Os quedan un par de horas antes de que Adolph tenga que llevarte de nuevo al refugio para que reposes durante las horas de luz.
El chófer te guía por las calles de Berlín. Su conducción suave y pausada te lleva a un estado de calma y relajación casi totales. Por las ventanillas de la limusina puedes observar lo que sucede en las calles de Berlín, ves el contraste entre ricos y pobres, entre unos barrios y otros. Pero a esas horas de la noche apenas puedes empaparte del sabor de Berlín, no puedes ver cómo viven las familias de clase obrera, y los ricos no salen a la calle a esas horas intempestivas precisamente.
Aún así hay varias tiendas abiertas, locales de moda y todo tipo de negocios que permanecen con sus puertas abiertas esperando clientes. Y lo que más te sorprende, para ser una capital europea... la vida en los locales nocturnos en Berlín prosigue hasta muy altas horas de la madrugada. En vuestro camino os cruzáis con varias discotecas y afterhours.
Si quieres parar y entrar a algún sitio sólo tienes que indicárselo a Adolph, de lo contrario te dará el paseo y te llevará de vuelta al Hotel para dormir.
Paseo xD
Finalmente, cuando apenas queda media hora para la salida del sol, Adolph para la limusina a la entrada de Centro Europa. El Hotel Palace espera en su interior.
Adolph te indica que estará esperando en el parking la noche siguiente por si necesitas que te lleve a algún sitio. Tienes su número de teléfono particular para contactar con él.
Entras en el centro comercial y te diriges a los ascensores que te llevarán al Hotel Palace. Te extraña ver que el lugar bulle de actividad incluso a esas horas tan intempestivas.
Cuando te acercas a uno de los ascensores que te llevarán al hotel te cruzas con un hombre con un traje marrón y un sombrero. El tipo carraspea y se lleva una mano al sombrero a modo de saludo:
- Disculpe la interrupción a horas tan intempestivas, señora. Busco... gente como usted, que tenga ambición y deseos de prosperar. Permítame ofrecerle mi tarjeta. - dice con marcado acento extranjero mientras te muestra una tarjeta de visita profesional con el nombre "Dobos" inscrito en ella y un número de teléfono escrito a mano. - Las recompensas ofrecidas son ciertamente importantes. Si está interesada llámeme mañana por favor. ¿Qué tal una hora tras la puesta de sol? -el hombre mira continuamente su reloj, parece ser que también tiene prisa.
- De otro modo o si no le interesa mi propuesta, también puede darle mi tarjeta a algún otro que pudiera estar interesado. Aún me quedaré en Berlín unos días más. - con estas palabras el extraño se inclina en un respetuoso saludo y se va.
El tipo claramente no es alemán. Tú también tienes prisa puesto que en un cuarto de hora saldrá el sol aproximadamente.
Le escucho atentamente, arqueando una ceja. ¿Dinero? ¿Para qué necesito yo el dinero? Es mucho más interesante descubrir que se trae entre manos.
Hasta mañana, señor... Busco su nombre en la pequeña tarjeta. Quizá prolongue mi estancia en Berlín. La vida de No Muerto es taaan aburrida.
Llegas a tu habitación del hotel y encuentras todo como a ti te gusta. Mucho lujo, disposición impecable y servicio exquisito.
Es un hotel digno de la creme de la creme.
Los cristales de la ventana pueden oscurecerse o no con un mando a distancia para impedir que entre la luz del sol, algo que algunas personas encuentran elegante para fiestas, pero muy práctico para un vampiro. Como precaución adicional corres las cortinas y bajas la persiana antes de echarte a dormir, aunque hay órdenes de que nadie te moleste.
Sin más duermes hasta la noche siguiente.
Salvo que me indiques lo contrario doy por supuesto que te vas a dormir :)
Duermo :P