Era imposible saber si su ultimo trozo de cristal habia causado todo aquello pero tampoco importaba. Al fin y al cabo, un bicharraco monstruoso habia surgido de una masa informe con un semiogro cabalgando sobre su cuello. Lo de todos los dias, vaya.
-iSalta, idiota, salta!-grito a Morkai.
Morkai cabalgaba entusiasmado a la serpiente de color morado, ahora de un morado sangriento, pues al pasar a la otra dimensión, al mundo de todos los días, se había concentrado, hecho infinitamente más densa, la fuerza y la pujanza de una llanura entera entre sus piernas mientras gritaba salvaje:
──¡¡¡HHHHHIIIIIIIIIIIIIIIIJAAAAAAAAAAA!!!
Y delante de él... ¡Había una hermosa luz blanca! Se había olvidado de todo y de todos, iba hacia nuevas y apabullantes aventuras dejando, quizá, solos y desconsolados a sus nuevos amigos, que le recordarían como un torbellino de color que dio sentido a sus vidas durante algunos breves días ya pasados.
Eh, que le absorbieran el seso los zombicosos asquerosos no se sentía del todo mal. El poco realismo abunda en imagenes de autocomplacencia que no son desagradables, je, je, je.
Pero, de pronto, le sacó de su ensoñación una lejana, lejanísima voz.
──iSalta, idiota, salta!
Se le abrió un ojo como un queso. ¡Era Stela! ¡Stela! Y recordó algo más: ¡el Plan! ¡El puto Plan!
Repitiéndose a si mismo que en realidad a él le gustaba el Plan con Chorizo, no así, a palo seco, y riendose como un idiota de su propio chiste malo, encima repetido, Morkai sintió que, jolines, había que ser altruísta en esta vida, y que qué leches, no eran gentes tan grises y aburridas, y que les prefería, en lugar de una serpiente emplumada morada enorme y divina que cabalgaba por entre las esferas como quien se da un paseillo, eternamente agradecida por librarle de... ¿Qué le había quitado? ¿Cómo era la espina esa?
Saltó hacia Stela y, en el aire, recordando, miró su mano, aquello que estaba agarrando, para saber cuál había sido la causa del terrible dolor de la Serpiente Emplumada.
Motivo: des
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+1)=7 [1, 5]
Por los pelos, un 7, pero me parece que voy a caer en algún sitio poco cómodo.
No se qué era lo que causaba tanto dolor... ¿Qué cojones trae empuñado en su mano el semiogro?
Morkai saltó lográndose aferrar con una mano a una estalagmita de cristal pero, al igual que el resto de la estructura, todo se estaba requebrajando. El cristal llovió en forma de dolorosas esquirlas que se clavaron en su carne1,2.
Gromenauer se aferró a la roca con todas sus fuerzas. Confiaba en que Roark cogiese su escudo. Hasta que vio que el ladrón disparaba una flecha para asegurarse en la pared y dejaba caer el escudo al abismo3.
Noren intentaba comprender la visión del cristal. Aquel enano con corona ¡era uno de ellos! Miró confuso a Oten, a Aren y luego a sí mismo. Comprendió entonces el alcance de la Leyenda del Rey Enano. Tres enanos viajaban en busca de un rey enfrentándose a peligros inimaginables de los cuales... uno sale coronado. La cabeza le daba vueltas. ¿Todo aquello era un juego de las Fuerzas Elementales4?
Pero aquello carecía de importancia. ¡Porque todo se venía abajo! Por debajo de ellos la oscuridad. En lo alto la luz abrasadora por la que había desaparecido la serpiente alada entre llamaradas.
¿Qué debían hacer? ¿Qué harían?
Motivo: Daño de las esquirlas a Morkai
Tirada: 1d8
Resultado: 3 [3]
[1] 3 puntos de daño, que se quedan en 2 por tu armadura 'natural'.
[2] Ojo: me guardo yo la descripción y motivo de lo que has arrancado de la serpiente porque me va a venir de perlas para la trama de la campaña y encima hace juego con los personajes del cameo.
[3] ¿Para qué le voy a hacer daño al ladrón si no hay peor castigo que un enano defraudado que te pueda recordar una y otra vez que has dejado caer su escudo mágico a un abismo oscuro sin fondo?
[4] Fantástico. Vamos cerrando hilos. Pedir más es ambición. ¡Chúpate esa LOST! Que conste que la trama original en la que está basada esta historia es precisamente esa. La visión de Noren le da pedigrí a la historia completa, a la que aún le quedan un par de vueltas antes de finalizar.
—¡HUMANO ESTÚPIDO! ¡MI ESCUDO! —gritó furioso Gromenauer al ver que Roark no cogía su escudo, que se había desenganchado mágicamente de la cuerda que lo sujetaba a su cintura.
—¡ERES MÁS ESTÚPIDO QUE ESOS ESTÚPIDOS DIOSES, QUE EN LUGAR DE ESTAR AQUÍ LUCHANDO, DEJAN TODO EN MANOS DE LOS ESTÚPIDOS MORTALES! —recriminó el enano al ladrón—. ¡Cuando acabemos con esa cosa pienso bajar ahí abajo si hace falta a recuperar el estúpido escudo! ¡Y tú irás delante!
Tras calmarse unos segundos, o estar todo lo calmado que el guerrero podía estar, miró a lo alto del precipicio, gritando—. ¡Vosotros, los de arriba! ¡DEJAD DE MIRAR LAS ESTÚPIDAS LUCECITAS Y AYUDADNOS A SUBIR! ¡ANTES DE QUE ARRANQUE LA CABEZA AL HUMANO!
