Mensaje de holovideo que encuentras al regresar a tu aposento, que por cierto, no sabes como vas a pagar. No tienes problema de momento, habéis derrochado dinero estos días atrás y nadie sospecharía que estás casi sin blanca.
Kira. Kira contesta. Kira, sé que estás aquí. He visto los manifiestos de carga y pasajeros de las naves.
Diez minutos después hay otro mensaje grabado.
Kira ¡maldita sea! Conecta tu comunicador si es que todavía lo tienes. Me estás preocupando.
Otros diez minutos más y un nuevo mensaje.
Kira, responde de una vez. Necesito ver que estás viva . . . ¡KIRA!
Todos los mensajes son de Gus. Augustus Sal-Solo es un veterano vendedor, retocador, arreglador y negociante de naves y complementos para ellas. Es él quién preparó la compra de la que iba a ser tu novísima adquisición. Le conoces desde hace tiempo, a él le compró tu padre tu primera nave y se la has traído varias veces para reparar o mejorar.
Puede que en este momento no confíes en nadie pero . . . Gus nunca te ha dado motivo para sospechar nada malo, al contrario. Aún estás pensando en sus mensajes cuando suena el holovideo de nuevo.
Uhm... Tal y como están las cosas puedo necesitar ayuda, y ahora mismo Gus es probablemente la única persona en los alrededores en quien podría llegar a confiar... quizá debería ver que es lo que quiere.
Me dirijo hacia el holovideo colocandome el pelo y limpiandome un poco la cara... después de tanto llanto debería adecentarme un poco. Cuando considero que debo estar, al menos, presentable, conecto el Holovideo.
¿Qué quieres Gus? Como puedes ver sigo viva... ¿Pasa algo?
Por fin. Estaba muy preocupado, no vuelvas a hacer esto. No desconectes nunca tu comunicador pequeña. [Gus es paternalista contigo, siempre lo ha sido]. Vi que tu vieja nave y la nueva salían juntas lo cual no es sorprendente pero se iban de vacío y eso me resultó extraño. Nunca te gustó desaprovechar un viaje, máxime cuando aquí hay negocios interesantes. Te llamé antes de la salida para ofrecerte un trabajito pero no respondiste. De ahí mi preocupación.
Y ese fue el motivo de que empezara a indagar. Cuando llamé a la "Estrella Fugaz" respondió un tipo que no conocía de nada ni sabía de ti. Y cuando intenté llamar a la nave nueva me cortaron la llamada. Conseguí los manifiestos y vi que no estabas listada.
¿Qué ha pasado Kira?
No, espera. Dime dónde estás y voy para allá. Esto tienes que contármelo a la cara. Veo en tus ojos una historia de más de dos minutos.
Gus muestra un interés sincero. No es que tengáis una estrecha relación pero sí viene de muchos años atrás y siempre ha sido de fiar en cuanto a la nave se refiere. Más de una y de dos veces te consiguió trabajos. Y es el único contacto que tienes aquí de antes de Correll.
Soooo, tranquilo. Ya he visto tu precaria situación estos días. No te agobies que no hay prisa. Tu postea cuando puedas, sin agobios de ningún tipo que no hace falta correr.
Salu2.
La preocupación de Gus y el recordatorio de la reciente traición hacen que los ojos se me vuelvan a empañar, y a duras penas consigo contener las lágrimas. Miro su expresión afable y preocupada, y no puedo evitar sentir el deseo de abrazarle para encontrar consuelo... por desgracia, los "holoabrazos" resultan poco reconfortantes, asique su sugerencia de acercarse a verme me hace sentirme en extremo agradecida...
Estoy... estoy bien Gus... Estoy en mi apartamento de siempre, ya sabes... Creo que si me gustaría que vengas, y... y trae algo... fuerte, por favor.
Avergonzada al saber que mi voz había dejado traslucir el dolor que con tanta dificultad había ocultado en mi expresión, corto la comunicación nada más terminar de hablar, y me dirijo hacia el sofá. Tras servirme una copa de la botella medio vacia, me dejo caer en el sofá con aspecto derrotado y me dispongo a disfrutar un cigarrillo*...
