Abucheador y tú entráis con cuidado entre fragmentos de cajas tiradas, restos de cadenas, cerrojos, papelería, tuberías rotas y muchas cosas más.
Una vez entráis por una desvencijada puerta lateral, puedes ver la amplitud interior del almacén.
Tiene mucho espacio abierto y montones de cajas plastificadas se apilan por doquier.
Abucheador y tú avanzáis hacia el centro y ves a un grupo de personas que te suenan familiares:
Charice (una mujer pelirroja, muy pequeña e impecablemente vestida con traje de calle), Enemistad Mortal (un maníaco homicida con ojos vidriosos y los restos de una camisa de fuerza destrozada que parece que una vez le aprisionaron los brazos. Es delgado hasta el extremo del raquitismo y tiene una altura ligeramente inferior a la media), Iliana (una joven muy atractiva, y lleva ropa típica de la clase media: unos vaqueros y una camisa de hombre) y Tonio están charlando animadamente junto a otro tipo que no habías visto nunca, y que deduces que es el nuevo de la manada.
Abucheador saluda con un grito:
- Chicos, ya estamos aquí. ¡Y os traigo al sacerdote! - sonríe y se carcajea mientras avanzáis.
El grupo se aparte un poco antes de saludarte dejándote ver al nuevo. Tiene toda la pinta de un pandillero, muy al estilo Tonio, pero en un par de segundos la figura se difumina dejándote ver a un ser un tanto más grotesco: Bajo las capas de piel azul, el tipo es delgado y musculoso, no le queda mucho pelo y el poco que tiene se ha vuelto completamente blanco. Además tiene unas enormes esvásticas tatuadas en sus brazos. Viste al estilo skin-head.
- Éste es Frank. Frank Litzpar. - Abucheador te lo presenta.
-Encantado, Frank.- Luther le tiende la mano sonriente. -Me habían hablado de ti, tenía ganas de conocerte en persona. Pareces un buen especimen. Y local, además.- Luther ríe sonoramente, bromeando con Frank. -Me dijeron que ya habías pasado los Ritos de Creación, ¿pero has recibido los Ritos de Aceptación? Porque éste sería buen momento...
-He pasado los ritos de Creación, pero para el resto estaba esperando a un sacerdote. - Frank sonríe y te estrecha la mano. Notas que está fuerte.
- Oh, por cierto. - dice echando una mirada rápida alrededor. - Fuera de aquí me hago pasar por lo que has visto antes y me junto con algunos brujah. Aunque mi nombre sigue siendo el mismo, pero nadie sabe lo que soy. - dice mirándose de arriba a abajo y sonriendo. - Te agradecería que si alguna vez nos presentan fuera de este círculo me sigas el juego. - y te guiña un ojo.
Da un par de pasos hacia atrás separándose de ti, inclina la cabeza en señal de respeto y te apremia a comenzar: - Estoy listo, ¿qué he de hacer? -
-Qué menos, hermano, qué menos. Primero estrecharemos lazos. Después recibirás el Rito de Aceptación.
Luther se quita la mochila de la espalda y deja a un lado el macuto con su arma automática.
