Partida Rol por web

La ceja le temblaba como si le fuera a estallar, crugió con tanta fuerza los cubiertos que acabo por doblarlos..., los comentarios de Alberich solo avivaban el fuego de su furia interna, pero sorprendentemente el chico aún se contenía, auqnue tuvo que volver a doblar los cubiertos para seguir comiendo, rompiendo por desgracia el tenedor y teniendo que usar solo la mitad de este.

Ante la pregunta de Mizuki, únicamente la mira de reojo con cara de pocos amigos, hasta el momento no se había percatado de su presencia, y decidio ignorar a la joven piromántica -Resulta que la..."enana", tiene más recursos de los que preveía, y además cuenta con un asombroso don; yo soy imbatible en combate físico directo, pero los quirks a distancia me resultan un problema, es por eso que... quería comprabar como se te daba a ti el combate a distancia- se dirige entonces hacia Tadashi, al único de la mesa al que de momento no le ha lanzado una mirada asesina -He visto lo que has hecho con sus hermanos, parece que manejas la arena placer, deduzco entonces que  tendrás preparados ataques a distancia por si los necesitas en combate, y por eso quería proponerte que...- se reclina un poco sobre la mesa para acercarse más a ti -Luchemos-.

Yuuki aparece en el comedor con paso tranquilo, y por supuesto, con los cascos puestos. Mira un poco alrededor para ubicar al resto de personas, hasta que visualiza a una que le interesa y que, además, esta sentada sola.

Se acerca hacia los mostradores para coger algo de comida, lo pone sobre su bandeja y después se dirige hacia la mesa de Kosoku, sentandose justo en frente de él.
 

-Hey- comienza a comerse un sandwich de atún que había cogido del mostrador -¿Como te encuentras?, quería decirte que, bueno... no lo has hecho del todo mal, esos dos nos la han jugado pero bien-  mientras habla, mira hacia ninguna parte, como quisiera concentrar todas sus emociones en un punto y visualizarlas.

Se mete entonces la mano en un bolsillo del chaleco y de él saca la pequeña batería que le diste al empezar la prueba. La pone sobre la mesa y la hace rodar en tu dirección -Toma, ya no necesito llevar esto, así que mejor que te lo quedes tu-.

Continuá comiendose su sandwich.

La reacción de Souta no me llama para nada la atención, lo que si llamó mi atención es que hubiese perdido contra Ann, al menos eso parecía por los comentarios de Alberich.

Ante su propuesta no sabía si tomarlo como un pedido de ayuda o un desafío.

-Esta bien- respondí sin más mientras seguía comiendo - pero no hoy, pelear contra dos oponentes mientras busco un objeto en particular no es algo que pueda hacer sin cansarme por ahora, estoy seguro a que medida que el entrenamiento avance me cansaré menos y podré incluso crear técnicas con capacidades específicas y no solo aplicaciones de mi poder, pero por ahora solo quiero terminar de comer, ducharme y dormir, que sea mañana, donde tu quieras-

Alberich miró a aquellos dos tortolitos, o al menos, ante los ojos del enmascarado, eso era lo que eran, una pareja de incomprendidos y probablemente violentos adolescentes con poderes de combate físico; ambos no eran más que perros con la única habilidad de ser duros de roer... Las habilidades físicas extenuaban a Alberich, así como despreciaba a aquellos que las tenían.

-Supongo que la idea de lanzarle cosas no estaba en tus planes... o usar un arma que aumente tu distancia, véase una lanza o simplemente un palo... Ni siquiera pensaste en arrinconarla derribando los muros o bloqueando las puertas... El problema no es el Quirk, el problema es la falta de ingenio.

Alberich parecía divertido, dando ideas a su compañero sobre qué hacer para combatir contra aquellos esquivos usuarios de quirks a distancia. Puesto que la distancia es, en esencia, lo único que tienen como ventaja; una vez que la pierden, están perdidos.

-Oh... Gra... gracias... Yuuki... -mi voz vuelve a ser la misma de siempre, nerviosa y temblorosa, mientras guardo la batería que me pasa Yuuki.

No esperaba que nadie se sentase conmigo en el comedor, y mucho menos Yuuki. Después del espantoso desastre que yo mismo había llevado a cabo, no creía que fuese a dirigirme la palabra de nuevo. Había tenido la bomba al alcance de mi mano... y una vez más me pasé de frenada. Aunque algo muy extraño había ocurrido...

-Si... siento haberla liado ahí fuera... Debí moverme más rápido y ser más listo.

La enorme cantidad de comida que se encontraba en mi bandeja había bajado a la mitad. Mi hambre no cesaba, pues había requerido de demasiada concentración y fuerza para mis poderes.

