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Año 489. De heraldos por Logres. + FASE DE INVIERNO

Despues de la batalla

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08/06/2019, 10:19
Director

Contempláis con agrado el final de la batalla. También los de la aldea, pueblo, o lo que sea esa población cercana de Chelmsford, sienten alivio, al saber que sus modestas defensas no deberán contener a la horda sajona que acabáis de derrotar.

Las tropas de ambos lados se recogen, y no tardando se hará tregua, y otros se encargaran de los muertos y heridos que yacen en el campo de batalla.

Mientras en el otro extremo de la batalla, se hace un recuento de prisioneros, y se anda echando cuenta de los rescates propios a ajenos, esto es, lo que toca pagar y cobrar.

No siempre se consigue el dinero de los rescates de manera inmediata, usualmente se tarda un tiempo en dar aviso, y a eso hay que añadir el tiempo que la otra  parte necesite para juntar la paga. Dieronse casos de cautivos años esperando rescate. No parece que sea esta vez el caso con el vuestro Heortgeneal. Todo indica que el rescate se hará, no tardando, pero no de manera inmediata. La entidad del prisionero y el carácter orgulloso sajón juegan a vuestro favor.

El rescate que se pedirá será 3d20 +15L  (el que lea esto primero que haga la tirada).

Los heraldos pues, se han puesto en marcha, para dar parte a los sajones de los prisioneros hallados, y de paso tomar nota de los caballeros celtas apresados, a fin de que también vuestro bando se ponga en marcha con los mecanismos del rescate.

Esta consiste  básicamente, en dar parte a la familia del prisionero de la situación, y de ellos dependerá conseguir las L necesarias. Vender su patrimonio, pedir prestado a su señor o camaradas… Lo que parece claro, es que se avecinará una subida de impuestos a la plebe.

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08/06/2019, 10:38
Director

 

Tras acabar la batalla, las tropas principescas de Madoc, optaron por recogerse. Antes permitieron a la soldadesca y tropas auxiliares saquear los cadáveres enemigos, pues bien dice la Biblia que el obrero tiene derecho a su salario, y los supervivientes cristianos tenían merito sobrado para optener su paga repleta y apretada. No parecía cosa de los señores, andar en rapiñas con la soldadesca, pues bien que habían conseguido, al menos nuestros  caballeros 11L cada uno, casi el sueldo de 2 años como caballero.

Parecía mucha tropa para recogerse en un solo castillo o ciudad (Chelmsford, no daba para tanto). Se optó pues, por guarecerse en varios castillos. Los de Hertford, con nuestros caballeros y el conde Setzer al frente, enderezaron para el castillo de Hertford.

Otra parte, en la que se encontraban la gran mayoría de tropas heridas reposaría en la desbordada, pero cercana ciudad de Chelmsford, pues no parecía prudente andar moviendo a los heridos, y si entran heridos, no parece torpe albergar a algunos vivos y sanos para un mejor curar de los enfermos. Bien es sabido que el cuerpo cura mejor con la ayuda de un alma, espíritu y ánimo  bien dispuesto, y nunca se oyó decir que fuese mala cosa para el ánimo tener cerca a amigos y compañeros de armas.

Otro grupo no menos menudo, con el príncipe Madoc capitaneándolo, optó por tomar refugio en la ciudad de Londres, por no estar  muy lejana de la zona de la batalla, y mucho  más cerca que el condado de Salisbury, lugar al que habrían de retornar las tropas del Pendragón, cuando la situación se calmase, no siendo que los sajones provoquen un rebrote de las hostilidades, y no se pueda dar debida respuesta a esa osadía.

Así pues, nuestros caballeros ufanos tras la pelea, y cansados por la misma razón, enderezaron con el conde hacia su residencia en Hertford.

Todas las tropas tenían hecha promesa de no disolverse, hasta que quedase claro y bien, que los sajones no tomarían represalias tras la derrota. No obstante, sí que se dispensará de tal labor de guardia, a aquellos caballeros que tuvieran labor premurosa en su señorío que atender, con la promesa de resolverlo pronto y retornar al castillo del conde, por si fuera menester retornar a la batalla.