*Tecnicamente no se ven cigarrillos en los films, no obstante si se ven pipas de agua o algo parecido y si se habla de la existencia de drogas, y es en lo que me baso para ello... si no te gusta, simplemente eliminalo.
A ver si, como decia en sombras sobre alderaan, mañana puedo ponerme ya mas en serio y relleno la hoja. ;)
Augustus se lleva la mano al mentón pensativo al escuchar tus palabras. Tiene una edad ya respetable y sabes que no siempre ha sido vendedor, él también recorrió la galaxia siendo más joven. Además de edad tiene experiencia.
Está bien, irá para allá y llevaré lum. El whisky lo reservaremos para cuando haya algo que celebrar. No te muevas de ahí y no empieces a beber sin mi, tardo menos de media hora.
. . .
Apenas 20 minutos después puedes oír perfectamente cómo una nave rápida aterriza en la cercana plataforma. Como frecuente gestora de negocios "al borde de la legalidad" te gusta tener tus alojamientos cerca de las naves. Apenas un minuto más tarde alguien golpea a tu puerta.
Cuando abres te encuentras a Gus ante ti, siempre elegante, con gesto serio y una sonrisa de circunstancias. Viene armado con una botella, una bolsa de hielos y dos vasos.
Hola pequeña, ¿puedo pasar?
Aprovecho para decirte varias cosas así que enumero a ver si no me dejo ninguna:
Lo dicho, ve sin prisa. De momento avanzamos bien.
Al oir que llaman a la puerta, vacío lo que queda de la tercera copa de un trago y apago el segundo cigarrillo en el cenicero lleno a rebosar. Recordando que Gus me dijo que no empezara a beber sin el, llevo rápidamente el vaso a la pila, olvidandome sobre la mesa la botella, con su nivel visiblemente por debajo de la mitad y el precinto del envase junto a ella, diciendo a gritos "esta criminal pretende acabar conmigo en unas pocas horas".
Me dirijo apresuradamente hacia la puerta, descalza como estoy, y abro la puerta con cierta brusquedad. Al ver a Gus me quedo ligeramente decepcionada... el alcohol me estaba prometiendo la aparición de mi querido Correll, que vendría para disculparse, pero la expresión triste y preocupada de mi viejo amigo me devuelve a la triste y fria realidad...
Gus... - Empiezo con un tono indeciso, que no oculta mi evidente decepción. Sin embargo, cuando me saluda, mostrandome la botella y los vasos, y llamandome "pequeña" como solía hacer Correll, me derrumbo y, llorando, me lanzo a sus brazos - Se ha ido Gus, se... ha.... ido. Me ha dejado sola, me ha... me ha aban... abandonado sin decirme nada... na... nada...
El abrazo me reconforta, y rápidamente me siento ligeramente recuperada. Apartandome de el me seco las lagrimas y señalo el interior:
Perdoname Gus... estoy... un poco afectada... pero pasa, pasa por favor... ponte comodo... - Le indico el sillón de orejas, frente al sofá donde estaba sentada con anterioridad, donde vuelvo a acomodarme mirando con embarazo la botella ya empezada - uhm... ¿Un cigarrillo?
Me enciendo otro cigarrillo mientras le tiendo el paquete y el encendedor, dando una larga y profunda calada, buscando asfixiar la ansiedad en el amargo humo del tabaco de Dantooine...
Gus te escucha con gesto concentrado, atento a cada palabra y a cada movimiento. Echa sus brazos sobre ti con respeto y con afecto. No dice palabra al principio, simplemente te abraza. Sus ojos aprovechan el momento para examinar la habitación, desordenada, cargada de humo y aromas a alcohol fuerte.
Manteniendo aún el abrazo sobre tus hombros con una mano avanza dos pasos para entrar en la habitación y poder cerrar la puerta de un taconazo mientras deposita la carga en la mesa con la otra mano. Después te lleva suavemente a una silla y te ayuda a sentarte cuando rompes el contacto.
Todavía en silencio acepta el cigarrillo y lo enciende tras un momento de duda.
