir hacia adelante.

Aceleró todo lo que pudo su carguero, al máximo, exprimiendo toda la potencia que su unidad de propulsión le daba, mientras maldecía a aquel técnico que le quiso cobrar demasiado mejorarle el motor.

Necesitaba saber qué era, o quién era el enemigo, un giro Koiogran le dió visibilidad del enemigo. Un grupo de cazas, no eran imperiales, tampoco eran rebeldes. Debían ser los Hutt. ¿Qué demonios harían los Hutt interceptando un carguero de parte del Sol Negro? Tampoco habría tiempo para preguntárselo.

Una comunicación entrante, con voz algo robótica un Rodiano le indicaba que si quería salir vivo tendría que soltar la carga y largarse de ahí. Lowbyyhn sabía que no tenía opción y actuó en consecuencia. Abrío el compartimento de carga.

Una vez la carga estaba en el espacio, las comunicaciones volvieron a funcionar, Lowbyyhn informó a la escolta y les recomendó no presentar batalla. Punto de reunión: Coruscant. Había que informar al Sol Negro.

Era un trabajo para el Sol Negro, no iba a ser sencillo, como todo lo que requería el Sol Negro, pero no era el primero. Y de todas formas, no tenía ningún otro encargo en donde poder elegir así que Lowbyyhn aceptó. Hay que tener en cuenta que el Sol Negro pagaba bien, muy bien.

Tenía que sacar el cargamento de armas de Coruscant sin ser detectado, y además llevarlo a otro sistema no demasiado lejano, pero también dentro a la influencia del Imperio. 

Todo se torció en la salida del hiperespacio, los sistemas de navegación daban señales de influencia externa, y Lowbyyhn sabía que algo no iba bien. Rápidamente comenzó a calcular un salto a cualquier punto, algo que le sacara de allí cuanto antes.

Todas las alarmas de la nave comenzaron a avisar de peligro inminente, estaba siendo escaneado, fijado y sufría interferencias, poca posibilidad de escapatoria parecía haber.

No veía nada delante, por lo que la amenaza debía estar detrás, debajo o encima de él. Solo había una posibilidad. Huir hacia adelante. Una comunicación entrante, con voz algo robótica un Rodiano le indicaba que si quería salir vivo tendría que soltar la carga y largarse de ahí.

Volkyr Thyren, pilotando su desgarrador, examinó los cálculos del vector de aproximación de los dos escuadrones Z-95 que los perseguían. Ciertamente los iban a cazar.

-Carguero, aquí escolta- Se escucha por el intercomunicador del YT. –Aprieta esos motores al máximo, cuando te avise suelta el paquete. Lo recogeremos más tarde.-

Lowbyyhn aceleró todo lo que pudo su carguero, al máximo, exprimiendo toda la potencia que su unidad de propulsión le daba, mientras maldecía a aquel técnico que le quiso cobrar demasiado por mejorarle el motor. Mientras que el carguero se alejaba a su máxima velocidad, Volkyr aprovechó la extrema maniobrabilidad de su desgarrador para realizar un giro cerrado que le colocaría en la cola de uno de los tríos que formaban el grupo de ataque de los Z-95.

Volkyr sabía que no recuperarían el paquete, pero al menos tendrían una oportunidad de escapar.

Al entrar en combate cerrado, los Z-95 comenzaron a verter sus láseres rojos sobre los escudos del carguero; que se estremecía con cada impacto. Volkyr fijó al primer trío y derribó a uno de los asaltantes. Todavía quedaban 5 y lo que parecía una corbeta remendada, aún a cierta distancia.

-A mi señal suelta la carga y lánzate en picado. Deja la estrella del sistema a tu cola.- Volvío a sonar por el intercomunicador.

-Ya!-

Lowbyyhn sabía que no tenía opción y actuó en consecuencia. Abrío el compartimento de carga y lanzó el carguero en picado obviando todas las alarmas que comenzaron a emitir quejidos agudos.

Volkyr disparó sus láseres al hueco que había quedado entre el paquete y el transporte, obligando a los perseguidores a subir los morros de sus naves para evitar la colisión con el paquete y el fuego mortal de sus cañones cuádruples.

Uno de los pilotos no fue lo suficientemente rápido, explotando al chocar contra el cargamento que salió del compartimento de carga. El otro miembro del trío de Z-95, afectado por la explosión y sin energía en los escudos, huyó en dirección a la corbeta. Aún quedaba el otro trio de cazas, pero habían perdido el vector de persecución.

Fuera de peligro, Lowbyyhn transfirió las coordenadas del salto que había comenzado a calcular antes de la refriega y ambas naves desaparecieron dejando un vacío oscuro en su lugar.