-Estuviste muy... muy bien ahí fuera... La forma de detectarles en la oscuridad y cómo me guiabas... Parecías un Pro-Héroe completamente. A mi me queda mucho aún... Ni siquiera sé como usar los electrones correctamente aún...

Pero cuando me había convertido en electricidad pura... ¿Cómo mantuve la cohesión? ¿Qué había ocurrido ahí? Me sentía poderoso, incluso recuerdo que llegué a "volar". O más bien flotar. ¿De verdad era capaz de tanto? Pero antes, debía mejorar en otros aspectos. Trago saliva antes de continuar:

-La presión de la fama de mi madre como Quantum pesa sobre mí... Pero no podré ser como ella, tal y como dijo Eraser, si no controlo mi propia fuerza. Tú parece que manejas tu quirk a la perfección... Crees... ¿Crees que podrías enseñarme algunos trucos?

No parece echar mucha cuenta de lo que le dices, únicamente cuando alabas su habilidad emite un ligero bufido -Pfft...- esta bastante más concentrado en terminar su comida.

No obstante, cuando le dices lo de si te podría enseñar algún truco, se queda paralizado durante unos segundos, y luego sigue comiendo. Cuando ya ha terminado con toda la comida que había cogido, agacha un poco la cabeza y cierra los ojos -Oye, se supone que si estás aquí  es porque, como el resto, debes tener algo excepcional, y si lo que te falta es pulir tus habilidades, ahí tienes a los profesores- en ese momento se levanta y recoge su bandeja -Yo no tengo nada que enseñarte, si estoy aquí es para...., por mí mismo, y no puedo perder el tiempo enseñando truquitos a un novato-.

Mizuki suspira y pone los ojos en blanco mientras continúa comiendo al ver que Souta la ignora completamente a favor de buscar pelea
¡Hombres! Siempre pensando en pegarse. Menos mal que Tadashi ha tenido el sentido común de darle largas
Mizuki agradece en silencio haber nacido mujer

No se por qué, pero ante su comentario bajo la cabeza hacia mi bandeja y sonrío mientras cierro los ojos. De forma instintiva, toco el condensador y un par de chispas suben desde mi brazo hasta mi cabeza y, desde ahí, cada chispa entra en uno de los párpados. Al volver a abrir los ojos y levantar la mirada, mis ojos son ahora de un color azul eléctrico intenso.

-Conocí a alguien como tú en el colegio. Era reservado pero... un buen amigo. En cierto modo me recuerdas a él.

Mi voz ha vuelto a cambiar, como con aquella decisión de la prueba pero mucho más tranquila. Me levanto con la bandeja de comida, ahora vacía, y avanzo un poco hasta estar frente a Yuuki.

-Para serte sincero, esperaba que, si me enseñabas, confiases un poco más en mí. Pero no me malinterpretes, considero que tu control sobre tus poderes es increíble y mi petición era completamente sincera.

Avanzo un poco más, pero luego me giro de nuevo:

-Dicho esto, me gustaría entrenar contigo alguna vez. Probaré a llevar a mi quirk al límite, nunca lo he hecho. Puede ser div...

Al darme cuenta de lo que digo, dejo de sonreír y cierro los ojos agitando mi cabeza. Al volver a abrirlos, han vuelto al color rojo de siempre y sonrío, esta vez, de forma tímida.

-Bue... bueno. Adiós... Creo que voy a ir a relajarme un rato a mi habitación y luego quizá entrene un poco...

Mizuki termina de comer, y decide que ya va siendo hora de ver el nuevo lugar donde va a vivir. Tenía que desempaquetar las cosas además.
Bueno chicos, voy a ver las habitaciones. Procurar no mataros en mi ausencia.

La plácida y tranquila calma que se respira en el comedor, se ve de pronto interrumpida por un estruendoso ruido.

A lo lejos, en alguno de los edificios de la academia, puede oirse una fuerte explosión, seguida de los consecuentes gritos y sonidos de alarma.

Desde el comedor, podeís ver a través de las ventanas como los demás alumnos salen corriendo descontroladamente. Por los pasillos, la reacción es similar. Poco después de oir la explosión, un fuerte olor a humo os impregna, y veis desde vuestros sitios como una torre de humo se levanta sobre uno de los acristalados edificios.

Comienza entonces a sonar una alarma por todas partes, una sirena parecida a la que oisteis al final de la prueba de combate, y de pronto uno imponente figura aparece por la puerta.
 

La imponente figura que aparece por la puerta, no es otra que la profesora "Midnight". A diferencia de anteriores apariciones, esta vez parece estar más seria y enfurecida.

-¡A que estais esperando!, ¡Vamos esa alarma es para evacuar el edificio!, ¡dirigíos inmediatamente a vuestra edificio residencial, es una orden!- con su temible látigo, que siempre la acompaña, pega un fuerte y sonoro golpe contra el suelo, como si de una granjera que espabila a sus reses se tratase.