Llevo demasiado tiempo de vida sana, va siendo hora de recuperar algunas viejas costumbres. Aspira el humo del tabaco fuertemente, lo retiene unos segundos y finalmente lo exhala con fuerza. Es evidente que no es la primera vez que fuma. Quizá no sean buenas costumbres, pero llega un momento en que eso ya no importa. Y si no que se lo digan a Rufus.
Entonces fija su atención en ti. Te mira con esa mirada tan penetrante suya y regresa por los vasos, el hielo y el lum que escancía generosamente. Te ofrece un vaso y choca el suyo con fuerza. ¡Por las cinco hermanas! Da un largo trago, lanza un fuerte suspiro ante los grados de alcohol deslizándose por la garganta, abre mucho los ojos y te invita a beber con un gesto.
Kira . . . no se me ocurrirá decir "te lo dije" porque no sería cierto. Ese bribón nos engañó a todos. Y me siento insultado por ello. Yo debería estar ahora diciéndote "te lo dije" pero me temo que me hago viejo. No lo vi venir. Eso ya no pasará más con el pececito, más le vale andar prevenido cuando regrese por aquí. Porque lo hará aunque tarde. Y tengo suficiente memoria, paciencia y rencor.
Una pequeña pausa podría parecer que te invita a hablar pero levanta su dedo índice previniendo que digas nada, señala de nuevo el vaso y mostrándote el suyo a medias hace un gesto claro. ¡Apuremos! Tras acabar el trago da otra larga calada al cigarrillo, rellena los vasos y continúa.
Ahora vamos a hablar de otras cosas. Hablemos de lo importante. Estás viva, estás de una pieza, estás dolida, estás conmocionada y estás borracha. Todo lo malo tiene solución. No voy a permitir que te pudras en este geriátrico. Aquí solo quedamos abuelos retirados. Tengo algo para ti. Voy a sacarte de aquí y no aceptaré un no por respuesta así que no hace falta que contestes porque ya lo he hecho yo.
Me da igual lo que suceda esta noche y mañana. Pasado mañana me entrevistaré con cierto personaje al que todavía no conozco y cuando eso suceda voy a venderle una capitana experimentada. Él no lo sabe, viene a comprar una nave, pero esa nave llevará un regalito sorpresa.
Tienes 72 horas para superar todo esto. Después de ese tiempo coge tus penas, mételas en el primer culo que veas y ven a mi oficina. Punto. Ahora bebamos.
Mientras Gus habla, me concentro en sus palabras, tratando de no pensar. Cuando califica a Corell de brivón me siento ligeramente dolida, y ante la simple sugerencia de que podría pasarle algo malo, primero me siento aterrada... después una fria rabia se abre paso en mi interior...
Maldita sea... el viejo tiene razón, que le jodan a Correl... como me vuelva a cruzar con el lo mato...
Me dispongo a expresar mis pensamientos en alto cuando Gus alza el índice me "invita" a acabar los vasos y permitirle que continue hablando. Tras vaciar el vaso, con la garganta prácticamente insensibilizada ya al alcohol, lo dejo con un fuerte golpe sobre la mesa, y al ver que el cigarrillo se me había consumido ya en los dedos, lo dejo sobre el cenicero, encendiendo otro en el acto.
Las siguientes frases de Gus me hacen enarcar la ceja. Cuando termina, mi mente no para de dar vueltas, doy unos cuantos tragos cortos al vaso mientras trato, con dificultad, de ordenarlos todos... finalmente, vació el vaso de un trago largo.
Maldita sea... el viejo tiene razón. Es un buen tipo, voy a hacerle caso...
Lo haré. - Digo con determinación, levantandome, dejando el vaso con un golpe seco sobre la mesa - Gus... eres fantástico. Te debo una, una muy grande, y lo sabes... pero dices bien, ahora mismo dejemoslo y bebamos, esperaré tu llamada... Ahora necesito sacarme el veneno de dentro.
Tras un breve abrazo a Gus y un beso en la mejilla me dejo caer de nuevo en el sofá, me sirvo una nueva copa, y me dispongo a despotricar contra Correl durante tanto tiempo como Gus me aguante... o durante tantas copas como yo aguante.
Ya lo creo que me la debes nena. No olvides lo que dije, tengo buena memoria y paciencia. Espero no tener que usar nunca el rencor contigo.