Al Sol Negro no le haría mucha gracia la pérdida del cargamento, no era buena idea volver a Coruscant. De momento.

Roger Em apuró su bebida sentado en un rincón de la cantina de mala muerte. No le quedaban créditos esta noche para mucho más, y de todos modos no estaba con ganas de fiesta. De después de lo que había pasado con último encargo…

Le había costado lo suyo entrar en el círculo de confianza de Sol Negro. Desconfiaban de todos, sobre todo de los que parecían ser de fiar. Al final fue gracias a un wookie, Lowbyyhn, que Roger Em tuvo su oportunidad. Era un trabajo para el Sol Negro, no iba a ser sencillo, como todo lo que requería el Sol Negro. Lowbyyhn ya había hecho trabajos para ellos, y los wookies gozaban de buena reputación. Seguramente, porque sabían guardar los secretos. Lowbyyhn parecía aceptar a regañadientes la oferta, y Roger no estaba muy seguro si estaba contento con tener un co-piloto en el carguero. Y le daba miedo preguntárselo. La paga era buena, pero eso casi le daba igual a Roger. Casi.

Tenían que sacar el cargamento de armas de Coruscant sin ser detectado, y además llevarlo a otro sistema no demasiado lejano, pero también dentro a la influencia del Imperio. Contaban con una nave escolta, un desgarrador pilotado por un conocido de Roger. Un chiss de nombre Volkyr Thyren.

Todo se torció en la salida del hiperespacio. Los sistemas de navegación daban señales de influencia externa, y Lowbyyhn sabía que algo no iba bien. Rápidamente comenzó a calcular un salto a cualquier punto, algo que le sacara de allí cuanto antes. A su lado, Roger Em manejaba los mandos tratando de mantener un rumbo y buscar algún sentido a lo que veía en las pantallas.

Todas las alarmas de la nave comenzaron a avisar de peligro inminente, estaba siendo escaneado, fijado y sufría interferencias, poca posibilidad de escapatoria parecía haber.

No veían nada delante, por lo que la amenaza debía estar detrás, debajo o encima de él. Solo había una posibilidad. Huir hacia adelante. Una comunicación entrante, con voz algo robótica. Un Rodiano le indicaba que si quería salir vivo tendría que soltar la carga y largarse de ahí.

Volkyr Thyren, pilotando su desgarrador, examinó los cálculos del vector de aproximación de los dos escuadrones Z-95 que los perseguían. Ciertamente los iban a cazar.

-Carguero, aquí escolta- Se escucha por el intercomunicador del YT. –Aprieta esos motores al máximo, cuando te avise suelta el paquete. Lo recogeremos más tarde.-

-Emm, Roger, contestó el co-piloto y sonrió. La broma resultaba graciosa las primeras cinco veces, tal vez. Pero le ayudaba a relajarse.-Aquí Roger, entendido, el wookie está en ello. Roger.

Lowbyyhn aceleró todo lo que pudo su carguero, al máximo, exprimiendo toda la potencia que su unidad de propulsión le daba, mientras maldecía a aquel técnico que le quiso cobrar demasiado por mejorarle el motor. Mientras que el carguero se alejaba a su máxima velocidad, Volkyr aprovechó la extrema maniobrabilidad de su desgarrador para realizar un giro cerrado que le colocaría en la cola de uno de los tríos que formaban el grupo de ataque de los Z-95.

Volkyr sabía que no recuperarían el paquete, pero al menos tendrían una oportunidad de escapar.

Al entrar en combate cerrado, los Z-95 comenzaron a verter sus láseres rojos sobre los escudos del carguero; que se estremecía con cada impacto. Volkyr fijó al primer trío y derribó a uno de los asaltantes. Todavía quedaban 5 y lo que parecía una corbeta remendada, aún a cierta distancia.

Roger Em había logrado ver una imagen intermitente en el monitor a pesar de las interferencias, y hasta se levantó para tener un visual hacia atrás. Escuchó una explosión, y pudo ver cómo uno de los puntos que le perseguían desaparecía. Pero quedaban muchos.

-A mi señal suelta la carga y lánzate en picado. Deja la estrella del sistema a tu cola.- Volvío a sonar por el intercomunicador la voz de Volkyr. -¡YA!

-Vamos, Lowbyyhn. ¡Abre la compuerta! Los dos sabían que podía acarrearles problemas con Sol Negro, pero también sabían que no tenían opción. El wookie actuó en consecuencia, y tiró de la palanca. Pero no sucedió nada.

