Agradezco con una inclinación, y decido acompañar a aquel hombre hacia el lugar de los hechos, intrigado. ¿Todos son así en estas tierras? En mis viajes, he contemplado mil y un maravillas, y arcaicos y olvidados poderes, pero esto es un misterio.
Viste que mientras el alcalde cargaba el solo con todo el cemento que podría necesitarse, este cayó al suelo durante un segundo, quedándose prácticamente inmovilizado. Desde el suelo, sacó una especie de píldora azul de su bolsillo y se la comió, sus pupilas se dilataron acto seguido y se levantó de un gran salto. No te preocupes forastero, estoy bien. Te dijo al observar que estabas mirándolo.
-Si necesita de su... médicina... yo bien puedo ayudarle.- susurro con cautela al alcalde.
Te miró sorprendido - ¿Cómo pretendes ayudarme? No creo que necesite de tu ayuda sinceramente. Pero esa pregunta me ha dejado lleno de curiosidad. - ríe de una carcajada.
-Si... necesita reposar un poco, podría llevar esa carga... en lo que se recupera. Por... lo que veo... debe ser algo fuerte... y agotador... Algo.... desconocido y...- Sin apartar los ojos de aquel hombre arrastro las palabras, atento a sus reacciones.
Motivo: Percibir
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+2)=6
Lo que me puedas decir sobre él :P algo que me ayude a saber qué tiene o cómo hablar con él.
La verdad es que no me vendría bien descansar un poco, soy el alcalde y tengo más cosas que hacer que llevar cemento de un lado para otro. - ríe a carcajadas.
Te lanza una píldora como la que se ha tomado - Puedes intentar mover el cemento sin tomártela, pero no creo que puedas.
Si no quieres tomártela, pide a cualquiera que te ayude, todos aquí la toman, por eso somos así de fuertes. Aunque no vivimos mucho.
Intento levantar el saco, mordiendo ligeramente la tela que cubre mi rostro, para no pronunciar queja. Tras hacer la prueba, pregunto al alcalde.
-Todo poder tiene un costo, pero... ¿tan grande es él de ustedes?
Nuestro poder - dice con una voz pausada y tranquila - es igual al de Konrad, él es el protector de esta ciudad ya que es donde fabrica Joia. Él es el hombre más fuerte de la tierra, sin duda y no llegamos a comprender sus ambiciones.
La única diferencia entre él y nosotros - mira al suelo un momento y te mira a los ojos con una ligera sonrisa - es que él nunca ha tomado una pastilla de Joia.
Nosotros vivimos entre 20 y 23 años a causa de la gran cantidad de Joia que ingerimos. Pero debemos proteger la fábrica.
-Entiendo lo de guardar vuestros secretos, pero... ¿porque pagar ese coste?, ¿tan valioso es para ustedes? Yo... no comprendo ni conozco su estrella, vengo de más allá de la lejana Kadath, y si alguna referencia escuche hace poco, fue la que hizo el maestro de la guerra. Aquel cuyos ojos son su cuerpo y el viento.
Konrad... - dijo con un tono entre asustado y esperanzador - Nos ha enseñado a ver la vida de otra forma, a ser seres fuertes y morir por su causa, por su Dios... Así que si, debemos hacerlo. Bueno, forastero - te dice mientras te saluda con la mano- te dejo al cargo de buscar a alguien que lleve este cemento.
Tras buscar durante un rato corto, encuentras a alguien dispuesto a ayudarte, el cual lleva el cemento hasta el lugar y rápidamente reconstruyen el edificio. Todo parecía haber vuelto a la normalidad, al menos a la que ese pueblo expiraba.
Con mis propias manos ayudo a aquellos hombres a reconstruir el edifico, mientras intento aprender algo de sus técnicas y sus costumbres; al finalizar pregunto a una de aquellas personas por el dios os los dioses que veneran en esa ciudad.
-He venido de tierras muy lejanas, de aquellas que se ubican más allá del umbral de la aurora, he visto todo tipo de ciudades y de hombres, y he observado todo tipo de maravillas; sin embargo, en mis viajes no he encontrado una ciudad cómo está. Y siendo extranjero a cómo soy, quisiera conocer mucho más. Decidme, ¿Cual es vuestra historia, y cuál es vuestro dios?
Uno de los hombres que estaban allí, te dice que le acompañes a la taberna, te invita a una jarra de vino y te comenta la historia de la ciudad. Te dice que esta fundada fue fundada por Konrad hace 15 años, y este les enseño como fabricar Joia. A cambio de tomarla serían fuertes y morirían jóvenes, lo cual era perfecto para que el Dios al que Konrad servía, el cual pedía las vidas de gente fuertes. Muchas veces Konrad entrenaba a gente hasta que fuera muy fuerte para después acabar con ellos.
El propio Konrad sería el sacrificio final, el cual se hace lo más fuerte posible para ser el sacrificio final a su muerte.
Escucho con atención, mientras tomo lenta y sopesadamente el vino.
-Pero... ¿Quién es ese Konrad, y cuál es su dios?... Qué... clase de culto es el, y ¿cómo puede la Jonia dar tanto poder?