 

Notas de juego

¿Queréis hacer algo durante la espera? Es decir, ¿marcháis a vuestra tierra u os quedáis en el castillo?

rolear un poco si os place.

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08/06/2019, 18:24
Sir Gwilherm de Malderoi
- Tiradas (1)

Motivo: Botín

Tirada: 3d20

Resultado: 27

Notas de juego

42L
Por mí, nos vamos a casa. Es un señorío reciente, y es bueno estar allí para que no se desmadre. Y Gwilherm, querrá ver a su hijo. Y con la pasta, puede acelerar las reconstrucciones para recaudar más el año que viene.
Así lo veo yo, a ver qué dice walter

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09/06/2019, 21:06
Director

Podeis tirar ambos por odio a los sajones. ( como si tuvieseis marca)

Aunque  la cosa os ha ido bien, creo razonable ofreceros una tirada. Si sacais más( esto es fallar), os podreis sumar +1 a vuestro odio sajón. ¿ os acordais las ventajas y las desventaas de apelar a las pasiones?

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10/06/2019, 02:42
Sir Gwilherm de Malderoi

Notas de juego

no

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10/06/2019, 22:25
Sir Gwilherm de Malderoi
- Tiradas (1)

Motivo: odio sajón

Tirada: 1d20

Dificultad: 12+

Resultado: 9 (Fracaso)

Notas de juego

sigo igual

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11/06/2019, 00:02
Sir Walter de Lickey Hill
- Tiradas (1)

Motivo: odio a los sajones

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+14)=17

Notas de juego

he marcado mal la tirada, pero vamos, se entiende que he sacado un 3. Así que sin novedades... ya me caían fatal de todas formas...

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11/06/2019, 00:35
Director

Notas de juego

¿Queréis hacer algo durante la espera? Es decir, ¿marcháis a vuestra tierra u os quedáis en el castillo?

rolear un poco si os place.

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13/06/2019, 22:18
Director

Prefirieron nuestros caballeros recogerse a pulsar el estado de las sus tierras. Marcharon ellos, pero quedaronse los soldados disfrutando de la buena vida después de una batalla victoriosa, esto es descanso comida y bebida en abundancia.

 No tenían al parecer, nuestros caballeros,  cuerpo para fiestas y celebraciones, ya que su corazón estaba en el señorío de Malderoi. El regreso fue lento pero seguro, pues no encontraron ningún problema. Y si hubiera problemas, en cuerpo de bandidos asaltadores,  estos decidieron no aparecer.

A su llegada, el señorío los recibió con júbilo. Se dieron parte a las familias de los soldados de su fortuna en batalla, y no se engañó a los familiares de los soldados muertos. Se les prometió la paga, y se les dijo a las viudas que no se les dejaría abandonadas a su suerte.

Prolongaron la estancia nuestros caballeros, pues no les pareció oportuno dilatarla en demasía, no siendo que su señor el conde, hubiera necesitado de sus servicios.

 

Decidme si hacéis algo en este tiempo, y rolear algo si os place.

Notas de juego

Por esta vez, no tendré en cuenta lo de “agravamiento de heridas”, pero bien podría haber algún punto extra de daño, al estar heridos y hacer un viaje más o menos largo.