Maldiciendo el viejo carguero y sus reparaciones precarias, Roger Em saltó como un resorte y bajó por la trampilla hasta la puerta de la zona de carga. Allí estaba el cuadro que habían parcheado de cualquier manera antes de partir. Casi a ciegas, empalmó cables y le gritaba por el interfono al wookie que aguantara un poco más. Y finalmente saltaron chispas y la compuerta se podía abrir.  

Lowbyyhn abrió el compartimento de carga y lanzó el carguero en picado obviando todas las alarmas que comenzaron a emitir quejidos agudos. La maniobra le pilló a Roger Em subiendo por la escotilla, y lo envió volando hasta la pared del fondo de la cabina. Pero se lo perdonaría al wookie…

Volkyr disparó sus láseres al hueco que había quedado entre el paquete y el transporte, obligando a los perseguidores a subir los morros de sus naves para evitar la colisión con el paquete y el fuego mortal de sus cañones cuádruples.

Uno de los pilotos no fue lo suficientemente rápido, explotando al chocar contra el cargamento que salió del compartimento de carga. El otro miembro del trío de Z-95, afectado por la explosión y sin energía en los escudos, huyó en dirección a la corbeta. Aún quedaba el otro trio de cazas, pero habían perdido el vector de persecución.

Fuera de peligro, Lowbyyhn transfirió las coordenadas del salto que había comenzado a calcular antes de la refriega y ambas naves desaparecieron dejando un vacío oscuro en su lugar.

Al Sol Negro no le haría mucha gracia la pérdida del cargamento, no era buena idea volver a Coruscant. De momento.

Antes de esa misión fallida de transporte, Roger Em podía haber conocido perfectamente a los Cazarecompensas Ras Dane y Zrask Bura´ia ya que se movía habitualmente entre "la peor calaña" de la galaxia :) Digamos que lo de transportista es secundario en mi caso.

Sin querer implicar que fueran ellos "la peor calaña", claro.

[Salto temporal de un par de meses tras perder la mercancía del Sol Negro]

Era un trabajo para el Sol Negro, no iba a ser sencillo, como todo lo que requería el Sol Negro, pero no era el primero. Y de todas formas, no tenía ningún otro encargo, en donde poder elegir, así que Zrask aceptó. Hay que tener en cuenta, que el Sol Negro pagaba bien, muy bien.

Al parecer un grupo de contrabandistas había desaparecido hacia unos meses sin cumplir una misión y con el cargamento. Esto no era bueno para la reputación del Sol Negro y por eso decidió contratar a un equipo de cazarrecompensas, para traer vivos a los supuestos ladrones de mercancías. Según él su única intención era recuperar lo que le pertenecía y después ponerles en manos de la justicia.

Zrask no termino de creerse esta historia. El Sol tenía una imagen que cuidar y esta no era precisamente la del buen samaritano. Pero últimamente no había tenido muchos encargos y la paga le vendría bien. Tendría que darse prisa. En el grupo reconoció varios „cazadores“ de renombre. También estaba el humano Ras Dane. Zrask ya tuvo ocasión de trabajar con Ras antes y apreciaba las cualidades del humano. Definitivamente tendría que darse prisa.

Sabiendo hacer las preguntas correctas y con la ayuda de algunos créditos, no fue demasiado complicado rastrear la presa. Tuvo suerte. Los tres se encontraban juntos en una taberna del remoto planeta Bespin. Posiblemente estaban discutiendo los próximos pasos a seguir, para desaparecer de la galaxia conocida. Tras descubrir, donde se encontraba su nave, Zrask siguió el camino, que deberían de recorrer tras dejar la taberna y decidió esperar oculto en un callejón oscuro.

Bien por haber consumido alguna que otra sustancia psicotrópica, bien por la engañosa seguridad que da no haber sido descubierto durante cierto tiempo, el interesante grupo paso por delante de él sin siquiera darse cuenta de su presencia. La bien entrada noche posiblemente puso el resto.

Zrask puso el blaster en modo aturdimiento y activo su nuevo juguetito. El remoto salió volando hacia sus presas y, poniéndose delante de estas, hizo un par de disparos de aviso con sus blaster. Aprovechando el momento de confusión, Zrask disparo el arma contra el chiss para aturdirlo. Tenía entendido, que había disfrutado un entrenamiento militar y era mejor dejarlo „fuera de servicio“.

- Chicos. Tengo un amigo, que está deseando veros de nuevo. Creo, que piensa dar una fiesta en vuestro honor. – el wookiee y el humano se giraron en dirección de la voz, que se dirigía a ellos. Sus gestos indicaban, que estaban valorando ganarse la libertad a golpe de blaster. – No os molesteis en intentarlo. Mi remoto reacciona en microsegundos. ¿Cuanto tardais vosotros en desenfundar?