Y es que aunque el enano intentaba no pensarlo, daba lo mismo. ¡No tenía su escudo! ¡A ver cómo se defendía ahora!
Roark vio la luz. Literal y metafóricamente. Aunque no era fácil con un enano chillándole en la oreja -¡La luz! ¡Todos a la luz que es la salida!- Efectivamente, allí hacia donde iba la serpiente voladora había una luz brillante. -¡Rapido! ¡Cruzad por la luz que es la salida de este sitio!
Una vez explicado como salir de allí decidió aplacar al enano mientras trepaba por la cuerda. -No hay problema hombre,escha mano de un pedrusco de piedra alma o roca alma de esa y te compras dos escudos.- Mientras lo decía, Roark se hizo con un cuatro trozos de la pared, le pasó dos a Gromenauer y se los guardó los otros dos en la camisa.
Yo voy trepando mientras Gromenauer está agarrado a mi espalda cual Yoda barbudo y chillón XDDDDD
Pues voy a pillar la luz del semiogro y la voy a hacer real que es que la manera de salir de aquí es una luz mágica que marca la salida XDDDD
Cogió su martillo del suelo y agradeció a Noren que lo hubiera recogido con un gesto. No tuvo tiempo para más. Hubo una explosión. La estructura se derrumbaba, y el cristal resquebrajado llovía en forma de esquirlas. Desde arriba surgió una luz intensa y blanca
—Hacia arriba— indicó a los demás y entonces escuchó la voz del extraño enano y de aquel pícaro humano que le acompañaba. Habían quedado atrapados abajo. Oten corrió hacia la mula y agarró una cuerda y después fue hacia donde los había visto por última vez. Se asomó y allí estaban los dos. Agarrados a una flecha. Aseguró la cuerda[1] y les arrojó el otro cabo para que pudieran trepar.
—Subid insensatos— les gritó y entonces pudo ver como el hombrecillo afanaba trozos de cristal y se los escondía entre los ropajes
[1] No se si lo he entendido bien porque Roark dice que trepa la cuerda y yo he deducido que no hay cuerda por ningun sitio. Así que lo dejo un poco ambiguo.
Ah, vale, que había otras cosas más importantes... Guardó eso que había encontrado haciendo tanto daño al animal divino en su mochila sin examinarlo, pasando de todo. Iba a mirar a Stela para preguntarle dónde estaba el Plan, cuando uno de esos gritones se puso a hacer lo que sabían hacer los gritones, que se tiran to el santo día pegando gritos para aquí, gritos para allá. Si es que no se podía pensar en paz, narices, que uno era lento de natural, y le hacía falta tiempo.
¿Una cuerda y subir? Parecía que todo temblaba. Vaya, igual se iba a caer todo aquello encima de sus cabezas. La Serpiente Emplumada Enorme y Divina se había largado sabiamente por un agujero por el que pasaba la luz. ¿Sería la luz del sol?
Poco a poco, mientras pasaban angustiosos latidos de corazón hechos de manos sudorosas aferradas con sogas de la que unos agotados enanos tiraban desesperantemente lentos, Morkai fue aclarando la situación.
¿Cómo puedo ayudar yo en esto? ¿Cuál podría ser el Plan? Para entretenerse mientras pensaba en ello, decidió que podía tirar de esa cuerda tan molesta.
En ese momento, el tan Gromenauer y el tal Roark sintieron un buen estirón de la cuerda con la que les estaban rescatando, y comenzaron a subir a una velocidad mucho más cómoda. No hay como un buen semiogro pa tirar de la típica cuerda salvadora, la verdad.
¿Se había dado un golpe en algún lao al caer? Ni se había dado cuenta, pueh.
Treparon como pudieron.
Usaban la cuerda los que estaban cerca. Se aferraban a las paredes los demás. Firfin sacudió a un Tempest meditabundo para que reaccionase y trepase. Aren se negó dejar allí a Rankard, ¡antes moriría con su amigo! Pero no tuvo que tomar esa amarga decisión: Morkai usó la cuerda para atar la cintura del oso y con su propia fuerza ayudó a que el animal subiese. En ese momento los enanos comprendieron que la liberación de Morkai, probablemente, había significado la supervivencia del grupo.
Por desgracia nada se pudo hacer por las mulas. Cuando el semiogro intentó realizar la misma operación con ellas el suelo tembló bajo los animales y ambas cayeron al abismo. Firfin lanzó un aullido agónico al ver toda aquella fortuna en sales perderse en la oscuridad. ¡Y el Cristal Alma! Ahora se resquebrajaba por todos lados. Cumplida su función la mítica Kanbrander se se deshacía en añicos y era consumida por la oscuridad de aquel Plano. Su última función fue servir de impulso para que Morkai pudiera salir de allí impulsándose de un salto mientras los demás tiraban de la cuerda.
La luz, finalmente, los engulló a todos.
Random, el dios de los Aventureros, lanzó un silbido:
—Esto estuvo muy cerca.
—Pero... la Kambrander... ¿No iban a por el Cristal Alma?— preguntó desconcertada Asindara, la diosa de la Magia.
—Era un maldito McGuffin.— afirmó decepcionado Arsenicus, dios de los Ladrones —Tanta historia ¡para nada!
Random sonrió negando con la cabeza:
—No seáis tontos. En Zork nada es porque sí. ¿Qué pensáis? ¿Qué las historias de los héroes se van inventando sobre la marcha? ¡El Destino quiso que fueran al Plano Onalp Orucso por algo, pero no por el Cristal Alma.
—¡La espina!— dijo Asindara dándose cuenta de la jugada.
—La espina.— afirmó Random fijándose nuevamente en los aventureros — Mirad: ya están de nuevo en Zork.
Seguimos en Vivos y de vuelta.