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15/06/2019, 07:58
Sir Walter de Lickey Hill

El viaje ha sido cansado, especialmente por las heridas en el cuerpo y en el espíritu que arrastramos con nosotros desde el campo de batalla. Me sorprende la visión del señorío repentinamente y siento un ligero vuelco en el corazón. Jamás había experimentado este aprecio por un paraje salvo con mi amada Lickey Hill, sin embargo está claro que mi ánimo se recupera al sentirme de alguna forma en casa. Desde mi montura atisbo el rostro de Gwilherm preguntándome qué pasará por su mente. Imagino que el recuerdo de su esposa, aunque quizá el próximo reencuentro con su hija… Quizá sea hora de saber de primera mano qué se siente al mirar a los ojos a sangre de tu sangre. Pero será algo que tenga que esperar un tiempo, estoy tan molido que sueño con un buen baño, cama mullida y comida caliente. Y por supuesto muchas horas de sueño. Ha sido una gran aventura, la visión de las gentes que salen a recibirnos, el recuerdo de la lucha pasada y sentirme vivo para contarlo me hace repentinamente sentirme… contento. Silbo una vieja canción de mi hogar mientras nos acercamos a las casas donde la gente se arremolina para vernos llegar. Habrá tiempo para pensar en descendientes y herederos, ahora sólo anhelo descanso y recuperar las energías, tengo el presentimiento de que más batallas se aproximan antes de lo que nos gustaría.

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16/06/2019, 22:20
Sir Gwilherm de Malderoi

La excitación del viaje de partida queda ya muy lejos, ahora los hombres marchan abatidos, cansados y heridos. Lo que hace que el camino sea tortuoso, aunque todos los hombres, incluido Gwilherm tratan de ocultar el dolor. Sin duda el vino se ha convertido en la mejor medicina, templa los nervios, calma el dolor y suelta la lengua.

Durante el viaje, el señor de Malderoi intenta levantar el ánimo de sus hombres alabando sus acciones en el combate, su destreza con las armas y su lealtad. Pero algunos es como si no estuvieran, con una mirada que el propio Gwilherm ha denominado la mirada de las mil yardas.

Pero los ánimos cambian cuando se aproximan a los lindes de Malderoi, las gentes, el hogar... Es difícil explicarlo, pero sin duda el corazón de todos fue insuflado con calor y esperanza.

En su mente sólamente estaba la imagen de su hijo, deseaba besarlo y sostenerlo entre sus brazos. Pero debía esperar, el protocolo exigía otros menesteres. Tras dar las gracias por el recibimiento, y decir unas palabras sobre la gran victoria del ejército britano, convocó una misa por los caídos. Y tras dejar atado el pago a las viudas de los soldados, por fin se retiró a sus estancias donde descansaría y se recuperaría de sus heridas.

 

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17/06/2019, 01:06
Director

El regreso se hizo tras 3 dias en sus tierras pues fue eso el acuerdo y la promesa con el conde. La vuelta fue placida al no haber incidentes que alteraran el viaje. Las heridas aun dolían, y fue una suerte que no tuvieran que ejercitarse en pendencias.

Llegaron al castillo, y les fue grato ver que la cosa estaba igual que cuando partieron. Soldados y caballeros acantonados en el castillo, y disfrutando del hospedaje del señor conde. Los heridos tenían privilegio y ventaja en cuanto a cuidados y hospedaje, puesto que se aseguró un lugar en las torres para ellos. Otros caballeros tendrían por tanto que pasar la estancia en tiendas de campaña  dentro, en el patio  unos y fuera del castillo otros.

 

 

¿ Algo que comentar o rolear?

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17/06/2019, 01:07
Director

Durante el viaje, el señor de Malderoi intenta levantar el ánimo de sus hombres alabando sus acciones en el combate, su destreza con las armas y su lealtad. Pero algunos es como si no estuvieran, con una mirada que el propio Gwilherm ha denominado la mirada de las mil yardas.

Pero los ánimos cambian cuando se aproximan a los lindes de Malderoi, las gentes, el hogar... Es difícil explicarlo, pero sin duda el corazón de todos fue insuflado con calor y esperanza

 

Se supone que retornais solos al señorio, pues los soldados se han quedado acantonados en el castillo del conde, no siendo que la cosa se tuerza con los sajones .

La gentileza de retornar brevemente a los  hogares, es solo par a  los caballeros.

No tiene mayor transcendencia, pero me apetecia comentarlo.

