Me crucé los brazos detrás de la cabeza, mirando de nuevo al techo de forma despreocupada. -Hombre... si te digo que quiero pasar a la parte práctica y tu me dices que "no tiene fecha hora ni persona " pues me deja claro que no estás por la labor de impartirlas. -comenté como si nada. Teníamos ya algo de confianza tras los temas hablados y la verdad es que prefería aclarar las cosas y actuar con normaldiad y naturalidad.
Toma hostia directa en toda la cara...
Bien, eso aclaraba que no, ya no estaba bromeando. Y la parte de pensar que era una indirecta lo que había dicho. Abrí la boca para decir algo pero la volví a cerrar pues ¿Y que digo ahora? Pues lo que dijera cambiaría el rumbo de la conversación seguro, pues ahora mismo tenia que rechazarlo o aceptarlo.
¡Joder que lío! ¿Que cojones digo yo ahora?
Me mordí el labio y mire para el de reojo, vale si era muy mono, con esa naricilla respingona y tenia buen cuerpo pero... ¿Pero que? No era el el que me echaba para atrás, era aquel puto lugar en el que estábamos, y saber que había gente mirándonos permanentemente. ¿Y si mañana mueres como Veronica? Al menos habrías tenido un momento de "relax" ¿Y si lo hace el? Hacerlo virgen seria aun peor...
¡A tomar por culo que le den a los putos voayeur y la puta mierda de organización esta!
- Em... pensé que solo bromeabas, si iba enserio cambiare mi frase - Comencé a decir - Las clases practicas no tiene hora ni lugar las empezaremos cuando tu quieras - Y esperaba que fuera bien consiente del EMPEZAREMOS.
Me habría esperado cualquier cosa antes que aquello, que aquella respuesta. Incluso me hubiera extrañado menos que se enfadara y me diera una soberana hostia.
¿CUANDO YO QUIERA? ¿ESTÁ EN SERIO? ¡¡¡ESTOY FLIPANDO!!! Vale... calma... mantén la calma. -¿Lo dices en serio? -pregunté para asegurarme de que no me estaba vacilando. Aunque eso sería muy cruel.
-Si lo dices en serio... yo siempre estoy ávido de conocimientos. -comenté con descaro. -Instrúyeme, oh mi maestra. -añadí siguiendo su broma Jedi.
Esto sin duda podía ponerse muy divertido y no solo por el sexo que eso era obvio que era mas que divertido si no por ver las reacciones de Michael.
Me gire y me puse sobre el a cuatro patas con una pierna y un brazo a cada lado se su cuerpo - ¿Y por donde quieres empezar? aunque supongo que lo primero seria besar y desnudar y besar a la chica... - Susurre mirándolo juguetona, retándolo con la mirada y sonriendo.
Baje mis labios a su oído susurrando - Prometo no darte un cabezazo...
Vale... no estaba bromeando. En mi cuerpo se encendió una alarma, poniéndome en tensión. ¡Esto tiene que ser un sueño! Joder... ¡calma! A ver... esta parte la dominas... así que disfruta y relájate. -Esta parte me la se. -le dije sonriendo con picardía mientras mis manos rodeaban su cintura. -Aunque sin cabezazo no me va a poner lo mismo. -añadí riéndome mientras iba acercando mis labios a los suyos.
Venga... ¡vamos allá!
Mis labios se acercaron a los suyos, besándola de forma tranquila en un principio, en aquella primera toma de contacto. Sus labios era suaves, carnosos. Poco a poco el beso fue a más y mi lengua entró en su boca, buscando la suya para notar su cálido aliento mientras mis manos bajaban un poco más, delimitando su cadera hasta llegar a su trasero. Madre mía que culazo...
Al principio del beso seguía en la misma posición pero a medida que comenzó profundizar y sentí sus manos en mi trasero baje la cadera apoyando sobre la suya, tanto por mi comodidad como para provocarlo un poco mas sabiendo que ahora mismo lo único que separaba su sexo del mío era la tela que había de por medio.
