Partida Rol por web

58 pone distancia entre ambos, algo que no me parece del todo mal. mira tío, si hay algo que me toca las narices es que me vacilen! ya sabes de que hablo, lo sabes perfectamente, si yo lo noto, tu lo notas... digo, sin saber muy bien porqué estoy andándome por las ramas cuando lo que debería hacer es echarlo del coche a patadas.

No tengo tiempo siquiera de mirar si los demás han montado o no. Alguien se queja y discute. Sospecho que Jeanette, para variar, pero mis sentidos están concentrados en la puerta metálica que en segundos caerá ante las acometidas de los zombies, además de que el atronador ruido del exterior no me permite escuchar apenas nada. Giro nervioso la cabeza de la aguja de las revoluciones a la puerta que vamos a cruzar, a la puerta por la que hemos venido y de nuevo a la aguja de las revoluciones. Mis manos tiemblan de tensión mientras me aferro al volante y unas perlas de sudor comienzan a formarse en mi frente.

Tras quitar el freno de mano, piso el acelerador a fondo en la primera marcha (espero que no tenga cambios automáticos), y cuando esté como a 6000 rpm grito mientras me muevo nervioso desde el asiento del conductor.

Ahora, ¡Quitad el gato! ¡QUITAD EL GATO!.

Lo que tu quieras...

Clavo mi vista en la ventanilla, esperando que los que faltan suban.

Al grito de Martin salto dentro del coche hacia arriba y adelante, como para que el gato caiga y salgamos propulsados hacia adelante.

Frak y Liz se suben al vehículo también, una vez todos dentro martín acelera a tope y los ocupantes del mismo empiezan a saltar y a balancearse adelante y atrás de forma que cualquier persona que observase la furgoneta desde fuera pensase que ahí dentro están realizando guarrerías españolas.
De pronto la puerta se abre y esas cosas entran en la sala abalanzándose sobre el vehículo. Gracias al choque la furgoneta cae al suelo acelerando rápidamente sobre la superficie del suelo mientras da unos pequeños botes que hacen rechinar los amortiguadores del vehículo.

En cuestión de segundos dejáis de ver a esas cosas por las ventanas de la furgoneta para fijar vuestra atención en la puerta que esta delante vuestra y que cada vez esta más cerca. Apenas sin tiempo para cerrar los ojos y tomar aliento se produce el choque. El sonido que provoca el viejo vehículo al chocar hace que todo vibre y por un instante teméis que la puerta no ceda y que esas cosas os cojan pero al abrir los ojos veis que el vehículo se ha atrancado en la parte superior de la puerta y no ha llegado a salir del todo.
Los espejos retrovisores se han caído al no caber apenas el vehículo por la puerta y la parte superior del cristal de la parte delantera se ha rayado con la puerta aparte de un hilillo de humo que proviene de la parte del motor.

Martín acelera a tope y os llega a todos el sonido procedente de las ruedas al quemarse en el pavimento al patinar una y otra vez. Algunas de esas cosas se acercan hasta vuestras puertas y empiezan a golpearlas frenéticamente mientras os preguntáis cuanto aguantarán esos cristales antes de ceder a esos golpes.
Entonces martín mueve el vehículo hacía atrás derribando a algunas de esas "cosas" y luego vuelve a acelerar rápidamente, tras varios intentos consigue sacar el vehículo a costa de agujerear la parte superior por lo que ahora podéis ver el cielo estrellado y algo más desagradable ahí arriba.

El cielo esta oscuro y negro como el carbón navideño pero ahí arriba podéis ver una criatura enorme y babeante que esta penetrando en este mundo poco a poco. De hecho lo que antes caía sobre el tejado del edificio y ahora lo hace directamente sobre vosotros son moquillos de color oscuro y gelatinosos sorprendentemente fríos.

Los tipos vestidos con sábanas no parecen haceros mucho caso ya que siguen entonando su extraño cántico ausentes a lo que esta sucediendo aquí. Al fondo se aprecia que el recinto parece estar vallado pero a lo lejos hay un punto de acceso en el cual solo hay un tablón bloqueando el paso hacía un camino que parece alejarse de aquí. Un listón de madera pintado en blanco y rojo parece ser lo único que os separa de la libertad.

Por cierto, hay una de esas cosas agarrada a tu puerta e intentando entrar por el techo dentro del vehículo.

No quito ojo de encima a 58: le vigilo por el espejo retrovisor interior constántemente y mentalmente ensayo los movimientos que me hacen falta para ponerle la pistola en el entrecejo y volarle los sesos a la mínima que intente algo raro.

Una mueca de odio aparece en el rostro del policía. ha mirado hacia arriba y ha descubierto algo que no debería ser visto. Inmediatamente aparta la mirada, porque hay cosas que no deberían ser vistas si se quiere conservar la cordura y no acabar como 52. Gruñe una palabra.

Joputas.

Lo mas humano en estos momentos sería volver para intentar sacar a 57....  Pero quizás el cegado por el odio Martin ni siquiera es consciente de quién ha conseguido subir al vehículo y quién no.

Lo mas lógico sería correr y correr.... Pero Martin sabe que eso solo les permitiría sobrevivir quizás 24 horas mas si tienen suerte, pues un babeante horror se cierne sobre el mundo, y tal vez sea demasiado pequeño para que convivan la humanidad y Eso en paz y harmonía.

Busca con la mirada a uno de los joputas del Klan. El mas engalanado, el que parezca un lider, o que leve un libro en las manos. O simplemente el que mas cerca esté si no hay otro mejor a la vista. Y acelera intentando estrellar su vehículo contra él, mientras su mano busca la pistola.

