El grupo continuó jugando a las cartas para regocijo de Starbuck. En medio de la enésima mano ganadora de la piloto, un numeroso grupo de marines armados hasta los dientes cruzaron a la carrera por delante de la puerta de la cantina. Sus metálicos pasos se perdieron en la distancia.
-Parecían tener mucha prisa -comentó Boomer más pendiente del pasillo que de sus cartas- ¿Habrá pasado algo?
Lee había dejado de jugar hacia un rato. No prestaba mucha atención al juego y para ganar a Kara uno tiene que tener todos los sentidos en la partida.
No dejaba de pensar en qué más podrían hacer cuando vio a los marines pasar a toda velocidad.
No lo sé. Pero me apetece averiguarlo.
Aparte de responder a Boomer, Lee se levantó y siguió a los marines.
-Hey muchachito, no te creas que te dejaré toda la diversión para ti solito.- Kara juntó sus cubits, apuró el trago y se levantó a su vez. -No me extrañen, volveré a patearles el culo con las cartas luego de que me divierta un rato cazando hojalata espacial.
Sin mirar atrás siguió a Lee en pos de los marines. Aunque simulaba mofa y tranquilidad, la situación la tenía tensa como a todos los demás y quería saber de primera mano que era lo que estaba ocurriendo.