Ya cuándo Souta no me respondió y Mizuki se fue no tenía mucho por hacer además de terminar de comer, cuándo la explosión estalló y sonó el alarma estaba claro que tenía que irme, sobretodo tras la aparición de la profesora Midnight.

Al verla seria y con su látigo no me pasaron los pensamientos más puros por la mente pero decidí obedecer e ir a la sala común de nuestra residencia, en una escuela de héroes sea lo que sea que pasara deberían de poder resolverlo rápido.

Estaba tan abstraída que solo salió de su ensimismamiento cuando Midnijt anunció con voz autoritaria y el látigo que todos fueran a su zona residencial para estar seguros, fue ahí que se dio cuenta de lo que ocurría a su alrededor por lo que marchó corriendo junto a sus hermanos usando el viento para que los empujara desde atrás a los tres para ir más rápido y a la vez cansarse menos. Solo esperaba que no hubiera ningún problema grave y solo fuera una falsa alarma o algo fácil de resolver. 

Alberich se acerca a la máquina de chucherías y selecciona su producto, poco a poco los estudiantes comienzan a salir del Comedor casi a empujones mientras lentamente el pastelillo de crema rosada aún seguía en su respectivo compartimento, siendo movido lentamente mientras este giraba.

-Vamos...vamos... -Dijo mirando al cristal de la máquina- Vamos...

El Pastelillo cae, pero se queda atorado contra el cristal y con el producto de abajo.

-¡No! -Exclamó Alberich metiendo otra moneda para comprar otro pastelillo que empujara al anterior- ¡Vamos!.

El mismo proceso que el descrito anteriormente ocurrió, el pastelillo rosado comenzó a moverse lentamente hacia el frente mientras el mecanismo de la máquina giraba y giraba empujándolo lentamente. Ya estaba en el borde cuando este cayó, quedándose también atrapado con el otro pastelillo.

-¿¡Pero cómo?! -Dijo entredientes mientras volvía a meter otra moneda más en la máquina.- Grrr...

El mismo proceso que el descrito anteriormente y anterior-anteriormente ocurrió, el pastelillo rosado comenzó a moverse lentamente hacia el frente mientras el mecanismo de la máquina giraba y giraba y giraba empujándolo lentamente. Ya estaba en el borde cuando este cayó, quedándose también atrapado con el otro pastelillo y con el otro-otro pastelillo.

-. . . -No dijo nada por unos segundos hasta que finalmente expresó sus sentimientos para/con la máquina- A la mierda...

Alberich estaba desesperado, por lo que se le ocurrió una brillante idea, sincronizandose con una nueva explosión, usando su habilidad tiró la máquina a un lado, rompiendo el cristal protector con la caída, sacándose el sombrero lo llenó de los pastelillos que había comprado y alguna otra cosa que pudiera meter en el sombrero y huyó hacia las habitaciones.

Los hermanos sabían bien que Ann estaba mal por lo sucedido. Una cosa era molestarla, y otra verla así.

-Vamos, debes sonreír más: como yo -soltó Hikaru mostrando una de sus mejoras sonrisas encantadoras.

-No tienes nada que lamentar, hermanita. Ya quisieran muchos poder haber hecho lo que tu hiciste: ¿y qué si bajaste la guardia un momento? Es lo que te hace especial entre todos nosotros: no puedes evitar preocuparte por los demás, y no hay nada más humano que la preocupación y el sentimiento por no querer herir a alguien -Akemi se levantó y se inclinó hacia adelante para alcanzar la cabeza de Ann y despeinarla un poco, con una sonrisa como la de su hermano.

-En todo caso, si te sientes mal por haber hecho algo, solo tienes que disculparte, ¿no? Tanto con tus rivales como tu compañero por haber caído: promete a ellos y a ti misma que la próxima vez sera diferente.

Luego de haber dicho unas palabras a su hermanita, los gemelos continuaron con su comida, esperando que ella se animase a comer también.

Aquel estruendoso ruido hizo que los gemelos alzasen la vista hacia todas partes, buscando la razón de ese estruendo. El olor, el humo, los gritos y la gente corriendo... No eran buena señal.

-¡Vamos! -Hikaru se llevó la comida restante a la boca, y luego se levantó para tomar una de las manos de Ann y así salir corriendo con ella, siendo acompañados por Akemi.

-Seguro no es nada -comentó Akemi a ambos con una sonrisa tranquila, intentando que ninguno se preocupase por lo sucedido; pero en realidad por poco y los podía dejar atrás de la carrera que podría pegar en esa situación.

En esos momentos sus singularidades no eran útiles, por lo que dependían de su capacidad física y el apoyo de su hermana.