Después de ese comentario se relaja bastante y te acompaña durante varias horas en la bebida, la charla y el tabaco. Cuando te deja casi derrengada sobre la cama te das cuenta que su manera de acompañarte ha consistido muy sutilmente en rellenar tu copa varias veces por cada una que rellenaba la suya. Igual ha sucedido con el tabaco, ha encendido algún cigarrillo para acompañarte pero ha inhalado poco humo.
Tú sabes que se ha controlado bastante, él sabe que tú lo sabes y todo está bien pues lo que necesitabas y él te ofrecía era compañía y desahogo.
Antes de salir por la puerta retira a la basura todos los restos de la alcohólica noche. Ve que aún mantienes un hilo de consciencia y con una suave sonrisa te recuerda: 72 horas nena. Luego te quiero fresca como una rosa. No me falles.
Lo único que te queda es lo que tuvieras encima cuando se fueron las naves. Eso será lo que hayas podido comprar con el dinero a suerte que te corresponda al hacer la ficha. Puede que no te hayan dejado ni el arma.
Al menos no tendrás que preocuparte por el alojamiento y la manutención, Gus ha garantizado el pago para que no pretendan echarte. Si quieres de aquí podemos pasar al encuentro a menos que desees aprovechar para hacer algo en ese día y pico libre que tienes. Tú dirás.
El tráfico aéreo termina por despertarme. El dolor de cabeza es monumental, asique invierto sabiamente los siguientes 15 min en dar vueltas en la cama, tratando de recuperar el sueño. Finalmente, los recuerdos sobre la noche anterior vuelven a mi, y me quedo pensando en la cama. Gus tiene razón, ha llegado la hora de retomar las riendas de mi vida... ¡NO! Ha llegado la hora de cambiar mi vida.
Sintiendo una energía inesperada me levanto de la cama de un salto, sólo para arrepentirme por el martillazo que reciben mis sienes nada mas hacerlo. Sujetandome la cabeza con las manos me dirijo hacia la ducha, para curarme el dolor de cabeza con agua bien fresquita... Tras una ducha de apenas 20min, salgo como nueva, con una toalla alrededor del pelo y la otra a modo de vestido. Me dirijo al salón-comedor del apartamento, donde empiezo por recoger los restos del cenicero y llevar vasos y demás al lavaplatos.
Tras dar los últimos toques de limpieza, me dirijo como siempre hacia el sofá para agarrar un cigarrillo, como siempre, antes de vestirme. Justo antes de encenderlo, me doy cuenta... ¡Esto es algo que tengo que cambiar! Recojo todos los paquetes de tabaco del apartamento y los tiro al triturador de basura, y todo el alcohol que queda al desague... Entonces me dirijo a mi habitación donde tomo mi ropa de deporte: esta mañana salgo a correr.
Entusiasmada, salgo del apartamento dispuesta para una carrerita de 15-20min hasta el relativamente próximo parque, donde haré algunos ejercicios antes de volver... 1h en total de ejercicios y carrera será estupendo... Al comenzar a trotar, la alegría se refleja en mi cara... soy una nueva Kira, una Kira sana y feliz de nuevo...
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En 20min estoy de vuelta en el apartamento con una bolsa de la compra que deposito sobre la mesa del salón. Tras sacar un vaso del aparador, me sirvo una copa de una botella que extraigo de la bolsa, y me enciendo un cigarrillo, procedente del mismo lugar... ha sido un fracaso muy rápido, pero no me siento demasiado frustrada por ello... ¿Acaso alguien dijo que tomar las riendas de mi vida fuera abandonar costumbres anteriores a Correll? Que le den, yo voy a seguir siendo yo misma, y ahora mejor libre de ese parásito desgraciado...
Tras invertir el resto del dia en dejar el lugar limpio y ordenado y en vaciar un tercio de la botella y un paquete de tabaco, preparo todo mi equipaje y me dispongo para pasar la última noche antes de emprender mi nueva vida... Al acostarme no puedo dejar de pensar en Correll y en las muchas maneras en que me gustaría verle sufrir... Como pueda volver a ponerle las manos encima, mi próximo coctail tendrá un par de siniestras "aceitunas" en el fondo...
