Partida Rol por web

Por fin tendrían su cita, después de que tuvieses que cancelarla por culpa de tu madre.  De los funerales de sus respectivos padres y de la locura que venía siendo todo desde ese momento.  Cómo reaccionar? Cómo seguir? Cómo proyectarse hacia adelante?  Todas eran preguntas que te pasaban por la cabeza, y sabías que a Olivia también.

Tenías que compensar a tu chica luego de haberla plantado... así que te enfrentaste a una difícil misión, una para la que la liga de las sombras no pudo prepararte... cocinar una cena romántica para dos.

La idea de comer en el balcón de tu penthouse, con la vista de toda Gotham había sido un éxito.  Olivia te esperaba en el balcón amplio tomando una copa de vino.  Junto a ella, en la barandilla, estaban apoyadas tu propia copa y la botella.  Unos metros más atrás estaba la mesa redonda, con una silla a cada lado y una vela en el centro.  Tenías que agradecer a Mary por la idea... había sido difícil no contar con Helena para que fuese la voz de tu conciencia.  Tu hermana estaba entrando en una zona oscura de la que no sabías cómo sacarla.

Anna se acercó por detrás de Olivia, le rodeó las caderas con ambos brazos, apretándola contra su cuerpo, hundió la cara en su cabello y aspiró despacio y profundo. Luego, con una sonrisa poco habitual en ella apoyó la barbilla sobre uno de sus hombros y contempló el cielo nocturno.

“Espero que te haya gustado la cena. Pelear contra el crimen no es nada. Cocinar… ese sí que es un desafío.”

La besó tiernamente en la nuca y luego volvió a fijar la mirada en el exterior, esta vez con una expresión más reconcentrada.

“Olivia, dentro de poco comenzaré una operación encubierta. No sé cuanto tiempo va a llevar y es posible que no pueda ponerme en contacto contigo por varios días, por seguridad. Espero que lo entiendas. Lo hago por ti y por todos nosotros. Estamos en peligro mientras los asesinos sigan sueltos.”

Movió las manos hacia las caderas y se las acarició.

“Hay otro asunto que me preocupa y no sé si tendré tiempo de ocuparme de él, antes de que empiece la operación. Helena no está bien. Su duelo dura demasiado. Se muestra rebelde y no entiende la situación. Rechaza la idea de unirse a nosotros y no le gusta que Tim haya tomado el manto de mi padre. Tú siempre has sido mejor con las palabras que yo. ¿Puedo encargarte que hables con ella?"

Olivia se dejó abrazar por tí, dejó su copa sobre la baranda y corrió su cabello a un lado para dejar su cuello al descubierto.  Con una de sus manos tocó tu rostro y apoyó la otra sobre una de las que estaba en su cadera.

No ha estado nada mal, de hecho.  Muy disfrutable, creo que has compensado con creces haberme plantado.

Te escuchó hablar y, al terminar, se volteó para quedar frente a tí.  Te tomó la cara con las dos manos y te besó.

Tienes que hacer lo que tienes que hacer.  No te juzgo, sé que tenemos este tipo de vida.  Cuando te pones ese tipo de cosas en la cabeza sé que no descanzarás hasta tener éxito.  Amo eso de tí.  Hablaré con Helena, puedes estar tranquila por ello.

Anna abrazó a Olivia, la atrajo contra su cuerpo y la besó tiernamente. Apartó un poco la cara y la miró sonriendo con una dulzura poco habitual en ella.

“¿Qué hizo una loca como yo para conquistar a una chica tan dulce como tú? Nunca lo entenderé.”

Volvió a besarla, esta vez con más pasión y comenzó a recorrer su cuello, con sus labios.

“Ahora, acerca de esa compensación.”

Comenzó a bajar el cierre del vestido de Olivia.

“Tenía algo más en mente que la cena.”

Olivia dejó caer el cierre para tu deleite pero, cuando éste permitió que el vestido cayese con por su propio peso, te alejó con decisión.  Tu chica era, probablemente, la luchadora más dura en acción.  Una fiel heredera de su madre.

Tengo una sorpresa.  Te dijo con una sonrisa pícara en el rostro.

Levantando ambas piernas dejó el vestido en el suelo y te permitió observar su "irse", solo con una pieza de ropa interior.  Colaless negra de encaje.

Mientras la excitación te carcomía, Olivia se cambió y volvió a salir.  Llevaba una pieza entera strapless y con un cavado que te hizo delirar, encima de unas medias de red.  En la mano tenía una chaqueta de cuero.  Reconociste un traje similar al de su madre, Black Canary, aunque visto así, en el cuerpo de tu novia era, probablemente, lo más excitante que habías visto en tu vida.