-¡Hermanos y Hermanas! ¡Compañeros y compañeras! ¡Amigos todos!- Dice para llamar la atención del resto de la Manada. -Ya sabéis todos por qué estamos reunidos aquí.- Mientras habla, va abriendo su mochila, sacando el machete y colgándoselo en una especie de sobaquera. -Esta noche marca el inicio de lo que será uno de los más rotundos éxitos de esta manada. Esta noche entramos en un nuevo y superior nivel. Mucho tiempo hemos esperado, pasivos. Durante largo tiempo no hemos podido hacer más que observar.- Saca lentamente el cáliz, como si fuera un objeto extremadamente frágil, y lo deposita en el suelo con mimo. -Pero eso está a punto de cambiar. Nuestros enemigos, dormidos en su autocomplacencia, ahora se dedican a malgastar su tiempo y sus recursos en una guerra interna aquí en Berlín. Las marionetas de los Antediluvianos se dedican a lanzar a sus chiquillos a un conflicto que nadie parece saber cómo empezó, ni tienen claro cuándo va a acabar.- Saca lentamente el cuchillo de su vaina, y lo blande como un objeto de poder. -Pues bien, ha llegado la hora. Algunos dirán que el Sabbat no existe en Europa. Algunos afirmarán que la Camarilla está bien asentada en el continente, y que cualquier intento de ataque se vería frustrado. Les demostraremos que no es así. Que esta noche marque el principio del fin de la esclavitud de la sangre. A partir de esta noche, somos agentes de la libertad. De hoy en adelante, que nadie diga que el Sabbat permanece ajeno a los problemas del Viejo Continente.- Luther se agacha lentamente para recoger el cáliz. -¡Y así, esta noche, nosotros, auténticos Sabbat, renovamos nuestra alianza!- Grita mientras se hace un corte en el brazo que sujeta el cáliz. -¡De ella surgirá la fuerza! ¡De nuestra unidad nacerá el triunfo! ¡Llevemos la guerra a sus casas! ¡El Sabbat vencerá!- Va diciendo mientras deja que su vitae caiga en la copa. -¡Que cada uno aporte su parte! ¡Formemos un todo que se los lleve por delante!
Luther pasa el cáliz al siguiente para que repita el proceso hasta que todos hayan puesto su parte y el cáliz vuelva a sus manos. Observa atentamente la manera en que cada uno se corta el brazo y aporta su fluido vital, y espera pacientemente a que sus hermanos cumplan con su parte.
Uno a uno ves cómo todos y cada uno de los miembros de la manada pasan por el mismo procedimiento.
Unos con más estilo que otros, unos con menos delicadeza que otros, hasta que finalmente el cáliz reposa en las manos de Frank. Él único que te parece ligeramente asqueroso, pero ya te has acostumbrado a ello, es Enemistad Mortal... el tarado no se hace ningún corte como los demás, sino que se muerde la lengua hasta que se arranca un cacho, lo escupe y luego vierte la sangre que le gotea de la boca en el cáliz. Charice agita despectivamente la cabeza como lamentándose de tener un compañero así.
Éste saca su propio machete y se hace un corte en el antebrazo izquierdo... las gotas de sangre caen en el cáliz y todos los compañeros de manada han repetido el procedimiento.
Frank te tiende el cáliz respetuosamente cuando han acabado.
-La sangre nos da la fuerza y nos une. Somos Hermanos. Somos Sabbat.- Luther eleva el cáliz, y después se lo lleva lentamente a la boca con los ojos cerrados y bebe. Cuando termina, pasa el cáliz al siguiente y se relame la sangre sobrante, limpiándose con la palma de la mano lo que no puede limpiar con la lengua.
¿Quién exactamente ha usado su propio machete?
Respuesta máster: Frank, el nuevo. Pero era algo meramente narrativo, puede usar el tuyo si se lo pasas :) No te comas el tarro por ello :D
Uno a uno todos beben del cáliz y lo pasan de unos a otros...
Y uno tras otro tus hermanos van repitiendo tus palabras:
-La sangre nos da la fuerza y nos une. Somos Hermanos. Somos Sabbat.-
Hasta que finalmente el cáliz vuelve a ti. Los ojos de Frank brillan de júbilo cuando te devuelve el cáliz. Parece entusiasmado con su nueva condición como miembro de la manada.
Parece que va a decir algo pero se autocontrola y se queda callado esperando tus palabras.
Hasta que el sacerdote no indique que el rito ha acabado ninguno de los miembros de la manada tiene permiso para hablar.
-Ahora es el momento del Rito de Aceptación de Frank Litzpar. Frank...- Luther se gira hacia Frank y le mira sonriendo. -Éste momento es para ti, y sólo para ti. ¿Quieres dedicar unas palabras para el resto de la Manada? ¿Qué opináis el resto?- Dice mirando a su alrededor, asomando sus dientes con una amplia sonrisa. -Que hable, ¿verdad? ¡Que hable!- Comienza a aplaudir mientras vuelve a centrar su mirada en Frank.
