Llegas a la ciudad de Retes, todo parece tranquilo la verdad, niños correteando de arriba a abajo, mujeres y hombres paseando tranquilamente. Decidiste ir a la posada y ver que podías averiguar. Al llegar viste un hombre que destacaba mucho sentado en una mesa, era el único que iba tapado hasta las trancas y no parecía ser de la ciudad.
Aquel hombre que te invitó al trago te comento que Konrad era un venerable hombre, que se encarga de propagar la palabra de su Dios y te repite exactamente las palabras que ya te había dicho. Parece que no vas a sacarle mucha más información. Observas que entra un hombre con unas pintas extrañas, acompañado de otro hombre con una marca en la cara. No eran de esta ciudad eso estaba claro.
Desde mi esquina observo atentamente a aquellos hombres, mientras bebo con calma. Extranjeros de extrañas tierras, hombres tatuados, marcados... en algunas tierras... he escuchado que así se marcan a los esclavos... y en otras a los guerreros...
Asiento a mi interlocutor y sigo escuchando en silencio, prestando atención a los extranjeros, sin ser demasiado obvio.
Por la puerta de aquella posada entraba un hombre alto cubierto por una armadura negra. Uno de sus brazos estaba cubierto de vendas así como su enorme mandoble, por lo demás, parecía un mercenario más allí. Junto a el iba Andrew encapuchado, ocultando su rostro para evitar miradas indeseadas.
Thanatos se fijo en el hombre que iba tapando hasta arriba por unos instantes, pero no era su objetivo, así pues siguió su camino hacia el posadero
-Saludos -Dijo con aquella voz que hacia eco metálico para después bajar el tono- ¿Sabéis donde se encuentra los laboratorios de Joia? - Su tono era serio y casi exigiéndole la respuesta.
Perdon por la tardanza
Lo siento, pero los laboratorios de Joia están cerrados al público. Son de uso exclusivo de Konrad y los habitantes. - te dijo con una sonrísa. También le recuerdo que cualquier intento de agresión o destrucción de cualquier parte del laboratorio será castigado por nosotros los ciudadanos, los cuales tomamos Joia todos los días toda nuestra vida. Aunque vivimos muy poco...
Pero puede quedarse en la ciudad y visitar todo lo que quiera, las vistas son muy bonitas y la ciudad es genial. - te dijo con un tono alegre.
No uso al clásico Posadero, porque es muy viejo para esta ciudad xD
Conforme iba escuchando al posadero explayarse sobre los laboratorio y la ciudad el ceño detrás del yelmo de Thanatos se iba frunciendo. Terminó por contestarle con un -Te perdono – Y se retiró a una de las mesas.
Por un momento contemplo la semejante intrusión y desfachatez de aquel individuo, así cómo su increíble capacidad para perturbar y cambiar los ánimos de tan apacible lugar. Sus palabras, cargadas de insolencia y soberbia, no pueden de menos recordarme el castigo a aquellos hombres que se aventuran sobre aquellas cosas que le son vedadas. Malos finales, pésimos destinos. Tras unos momentos, pregunto al hombre que me acompaña, mientras vuelvo mi vista a mis cosas.
-¿ocurre demasiado a menudo este tipo de cosas?
No - dijo - No suelen preguntar por los laboratorios, al menos no tan descaradamente y con una fuerza en sus palabras tan brutal.
De todos modos no nos preocupa. - te dijo con un tono tranquilo. Bueno he de irme, hay que seguir con el trabajo. - se levantó y se fue a seguir con sus quehaceres.
Con una zalema me despido de aquel sujeto, y continuo prolongando la bebida... lo suficiente para permanecer un poco más de tiempo observando a aquellos sujetos.
¿Qué tiro para intentar escuchar lo que conversan?
Director: No hay nadie hablando xD
Bueno, entonces no les quito el ojo de encima, quiero ver que hacen, pero con cierto disimulo.