Partida Rol por web

—No creo que sea sensato —apuntó Akiko—. Monsieur Hawald irá a por ti. ¿Pondrías en peligro a la gente que está dispuesta a ayudarte?

—Al cuerno con Hawald. Yo me largaría.

Rowane estuvo a punto de gemir ante la situación. ¡Era su oportunidad! La oportunidad de romper los grilletes que la ataban a Monsieur Hawald. El chevalier no tendría ni idea de por dónde empezar a buscarla si a la mañana siguiente se percataba de que había desaparecido pero...

—No—musitó—. No puedo dejar a Lurian. Seguro que le preguntan a él por mí y... y como no sabrá qué decir le pegarán.

Sacudió la cabeza. Quería ser libre pero no quería abandonar a su amigo. Miró a Akiko, después de todo si estaba fuera era gracias a ella.

—¿Crees... ?—preguntó con la mezcla entre temor y nerviosismo de alguien que por primera vez en su vida le está pidiendo algo a quien tiene "por encima". Se le trabó la garganta y tuvo que carraspear—. ¿C... Crees que podría salir otra vez mañana a la noche?

Akiko abrió la boca para contestar, se lo pensó y la cerró de golpe.

—No te lo puedo asegurar —admitió.

Clemence te depositó una mano en el hombro.

—De todos los sitios que podías acabar de Port Coeur, has terminado en este refugio de reposo. Niña, Celestar tiene un plan para ti aunque ahora no seas capaz de verlo. Ten fe, y el corazón te mostrará el camino... cuando estés preparado para él.

Rowane miró a Clemence. Estaba segura de que lo más probable era que le estuviesen brillando los ojos pero al cuerno, no podía evitarlo.

—Esperadme—dijo—. Intentaré volver mañana y si no pues... pues cuando sea. No sé cómo pero lo haré.

Tragó saliva. No podía creerse que estuviera dijendo aquello.

—Así que es... esperadme, yo también la quiero conocer...

Clemence sonrió.

—Sólo ten fe —dijo, antes de hacer un gesto con la mano en dirección a Beleana—. Ella debería quedarse aquí para descansar. Lo peor ya ha pasado, pero querría asegurarme de que sigue bien.

—Nosotras tenemos que irnos ya —te dijo Akiko.

El perfil de Clemence será actualizado en breve, permanezcan atentos a sus pantallas.

Rowane: +500 px.

Rowane le asintió a Akiko con un imperceptible suspiro y miró a Beleana.

—Cúidate...

Entonces miró a Clemence como si se sintiera tremendamente contrariada, bueno, se sentía tremendamente contrariada. Tras casi diez segundos de lucha interna, aprovechó que antes había cogido una de las mangas del sacerdote y "abrazó" ese brazo.

—G-Gracias por todo.

Lo hizo rápido y enseguida lo soltó cogiéndose ambas manos a la espalda, miró una vez más al humano y entonces giró sobre sus talones para guiar de vuelta a la Embajadora drache.