Ahora que sabía, que no intentarían ninguna locura, continuó. – Cómo os iba diciendo, Sol Negro os está esperando para la fiesta. Y yo tengo que asegurarme, de que no falteis. El problema es, que no estoy del todo de acuerdo con este tipo de diversiones y querría saber, que habéis hecho para ganaros la invitación de tan ilustre anfitrión. Así que os concedo cinco minutos para contarme, que sucedió realmente.

Las explicaciones que siguieron eran difíciles de creer, pero algo decía a Zrask, que no le estaban engañando, que habían sido víctimas de algún tipo de complot.

Los disparos llegaron de manera inesperada, mientras Zrask decidía, si debía creerles o no. ¡Mierda! Había sido el primero en encontrarlos pero no el único. Dando un salto para tirar al chiss al suelo, donde sería peor blanco, grito a los otros dos para que buscaran protección tras unas piezas de chatarra tirada en el callejón. Por desgracia uno de los disparos había alcanzado al remoto, cuya atención había estado puesta en los fugitivos. ¡Joder! Me había costado una fortuna y casi no lo había estrenado. ¡Me cago en la puta! pensó para si mientras devolvía los disparos a la oscuridad del callejón y procuraba arrastrar al chiss a un lugar más protegido.

¿Un trabajo para El Sol Negro? A Ras Dane no le gustaba un pelo ese grupo, pero los créditos son los créditos, y ellos pagaban bien. Siempre que cumplieras las condiciones, claro. Menos mal que su mentor estaba a años luz de allí, nunca hubiera aprobado tomar un encargo de esa gentuza.

Al parecer un grupo de contrabandistas había desaparecido hacia unos meses sin cumplir una misión y con el cargamento. Esto no era bueno para la reputación del Sol Negro y por eso decidió contratar a un equipo de cazarrecompensas, para traer vivos a los supuestos ladrones de mercancías. Según él su única intención era recuperar lo que le pertenecía y después ponerles en manos de la justicia.

Ras no creía ni una palabra. El Sol Negro era por decirlo sutilmente una panda de rufianes sin escrúpulos cuyo imperio se había levantado sobre la sangre de los inocentes. Pero últimamente no había recibido muchos encargos y el dinero le vendría bien. Tendría que investigar En el grupo reconoció a algunos cazarrecompensas más. Entre ellos el estaba el bothan Zrask Bura'ia. Zrask ya tuvo ocasión de trabajar con Ras antes y apreciaba el gusto por la tecnología de éste. Definitivamente tendría que investigar a fondo, conocía a Zarsk y sabía cómo moverse, tenía algun tipo de don para reunir información, así que decidió seguirle.

Ya conocía el modus operandi de su ocasional compañero de misión así que fué fácil seguirle hasta el planeta Bespin sin que se diera cuenta, pero por cuestiones del azar o por que le hubiera descubierto en el último momento, le perdió entre callejones.

Maldita sea, he dejado demasiada distancia.

No había tiempo que perder, ni siquiera había hablado con Zarsk de repartirse el botín y ya le había perdido la pista. Alquiló una moto swoop y se dedicó a sobrevolar la zona de la ciudad. No, no era muy discreto pero estaba desesperado.

De repente, una lluvia de disparos bláster y la explosión de un pequeño dispositivo llamó su atención. Viró la moto y aceleró al máximo hacia la fuente del ruido, había divisado a su objetivo, que estaba enzarzado en un intercambio de disparos. Sin duda los había encontrado.

Esa moto era verdaderamente rápida, y el suelo se acercaba a gran velocidad, intentó recalibrar los potenciadores para darle tiempo a un viraje de emergencia, pero ya era demasiado tarde.

Con un grito de ¡¡Cuidado abajo!! Ras sobrevoló la cabeza de su compañero y saltó justo antes de que la moto se perdiera en el callejón, provocando una explosión de una magnitud importante mientras el cazarrecompensas caía al suelo rodando hasta golpear unas cajas que detuvieron su "aterrizaje".

Levantándose del suelo con varios rasguños y la ropa llena de polvo se sacudió el polvo del pecho lentamente y lleno de dignidad pronunció las palabras - Ras Dane ha llegado, a su servicio. - E inclinó su cabeza hacia Zarsk - ¿Necesitas ayuda con estos bribones? Podemos ir a medias - Al terminar le guiñó un ojo de complicidad.

Los disparos provenientes del callejón parecían haber cesado, pero la gente comenzaba a agolparse debido a la explosión y a Ras nunca le habían gustado los escándalos, puede que por ser el causante de la mayoría de los que se veía envuelto.

Deberíamos buscar un lugar más...discreto, para hablar,¿no creeis? La calle se está llenando de curiosos.- Sentenció, como si su aparición no hubiera tenido nada que ver.