Os mataré. Joputas.

intento mantener la calma aun la tensión del momento, los zombis entrando en la habitación y la puerta decidiendo resistir en el peor de los momentos. el techo de la furgoneta cede, aprieto la mandíbula y entrecierro los ojos, mientras me encojo de hombros, como si eso fuera a servir de algo. una vez fuera, la sustancia viscosa que proviente de arriba hace que abra los ojos y los alce. siento como esa especie de moquillo cae por mi cabeza, y aunque está terriblemente frío, no logra sorprenderme más que lo que estoy observando. que coño es esto...? digo con un hilo de voz al observar como la horrorosa criatura aparece del cielo, como si acabara de traspasar una gran pantalla de cine. por el rabillo del ojo, y sin haber logrado superar la visión de la horrible bestia, veo como uno de los habitantes de detrás de la máquina de coca cola, intenta entrar en el coche por el techo. lo miro un rato, observando sus gestos lentos, pierdo un segundo dirigiendo mi mirada a 58 y luego vuelvo al otro. ya no hay nada que hacer, no podemos luchar contra esa cosa. aun así me levanto, todavía perpleja, con la barra de hierro en la mano. liz, vigila a 58. las fuerzas que me quedan son escasas, pero las invierto todas en golpear a esa cosa que se aferra a la furgoneta.

Esto me está quemando por dentro, ya no puedo aguantarlo más...

Miro a Liz y a Jeanette antes de volver la vista al cielo, donde veo esa asquerosa mole.

Después mis ojos se vuelven a clavar en 53.

Mmm que ganas de...

No me contengo y me abalanzo sobre Jeanette, que está de pie y más ocupada con los de fuera que de prestar atención a lo que dentro del coche ocurre.

Las babas de esa cosa caen sobre nosotros, cubriéndonos con su viscosidad mientras yo sólo pienso en hincarle el diente al trasero de Jeanette.

mientras golpeo a la cosa esa que se ha colgado del coche, noto como alguien se abalanza sobre mi. hijo de puta!! grito cuando veo a 58, dispuesto a morderme. lanzo una patada en su dirección, poco dispuesta a dejar que cierre los dientes sobre mi. liz joder!!! solo tenías que vigilarle, eres tan completamente inútil que no sabes ni siquiera hacer eso??

Viendo que prefiere darme la pierna al glúteo la abrazo e intento incarle el diente en el gemelo, que también tiene pinta de estar rico.

Estoy algo ocupadillo y eso, pero estaba sacando la pistola. ¿Me da tiempo a volar a 58 la tapa de los sesos? ¿Le he podido ver a tiempo? lo digo por pasarle el volante a Frank y escribir un mensaje.

- ¡Joder! La cosa aquí atrás se está poniendo chungaaaaaaaaa...- Grito para todos, mientras veo como uno de esos bichos y 58 pelean contra Jeanette.

Liz se pone a gritar histéricamente lo cual sirve para que jeanette se gire y evite el mordisco en la nalga casi de milagro. A continuación todo sucede muy rápido ya que mientras unos gritan, hablan, pelean y todo esto pues la casa se queda sin barrer.

Martín se gira con la pistola pero uno de esos tipos que estaban ahí fuera vestido con una túnica se tira de cabeza sobre el coche. El golpe es tan brutal que el cristal queda abollado e impide poder ver nada, y eso sin contar la densa lluvia y la sangre que lo cubre ya que los restos de ese pobre desgraciado siguen ahí, incrustados entre el cristal y la tapa del motor. Incluso 58 en su nueva faceta como... lo que sea que sea levanta la vista hacía el cristal descuidando su cercana presa hasta que 57 le golpea con el palo en la cabeza consiguiendo un poco de tiempo extra.

La extraña y viscosa lluvia sigue cayendo encima vuestra, y por una vez dais gracias a no tener cabellos en la cabeza ahora mismo ya que gracias a eso resbala sobre vuestro cuerpo y no se os queda pegado a la piel. Al menos de momento...

Entonces escucháis un frenazo cuando martín pega un fuerte volantazo provocando que el vehículo derrape y de varias vueltas de campana. Salís despedidos del vehículo y eso os salva la vida ya que el mismo se incrusta contra la caseta de guardia que en su día servía para evitar que entraran intrusos aquí dentro.

Tumbados en el suelo, doloridos y agotados observáis como esa cosa que esta en el cielo sigue "goteando" desde una extraña brecha que se puede apreciar allí arriba. Cuando cae sobre la casa esta se derrite rápidamente y con ella tanto esas cosas que estaban ahí dentro como los lunáticos que estaban a su alrededor.
Luchando contra vuestras heridas y sacando fuerzas de flaqueza os ponéis en pie como buenamente podéis para hacer recuento de los que seguís vivos.

Liz ha encontrado un nuevo hogar para su cabeza entre las ramas de un árbol cercano aunque el resto de su cuerpo se encuentra tirado en el suelo.

Jeanette se ha llevado un fuerte golpe en la cara por donde no para de sangrar aunque su atención se fija en sus posaderas mientras rebusca si tiene alguna herida ahí. Pese a que ha perdido un ojo.

El viejo Frank esta tirado en el frío suelo de la carretera. Al girarlo os percatáis de que un trozo de cristal se haya alojado en su cráneo. Con suerte la muerte fue rápida.

Martín ha perdido la mano izquierda en el accidente pero al menos sigue vivo. Aunque la hemorragia requiere atención médica.

57 es un afortunado que solo ha sufrido un par de moratones y golpes pero nada grave.

58 ha desaparecido. ¿Donde estará?