Me despierto como nueva tras una noche sin sueños, como la mayoría de las noches de mi vida adulta... tomo un desayuno ligero, y con mi equipaje, las pocas cosas que Correl me ha dejado, me preparo para ir a ver a Gus.
Me apetecia narrarlo... xD
Cuando quieras pasamos a la siguiente parte. :P
Hacia mediodía recibes una llamada de Gus. Como la estabas esperando no tardas nada en atenderla
Hola Kira. Escúchame atentamente pequeña. ¿Recuerdas dónde queda "el Rancor borracho"? Necesito que estés allí esta noche temprano. En cuanto llegues busca a Pete, el encargado. Identifícate y él te dara una llave de acceso para un speeder que estará en su azotea. Comprueba que todo está bien, busca un lugar desde dónde veas la entrada y espera la llegada del tipo cuya foto te mando.
Es mi cliente y mucho me temo que Segcor anda tras sus pasos. Ya sabes que tengo alergia a los de seguridad así que no quiero que me vean siquiera con él. Acércate a él y charla hasta que se monte un follón. Es habitual que en "el Rancor borracho" haya peleas, aprovecha cuando haya alguna y llévate al cliente al speeder. Una vez que estéis dentro sube a la ruta norte punto seis. Luego pon el automático y disfrutad del viaje. Un consejo: poneos los cinturones. La mirada de Gus se vuelve traviesa cuando dice esto. Nunca le has visto una mirada así, casi parece un duendecillo divirtiéndose a tu costa.
¿Alguna duda nena?
Nerviosa tras toda la mañana esperando, contesto apresurada cuando por fin recibo la llamada que me tenía en vilo. Ahí está Gus, saludando...
¿Qué hay? Rancor borracho... por supuesto, ¿aún te mueves por esos sitios?
Decido volver a mostrarme seria y profesional, recordandome que soy una nueva Kira, que Correl ya ha desaparecido de mi vida... Doy un respingo cuando veo la foto, se trata de un joven atractivo... quizá demasiado joven... si, sin duda, es demasiado joven. ¿Qué habrá echo para tener a Segcor detrás? En fin, esto huele a problemas... pero que no se diga que la nueva Kira es una cobarde...
Ninguna pregunta Gusi... - Esto último lo digo con tono provocador, en respuesta a su picardia con el cinturón... sé que le saca de quicio que le llame asi - Tendrás a tu muchacho sano y salvo antes de que te de tiempo de echar de menos mi voz... Aunque no te garantizo que no te le pervierta por el camino, solo a ti se te ocurriría mandarme a cuidar de un joven atractivo...
Guiñandole un ojo, corto la comunicación antes de que pueda contestar a la broma... Me preparo rápidamente para abandonar el apartamento, coloco bajo mi chaleco mi bandolera preferida, que me permite llevar mi pistola convenientemente oculta, y oculto mi bláster de bolsillo en la bota derecha, como siempre que marcho a alguna misión que puede terminar resultando comprometida... reparto el tabaco, el comunicador y las celulas de energia de repuesto por los varios bolsillos del chaleco, que cierro para ocultar mejor la pistola.
Tras comprobar en el espejo que no se notan las armas ocultas, echo una mirada atrás evaluando lo que dejo atrás... nada que merezca la pena llevarse ahora, quizá nunca... Doy media vuelta y salgo cerrando de un portazo, encaminando mis pasos hacia "El Rancor".
En cuanto a las armas, si lo permites y no supone demasiada perdida de tiempo escojo 20 , que si no recuerdo mal en SAGA va con engañar, lo que supondria un 28.
ACLARACIÓN: Engañar admite elegir 10 pero no elegir 20. De todos modos para ocultar tus armas sin tener que pasar controles ni tiradas de otro personaje (en principio) basta y sobra elegir 10. Si alguien quisiera darse cuenta que llevas armas tendría que tirar contra tu 18 (más o menos modificadores circunstanciales que yo considerara aplicables).
La siguiente escena será ya el Rancor borracho.
18 pues. Ya la veré esa entonces que me quedo sin bateria y aqui no tengo el cargador. Me está viciando la partida y eso que voy individual de momento... xD