Partida Rol por web

Mientras me guio un poco por la cintura de Mei, porque no soy tan buen bailarín, empiezo a guiar el movimiento hacia la salida más próxima. Espero que no se de cuenta.

Pero mientras el baile continua, miro sus ojos brillar, azules como el océano. Son los mismos ojos del guardian, y son los mismos ojos de mi amada. Es increible como no puedo dejar de mirarlos ni por un segundo.

Hoy estas más hermosa que nunca... En otra ocasión no me hubiera animado a decir eso, pero hoy, simplemente me salen las palabras.

Mientras siento su cintura en mi mano, y sus brazos alrrededor de mi cuello, no puedo evitar recordar que será el último día que nos veamos, hasta dentro de mucho tiempo.

Espero que ella reaccione a mis palabras.

Mei escucha tus palabras con timidez y sonríe.
¡Mentiroso! Hace apenas unos días que me conoces contesta al final riéndose.
Siguen bailando un rato más en silencio, como incómodos.
Tu también estás muy bien mira a los alrededores y se da cuenta que se dirigen a una salida, gira como si fuese parte del baile y te toma de la mano y, juntos se escabullen fuera del lugar.
Afuera el cielo está despejado y el aire puro y frío permite ver las estrellas en todo su esplendor.

Mi mente esta en blanco ante tantas maravillas, donde las palabras fallan, mi expresión lo dice todo. Estoy ante la gran obra de los espíritus, pero solo yo puedo pensar en ella en este momento.

Apoyo mis codos sobre una baranda mientras miro el cielo...

Pronto me iré Mei. Y creo que es lo mejor para todo este mundo. Pero siento realmente que mi corazón duda...
Todo este tiempo he estado solo, y ahora... tengo un lugar donde hay gente que me respeta... incluso que me ha brindado su amistad... no se como agradecerselos.

Mei te abraza fuertemente.
Eres muy bueno Shinai. No tienes nada que agradecer. Tu también le diste mucho a esta comunidad
Te toma de la mano y te lleva de paseo, aunque no se alejan mucho realmente.
La luna enorme emerge por detrás de unas nubes que en su paso deboran algunas estrellas hasta perderse en la lejanía.
Mei se queda mirando la luna maravillada en silencio y te abraza de costado.

La luna, la fuente de poder del agua. La primera maestra.
Debe parecerle como si su diosa le estuviera diciendo algo. Es una noche hermosa en donde la fuerza del elemento que nos rodea es tal que llena de vida el paisaje.

Me desprendo de Mei solo un poco mientras saco mi daga de forma tranquila y pausada. En el mango, un pequeño boton con un escudo diferente al de la base adorna el arma. El escudo pertence a mi madre, fue lo único que tenía ademas de sus ropas. Lo tenía colgado al cuello.

Lo remuevo con mi mano con facilidad.

Quiero que tengas esto. Como símbolo de mi fidelidad a mi misión y a tí. Cuando vuelva, cuando estemos a salvo, podrás devolvermelo. Mientras, sostenlo contigo para que recuerde cual es la fuente de mi voluntad.

Se lo acerco a su mano mientras casi por reflejo me quedo de frente a ella... y me acerco más...

Mei cierra los ojos y se acerca a ti muy de a poco...

Ejkem Kutzo "tose" muchachos harán un brindis por tu viaje Shinai, ven. los toma a ambos del brazo y los lleva a la fiesta

Al entrar en la fiesta todos están con un vaso en la mano. Kutzo les sirve a Mei y a ti y luego agarra uno para él.
Por el nómada aire, que nos tajo esperanza alza su copa Kio
Y todos repiten su brindis y beben.

Agradezco el gesto... pero no puedo dejar de preguntarme por que tuvo que ser tan inoportuno.
Noto el símbolo en las manos de Mei y sonrío.

Miro a todos los presentes, seguramente por última vez.
Es hora de irme a dormir...

Kutzo, Mei... ya es hora...

Ambos te acompañan a la casa donde pasarás la última noche; la casa de los hermanos Mei y Kutzo.
Buenas noches Shinai dicen al unísono apagando las velas que impedían que la oscuridad se apoderara del cuarto.

En la soledad, el recuerdo crece, y puedo entender que mi futuro vine a buscar. Tirado me quedo ahí mientras la imágen se hace fuerte en mi corazón. Mi madre, los monjes del viento... Kutzo... y Mei.

Debo dejar todo atrás y concentrarme en lo que viene... al amanecer, todo comenzará...

Me duermo entre pensamientos...

Z Z Z Z Z Zzz zZ Z Z

A la mañana siguiente despiertas, al abrir los ojos ves como Mei y Kutzo preparan el desasayuno.
Buenos días dice Kutzo sonriendo.
O buenas noches replica Mei aún no salió el sol

Como detesto levantarme temprano.
Con los ojos llenos de lagañas y un poco de resaca por la noche anterior, compruevo mi estado... si... deplorable. Mei me mira con esos mismos ojos de la noche anterior y me hace calentar motores. Kutzo ya debe más que sospechar de esto y seguramente algo voy a ligar al respecto.

Saludo cortesmente a ámbos, siento la tristeza de mi ida. Casi sin palabras me dirijo a darme un baño para luego desayunar.

En este, los pensamientos se agolpan. Tengo ganas de irme igual que de quedarme, pero es mi responsabilidad. En fin... que el tiempo prosiga...

Finalmente concluyen el desayuno y se dirigen a donde los ancianos marcaron con anticipación, ahí, unos pocos hombres y mujeres de la aldea los esperaban, tu pequeña barca está lista y envueltas en telas hay algunas provisiones.
Kio coloca su mano en tu hombro... No puedo ni imaginarme lo que debe ser tu posición arrebatado de tu nación y con el peso de la guerra a cuestas Saca un papiro envuelto en una cinta azul Toma esto, si resulta que eres el ávatar ábrelo te será útil y si resulta que no lo eres y encuentras al ávatar cédeselo. Podría salvarles la vida a ambos antes de que lo tomes lo aleja de ti por un momento No lo leas hasta entonces
Akane se sonríe y te da un abrazo En tu barca hay provisiones para 3 días, luego de eso se echarán a perder
Todos te saludan afectuosamente y Mei te da un beso en la mejilla sus ojos brillan por las lágrimas que no deja fluir...

Me subo a la barca casi sin palabras, esperando que el silencio del mar me acompañe ligeramente.
El viento es bueno... puedo sentirlo. Es momento de partir.
Miro a Mei, y al amuleto que tiene en su mano, aquel que le prometí venir a recoger.

Adios...

y zarpo.

Te alejas velozmente de la costa cuando ya estás a unos 100 metros Mei corre al agua hasta mojarse las rodillas, Kutzo la busca y la lleva en dirección a su casa, ambos se ven congelados, esa es la última imagen que tienes de ellos.

Buscaré la costa más cercana. La idea es primero encontrar aliados en las tierras de la tierra... irónico.
Luego iré para el norte, en busca de las tribus de agua que se quieran unir.
En todo el trayecto hay solo una duda que me llama... para que es este pendiente... y que relación hay entre los avatares y yo?