Qué te parece?  Crees que puedes sonsacarme un "Canary Cry"?

Con las manos en las caderas y las cejas levantadas, Anna miró de arriba abajo a su amada, con gesto de admiración. Realmente se había sacado el premio mayor con esta chica.

“Wow.”

Se acercó a Olivia y le acarició el cuello, mientras la miraba con una sonrisa embelesada.

“Supongo que ese grito me mataría, pero habrá valido la pena.”

Se acercó a ella, hasta que sus labios casi se tocaron.

“Así que hagamos el intento.”   

Anna comenzó a besarle el cuello con ternura y continuó, como a poco, hacia abajo…

Más tarde, acurrucadas en la cama, Anna le acariciaba el cabello a Olivia, con una sonrisa extasiada, hasta que de pronto su gesto reflejó duda y preocupación. Se apoyó con un codo en la almohada y la cabeza apoyada en una mano, mientras acariciaba el hombro de su chica.  

“Amor, ¿puedo hacerte una pregunta? Eso que te pusiste… y que me puso a cien, por ciero… era sólo para mí, ¿No es así? Quiero decir… no estarás pensando en seguir los pasos de tu madre."

Olivia jadeaba aún, satisfecha.

Cuando hablaste te miró sería.

No estoy pensando en tomar el rol de mi madre.  TOMÉ el rol de mi madre.  Ya lo he hecho. La chica se puso firme.  Puedo escuchar tu opinión sobre el traje, no sobre mi alter ego.

Anna pasó de acariciar el hombro de Olivia a sujetarlo con fuerza y le dirigió una mirada carga de severidad.

“No harás tal cosa.” le dijo con dureza. “Cuando hayamos acabado con los asesinos de nuestros padres hablaremos de esto, pero mientras tanto es demasiado peligroso. No permitiré que pongas en riesgo tu vida. ¿Me oíste?”

Olivia se rió de tu postura con soberbia.

Como si tú no fueses a arriesgar tu vida?  Dice mientras se zafa de tu agarre.  Ni tú ni nadie va a decirme que hacer o dejar de hacer.  Tú, una chica que irá a meterse de encubierto en la boca del lobo.  Olvídalo.  Tú no te quedarás con los brazos cruzados... Yo menos, no hay nada que puedas decir para convencerme... Y estoy segura de que no podrás obligarme.

Salió de la cama, aún sin ropa y te miró desafiante.  Olivia era la luchadora más prolífica de su generación y, si bien tú podías ser más astuta, sabías que no había quién pudiese someterla.  Quizás solamente Emiko o John podrían hacerle frente en un combate mano a mano.  Era difícil de sostener el punto de que ella no estuviese preparada para cuidarse sola.

Anna admiró por un instante el cuerpo de Olivia. Esta chica sí que era impresionante, en más de un sentido. No había duda de que podía valerse por sí misma, pero ese no era el punto.

Salió de la cama y se plantó frente a su amada. Suspiró un instante, para relajarse y evitar uno de sus típicos estallidos de furia, que últimamente se estaba esforzando en controlar. Levantó las manos con las palmas por delante.

“Olivia, bebé… no digo que no puedas defenderte sola. Sólo digo que no quiero que hagas nada loco hasta que yo dé con los asesinos. Todos los que lleven un traje de justiciero son un blanco potencial en este momento. Es mejor mantener un perfil bajo hasta que caigan los culpables. Sí, yo correré algunos riesgos, pero menos de los que crees. No voy a ir por ahí saltando de techo en techo con un disfraz… bueno, al menos no por ahora.”

Hizo una pausa, miró hacia abajo y luego de nuevo a Olivia.

“Por cierto, creo que no te lo dije… me ofrecieron ser la nueva Batgirl.”

Batgirl, eh? Dijo tu novia y tomó tus manos con tanta agilidad que no te digo tiempo a reaccionar.  Te hizo una llave y te redujo desde atrás sobre la cama, quedando encima de tu espalda.  Te dio una sonora nalgada con una mano mientras sostenía tus dos manos con la otra. Alguien ha sido una bati-chica muy mala, queriendo dominar a su pareja.  Piensa bien que vas a decir ahora... Puede que te dé una revancha.  Dijo con un pequeño mordisqueo de oreja.  Felicitaciones por cierto.

(Bati-censura/Bati-censura/Bati-censura)

Había logrado eludir el tema de una manera demasiado... Exhaustiva.  Estabas demasiado cansada como para respirar.  Mucho menos para discutir.  Las dos cayeron por el agotamiento y se durmieron allí como quedaron.  De alguna manera tú terminaste con las medias de red puestas, y ella con tu cinturón de utilidad.