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17/06/2019, 11:32
Director

Tras varios días acantonados en el castillo, llegan heraldos con noticias del príncipe Madoc. La alerta sajona  está terminada. Las tropas pueden volver a sus quehaceres habituales. Se recomienda aumentar el número de patrullas por la zona, pero se permite desmovilizar a los ejércitos.

La noticia es comunicada, y los señores se disponen a partir hacia sus hogares.

También se os entrega el rescate pagado por el sajón prisionero. Disponéis de esas L para vuestro uso. ¿Cómo las reparte sir Gwilherm? Se supone que es el que lo ha ganado.

Podemos dar por concluido el año. Haced un post final si os apetece, y en seguida nos ponemos con las tiradas de mejora en la fase de invierno.

Notas de juego

El viaje a vuestras tierras os ha impedido confraternizar más con los caballeros del condado, e intimar en los banquetes cortesano. No hay problema.

 

No tardando nos metemos con la fase de invierno, y las tiradas de mejora.

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17/06/2019, 11:59
Sir Walter de Lickey Hill

El merecido descanso del guerrero. Me siento afortunado al final de la estación, justo antes de replegarnos para el frío invierno junto a las chimeneas de nuestro hogar. El oro que traemos de la contienda será bienvenido y mejor empleado por el bueno de Gwilherm. Las heridas sanarán, pero los sajones no van a desaparecer tras una sóla victoria. Más aún no quiero ser lúgubre y dejaré para más adelante mi odio por los sajones. Ahora sin embargo es tiempo de hacer prosperar las tierras que nos dan generosamente refujio. Pronto estaré dando cuenta de su vino, sus manjares y si la suerte me sonríe... sus doncellas. Hay sin embargo en mi cabeza una voz que me susurra que es tiempo de desposar una buena señora. Quizá la proximidad de la muerte en la batalla haya despertado en mí el deseo de continuar mi linaje y prolongar más allá de mi vida el honor de mi estirpe... mi buen primo tiene ya su descendencia, y no creo que tarde en encontrar una buena esposa como lo fue su difunta señora. Me pregunto si sería oportuna esforzarme por que me asignaran tierras antes de pensar en familia. Es por otro lado bien conocido por mí que no es mi naturaleza esperar más de lo imprescindible. Así pues, familia y descendencia veo más cerca en mi horizonte que títulos o tierras. Lo que sea se verá.

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17/06/2019, 23:02
Sir Gwilherm de Malderoi

Poco o nada duro el descanso de Sir Gwilherm, pero esa era la vida de un señor con tierras. Y debía dar gracias a los cielos por tener a madre a su lado, administrando y dirigiendo en su ausencia. 

Mientras estuvo recuperándose en su alcoba de las heridas recibidas, mantuvo largas reuniones con Lady Crislan. En ellas, le puso al día de las reconstrucciones y los riesgos que supondría mantenerlas en el invierno. Pues con el frío y la humedad, la argamasa no cuajaría debidamente y supondría un mayor gasto en reparaciones en el futuro. Por lo que, en invierno se dedicaría a otros menesteres. Dicho lo cual, no podría evitar la platica con el jefe de albañiles.

Después toco el turno de la agricultura, no había sido mal año pero no podía arriesgarse e invertir en grano, no parecía mala decisión.

Y así, fueron pasando lo días. Acumulando información y reflexionando sobre las decisiones que debían tomarse. Y entre medio, la preocupación de toda madre. El santo sacramento del matrimonio.

No le faltaba razón, pero ahora mismo no podía concebir la idea de unirse en a otra mujer. Pero estaba claro, que su hijo necesitaba una madre, y todo señor una dama que le diera más hijos. Y tras, la batalla sabía que el tiempo terrenal es efímero. Algo que siempre le habían dicho, pero al disfrutar de una vida privilegiada era algo que nunca se había tomado en serio. 

Mucho debía pensar en estos meses de nieves, y su mano derecha estaría ahí como su consejero. Pues su primo, se había tornado en su hermano de sangre.