No quería agobiarlo ni asustarlo así que deje que el mandara por ahora, que experimentara cuanto quisiera tocando mi cuerpo y haciendose con el, pues yo con el suyo sabia perfectamente lo que quería hacer.
No seas loba, recuerda que es su primera vez...
Pero mi cadera ya se movía juguetona y mis manos apretaba su pelo.
Verla tan receptiva me estaba poniendo a cien y el sentir su cadera contra la mía no ayudaba. Se está conteniendo... venga, da el paso. Sabes que ella no te va a frenar.
Mis manos fueron a su parte superior para tirar de ella hacia arriba, para quitársela. Cuando pasó por su cabeza, cortando nuestro beso aproveché para sonreír. -No te cortes... en corregirme o guiarme.
Tras eso llevé mis manos hacia su sujetador, intentando desabrocharlo. Me costó un poco pero logré deshacerme de él, dejando a la vista sus dos pechos. Volví a separarme para poder mirarlos con lascivia. -Madre mía... he muerto y estoy en el cielo. -dije antes de actuar por puro instinto: llevé mi boca hacia uno de sus pechos mientras mis manos iban hacia su cadera, haciendo que nuestros sexos se siguieran rozando.
Ya le había dicho que mis pechos eran una zona bastante sensible, pero ahora pudo comprobarlo use cuando su boca llego a ellos y comencé a sentir su lengua los jadeos aparecieron e mis labios y mi cadera comenzaba a moverse con mas intensidad que antes Uf...
Vale Mel, solo tienes que recordar que aquí no hay condones...
Era un detalle bastante importante a tener en cuenta, aunque ahora mismo solo era juego, seria algo que recordar cuando llegáramos al plato fuerte, era la primera vez que desvirgaba a alguien y me sentía un poco nerviosa la verdad.
Sabía que algo estaba haciendo bien cuando sus gemidos comenzaron a llegar a mis oídos. Aquello era música para mis oídos: era como escuchar mis canciones favoritas pero todas a la vez.
Mordí su pezón con cuidado de no hacerle daño mientras mi cadera se movía sola contra la suya, guiada completamente por el instinto. Cada vez que lo hacía me gustaba y estaba provocando una más que marcada erección en mi. Una de mis manos fue hacia su pecho libre para comenzar a acariciarlo también, buscando el provocarle más placer.
Mis manos fueron a su cuerpo para desprenderlo tambien de la parte de arriba mientras mi cadera seguía moviendo ahora tanteando el tamaño que tenia lo que guardaba su ropa interior, notando la dureza contra mi.
Nos hice rodar por la cama quedando yo debajo, así el podría experimentar con mi cuerpo cuanto quisiera y con mas facilidad y comodidad - Juega conmigo... - Le susurre para provocarlo, haciendo que se soltara, que dejara todo a un lado y disfrutara de tener una mujer a su disposición para cumplir sus fantasías por un dia.
Al estar encima tenía más libertad, cosa que agradecí y aproveché para ir bajando por su cuerpo mientras mis manos iban desponjándola de la poca ropa que le quedaba.
Sabía lo que había bajo sus braguitas, pero nunca había hecho lo que iba a hacer. Me maravillé con la visión de su cuerpo desnudo debajo de mi y llevé una de mis manos hacia su sexo, comenzando a acariciarlo para estimularla. Por suerte aquello no era mi primera vez y sabía más o menos lo que les gustaba a las chicas.
Acaricié su clítoris con suavidad, comenzando a hacer pequeños movimientos circulares sobre él. -Si algo está mal... enséñame, oh, maestra. -bromeé visiblemente nervioso.
- Re... mmmm... laja... te... lo... haces... muy... bien... - murmure entre jadeos sintiendo como meacariiaba directamente en la zona mas sensible de mi cuerpo, como mi cadera se movía de forma involuntaria siguiendo el ritmo y mis manos se posaban en su cuerpo apretado a medida que el placer subía.
La verdad es que yo debía ser la mas nerviosa, la primera vez nunca se olvida y... esperaba cumplir con sus expectativas, pues nunca se sabe lo que puede imaginarse del sexo alguien, y aun menos con su edad...