Frontera del León. Hora de Doji.
Los ashigaru rodean a Jin que, caído, es presa fácil de las armas de estos. Un charco de sangre comienza a formarse bajo el cuerpo del samurái que deja el mundo con una sonrisa en la cara y el nombre de su amada escurriéndose por entre sus labios: Noriko...
Como en los poemas de los personajes de la época de los grandes héroes, los cerezos en flor dejan caer sus pétalos, formando una lluvia rosa que va cayendo, lentamente, al ritmo del viento sobre los caídos, tiñéndose de rojo cuando caen sobre los charcos de sangre.
Mientras el mundo se oscurece para Jin, puede ver como Guren, herido consigue terminar con sus dos ashigaru de sendos katanazos y se dirige hacia los que han conseguido matar al yojimbo. Uno cae, pero el otro consigue dibrarle y clavarle la katana en lateral, haciendo que el samurái gorrión también caíga.
Los ojos de los dos hombres se cruzan, mientras sus espíritus, poco a poco van abandonando sus cuerpos.
Los ashigaru restantes, incluyendo el único superviviente de la refriega con Jin y Guren, caen asaetados o cortados, ya fuese por Taka o por Nobunaga, que son de los pocos supervivientes.
Nobunaga, logra tu venganza, por Noriko, por mi, por nuestros ancestros... Las últimas palabras de Jin, más que una petición es una plegaria a los Kami. Guren muere ante sus ojos y poco después, él le sigue.
Sólo, sin ashigarus que le defiendan y con el resto de sus samuráis ya muertos, Tsunemon queda sólo, rodeado de enemigos, pero planta cara, dejando claro que venderá cara su vida. Nobunaga y él se posicionan para el último duelo que sólo uno podrá sobrevivir. Los pájaros cantan, como queriendo ser partícipes del combate con sus trinos. Pero el resto del mundo parece pararse.
Ambos samuráis, se miran a los ojos, mientras van cambiando de postura la katana, ofreciendo el menor ángulo posible al adversario. Los dos van haciendo un círculo en su lento movimiento, sin perderse de vista, esperando al error de su contrincante, como se hace en los duelos de iaijutsu.
Finalmente, Tsunemon ataca y consigue hacer un feo corte en el viente a Nobunaga, que pese a la herida no reacciona. Su cuerpo ya está tras Tsunemon, su espada en alto, estática, llena de sangre. A sus espaldas, Tsunemon se detiene un segundo y un gran chorro de sangre sale de su boca. Su pecho se tiñe de carmesí, empapando su kimono. Sus rodillas ceden y cae al suelo.
Nobunaga se acerca con lentitud a su enemigo y aparta la katana de sus manos de una patada. Tú mataste a mi padre. Traidor. Prepárate a morir. Con la velocidad del rayo, la katana de Nobunaga desciende, haciendo un arco perfecto, hasta la cuarta vértebra de Tsunemon, separando la cabeza del tronco.
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Días después, con los supervivientes ya recuperados en el castillo, un emisario imperial aparece con el tío Escorpión de Daidoji Noriko. Tras las maniobras políticas de éste, el Emperador ha reconocido como legal la muerte de Tsunemon y restituye a Nobunaga y a Noriko a sus puestos como daimyos menores de sus respectivas posesiones.
La paz parece haber vuelto a la frontera entre la Grulla y el León.
Las noticias de que las escaramuzas entre Escorpiones y Leones han terminado muchas millas al sur llegan poco después. El León, con varios frentes abiertos hasta el momento, vuelve a descansar y manda a sus tropas a casa.
Los ronin que os acompañaron fueron hechos samuráis de clan, incluso a título póstumo. Los héroes caídos son cremados y devueltos a sus hogares como leyendas.
Te vuelvo a repetir, de bastos no tienen nada.
Para empezar, la pelea, según la tabla era contra 1 a 4 ashigaru, he puesto algo bajo, podrían haberte tocado 4...
Segundo, el bushi típico según el manual ya es un 7g4, estos ashigaru tiran 6g3, no tienen técnicas, no tienes maestrías, tierra 2...
NOTA: La frase de Nobunaga es a propósito y sí, ya sabéis de dónde es. ;)