Crashdown asintió sin palabras a la pregunta del Jefe Tyrol y se alejó del Hangar a tomar un respiro. Nada más despejar la cubierta, un segundo Raptor hizo su entrada. Según lo que había comunicado Dualla desde el CIC, este aparato pertenecía a la Estrella de Combate Pegasus. El teniente Helo acompañado de dos marines, también apareció en el hangar para recibir a los recién llegados. Al abrirse la puerta, bajó una mujer de rasgos asiáticos y cabello moreno bastante atractiva. Su pulcro uniforme azul de oficial contrastaba con el atribulado aspecto del piloto que la acompañaba. Helo se acercó hasta allí seguido de los dos marines.
Tyrol se acercó al raptor procedente de Pegasus con curiosidad. El trabajo en el hangar estaba siendo bastante tranquilo pese a lo crítico de la situación, de modo que podía permitirse el lujo de averiguar los motivos por el que un raptor de la Pegasus, la nave de la Almirante Caín, había tenido que llegar hasta Galáctica.
Con paso decidido, el Jefe se acerco hasta la nave, junto a Heló y los dos marines, y procedió a dar el saludo marcial a la atractiva joven llegada en el raptor...
Las turbinas del Raptor procedente de Pegasus todavía desprendían calor cuando se abrió la escotilla. Una teniente, a juzgar por los galones de su uniforme azul, descendió. Tras ella, el piloto, con rosotro sudoroso y una mueca en su rostro que indicaban que el viaje no había sido fácil.
Hice un gesto a los marines con los dedos, indicándoles al piloto.
"-Bienvenidos. Soy el Teniente Karl Agathon, de la Battlestar Galactica... - dije a modo de formal recibimiento con el obligado saludo marcial- Si necesitan atención médica se la proporcionaremos... - añadí, aunque en seguida mi mirada se dirigió a la teniente - Si no es así, le rogaría que me acompañara al CIC, teniente. Los marines acompañarán a su piloto para que pueda asearse y descansar un poco - le solicité a Kendra."
Está sin palabras ante esta situación, son demasiadas cosas para un sólo momento... el viaje no había sido fácil pero no se sentía herida - ¿te encuentras bien? - le pregunta al piloto, no había pensado en él hasta ahora y se sintió mal por ello.
Después miró a los presentes de nuevo y sobre todo al Teniente Karl Agathon - soy la Teniente Kendra Shaw - dice - por supuesto que le acompañaré al CIC. Muchas gracias por el recibimiento.
Helo conduce a la teniente hacia el CIC mientras que los dos marines conducen al otro piloto hacia los barracones de la tripulación. Cally se te acerca después de que todos se hayan ido.
-Jefe, la cubierta está despejada y se han terminado las labores de acondicionamiento de los Vipers. Supongo que nos llamarán para inventariemos y traslademos lo que haya en Ragnar ¿no?
Tyrol oye la voz de Cally como en un segundo plano. Habitualmente, el Jefe es un hombre extremadamente diligente con su trabajo, y con los hombres y mujeres que trabajan a sus ordenes en la reparación y mantenimiento de Galáctica y de sus naves.
Pero el estallido de la guerra contra los Cylon, parece haberle transtornado más de lo que el propio Tyrol podría esperar. Una sensación extraña, como despertar tras un largo sueño, había afectado al experimentado suboficial.
- Si... Si, Cally, correcto. Encárgese de ello. - Tyrol se dirige a los vestuarios para cambiar su mono de trabajo por su uniforme. - Voy al CIC, muchachos - exclama tras salir del vestuario - quiero oir lo que el viejo sabe sobre lo ocurrido...
De regreso a tu habitual lugar de trabajo te encuentras con una grata sorpresa: la nave cylon ya ha sido trasladada al interior de Galáctica y descansaba tranquila y en silencio, aunque un tanto hecha pedazos, a que descubrieras los secretos que esta contenía. A tu alrededor, tus hombres cargaban las municiones en los Vipers Mark II sacados del museo y ayudaban a clasificar las armas y el material antes de trasladarlos a los arsenales.