Otra parada corta para unos caballeros cabalgantes entrenados como vosotros. Seguís con el protocolo habitual , esto es dejáis los caballos descansar y que los custodien vuestros escuderos, os hacéis ver con el señor del castillo y le transmitís los saludos del conde Setzer, además de darle la documentación acordada.
Una tirada de intrigar oculta para cada caballero, marca y +1d10 a la gloria para los que la saquen, además de la información que os daré. De la marca y de la ganancia de gloria os informaré al final, para mantener la incertidumbre de si lo que habéis escuchado es cierto, o falso. A veces un fallo os dará un rumor falso, o no exactamente concreto ni bien informado, y otras veces no os dará ningún dato.
Oportunidad para inventar un contexto o situación en la que se justifique una tirada de una de vuestras habilidades, cuyo éxito os dará marca en esa habilidad y +1d10 a la gloria. Yo pensaba en habilidades cortesanas tales como, bailar, cantar, componer, coquetería, cortesía, juegos, oratoria, tocar, o alguna de conocimientos( cultura mágica, polular), pero bien podrían ser otras si las justificais oportunamente.
Siempre he gustado de viajar y cabalgar, así que este viaje está siendo un bálsamo para mi ánimo. Los descansos son plácidos, el tiempo agradable, uno casi puede olvidar que está realizando una misión importante y que un mal se concentra al norte para tomarnos por sorpresa con violencia arrasadora. Casi siento desconsuelo por transmitir las nuevas que portamos, aunque pienso que dado lo tranquilo del viaje alguien puede dudar de la fiabilidad de nuestros malos presagios. El castillo nos permite comer un poco mejor, dormir en una cama y, especialmente, lavarnos un poco mejor. Después de cumplir con el señor del castillo y departir con sus hombres en busca de noticias, gusto de darme un baño y mientras el criado lo prepara bromeo con él buscando cierta camaradería. Sé que es inapropiado de un caballero y que lo tomo por sorpresa, pero mi carácter es aún así, me gusta que si converso con plebeyos en la intimidad no sientan nuestra diferencia de clase como una barrera a la hora de sincerarse. Ya he aprendido a evitar hacerlo en público, pero aquí, a solas, lo veo una ventaja. Le pregunto sobre el ánimo de la población, su agrado para con su señor y los rumores que corren por estas tierras. Intento no alarmarle con las noticias sobre incursiones sajonas, pero me divierto un poco a su costa asustándole con algún relato sobre los demonios barbudos que nos acechan en la frontera... luego relajo su ánimo, le pido que lave mis ropas y me lanzo a un reparador sueño.
Motivo: intrigar
Tirada: 1d20
Dificultad: 10-
Resultado: 8 (Exito)
Motivo: conocimiento popular
Tirada: 1d20
Dificultad: 8-
Resultado: 18 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: intrigar
Tirada: 1d20
Dificultad: 10-
Resultado: 16 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: conocimiento popular
Tirada: 1d20
Dificultad: 8-
Resultado: 2 (Exito)
Sorry, he repetido las tiradas ocultas, no me he dado cuento no las oculté antes.
La primera parada fue como si se tratara de un paseo por el campo, terminando en casa de un Lord el cuál nos ha invitado a pasar la noche. Pero Sir Gwilherm tiene claras las palabras del señor Conde. Y así, recuerda e insta a los hombres y escuderos a no sobrelimitarse con la generosidad de nuestro hospedador.
_ Recordad, sólo cerveza rubia y vino aguado. Y frugalidad en el comer._ Al terminar guiña un ojo a su primo, pues este mensaje va dirigido a todos y cada uno de lo hombres. Incluso, para el mismo.
La velada corre tranquila y en calma, hecho que toma Gwilherm para dar dependencias y las noticias que allí les traen. En un momento tras la cena, un pequeño grupo de músicos, no mas de cuatro, entonan una alegre canción. Las hijas del Lord piden permiso para bailar, y este lo concede con la condición de que el invitado abra el baile.
El señor de Malderoi no tenía intención ni ganas de bailar, su última danza fue con su amada esposa. Mas la cortesía debía ir primero, y no rechazó el privilegio del Señor. Aún teniendo dos pies izquierdos para ello. Tras el primer baile, se disculpó con la dama que había sufrido su compañía y regresó con su hospedador. Al cuál dio las gracias y disculpas por el espectáculo.
Entonces se vio inmerso en una conversación sobre las tierras, bañadas por varios ríos y rodeadas de bosques, debía ser una región muy próspera y por lo tanto un posible objetivo sajón. Preguntó por sus aliados más cercanos y antiguas rencillas.
Cuando tocó retirarse a descansar, pidió permiso para asistir a la capilla para rezar y si fuera posible, confesarse con el sacerdote. Tras ello, se retiró a su alcoba donde durmió plácidamente.
Tirada oculta
Motivo: Intrigar
Tirada: 1d20
Dificultad: 11-
Resultado: 9 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Bailar
Tirada: 1d20
Dificultad: 4-
Resultado: 11 (Fracaso)
Sir Gwilherm de Malderoi intentó con más interes que acierto improvisar un baile a los perplejos caballeros locales, que se mostraron muy comprensivos con las excentricidades del caballero, seguro que por el exceso de vino.
Tampoco destacó en lo juicioso Sir Walter de Lickey Hill, pues se trabó en su exposición sobre usos y costumbres populares de su región. Definitivamente, la inspiración, acaso espantada por el vino, habia marchado de los caballeros viajeros.
Aun asi, hubo tiempo de parlamentar sobre alguna cosa, más o menos juiciosa.
fallo en bailar, y en con.popular.
solo es oculta la de intrigar.
Sir Gwilherm de Malderoi. exito en intrigar.
Sir Walter de Lickey Hill. fallo ambas cosas.