Frank os mira a todos y finalmente alza los brazos. La luz refleja su poderosa musculatura y se notan claramente las esvásticas (estéis o no de acuerdo con lo que representan). Finalmente Frank habla, aunque su mirada parece contagiada de una magia extraña:
- Hermanos, hermanas. Gracias. Es todo un honor unirme a esta manada. Protegeré a todos los miembros de esta manada con mi vida si es necesario, y haré que estéis orgullosos de mí. - comienza a bajar despacio los brazos. - Juntos, haremos que Berlín caiga. El régimen que la autoproclamada Camarilla ha establecido verá su fin. Y gracias a nosotros el Sabbat volverá a dominar en Europa. - realmente Frank parece creer a pies juntillas todo lo que dice.
- Y mañana, para celebrar mi aceptación, os propongo ir a tomar algo al "Kit Kat Club" - sonríe con una extraña mueca, que en su cara retorcida inspira cierta crueldad. - Los miembros de mi banda estarán todos por allí. Siempre lo están. Si aparecéis por separado o en grupos pequeños, no daréis el cante y os podré invitar a algo si os apetece. -
-Gracias, Frank.- Luther le pone una mano en el hombro mientras le sonríe. -Hermanos y hermanas. Frank ha pasado por los Ritos de Creación, se ha hecho un lugar en Berlín, es nativo y ha conseguido engañar a muchos. Sí, es nuevo y aún debe probarse, pero todo llegará. ¿Consideráis necesario que supere algún ritae más? ¿Creéis que primero debe mostrar su valía? ¿O le extendemos nuestra aceptación ya? Aquí confío en vuestro juicio, yo acabo de conocerle.- Mirando a Frank, continúa. -A mí me has caído bien, pero esto es cosa de todos, Frank.- Girándose de nuevo hacia su público, prosigue. -¿Qué, qué me decís? ¿Le juzgáis digno de nuestra aceptación o debe... hacer algo antes?
¿Qué hora es en la partida?
Nah, lo del cuchillo da igual, pero siempre debe hacerse de la misma manera. No se si Frank lo sabrá...
- Por mi parte está aceptado ya. - Charice sonríe... - Lleva poco con nosotros pero hace un buen trabajo. -
Es cerca de amanecer, os dará tiempo a conversar un poco más y luego ir directos a dormir.
Ilyana asiente con la cabeza sonriendo, pero no dice nada... y Tonio se adelanta y le da unas palmadas fuertes en la espalda a Frank:
- ¡Bienvenido tronco! - sonrié, luego se gira hacia ti... - Como en los viejos tiempos eh!! -
Os mira a todos, levanta el puño y grita: - ¡Vamos a quemar esta jodida ciudad! -
Parece que tus compañeros no tienen inconvenientes con Frank.
Abucheador levanta el pulgar a modo de ok. - Es uno de los nuestros. -
Mira a Enemistad Mortal, pero el hombre está con la mirada perdida, casi parece a punto de echar espumarajos por la boca...
- Bien, vayamos a descansar que ya es hora. Mañana continuaremos con nuestras respectivas vidas Camarilla y empezaremos a recopilar información... dentro de poco esta ciudad caerá. -
Si nadie más tiene nada que añadir, os empezaréis a ir marchando en grupos de 1 ó 2, por separado y cada uno a dormir a su refugio. Pero si quieres preguntarles algo más o saber algo o decir algo aún hay tiempo (que les queda un poco en la otra escena para acabar la noche)
Nah, yo ya estoy listo para ir a descansar como dice Abucheador.
oki, pues te toca esperar como Shalazar... que lleva siglos esperando la pobre... a ver si el resto se dan vidilla y acaban prontito la noche.
Sorry por la tardanza!